Abrázame fuerte, exprímeme como se exprime un limón, quiero que fluyan mis emociones que goteen y caigan sobre ti para que de esa forma tú percibas lo que un fuerte abrazo puede llegar a hacer sentir, y cuando te estremezcas sintiendo un torrente de sensaciones sabrás lo importante que es un abrazo para mi.
No puedo explicártelo con palabras porque mis sentimientos se atragantan y me ahogan. No puedo decírtelo con la mirada porque si intento mantenerla mi cara arde, mi corazón tiembla y mis ojos se cierran. No puedo comunicártelo con el corazón porque ya lo he intentado y ha quedado totalmente desilusionado al no encontrar otro corazón apasionado. No puedo expresártelo con la razón porque esta se me nubla, encerrando mis ideas y pensamientos en una jaula que me aísla y me aleja de ti.
Tan sólo te queda abrazarme fuerte, atacar mi cuerpo inerte hasta que abordado por mil y una sensaciones diferentes, reaccione y responda a esa llamada de auxilio que mi alma necesita y que mi mente niega ciega de vergüenza y timidez.
Hay que ver lo poco que cuesta, lo fácil que es y lo poco que se suelen prodigar, un abrazo no necesita muchos argumentos para entregarlo, tampoco es necesaria la utilización de herramientas o utensilios para ofrecerlo, solamente, unos brazos abiertos y el pecho firme, corazón con corazón y poco más.
Es tanta la gente que echa en falta un abrazo, que una vez decidido, el encontrar quien lo acepte no sería problema, pues un abrazo siempre es bien recibido. Es un elixir que te anima, te alegra la vida y limpia el alma y un alma limpia es un alma que abraza.
Abrázame porque tropiezo, abrázame porque me puedo caer, abrázame porque tengo frío, abrázame que tengo miedo. Cualquier excusa es buena cuando el abrazo es el destino, porque el abrazo en sí mismo tiene razón de ser y sentido divino.
No te cortes, no te avergüences y abrázame si así lo sientes, pues antes de negar un abrazo, si este sale del corazón y es sincero, te juro que me corto los brazos, si no muestra lo que yo quiero.
Si no sabes abrazar yo te puedo enseñar, te diré que seas sincero, que pongas el alma en ello, que me mires a los ojos y te olvides de tus miedos. Si no sabes abrazar piensa que no es tan difícil, no es nada complicado, es sólo que no estas acostumbrado y tus ojos se cierran. Mantén los ojos abiertos, da un paso decidido hacía adelante, abre tus brazos, tu mente y tu pecho y dando rienda suelta a tu corazón, déjate llevar por los hechos.
No puedo explicártelo con palabras porque mis sentimientos se atragantan y me ahogan. No puedo decírtelo con la mirada porque si intento mantenerla mi cara arde, mi corazón tiembla y mis ojos se cierran. No puedo comunicártelo con el corazón porque ya lo he intentado y ha quedado totalmente desilusionado al no encontrar otro corazón apasionado. No puedo expresártelo con la razón porque esta se me nubla, encerrando mis ideas y pensamientos en una jaula que me aísla y me aleja de ti.
Tan sólo te queda abrazarme fuerte, atacar mi cuerpo inerte hasta que abordado por mil y una sensaciones diferentes, reaccione y responda a esa llamada de auxilio que mi alma necesita y que mi mente niega ciega de vergüenza y timidez.
Hay que ver lo poco que cuesta, lo fácil que es y lo poco que se suelen prodigar, un abrazo no necesita muchos argumentos para entregarlo, tampoco es necesaria la utilización de herramientas o utensilios para ofrecerlo, solamente, unos brazos abiertos y el pecho firme, corazón con corazón y poco más.
Es tanta la gente que echa en falta un abrazo, que una vez decidido, el encontrar quien lo acepte no sería problema, pues un abrazo siempre es bien recibido. Es un elixir que te anima, te alegra la vida y limpia el alma y un alma limpia es un alma que abraza.
Abrázame porque tropiezo, abrázame porque me puedo caer, abrázame porque tengo frío, abrázame que tengo miedo. Cualquier excusa es buena cuando el abrazo es el destino, porque el abrazo en sí mismo tiene razón de ser y sentido divino.
No te cortes, no te avergüences y abrázame si así lo sientes, pues antes de negar un abrazo, si este sale del corazón y es sincero, te juro que me corto los brazos, si no muestra lo que yo quiero.
Si no sabes abrazar yo te puedo enseñar, te diré que seas sincero, que pongas el alma en ello, que me mires a los ojos y te olvides de tus miedos. Si no sabes abrazar piensa que no es tan difícil, no es nada complicado, es sólo que no estas acostumbrado y tus ojos se cierran. Mantén los ojos abiertos, da un paso decidido hacía adelante, abre tus brazos, tu mente y tu pecho y dando rienda suelta a tu corazón, déjate llevar por los hechos.