lunes, 26 de diciembre de 2011

Message online

Prometí escribir y lo hago. Te dejé mensaje por allí tan pronto llegué a casa, pero supongo la noche y todo lo demás, ya no lo pudiste ver. El día, bueno, creo me la pasé extrañando, que me he quedado un poco vacía a esta hora. No sé si me explique... quisiera escribirte muy largo y contártelo todo. Pero no daría mucho tiempo, ni espacio, y temo ponerme demasiado triste. O no lo sé. El trabajo a momentos me aburre, supongo cierto hastío de no cambiar la rutina. Por eso quizá me fui, a pesar de mi cansancio, a cenar con mi amiga. Pero aun con ella me sentí extraña. Ella me habla de política y apatía, yo casi no hablo,  me dedico a masticar, me dedico a masticar solamente. 


Y ¿los niños? Bésalos de nuevo de mi parte.

Alguien me habla del sueño y me regala temas de Nico Muhly. Sé que no conoces nada de esto, pero te los pego por allí. Es un tema un poco triste, no sé que le pasa a la gente que se dedica a darme temas tristes. Luego me dicen "te recordé cuando escuchaba esto" ¿Qué carajos debo pensar? 

Ah..querida. Qué el día sea muy bello mañana. Piensa en mí, salúdame, cuéntame de tu día. Mañana llega mi abuela y eso me tiene ansiosa y un poco feliz. 

Te quiero, y mucho. Ya no te mareo más. Me duermo ahora. Ya, ya ... 

domingo, 25 de diciembre de 2011

The girl with the flaxen hair, Natalie.




Vuelvo al tiempo, y veo tu traje de punto negro y mi falda gris. Tus medias negras traslucidas, diciéndoles a todos que tenías las piernas más preciosas. Quisiera decir qué música sonaba entonces, alguna de tu padre, en el estéreo de tu padre, que tanto odiamos cuando niñas. Alguna melodía así que yo detestaba, sí, más que tú. Nos recordaba a las más bajas cantinas o a depresión de capital y barrios negros. No lo sé. Vuelvo y nos observo. Ayer vino tu madre a dejarme tus cartas y el regalo de navidad. Y ya ves, yo que odio escribir cuando llegan estas fechas. Vuelves, vienes, y me haces ir a ti.  He abierto el regalo, y todo era idéntico a tus letras cuando regresaba de viaje. Tienes una ortografía espantosa, y usas bolígrafos de muchos colores, me cambias consonantes, vocales, no usas acentos. Y no es que yo sepa de esto. Yo no sé nada, de nada. Y quisiera decir que música sonaba entonces. Papá hablaba por teléfono con una mujer que dice estar enamorada de él, había villancicos de Frank Sinatra, unos leggins grises se ajustaban a mis tobillos. Quisiera decirte que ya superé el amor enorme del que te hablé repetidas veces en cartas. Ahora alguien más me posee. A veces aun hablo con ella para luego el silencio. Me preguntas sobre mi salud, te diría que sigue siendo tan frágil como siempre. Hoy hago ver cuadros invernales de Monet mientras Debussy rompe silencios en mi habitación. La miro, y si tú la vieras; mi ropa azul, los zapatos maltrechos; me gustaría escucharte Natalie diciendo que he crecido cada vez un poco. Que acariciaras con tus dedos largos mis portarretratos, con tus fotos, la de tu hija, donde recorté a tu marido. Te tengo junto a Andrés y mis padres. Algún día te diré todo esto. Los paseos vespertinos. El colectivo lento donde ya no sé como sonreías dentro de ellos. En el frío, en el frío y los jeans que siempre usaba. Natalie tengo tristeza ahora. Natalie, estoy sujetando recuerdos en el aire. La tarde se me empieza a caer, ¿qué estarás haciendo tú? Vuelvo a ver tu bolsa de regalos. Hay algo con lo que puedo dormir, eso con lo que puedo llevarte conmigo siempre y un cuaderno. Quiero entender que lo has hecho por esta extraña costumbre mía de escribirlo todo. Pero yo ya no podía escribir. No me concentro. Tengo cansancio de adulto, y no me concentro. Es horrible Natalie. Vuelvo a ver este cuaderno, es un diario, tiene una llave. Tiene muchos dibujillos pueriles. Has de pensar que aun disfruto de estas cosas. Creo que lo voy a guardar sólo para escribirte a ti y enviarlo de regreso.
Vuelvo al tiempo donde llenabas la ausencia y el hastío. Donde no comprendías el subir y bajar de mis ímpetus, pero los adorabas. Tú los adorabas, y yo, sin comprender realmente…porque los adorabas.