Buenos y románticos días ;o) He descubierto que me atraen y estimulan las sagas
románticas. En la saga El Club Bastion, unos herederos de muy buen ver y mejor
estado financiero se encuentran en el brete de escoger esposa entre las
suculentas y, a veces, mareantes ofertas durante la Temporada en la Inglaterra
de la Regencia. Ni cortos ni perezosos, deciden fundar un club para organizar
su estrategia, escudarse de vez en cuando de las matronas más efusivas y contar
con el apoyo de sus congéneres.
Leí el primer tomo, La prometida perfecta, hace poco. Me
conquistó sin esfuerzo alguno. Ahora, estoy más que contenta de haber leído el
siguiente: EL HONOR DE UN CABALLERO, de Stephanie Laurens.
Anthony Blake no sabe a cuántos desafíos va a enfrentarse
cuando conoce a la viuda Alicia Carrington. No sólo su corazón va a sufrir más
sobresaltos que durante sus 13 años al servicio de Su Majestad como espía en
Francia, sino que le va a costar sudor y tensión sin límites desentrañar la
maraña en la que se oculta el verdadero culpable de haber clavado en el cadáver
la daga que la viuda tiene en su mano.
La buena sociedad se ve amenazada por los ardides de un ruin
pero escurridizo hombre misterioso, pero tendrá a todo el club Bastion tras su
pista para desenmascararlo. Entre tanto, las fiestas se suceden, la Temporada
en Londres avanza entre grandes damas, cacerías y tés. Y bajo la pompa y las
tradiciones, bulle la incontenible pasión entre Alicia y Tony.
Él sonrió, no sólo con
los labios, sino con aquellos ojos negros como el carbón. Si hubiera tenido un
abanico, Alicia lo habría abierto. (pg. 70)
Se trata de una historia tan clásica y elegante como su
portada. Aunque eso sí, no esperéis sutilezas en los momentos eróticos. Aquí
hay más fuegos artificiales que en las Fallas. El primer beso en condiciones es
de lo más apasionado. Algo que siempre me ha maravillado de la literatura romántica
es la cantidad de sensaciones que es capaz de despertar con un sencillo beso,
con la descripción de un beso.
Milagroso.
La autora hace alarde de una sensibilidad exquisita. Crea
unas frases muy románticas, aunque lo mejor radica en su capacidad para colmar
los anhelos de los enamorados y, además, hacerles conscientes de los muchos
niveles emocionales que hay en una relación, finalmente alcanzando una conexión
con otro ser humano que pasa por, pero va más allá, de la faceta física.
Se van colocando las
piezas de la trama, así como las razones que obligan a los protagonistas a
cruzar sus caminos una y otra vez, como engarces de una cadena de fina factura.
Intercalados en las escenas del desarrollo de la investigación, desfilan los
típicos escenarios de la alta sociedad, los nobles se pasean en calesas por el
parque y se reúnen en fiestas donde pavonean sus mejores galas. Luego, están
las tórridas escenas entre la pareja, que van creciendo en intensidad e
intimidad. La novela cuenta con un arsenal de abundantes momentos eróticos (no
aptos para los que busquen someras alusiones, pero sí para los que busquen
parejas de alto voltaje).
la escena más "uff, qué
calor"
espejos everywhere
este hombre es puro control y esta
mujer
es mantequilla derretida entre sus
dedos
No todo es pasión en el paraíso. Consigue un merecido
equilibrio con la investigación de fondo y los compromisos sociales, todos
pulcramente descritos e investigados. No sólo conoceremos a otro soltero de oro,
sino que éste interactúa con otros miembros del club, dándonos guiños
sobre pretendientes futuros de la saga. Además, la viuda cuenta con una amplia
familia: los niños añaden un ingrediente tierno que descubre un lado del galán
desconocido por él hasta el momento.
El final de la novela pavimenta la siguiente aventura marital
que tendrá por protagonista a Charles St. Austell en PRIMER Y ÚNICO AMOR, Club
Bastion 3. Yo ya lo quiero. Ya.
EL HONOR DE UN CABALLERO
STEPHANIE LAURENS
515 páginas
tapa flexible sin
solapas
Saga Club Bastion,
2
romántica de época
18 pellizcos
2012
Título original:
A Gentleman's Honor
2003
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¿Habéis leído algún libro romántico últimamente?
paseando por el parque en una calesa.