El 26 de septiembre concluyeron los ejercicios denominados “Cielo vigilante 2013”, que se han llevado a cabo en conjunto con la OTAN en el espacio aéreo situado en las fronteras occidentales de Rusia. Un mes antes, Rusia ya había trabajado en cooperación con los países de la Alianza del Atlántico Norte, pero en sus fronteras orientales. ¿Hasta qué punto es realmente efectiva esta cooperación entre los que fueron enemigos durante la Guerra Fría?
Las discrepancias entre Moscú y Bruselas en los últimos tiempos sobre la cuestión siria han llegado a oídos de todos. Un poco antes las tensione se dieron por la posible instalación de un escudo antimisiles en el continente europeo. Y, de algún modo, quedan en la sombra los esfuerzos concretos para el acercamiento de la OTAN y Rusia, que en realidad se llevan realizando durante más de diez años, desde la época en la que se creó el Consejo Rusia-OTAN en el año 2002.
Los ejercicios conjuntos de salvamento de tripulación de submarinos o la lucha contra el narcotráfico en Asia Central pasan desapercibidos. En la relación de sucesos sobre la lucha contra los piratas de la región del Cuerno de África rara vez se menciona que este importante trabajo para garantizar la seguridad del comercio mundial es realizado por los marineros rusos y de la OTAN hombro con hombro, o mejor dicho, mano a mano.
En calidad de observadores y participantes potenciales en los ejercicios de la Iniciativa para la Cooperación en la Utilización del Espacio Aéreo del año 2013 se presentaron ocho países: Armenia, Serbia, Ucrania, Finlandia, Suiza y Suecia, como miembros del Consejo de la Asociación Euroatlántica, y Bulgaria y Estados Unidos como países miembros de la OTAN.
También está fuera del foco el trabajo recíproco, poco visible pero minucioso y constante, de evitar la propagación de armas de destrucción masiva. También merece la pena mencionar aquí la inestimable ayuda que brindaron los servicios especiales rusos concediendo una gran cantidad de datos a las fuerzas de la coalición internacional al unirse en el año 2001 a la lucha contra el movimiento talibán en Afganistán.
Existen otros ejemplos de cooperación fructífera “de respuestas reales, no ficticias, que se han conseguido como herencia de la guerra fría, llamadas de seguridad de nuestros países”, como expresó Yuri Gorlach, director adjunto del Departamento de Cooperación Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Uno de los proyectos más concretos del Consejo Rusia-OTAN, según ha expresado Ludwig Decamps, presidente del grupo de trabajo del Consejo, se encuentra en la Iniciativa para la Cooperación en la Utilización del Espacio Aéreo (ISVP, The Cooperative Airspace Initiative-CAI) del Consejo Rusia-OTAN. El objetivo de esta iniciativa es realizar acciones coordinadas al máximo entre la OTAN y Rusia en caso de que los terroristas secuestren aviones con tripulación civil.
“El águila vigilante” en Oriente"
El 27 y 29 de agosto las fuerzas de aviación militar de Rusia, de Estados Unidos y de Canadá han llevado a cabo con éxito ejercicios conjuntos del mismo tipo que los de “Cielo Vigilante”. En el espacio aéreo entre la región de Chukotka en Rusia y Alaska
fueron ejercicios de carácter trilateral y no están relacionados con la Iniciativa para la Cooperación en la Utilización del Espacio Aéreo.
Desde las dos partes se muestra la puesta en funcionamiento de decenas de trabajos diferentes en situaciones similares y los miles de efectivos procedentes desde la Defensa Antiaérea, hasta del Ministerio de Asuntos Exteriores, desde los controladores civiles hasta los pilotos interceptores de aviones de caza, que en dichos casos suben al espacio aéreo a detener forzosamente a un “avión-traidor”, según la jerga de los profesionales.
Las fronteras aéreas ocasionalmente dificultan las maniobras. En caso de acciones antiterroristas descoordinadas, las vidas de los rehenes y los objetivos en tierra, contra los que se pueden utilizar los aviones secuestrados, se ven amenazados por un riesgo adicional.
“Cielo vigilante” en Occidente
La presente iniciativa tiene como objetivo inicial prevenir la posibilidad de que se repitan los trágicos sucesos que tuvieron lugar el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Ningún país es capaz de garantizar por sí mismo su seguridad aérea: se trata de una causa común, como subrayan en Bruselas y en Moscú.
El pasado jueves terminó la fase activa de los terceros ejercicios anuales en el marco de la Iniciativa para la Cooperación en la Utilización del Espacio Aéreo. Este año se acordó realizar los ejercicios en tres regiones a la vez: en la región polar, en las orillas del Báltico y sobre el mar Negro. Los rusos han contado con los colaboradores correspondientes de los países miembros de la OTAN Noruega, Polonia y Turquía.
Como corresponde a este tipo de ejercicios, se ha simulado el secuestro de aviones por parte de terroristas y a continuación su intercepción por parte de los aviones caza, el aterrizaje forzoso y la neutralización de la amenaza terrorista.
El comportamiento de los aviones “secuestrados” era diverso: en un avión que volaba desde Polonia, los interceptores rusos Su-27 se desplegaron en el espacio sobre Kaliningrado, después de que la tripulación de la nave redujera por sí misma a los “terroristas” y los “entregara” a los cazas polacos para el encarcelamiento en el territorio de este país.
Con Turquía se simuló el mismo escenario pero a la inversa: sus F-16 escoltaron de forma convencional un avión secuestrado en su territorio y lo “devolvieron” a los compañeros rusos.
Con Noruega los ejercicios se llevaron a cabo en forma de simulación por ordenador, que es igualmente útil para el desarrollo de la compresión mutua. Las operaciones se coordinaron paralelamente desde Varsovia y Moscú. “Las tareas se vieron dificultadas, especialmente en la región de Kaliningrado, porque estos ejercicios coincidieron con la realización de los ejercicios “Occidente 2013”- se ha lamentado Kirill Makarov, comandante adjunto del Ejército de Defensa del Aire de la Federación Rusa, en la conferencia de prensa sobre los resultados de “Cielo vigilante”.
El director de los ejercicios por la parte rusa, el teniente general Evgeni Potanov, uno de los dirigentes del Comité Nacional Antiterrorista, ha subrayado que la Iniciativa para la Cooperación en la Utilización del Espacio Aéreo aumenta desde hoy “la seguridad de miles de pasajeros que utilizan el transporte aéreo para desplazamientos internacionales y de millones de ciudadanos que se encuentran en tierra”.
http://rusiahoy.com