lunes, 28 de abril de 2008

Cosmovisión de tiempo invertido


"E l'allegria, amica mia

Va via con te"

Nos ha servido el tiempo,
absolutamente,
………para aguardarnos más.
Para entrar por los grandes
portales de la esperanza
mientras los rostros estallan
de luz resplandeciente
y uno a uno, se cuecen
de alegría en un gran caldero
oloroso a eterna inmortalidad.

Nos ha servido el tiempo,
claramente,
………para amarnos más.
Para olvidar que es la espera
por un beso fatuo en la mejilla,
y sentir las agujas clavadas en
los dedos. Como la noche
moribunda donde se miente
caricias en el pelo abriendo
un cómodo espacio a la duda.

Nos ha servido todo.

Nada ha estado en nuestra
contra. Ni el mar, ni los ojos
de la oscuridad creciente.
Aunque a veces
muerda esa muerte la boca,
ácida lujuria para el regazo
caliente de un sofá acolchonado.

Todo ha sido útil:

Nuestras melodías danzantes,
los vientres espaciados.

Es un acierto incluso tanto
vacío y esporas entre
tu cuerpo y el mío;

desconocerte el ombligo:

…..que marca inverso las horas.

___________________________________________________

Pude escribir de tanto amada Crown. De tanto, del cabaretito, sus ellas hombres y su aparente fracaso cuando no los miro directo a los ojos. Incluso de poemas atrasados y cartas que se trastocan por la falta de luz. Del dolor. De la muerte. Las matrices enfermas. La pelea con papá. Y por último y no menos importante, de la fiebre nocturna y sus tempestades. Pude contarles – aquí - a todos, de cómo pesan los domingos cuando se extraña a campo abierto todo lo que no puedes tener. De cómo atiendo amablemente a los que ya se ven muy viejitos por que si alguien tratará mal a los abuelos sería muy triste, me porto bien, pienso que todos son ellos. Entonces alguien lejos de esta ciudad pobre les tendería la mano al cruzar una avenida, alguien les sonreirá muy lindo y despacio ya que yo no puedo estar. Contar de cómo no duermo y no aprovecho la noche. Permanezco sentada escribiéndote estas líneas con el trasero congelado y la espalda destrozada. La garganta no está mejor. Pensé, de hecho, colocártelo con fonógrafo pero creo que me da miedo crear extrañas expectativas con mi ronca voz. En cambio –amada- termino esto. Me guardo mis ausencias del amor inoportuno y de vez en cuando volteo y escucho al hombre decir “Mi mancherai…mi mancherai” e imagino que te abrazo un día soleado, que te digo “quédate”. Pues has venido a verme, tú has venido a verme y ahora tienes que irte, regresar a tu hogar. Y yo te lloro mucho, realmente lloro desconsolada abrazando mi brazo que no es tu cuerpo. Imagino Stephen como desde niña en esa casa de la que te hablo con desesperación, que te digo: tienes que verme, tienes que verme. Me duele bonito nuestra ausencia. Tú no me haces daño. Y te escribo aquí de esta manera. Pude escribir de tanto pero te elijo a ti. Mi momento de alegría y en domingo – lunes. Habiendo dicho esto espero no se permita decir más.

sábado, 19 de abril de 2008

Antes de irme


Sabes que vas a enfermar gravemente algún día. Te lo dice el baño, la piel, los moretones. La regadera inconclusa. Sabes que uno de estos años vas a parar internada en donde sea que quepan tus huesos mal acomodados. Tus neuronas vacías, la mente inadecuada. Tú y tu gran desesperación ingrata hacía tu cuerpo. Tienes por el momento pensado comprar más ropa, verde – roja. Morir por un suéter no es necesario aunque te lo haya dado la abuela, el llanto Jazmín, el llanto…la cara salada, no es necesario. Nada es realmente necesario si te mueres.
Se tiene la poesía cansada, muy cansada, tú estás cansada de ti misma, de descubrir que no existe el silencio absoluto ni el retrato perfecto. Uno donde te besen con mucha ansia el flequillo, besarlo tú a tu manera. Una foto con las piernas entrelazadas, unas largas, unas cortas. Todo a contraluz desde esa ventana de la que hablaste cierta mañana. Y surgen estas cuestiones de “cómo es que soportas el dolor día tras día”. No se sabe, no sabes, pero estás segura que es una manera miserable de vivir la vida.
Especulas –mientras- dentro de tu cabeza: amor, amor, cuánto te amo, dónde estás cuando más te amo. Tengo la desesperación incrustada al pulmón izquierdo. Dónde estás cuando más te amo. Eso es todo, fugazmente todo. Tienes –tenemos- las ganas aferradas a gritar necesidades.
Conoces el futuro incierto, que eres nadie, que no serás nunca alguien. Atisbas a lo lejos después del cigarro que hay cosas perfectas como las nubes envidiosas del cielo estrellado. Ella te dice: veo un gallo, dos caras, ¿tú cuantas ves? Pero tú la tienes a ella, demasiado profundo a ella y a sus calles. No te concentras. “Es tarde, es muy tarde, pero fue lindo comer arroz con leche escuchando a Piazzola”. Luego te vas y detestas más los relojes, recuerdas dulcemente a Julio Cortázar.
Sabes que vas a enfermar severamente algún día. Para entonces esperas gravemente, solamente, que te regresen los juguetes de cuando eras niño.

miércoles, 16 de abril de 2008

La habitación de mi pánico


Me reconoces entre letras como yo te reconozco. Ayer te recordé mientras leía un artículo donde mencionaban a Pessoa.
Mr. Connors se preguntaba por qué no existía aún cuando el célebre escritor portugués se sentaba a pasar las tardes en el Café Martinho de Arcada de Lisboa. Y él, al igual que yo pensaba entonces de la vida algo sumamente extraño. Por qué yo te recordaba a ti, pero escribo pensando en ella. Siempre en ella, todo ella.
Estaba tan confundido o lúcido Mr. Connors, que pudo hacerme relacionar a Zidane, Mastroianni y a Jobim de sopetón. Me hizo pensar que vivimos a costa de las eras cuando leí el artículo de esa revista con nombre de tormenta. Por qué si yo, como en Réquiem, después de sueños turbios, hubiese caminado por las calles acuosas del puerto e ido a cenar con Fernando, estaría a un paso de esta necesaria redención que no viene aún, por qué quizá todavía no tengo veinte años. Por qué no sé nada de la vida, por qué me embriago hasta no reconocerme y me caigo de la silla, por qué les aplaudo a hombres transgéneros como símbolo de mi amor por la individualidad y lo inverso. Yo les sonrío muy amablemente a ellos, muy estéticos y delgados, vestidos de mujeres, como diciendo: amemos nuestra libertad. Mamá lo hace, papá lo hace, cuestión familiar.
Talvez no viene por qué no sé simplemente escuchar La chica de Ipanema sentada en cualquier bar y disfrutar si una mujer me baila. Pero de acuerdo con Mr. Connors, esto de vivir o la vida, es muy extraño y confuso. Puede ser que no la necesite todavía. Tú estas presente en todas las cosas que identifico como bellas y me hacen llorar.
Leer Pessoa revisted fue de alguna forma un hueco en la tarde de ayer, un hueco lleno, me sentí tan perdida y tan adentro. Por la mañana cocinaré para mi misma un buen omelet con queso y champiñones, no sé si te gusten pero francamente le dan a mis sentidos un momento de paz. Es mejor que terminar como Mr. Connors quien cae al final en esa duda persistente de la existencia de Jesús, prefiero dejar una nota al comenzar la brecha – ya que no tenemos refrigerador- que diga claramente: Te extraño – ven, ultrájame pronto - la habitación es muy sucia pero siempre estás invitada, por si quieres pasar…

martes, 15 de abril de 2008

Pausa: Espera.


El cursor aguarda parpadeando,
…………………..son guiños veloces.

La pausa es irreversible,
una queja quebrada,
el engranaje ruidoso de los pasos
que gritan:

No fuimos vida, pero fuimos la espera,

la espera es sentirse más cabron
que los años.

Creerse atentamente propenso a
las posibilidades de crecer a través
de manos gigantes, de caras torcidas
con manchas naranja, de labios grotescos,

dejar un día
las drogas y ponerse zapatos.

Tenemos el camino
y miedo a los relojes:

a sus dos dedos que alcanzan,

a su garganta que gime
estruendosamente:
……………………………ya es tarde.

martes, 8 de abril de 2008

Pensamientos un 7 de abril


Cargamos en la cara menos
años de los que aparentamos.
Ya no somos adultas hoy.
Somos dos cabecitas
inclinadas a las seis y media
de la tarde sobre
cualquier banqueta.
Alguien nos enseñó a fumar
Delicados un día domingo.
Alguien me dijo: no comas
más que fruta, fuma mucho
y bebe té.

Salgo de la casa con prisa,
tú sabes, la habitación es un
abismo cromático con largas
uñas y desde el techo me levanta,
me flagela, quedo pendida del
meñique derecho. Es aburrido
después de unas horas.
La gente no convive con su
alcoba te cuento, a mi me
muerde, es malvada como
mi cama peluda a veces.

Y las personas murmuran:
"es niño o niña, lesbiana o
bisexual
". Me desacomodo
el cabello para verme más
normal a mis ojos, ya no
somos hijas del útero frontal
como tantos otros humanos.

Sinceramente yo sólo
me pregunto: “y si el
pantalón no me quedara
largo, si oliera bien,
¿qué sería? Por qué
dicen que aman a esta
cosa tan chiquita y melenuda


Sostenemos con la espalda,
ciertamente,
más peso que el estómago...

Desde el ruido



De verdad que no soy esto.
Te lo digo ahora y te lo dije antes.
Son nulas las horas, los bailes,
los piecitos mojados.

Todo mi mundo va cuesta abajo,
muy abajo. Soy una tierra gélida
sobre una esteparia visión.
Y quiero arrancarme las pieles
de todos los años, qué vale el alma
si el peso nada hacia la falda del cielo.
Qué valgo yo sin mi cuerpo acorazado.
Vengo desde tu silencio
bandolera, no me alcanza el brazo
para anidar desierta mi soledad.

Y tú vas a saber que allí estuve
espiando, hasta el mínimo
orgasmo del ruido,

tú vas a saber que aquí te amo
como la última nota cansada
en el réquiem de mi existencia

………De verdad que no soy esto,

y si viene al caso, me pasé arrullada
sobre el vientre de tus olas mucho,
mucho tiempo. Son épocas de hastío
muy mustio, tiempos de pobreza
y abundancia de bocas como en las
grandes ciudades.

Yo nazco desde donde tejes tus hilos
que jalan mi manos y hoy ya no pude
callar diez segundos,

decir que no soy esto
con tantas muertes amontonadas
bajo los cabellos del miedo
que grita lamentos,

como si yo
aún me escuchara…

lunes, 7 de abril de 2008

Sólo supuestos




-Amarte hoy
hubiese sido inhumano
/
más allá del sueño
crepitante a la escalera
mental
……-
…….-
…..-
…..Amarte ha sido todo
en mi incomoda y corta
existencia
. Requerimos
pausas y escondernos
dentro un nicho
esponjoso.
Si escuchas atentamente
el gemido del cobre,
podrás ver de a poco
al sol entre féminos
cantos. Es mucho
el ruido y me duele.
Mis oídos están
hechos de agua
grumosa vertida
desde el espanto,
mancillado por
un crepúsculo
mareado de ebriedad.

Mientras, arañamos
paredes y
no sabemos amarnos
-
…..-
-
….-
…..e intentamos
comernos las sobras.

Es una supervivencia
caótica para ver quién
se flagela más
los labios y cuantas
veces día a día.

Amarte antes hubiese sido
suficiente, tal cosa, el eso

o el aquél.

Pero desde niña
se me ha negado el candor
de los años, el furor de una
hora que espera, la fruta
que adorna la mesa central.

Si vienes un día cuando
llueva demás y sea sábado,
olvidas un poco que
existe el mismo sol,
la dinámica
de las manos,

amarte será oportuno
entonces
,

antes de mi silencio
a través de los pechos
y
después de la carne.


Amarte, hubiese sido

tantas cosas...

Casa azul I




“Si me llevas a la casa azul, te beso.

-----Yo no quiero un beso. Quiero ser tuya.

Pero soy muy niña, no voy a saber cuidarte. Yo todavía preciso que me cuiden. Un beso antes de dormir.

------Podemos cuidarnos juntas, te besaría toda la cara, yo quiero ser tuya.

Y, ¿te vas a tatuar mi nombre? Cómo dices eso de ser tuya.

-----Es una marca invisible. Una marca invisible que sangra y deja un rastro alrededor de las piedras, me llaman Waltz yo te lo digo.

Alrededor de las piedras Waltz, qué es eso. Llévame a la casa azul y te beso, no puedo prometerte más. Te aseguro que cuando tenga los pies llenos de arena ya no sabré mi nombre, pero sabré el tuyo.

----Toma mi nombre y moldéalo, estrújalo, trágalo. En realidad es como ser tú, ser tú de otra manera. La casa azul es enorme, y si no soy de nadie, mucho me temo que puedo perderme entre tantos labios extraviados. "

sábado, 5 de abril de 2008

Planes para el domingo


Mañana iré a verte para que me consueles un poco. Tengo dolores terribles en todo el cuerpo, desde los brazos a las falanges, paso aturdida todo el día, fuera, perdida en mí y odio tanto la mohosa prisión.
Acá arriba donde promete ser la terraza – donde tomamos esas fotos – todo es muy claro e infinito. Las casas son tan pequeñas a mis ojos. Desde aquí veo una puerta abierta y hay una familia frente al televisor, nosotros no podemos tú lo sabes. Ellos tienen tiempo, espacio, aquí no hay tiempo ni espacio para eso. Sólo evoco un pensamiento de verte mañana y sin falta. Caminar completa la calle hacía tu casa que tanto amo, que tú sabes que yo amo, me pone tan feliz transitarla. Decir: estoy a punto de verla, a ella y a su casa de olor particular.
El pequeño Romeo está triste como yo. Intento hablarle, le cuento como es esto de vivir así en La ciudad de la desolación que hemos construido todos muy cuidadosamente. Pero él tiene una poderosa hambre por mis besos que yo no entiendo. Nadie tiene hambre de mi, él me precisa. Cómo saberlo, cómo curar su hocico famélico.
He tenido fiebre matutina involuntaria estos días, demasiado indiferente a las cosas. No puedo escribir es evidente y tengo tanto ardiendo dentro mío. Nos amarran las manos mientras nos destrozan los días.
Mañana iré a verte aunque trabaje en domingo un rato. Quiero decirte muchas cosas y curar la herida de ausente por segundos. No sabes cuanto deseo ver tu risa cubierta por tus manos. Nadie te conoce como yo ni sabrá nunca lo maravillosa que eres. Callada e indescifrable, oscura y taciturna.
La verdad es que la interesante siempre eres tú, yo llevo amarrado a mi cintura un pozo y en los dedos enredadas muchas letras que se comen a si mismas.

jueves, 3 de abril de 2008

8:30 a.m.

Tengo la necesidad
rebuscada
de venir,
atravesar,
el boulevard que sinuoso
me cruza a mí primero.

Es una ciudad triste
/y no me encuentro/
no tan triste como yo,
con sus mujeres
vestidas como ejecutivas
pasando la calle.
a las 8:30 a.m.

Es una ciudad triste amor,

no hallo las palabras
nuevas,
no sé donde
doblar la esquina
hacia mi
libertad.

Tengo la necesidad
oblicua
de venir,
traspasar,
el parabus que me dicta
las comas y puntos

para llegar
a ti primero
.