Hay momentos en los que me pondría un tocado gigante...je!, de esos que anuncian tu llegada antes de que aparezcas..., me parecen preciosos...
Hay otros momentos en los que, con una diademita, basta...
Y para esas ocasiones de "entre tiempo", cuando una diademita sabe a poco y un tocado sabe a demasiado, prefiero un mini-tocado-maxi-diadema, que tiene el punto justo, entre lo espectacular y lo cotidiano...
Besos!!