Estados Unidos planea aumentar el número de ejercicios
militares y humanitarios que lleva a cabo en la región Asia-Pacífico
como parte de una nueva estrategia para hacer frente a China, cuyo
crecimiento militar y reclamaciones territoriales en las aguas de la
zona han alarmado a Washington y a sus aliados regionales.
Según informó Reuters este
miércoles, el almirante Harry Harris, comandante de la Flota del
Pacífico de Estados Unidos, destacó aspectos clave de la nueva
estrategia de seguridad en la región Asia-Pacífico, elaborada por el
Pentágono recientemente en la reunión con su homólogo filipino, el
general Hernando Iriberri.
Una fuente militar de alto nivel, que se encontraba en la reunión
entre Harris y Iriberri, le confirmó a Reuters que EE.UU. y Filipinas
planean aumentar el número y la dimensión de los ejercicios militares
conjuntos en la región, con el fin de proteger los intereses de EE.UU. y
sus aliados ante presuntas amenazas en Asia.
El informe emitido por el Pentágono sostiene que las demandas
territoriales de China en el mar de China Meridional y el mar de China
Oriental, y la expansión de su influencia en Asia-Pacífico amenaza la
estabilidad regional.
El coronel Restituto Padilla, un portavoz militar de Filipinas,
declaró ante periodistas que los objetivos del incremento de las
maniobras de entrenamiento militar que serán realizadas en el mar de
China en el marco de la nueva estrategia de seguridad son la protección
de la "libertad de los mares", la mitigación de los conflictos y la
promoción del cumplimiento de la ley internacional.
Sin embargo, el gobierno chino, citado por agencia Reuters, declaró
que EE.UU. intenta controlar los mares disputados para conseguir sus
propios intereses, agudizando las controversias entre China y otros
países de la región, entre ellos Filipinas, Vietnam y Malasia.