miércoles, abril 12
Sobre la espantosa (que no insoportable) levedad del ser.
Hoy la tarde se tiñó de rojo y gualda, y al mirar al cielo pensé en lo insignificante que soy. Claro que también pensé exactamente lo mismo ayer, cuando llovió, un coche pisó un charco y me puso perdido de barro. Creo que me estoy cansando de lo insignificante que soy. Voy a empezar a reflexionar seriamente sobre la infinita y eterna expansión del universo. O en suicidarme. Mañana me acercaré peligrosamente a una tele-operadora de Movistar y le daré conversación.
Comentarios:
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Coquito, espantós és haver-se de llevar avui a les 7 de matí depres de 10 dies de vacances i la resta son tonteries. Au, circulen....
Espantoso, sí. Como las barbacoas con reggaeton de fondo intentando recuperar viejas glorias. Lo de hoy ha sido tan insufrible que llegar y encontrarte aquí de nuevo ha sido terapéutico.
Un beso Coco.
Un beso Coco.
En los momentos más tristes me acordaba de ti. Venía a leer tu blog y se me olvidaba que era insignificante.
Tristemente tu vida mejoró y ya no necesitas el blog.
Pero por suerte, este sigue aquí y me recuerda lo que fuí y lo que soy.
Gracias a tu blog recuerdo lo que soy.
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Tristemente tu vida mejoró y ya no necesitas el blog.
Pero por suerte, este sigue aquí y me recuerda lo que fuí y lo que soy.
Gracias a tu blog recuerdo lo que soy.
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