Recién aterrizada de mis cortas
vacaciones en Asturias donde por culpa de una gastroenteritis que asolió a toda
la familia, no hemos podido disfrutar de la gastronomía de esta tierra.
Por este motivo, hoy me pedía el
cuerpo algo rico, sano y dulce. Complicado juntar las tres opciones pero por lo
menos lo he intentado.
He rebuscado en los armarios para
ver si tenía ingredientes para hacer algo, todavía no he repuesto la despensa, cuando me he encontrado una bolsa de
coco rallado, la avena, unas pepitas de chocolate negro y con los huevos y la
leche asturiana creo que tendremos para unas galletas improvisadas.
Al incorporar el aceite he
recordado que tenía aceite ecológico de coco y lo he utilizado en las galletas.
Es realmente exquisito y les ha dado un toque más aromático aún.
Este verano he descubierto el
aceite de coco, me ha fascinado. Me lo he comido, me ha servido de mascarilla
para el pelo, me he hidratado la piel con él, tiene un sinfín de propiedades y
ahora paso a enumerártelas.
-En el subcontinente indio el aceite
de coco se usa como acondicionador del cabello ya que proporciona las proteínas
necesarias para reestructurar el cabello y favorecer su regeneración y
crecimiento.
Por sus propiedades anti fúngicas,
antimicrobianas y calmantes resulta muy eficaz en el tratamiento de la caspa,
gracias al ácido láurico que es útil para el tratamiento de los virus y las
bacterias.
-A pesar de contener grasas
saturadas es beneficioso para el corazón, gracias precisamente al ácido láurico.
Sus grasas no son dañinas como las de otros aceites vegetales, no aumenta los
niveles de colesterol.
-A diferencia del aceite mineral
es imposible tener efectos adversos con el aceite de coco siendo una solución
segura para las dermatitis, psoriasis,
eczemas y otras afecciones de la piel. A mi hija le esta ayudando mucho con la
piel atópica.
-Por su fácil digestión es útil
para la perdida de peso ayudando en el funcionamiento saludable de tiroides y
sistema endocrino.
-También es bueno para el sistema inmunológico por
contener lípidos antimicrobianos, ácido láurico, ácido cáprico y ácido caprílico
que tienen propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales. Ayuda con
la bacteria helicobacter pylori y otras.
-Ayuda en el proceso de la
digestión siendo de gran ayuda con el síndrome del intestino irritado. Facilita
la absorción de otros nutrientes como vitaminas, minerales y aminoácidos.
-Los diferentes ácidos grasos
presentes en el coco son beneficiosos para contrarestar los efectos de la Cándida.
-Y como dice mi amigo Josep
Pàmies es el mejor lubricante vaginal más natural que podemos encontrar.
Tela marinera cuantos usos tiene
este aceite y además sabe y huele de maravilla. Por cierto, aseguraros siempre
de comprarlo biológico. Yo lo descubrí en el supermercado Aldi y solo cuesta 5
euros el tarro de 500 ml.
Ingredientes de las Galletas de
Coco y Avena
-3 tazas de copos de avena.
-2 tazas de coco rallado.
-1 taza de harina integral.
-1 taza de pepitas de chocolate
negro (70% mínimo).
-1 taza de azúcar integral de
caña.
-1 taza de leche fresca de vaca o
vegetal.
-1 taza de aceite de coco u otro.
-1 o 2 huevos (depende si la taza
es pequeña o grande).
-1 cucharadita de canela.
-1/2 cucharadita de bicarbonato.
-1/2 cucharadita de sal marina.
-1 taza de nueces cortadas para
decorar.
Elaboración de las Galletas de
Coco y Avena
Mezclar en un bol los
ingredientes secos, incluido el chocolate.
Hacer un volcán en el centro y añadir
la leche, el aceite y los huevos.
Mezclar bien todos los
ingredientes y dejar reposar ½ hora.
Calentar el horno a 180ºC y poner
un papel de horno en la bandeja para evitar se pequen las galletas.
Poner cucharadas de masa de las
galletas separadas entre sí.
Decorarlas por encima con nueces
troceadas y meter en el horno casi 15
minutos por arriba y por abajo.
Una vez fuera, dejar que se enfríen
antes de cogerlas pues corres el riesgo de que se rompan.
Las he hecho en un plis y os
aseguro que han quedado realmente deliciosas.
¿Os animáis?