Al menos 200 soldados estadounidenses serán desplegados en la base aérea Soto Cano en Honduras; otros 90 serán enviados a Guatemala, El Salvador y Belice.
Se trata del mayor despliegue americano en Centroamérica en años. Aunque Washington insiste en el objetivo es llevar a cabo ‘labores humanitarias’, este movimiento ha despertado recelo en América Latina.
No es la primera vez que se despliega en la región un contingente
similar – el precedente se sitúa en 2012 en Guatemala-, pero el envío de
las tropas estadounidenses a Centroamérica ha suscitado una gran
polémica, sobre todo entre la "izquierda bolivariana antiimperialista", que lo percibe como el último episodio de una larga historia de intervencionismo en la región.
Según el profesor estadounidense James Petras -uno
de los más prominentes voceros de la izquierda latinoamericanista-, el
despliegue en Honduras busca facilitar una hipotética intervención
militar en Venezuela en caso de que el resultado de las próximas elecciones parlamentarias
sea demasiado estrecho. "Van a gritar fraude (…)
Por eso han
estacionado tropas, aviones de guerra y otras medidas en Centroamérica.
200 hoy y 2.000 mañana", dijo petras a la BBC.
En la misma línea, el profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Oklahoma, Alan McPherson,
considera que estas sospechas son comprensibles, teniendo en cuenta la
los precedentes de intervenciones en la región.
McPherson recuerda que
hace 50 años, en pleno caos, a República Dominicana
llegaron marines alegando razones humanitarias y la necesidad de evacuar
extranjeros. Una semana después reconocieron que la razón real era “frenar cualquier avance del comunismo”, asegura McPherson.
En el lado contrario, el capitán Armando Daviu, del
Cuerpo de Marines de Estados Unidos, ha insistido en que se trata de una
fuerza especial destinada a proveer ayuda en caso de emergencia de cara
a la temporada de huracanes.
"Estarán listos para
responder a una emergencia, llevan potabilizadoras de agua, maquinaria
pesada... Serán capaces de ayudar muy rápido y no tardarán tanto en
llegar la lugar del desastre como los que estos días desplegamos en el
terremoto de Nepal".