En algunas historias no hay manera
de saber lo que va a ocurrir, en gran parte porque ello sale de la nada y el
próximo evento de la trama también sale de la nada. Y así sucesivamente, sin
tener ningún tipo de preparación lógica de eventos anteriores. Los personajes
existen únicamente para reaccionar a lo que sea que el escritor les tire.
Cuando esto sucede, estamos ante películas con tramas de eventos aleatorios.
...Una mirada hacia la literatura, el cine, los cómics, la TV y otros vicios personales. Había un blog mejor, pero era carísimo.
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miércoles, 1 de julio de 2020
jueves, 21 de abril de 2016
“Sharknado” y el cine de clase B

Las características de una película de clase “B” se
siguen manteniendo al día de hoy. Son producciones con un presupuesto limitado
y un elenco amateur y poco conocido. Si bien pueden tener guiones bien armados
y tramas llamativas, el principal objetivo es el entretenimiento barato y
desechable.
Durante la Era
de Oro de Hollywood (1930-1959), las películas de clase B más populares
eran las del género western, terror y ciencia ficción. A medida que pasaron los
años, y comenzaron a florecer productoras independientes en los años ´60 y ´70,
la mentalidad de cine barato y pasajero, con énfasis en el sensacionalismo, la
sexualidad y la violencia (el “gore”), comenzó a ser prominente y
comercialmente atractiva. Si las películas no era producidas para la TV o
directamente para video, se las pasaba en cines conocidos como “grindhouses”, donde la función se
repetía una y otra vez a lo largo del día.
Una nueva época del cine berreta llegó con la era
de Internet, donde difundir el
contenido se hizo más sencillo.

Aunque este tipo de producciones son “malas” en
términos de guión, efectos visuales y ejecución, algunas han probado ser “tan
malas que son buenas”, o incluso “tan malas que divierten”. En este sub-mundo
existe una mayor libertad para plasmar ideas locas y extravagantes porque no
hay presión de que la película venda y genere ganancias impresionantes. Los
directores pueden explotar su creatividad con autonomía, y gracias a ello han
surgido grandes clásicos del cine.
“Enter the
Dragon” (1973), la cuarta
película de Bruce Lee, “El Bueno, el Malo y el Feo” (1966) y “Halloween” (1978) son
todas películas emblemáticas que han influenciado, respectivamente, el cine de
acción, western y terror, y se convirtieron en clásicos indiscutibles de cada
uno de los géneros. La película de Carpenter,
por ejemplo, es considerada la gran precursora del género slasher, explotó la popularidad del terror en los años ´80, tuvo
siete secuelas, una remake en el 2007
y una secuela (de la remake) en el año 2009.
Nada mal para un presupuesto de apenas 300.000
dólares.
Dumbo
(sí, la película de Disney de 1941)
es un raro caso de película animada clase “B”.
Se puso en producción con un
presupuesto muy bajo para recuperar el dinero que se perdió con los fracasos
previos de “Pinocho” y “Fantasía”. La película debía ser simple
y barata, y sin embargo resultó un éxito absoluto. La crítica del momento
considero que “Dumbo” era un retorno a las raíces de Disney.
De esta película hay muchísimo para comentar. Por
ejemplo: es la primera en hacer un uso real del “surrealismo” y durante la
película se visualiza una huelga de payasos que sucedió verdaderamente durante
la producción (la mayor parte del personal de animación del estudio de Disney
se declaró en huelga).
Mientras tanto: “Night of the Living Dead” (1968)
originaba la locura por las películas de apocalipsis zombie, “The Thing from Another World” (1951) se volvió un clásico de la
ciencia ficción, “The Rocky Horror
Picture Show” (1975) fue la
propulsora de la sub-cultura del “cosplay” y “Mad Max” (1979) disparó
la carrera de Mel Gibson, a quien
nadie que viviera fuera de Australia conocía.
Hace unos días tuve una función doble de cine B.
Con un amigo vimos “Big Trouble in Little
China” (1986), que ya reseñé en la fan-page,
y “Sharknado” (2013).
"Sharks.
Tornado. Sharknado. Enough Said!"
Sharknado
es una genialidad del director Anthony
Ferrante que combina las clásicas películas de monstruos –o mockbusters–
(Godzilla, Jaws, The Blob, Attack of the 50-Foot Woman, etc) con las cintas de desastres
naturales (2012, The Day after Tomorrow, Twister… ¿Armaggedon?).
En este caso, un huracán descomunal golpea a Los Ángeles, causando inundaciones por
toda la ciudad y tornados que escupen tiburones feroces, sanguinarios y ¡vivos!
Un surfista (Ian Ziering) se une con
su mejor amigo y una sexy camarera (que aporta el fan service obligado) para rescatar a su ex mujer (Tara Reid) y a sus dos hijos. Más tarde
(y porque sí) el grupo intenta disipar los tornados disparando bombas desde un
helicóptero.
Un dato de color: recientemente salió un análisis
de la gente de The Film Theorist que
estudia cómo esta extraña combinación de tiburones y tornados podría llegar a
tener la posibilidad de ser plausible. Miren el video porque no tiene
desperdicio:
La película fue un hit viral sin precedentes.

Un record
absoluto para Twitter en aquel momento.
Sharknado triunfó porque es una de las más
brillantes entre las cintas deliberadamente malas, y tiene un equilibrio que no
es fácil de alcanzar. Hay que vivenciarla para realmente comprender ese punto
justo. El guion no es absurdo por descuido, sino que se buscó intencionalmente.
Se ríen de sí mismos y de las películas de este tipo que pretenden ser serias.
Además de su trama deliciosamente absurda, los
actores caídos en desgracia que se eligieron para protagonizar la historia potenciaron
el tono bizarro de la película: Tara
Reid fue popular con adolescentes por American
Pie, y tuvo una pequeña participación en Scrubs.
Por su parte, Ian
Ziering era uno de los secundones de
Beverly Hills 90210.
20 años atrás, esto no habría sucedido. Hoy en día,
el usuario mira TV con el celular en la mano, chequeando Facebook, Twitter,
Instagram, y compartiendo lo que consume con la gente que los sigue. Esto fue
clave para que Sharknado llamara la atención. Internet, que se maneja por las leyes
de los fans, y no las del mercado, permitió que una pequeña película clase B se
volviera una saga de culto que pronto va a estrenar su cuarta entrega.
► Sharknado
es un delirio absoluto de tiburones salvajes, efectos de cuarta, actuaciones aún
peores y una trama que no funciona ni como excusa. Es para ver con amigos, con
cerveza, y representa –hoy en día– un ejemplo perfecto de todo lo bueno que
tiene para ofrecer el cine de clase B.
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=>> Otros posts sobre CINE (y temáticamente relacionados) en el blog: “El
sci-fi argentino en el cine”; “El
mago de Oz: cuando el cine supera a la literatura”; “Unbreakable:
una obra maestra del cine de superhéroes”; “Rubber:
el homenaje a la sinrazón”; “¿Qué
es la Space Opera? (¿Y por qué debería importarme?)”
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