El papel: sigue la historia

Pues continuando con la historia del papel, no fue sino hasta 1790 que se inventó la máquina para elaborar papel y este hecho fue el parteaguas más importante en la evolución de la fabricación de papel.

La invención de la máquina para elaborar papel, se le atribuye a Louis Robert quien hizo el primer modelo de la máquina de papel continuo en 1796 cerca de París. El primer modelo era muy pequeño y hacía tiras de papel del ancho de la cinta adhesiva.

El desarrollo de la máquina de papel continuó en 1801 a cargo de los hermanos Fourdrinier. En 1809 John Dickinson refinó la máquina de cilindro. En 1820 Thomas Crompton le agregó secadores y siguió de ahí siguió sufriendo modificaciones importantes hasta 1829.

Antes de la invención de la máquina para hacer papel, la cantidad de papel producida estaba limitada por la capacidad de producción ya que la misma se hacía de manera artesanal e individualizada

Sin embargo y una vez que se extendió el uso de las máquinas, la cantidad de papel que podía ser producida se vio limitada por el abasto de fibra debido a que el algodón era el principal constituyente del papel.

A mediados el siglo diecinueve, la tecnología para elaborar papel a partir de pulpa de madera fue desarrollada y con ello, se resolvió el problema de abasto de fibra para su elaboración pero derivó en el abuso y desgaste de los bosques debido a la tala inmoderada de los mismos para abastecer la creciente demanda de papel a nivel masivo.

Durante todo el siglo XX, los métodos de obtención de papel no fueron modificados sustancialmente, pero a partir de 1950 hubo otra transformación en el proceso de fabricación puesto que se comenzaron a incorporar productos químicos auxiliares que proporcionaban al papel resistencia, color, impermeabilidad, etc.

Asimismo los nuevos procedemientos para la disposición de las fibras y la creciente automatización de la industria agudizaron el consumo excesivo de madera además de crear un nuevo problema: los vertidos contaminantes a la atmósfera y a los ríos además del excesivo consumo de agua.

Hasta aquí dejo el tema por hoy que mañana hay que ir a trabajar

Saludos

Conociendo a el papel

El origami no podría concebirse sin nuestra materia prima que es el papel. Su variada rigidez o flexibilidad, aunado a sus diversas texturas, colores y gramajes irremediablemente nos invitan a transformarlo y darle vida a través de dobleces.

Y aunque pareciera que cualquier papelito es bueno para doblar, cuando nos adentramos en este mundillo de dobleces, de repente comprendemos que no todo papel sirve para nuestros propósitos y entonces empieza esa interminable búsqueda del papel perfecto para nuestro proyecto.

Cuando empecé esa búsqueda del papel correcto para cada figura, una duda me asaltó: ¿cómo encontrar el papel correcto si realmente no conozco mi materia prima? Digo, las sugerencias y recomendaciones siempre son excelentes pero mi espíritu curioso me obliga a descubrir por mi misma lo que el resto seguramente ya debe de saber, porque no deja de ser divertido disfrutar de ese asombro cuando se aprende algo nuevo.

En ese tenor de descubrir, hay un paso obligado y es averiguar su pasado porque conocer la historia de las cosas, te lleva a comprenderlas mejor. Así que me di a la tarea de investigar un poco la historia del papel y me encontré con algo de bibliografía de la cual quiero comenzar a compartir con ustedes a manera de pequeños resúmenes que voy a ir posteando.

Mañana estará lista la primera parte de la historia del papel y espero que esta misma semana pueda postear nuevamente para continuar con el tema. Ojalá que sea de su agrado.

Saludos

Papel Sandwich

Como sabrán, el papel sandwich es excelente para hacer figuras complejas como insectos pero el problema es hacer un buen sandwich y mucha de la calidad de un sandwich tiene que ver con el pegamento utilizado

Los pegamentos como el de barra, a veces decoloran el papel seda (acá papel de china), resultan ser muy caros como los sprays y/o humedecen el papel haciendo el proceso de hacer sandwich un poco más tedioso de lo que ya puede ser.

Afortunadamente el otro día me encontré con este pegamento que compré por pura curiosidad. Y resultó excelente para hacer sandwich: no decolora el papel, no lo humedece, es muy limpio para trabajarlo y además de todo es económico. Toda una joyita para hacer sandwich o doble seda.

Las desventajas: pues como está hecho con solventes orgánicos, huele un poco fuerte, es inflamable y obviamente tóxico (no dejar al alcance de los niños)

Les recomiendo que lo prueben, no se arrepentirán