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viernes, 3 de agosto de 2018

Impactar al lector: las primeras líneas de una novela


El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba tras él”. Así inicia El pistolero, la primera parte de esa fantástica saga épica de Stephen King que es La Torre Oscura. Y aquella frase inicial es considerada una de las mejoras y más influyentes aperturas de una novela en la historia de la literatura.

Es, ciertamente, un comienzo bastante perfecto para una épica novela. Con sólo una oración nos enteramos de quién es el protagonista (El pistolero), quién el antagonista (El hombre de Negro), los objetivos de cada uno (uno persigue, otro es perseguido) y el escenario (el desierto), que funciona también como el principal obstáculo.


jueves, 19 de diciembre de 2013

El especial de Navidad de “Viajar Leyendo”

  
La primera imagen que a uno le viene de Navidad es la casa repleta de familiares alegres, luces de colores y árboles paganos compartiendo el espacio con el católico pesebre. Esta época, por más que no seamos religiosos, nos envuelve a todos en un aura de felicidad incomprensible y comienza el estado de fervor festivo que termina de completarse con año nuevo.

Igual Navidad, lo que se dice Navidad, era la de antes: la de cuando éramos chicos. Recuerdo que mi casa estaba realmente decorada, había música y cuando veías por la ventana se podían apreciar muchísimos arbolitos súper decorados. Hoy –con mis 26 años– se viene Navidad y, con eso, llega mi profundo odio hacia el pan dulce con frutas.

REGALO #1: “Las 100 mejores canciones navideñas”, para musicalizar este post.

Pero Navidad sigue siendo una época especial para mí y para mi familia, y también lo es para este blog que merece la oportunidad de tener su propio episodio navideño. Al fin y al cabo, la gran mayoría de los shows televisivos (y grandes autores literarios) han tenido uno. 

El especial navideño (un subgénero mayoritariamente americano) es un clásico de diciembre y suele mostrar al comercial Santa Claus o algunas de las mitologías asociadas a la festividad

Casi todos son un intento de “educar al espectador” en el Verdadero Significado de la Navidad (pensemos en Dickens y su “Cuento de Navidad”, que ya reseñé en el blog), y otras involucran a personajes intentando “salvar la Navidad”, ya sea literalmente (Pac-Man salvando a Santa Claus… fuera de joda…) o tratando de arreglar un problema.


Prácticamente todos los shows han tenido su especial navideño, desde Scooby- Doo hasta los Power Rangers. Desde Supernatural, Big Bang Theory y Community hasta el Inspector Gadget, los Supersónicos y Mr. Magoo. Family Guy revivió a Brian en su último episodio navideño. La familia Simpson también es famosa por sus especiales navideños, cuyos capítulos son esperados cada año por los fieles seguidores. ¡Hasta He-Man y She-Ra tienen el suyo!

Los Picapiedras, a pesar de vivir en una época antes de Cristo, han celebrado la Navidad no una, sino dos veces en capítulos especiales de su serie animada. #FuckLogic. El último pertenece al año 1977.

Hay muchísimas historias navideñas en la literatura, y muchas reviven cada año por estas fechas. Para mí, el cuento corto de O. Henry es el mayor representante del espíritu navideño (la idea de dar regalos a los otros, sin esperar nada a cambio) y nos inculca en la verdadera definición del amor. Ya lo comentamos en el blog hace un tiempo. Las historias de O. Henry se hicieron famosas por sus ingeniosos giros finales

El regalo de los magos” es seguramente la más conocida y tiene los elementos que caracterizan al autor: detalles realistas, final sorpresivo, tono humorístico y personajes de clase media-baja.

 REGALO #2: "El regalo de los magos”, de O. Henry.

Otro pueden llegar a opinar que la novela corta de Charles Dickens de 1843 es la máxima exponente navideña que encontramos en la literatura, y quizás sea cierto. La trama utiliza los valores cristianos asociados a la navidad –generosidad, amor universal, nobleza, sacrificio– para narrar la sorprendente transformación de Ebenezer Scrooge. Una historia verdaderamente atemporal.


Drama o comedia, la Navidad constituye una especie de alarde literario del que ningún gran autor ha sabido escapar: desde la novela, el teatro, la poesía y, especialmente, el cuento. Todos los grandes escritores le dedicaron, por lo menos, un relato. ¡Hasta J.R.R Tolkien fue poseído por el espíritu de la Navidad! “Las cartas de Papá Noel” es un libro que recopila las cartas que él escribía a sus hijos, simulando que estaban escritas por el simpático personaje. Al parecer, los originales de estas cartas fueron cuidadosamente manuscritos por el propio Tolkien, simulando la letra de Papá Noel, temblorosa y vacilante, por la edad y el frío. Otros relatos (como el de Ray Bradbury y el de Guy de Maupassant, ambos del mismo nombre) tienen tonos mucho más traumáticos. El de Ray Bradbury (tan cortito como maravilloso) lo pueden leer acá mismo.

REGALO #3: “Cuento de navidad” de Ray Bradbury.

Más allá del impacto comercial, Navidad es una fecha de alegría que nos invade con buenos sentimientos, nos aproxima un poco más unos a otros. A todos mis lectores (que cada vez me inspiran a más) que esta Navidad traiga muchísimas bendiciones a su hogar. 

Feliz, muy feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, las alegrías de la juventud, de nuestros abuelos y seres más queridos. Bendita es esa fecha que une a todo los hombres en una fuerte e ineludible conspiración de amor.


¡Gracias por seguir leyéndome!

REGALO #4: TOP-10, las películas navideñas más divertidas:



“Ojalá pudiéramos meter el espíritu de la Navidad en jarros 
y abrir un jarro cada mes del año”

Harian Miller

viernes, 22 de marzo de 2013

La definición del amor (según O´ Henry)


La vez anterior hablé de “El dolor fantasma”… un tema bastante bajón. Así que hoy quiero un giro de 180°.

No sé lo qué es el amor, probablemente nunca termine de comprenderlo. Pero sea lo que sea, tiene que ser algo muy parecido a esta genialidad de cuento de O´ Henry (seudónimo de William Sydney Porter). Un autor al que se considera uno de los creadores modernos de los relatos cortos norteamericanos.

La vida de O´ Henry se parece a uno de sus mágicos cuentos… de joven robó el banco donde trabajo y tuvo que cambiarse el nombre (al del seudónimo) para escapar de la ley. Lo hizo por amor (buscaba comprarle un regalo especial a su novia), y lo hizo porque sí. Cuando lo capturaron, pasó 3 años en la cárcel y luego vivió en Nueva York, donde escribió un puñado de historias cortas muy particulares.

El autor era amante de los finales sorpresas, las historias semi-humorísticas con trucos y giros inesperados en las últimas líneas. Como en su sencilla, pero eficaz, “El péndulo” (si pueden, léanlo) y como en tantas otras.

¡Hasta se llegó hablar de un final “a lo O´Henry” para referirse a una gran sorpresa al final de un cuento!

“El regalo de los magos” es su historia más conocida y de la que quiero hablar en este post. Porque esta vez le toca al amor en su máxima expresión. Volví a cruzarme con el relato de casualidad (una vez más) y me dieron ganas de compartirlo.

Todo comienza con Delia, quien no posee más que un 1.87 centavos. ¡Ah, y se viene Navidad! Ella estaba casada con un hombre, Jim, a quien amaba con locura. Debido a su humilde condición, no contaba con los medios para darle un regalo especial en las fiestas.

Cuestión que los Dillingham (aquel era su apellido) eran dueños de dos cosas que les provocaban un inmenso orgullo. Una era el reloj de oro que había sido del padre de Jim y antes de su abuelo. La otra era la cabellera de Delia. Desesperada (y con la Navidad acercándose)…  Delia toma la drástica decisión de vender su pelo, aquello que más valoraba, por unos 20 míseros dólares. Y con eso (que aún era poco) buscó el regalo perfecto.

“Al fin lo encontró. Estaba hecho para Jim, para nadie más. En ningún negocio había otro regalo como ése. Y ella los había inspeccionado todos. Era una cadena de reloj, de platino, de diseño sencillo y puro, que proclamaba su valor solo por el material mismo y no por alguna ornamentación inútil”.

Cuando Delia llegó a la casa, encontró a Jim y le dijo:

“Me corté el pelo y lo vendí porque no podía pasar la Navidad sin hacerte un regalo. Crecerá de nuevo ¿no te importa, verdad? No podía dejar de hacerlo. Mi pelo crece rápidamente. Dime "Feliz Navidad" y seamos felices. ¡No te imaginas qué regalo tan lindo te tengo!”

Jim sonríe tontamente y le muestra su regalo. 

“Allí estaban las peinetas -el juego completo de peinetas, una al lado de otra- que Delia había estado admirando durante mucho tiempo en una vitrina de Broadway. (…) Eran peinetas muy caras, ella lo sabía, y su corazón simplemente había suspirado por ellas y las había anhelado sin la menor esperanza de poseerlas algún día.

-Delia -le dijo Jim- olvidémonos de nuestros regalos de Navidad por ahora. Son demasiado hermosos para usarlos en este momento. Vendí mi reloj para comprarte las peinetas. Y ahora pon la carne al fuego.”


Qué lindo poder entregarse a alguien de esa manera, ¿no? Quizás una “relación” sea un poco más que esto…  pero sí, ¡eso definitivamente tiene que ser el amor! =)


Esta historia ha sido contada en diferentes formas a lo largo de los años.  Inclusive hoy en día existe el premio “O Henry” (en su honor) que premia a los escritores de relatos cortos más sobresalientes.

Haciendo click en el link pueden disfrutar de la historia completa: “El regalo de los Magos”. También les dejo este simpático BONUS TRACK.




DE YAPA: les comparto un link con varios cuentos de este intrépido autor.

=> Si la nota te gustó, ¡me gustaría saberlo! (y sino, también). Dejame tu comentario en el blog o directamente en mí página <=

sábado, 9 de marzo de 2013

“Les Miserables” y las adaptaciones al cine de grandes clásicos


Leer los clásicos de la literatura puede ser una experiencia de aprendizaje interesante. Han sobrevivido el paso del tiempo, son el retrato de una época y poseen, generalmente, poderosas herramientas literarias. Es bien sabido que es imposible leer todo lo que uno querría (o ver todo lo que uno querría). El tiempo que dedicamos a leer una obra es tiempo que dejamos de dedicarle a otra. Es un intercambio equivalente. 

Un costo de oportunidad. 

Un sacrificio.

Por eso es tan difícil, para mí, elegir el próximo libro a leer (o –incluso- la próxima película, serie o actividad)

Hay grandes clásicos que me quedan por leer. Este año prometo hacerme tiempo para pegarles una mirada a “Madame Bovary” (Gustave Flaubert, 1856), “El guardián entre el centeno” (J.D. Salinger, 1951) y “Matar a un ruiseñor” (Harper Lee, 1960). Me seguirán quedando pendientes “Mujercitas” ( Louisa May Alcott, 1868) , “Anna Karenina” (Leo Tolstoy, 1877) y muchos otros más.

Tampoco leí “Les Miserables”, una obra de las más importantes dentro del género romántico.  La verdad es que todavía no cae dentro de mi prioridad literaria. Quizás sea porque recientemente vi la última producción musical y me gustó bastante. Quizás no quiero arruinar ese sentimiento leyendo la novela y cuestionando la fidelidad de su adaptación.


La película no es para todo el mundo, aunque sí una experiencia única. Es una oportunidad de ver “ópera” en el cine. Además, tiene grandes momentos musicales como el aclamado “I Dreamed a Dream” de Anne Hathaway (simplemente fantástico).



Si quieren leer más sobre la película lo pueden hacer en mi crítica.

La realidad es que el cine y la literatura son lenguajes distintos. Muchas veces se fusionan, se mezclan… se acuestan y después no se llaman al día siguiente. En el mundo cinematográfico prima la imagen por encima de la palabra, mientras que en el literario es básicamente palabra. Lo que hace que un libro sea más profundo (y más rico) que una película es lo mismo que hace que una puerta de madera que cruje provoque más miedo que un payaso sosteniendo globos bajo una alcantarilla: la imaginación es (… y siempre será..) mucho más poderosa que la visión.

He tenido el disgusto de ver adaptaciones de cine muy inferiores a su original en papel. Es triste, porque las malas adaptaciones persiguen a los novelistas por el resto de sus vidas (Stephen King probablemente estaría de acuerdo conmigo… pero de eso hablaremos en otra ocasión).

Pero hoy no es la idea debatir “si la peli es mejor que el libro”. Tampoco criticar a Hollywood, o como ya no crea historias originales y se la pasa robando de libros, secuelas y reboots. Mi objetivo es remarcar que aquellos que se animen a tomar la pastilla roja pueden descubrir todo un universo literario detrás del cine y la televisión, que es maravilloso, y que – muchas veces – las películas no logran ajusticiar.


Aunque no leí a Victor Hugo aún, si busqué bastante sobre él en blogs y la web en general. Obras como “Nuestra Señora de París”  (con su versión disneyniana más “light” titulada “El Jorobado de Notre Dame”) y “Los Miserables” han marcado un umbral dentro de su época. Y eso es lo que hace que un clásico sea tal: nunca deja de estar de moda. Me pareció interesante enterarme que “Los Miserables”, escrita mientras Hugo estaba exiliado en Bruselas por oponerse a la política de Napoleón, es acreedora de la oración más larga jamás escrita (aproximadamente 800 palabras).


La novela, en sí, es una crítica social (al estilo de lo que hacía -de forma más metafórica- Charles Dickens) hacia la sociedad de su época. Por lo menos en la cinta (y seguramente con más profundidad en el libro) se tratan temas profundos como la injusticia, la misericordia de Dios, la libertad y la esperanza.

La historia de “El hombre que ríe” (otra deuda personal) parece haber inspirado al archienemigo de Batman: el Guasón. El título hace referencia a un personaje cuya cara ha sido desfigurada y, como consecuencia, parece que siempre lleva orgulloso una brillante sonrisa.

En algún momento de mi vida me haré tiempo para leerme las obras más importantes de Hugo

Cuando lo haga, seguramente verán mi crítica en este espacio personal para opinar y debatir.



Lamentablemente el tiempo es demasiado efímero como para poder hacer todo lo que nos gustaría. Quizás eso sea lo hermoso de esta vida también, ¿no? Nuestra capacidad de elección, la habilidad para hacer de nuestro tiempo lo que deseemos. Sea un buen libro, una película, salir a caminar o recorrer el mundo… lo importante es dejar algo en esta vida cuando nos vayamos. Dejar algo como lo han hecho los grandes autores de la literatura, cuyos libros seguirán trascendiendo las barreras del tiempo por toda la eternidad. =)



OFF-TOPIC: les comparto este video de la genial serie “Coupling” de la BBC donde Jeff intenta “flirtear” con una chica, que se encuentra leyendo un libro, y termina afirmando que colecciona orejas en un balde. Imperdible.



lunes, 24 de diciembre de 2012

“Un cuento de Navidad” (novela corta, 1843)


Autor: Charles Dickens (Inglaterra)
Género: realismo mágico / gótico
Leído: en Neuquén, durante mi secundaria

Hay dos cosas que suelen verse en televisión por esta época: “El Regalo Prometido” (la comedia navideña de Arnold S.) y alguna de las decenas de adaptaciones que han recreado la novela corta que el británico Charles Dickens escribiera en 1843. Claro que hemos leído “Un cuento de Navidad” (A Christmas Carol, por su título en inglés). 

El que no lo haya hecho, seguramente sí vio “Una navidad con Mickey” (la fantástica adaptación de Disney de 1983). Es un verdadero clásico de mi niñez junto a “El Principito”, “La Isla del Tesoro”, “Momo” y “Un Capitán de 15 años”, entre otros.

Se trata de una narración muy amena con un trasfondo social muy bien desarrollado sobre la revolución industrial del siglo XIX en Inglaterra. Ebenezer Scrooge es un hombre tacaño y muy avaro que odia Navidad, vive solo y es adicto a su trabajo.

Durante la víspera de Navidad, el fantasma de un ex- amigo suyo le anuncia la visita de tres espíritus de la Navidad que le darán la última oportunidad de salvación.

La tensión va en aumento a medida que cada fantasma le muestra su pasado y presente desde una perspectiva distinta. Por último, el fantasma de la Navidad Futura (el de carácter más sombrío de todos) le muestra una verdad desgarradora: el destino de los avaros.  Finalmente, podemos ver el cambio en Scrooge y como se torna en un ser bondadoso, descubriendo el amor y la solidaridad que sólo la Navidad nos puede dar.

Aunque su trama es sencilla, el tema es universal y trasciende todas las épocas. Dickens hace un trabajo fenomenal al mezclar realismo mágico y novela gótica (con toques de terror y sobrenaturales) con una dura crítica social. Podemos apreciar la miseria de los trabajadores de la capa más baja de aquella sociedad.

Los valores que aporta la historia son únicos: sólo la bondad y caridad pueden remediar algunos de los grandes malos de la época (como el maltrato y la explotación de los obreros).



Charles Dickens era una personalidad muy reconocida y sus novelas fueron siempre muy populares. Marcadas por una reconocida crítica social, escribió grandes clásicos como “Oliver Twist”, “Nicholas Nickleby”, “Los papeles póstumos del club Pickwick” (su primera novela) e “Historia de Dos Ciudades”. De Oliver Twist vamos a hablar en un post futuro. “Club Pickwick” (1837) es una novela que aún debo. En la película “Las ventajas de ser Invisible”, Paul Rudd explica, erróneamente, que esta es la novela creadora del término “cliffhanger” (el gancho que existe en relatos al separar una acción para que el espectador se quede con ganas de saber qué va a pasar). El verdadero creador del recurso fue Thomas Hardy en 1873, con su novela A Pair of Blue Eyes. En ellas, vemos al héroe al final de un capítulo colgado de un acantilado, balanceándose entre la vida y la muerte.

Historia de Dos Ciudades” se publicó en 1859 y es una novela que quiero leer especialmente desde que me enteré que inspiró a Nolan para el final de su trilogía en “Dark Knight Rises”. Es una historia muy distinta a las que él solía escribir, con una fuerte reprimenda hacia Inglaterra, personajes no tan infantiles y con un énfasis en la agitación y el caos total. Los Simpsons (como era de esperar) tienen un capítulo que es parodia de esta historia, y que está maravilloso.

Pero volvamos a nuestro relato original. “Un cuento de Navidad” es una lectura para estas fechas, un libro atemporal que nos ayuda a revisar lo que es realmente importante en esta vida. Sobre fin de año, tiempo de análisis y reflexión, nada mejor que este gran clásico de Dickens.

¡Muy feliz Navidad a todos! ¡Hasta la próxima!





POSDATA CINÉFILA: la última versión de esta historia fue estrenada en los cines el 6 de noviembre del 2009. Una adaptación escrita y dirigida por Robert Zemeckis  (el genio que nos trajo la trilogía de “Volver al futuro” y la maravillosa “Forrest Gump”) y protagonizada por Jim Carrey en múltiples roles, incluyendo el personaje de Ebenezer Scrooge cuando es joven, cuando es un adulto y cuando es un hombre de edad avanzada; así como los tres fantasmas que atormentan a Scrooge. La película salió en formato 3D y con ella confirmé que debido a una condición en mi vista… ¡No puedo ver el 3D! -.-
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