Has deslizado un beso en mis oidos
como última nota de tu música.
Permaneces desconocida en mi
con el silencio de tu cuerpo en sombra.
Callan mis labios la palabra herida,
temerosa de ti.
La música de ayer me sabe a llanto
pero yo amo esas lágrimas
en los residuos del amanecer,
cuando la luz desnuda los recuerdos
definitivamente
y solo queda vivo ya el olvido.
Si dejas que me vaya
sin que pueda escuchar tu melodía,
si tu pasión ha muerto,
creeme, estoy seguro,
ninguna mano arrancará tus notas.