plástico

No sé si seré yo, pero veo muy de mentira a estos tiempos que corren. Me refiero a la gente de la facu...la gente de las fiestas...todo eso. Qué sé yo, después mis amigos me dicen que parezco una vieja. No sé si será tan así eh, pasa que ellos están más metidos en esa.
Ahora estoy sentada en la esquina de tu casa. Te vine a ver pero no me animo a tocar timbre. Me quedé acá pensando en si vos sos de verdad o sos como todos. No me quiero manijear al pedo, pero qué onda si no sos más que un par de zapatillas Nike? Me voy a querer matar, encima ya te la chupé y esas cosas no las hago de onda.
¿Qué hago? ¿Voy a tu casa o no? Al final sigo siendo la misma boluda de siempre.
Te sacaría todas tus etiquetas y tus marcas y tu pasado y tu familia y tus amigos y ese auto horrible que te compraste con la herencia de tu abuela.
Te dejaría en bolas para ver cuánto te la bancás en serio. Te regalaría una bicicleta y un gato adoptado en Plaza Italia.
No me quiero confundir con vos, no me quiero confundir de nuevo.
Te voy a tocar el timbre pero no prometo disimular nada de todo ésto. Lo tengo ahí, cayéndose de la frente a la punta de la lengua. Te voy a escupir todo y bueno, hoy estoy así, no me banco ninguna pero las quiero vivir todas.
La cabeza me va a mil y vos no ayudás en nada. Me relajo y vamos a ver qué pasa. Un beso y un Rivotril para apagar la mente, por favor.