El jueves pasado, mientras su hermana se reponía, Patricia fue con el resto de niños de Educación Infantil a su primera excursión. Sus profesores los llevaron a Lusiberia, un parque acuático y de entretenimiento. La parte acuática no está abierta todavía, así que supongo que se dedicarían a subir a toboganes, camas elásticas, piscinas de bolas...
Esta foto se las hicimos antes de irse a coger el autobús, que en realidad era otra atracción más. Eso de sentarse con los amigos en un sillón, ir solitos. Debió ser una experiencia. Estaba encantada porque se compró una gorra nueva, le eché crema de protección solar de un bote pequeñito que le fascinó y además llevaba un collar que se agenció en un sobre sorpresa.
En la otra foto, podéis ver un montón de parvulitos encantados de irse de juerga.
Volvieron reventados. Tanto, que a Patricia tuve que llevarla en brazos a casa, lo que es bastante raro, porque ellas van andando a todos sitios. Julia se quedó con sus abuelos y mi madre le enseñó a hacer bizcochos. No lo pasó mal, pero insiste en que ella se va a ir solita a Lusiberia, ¡faltaría más!