Todos tenemos comidas que no nos gustan. De esas que, cuando te dicen que la tienes para comer al medio día o para cenar, se te cierra el estómago de golpe. Pero claro, llegamos a una edad en la que maduramos (unos antes... otros más tarde... otros nunca) y pensamos "Vale, no me gusta comer X, pero tengo que comerlo. Porque hay que comer de todo" ¿Y qué podemos hacer para pasar ese trago? (y nunca mejor dicho) Echarle cualquier mierda a la comida que si nos guste. Y el más típica de todas estas 'mierdas' es el Ketchup. Y es justo la que voy a comentar hoy.
Lo primero decir que ya no es que lo utilice para tapar sabores que no me gusten... es que lo uso por inercia y vicio (junto con el tomate Orlando, el cual me bebo directamente del tetrabrick) y que a pesar de que no me pagan, diré que el Heinz es el mejor.
Así pues, comida que no me gusta, chorrazo de Ketchup que se lleva. Podéis echarlo en todo. Salchichas, pescado, filetes, lentejas, sopa... ¡hay un mundo de posibilidades por descubrir!
Y ahora os pongo mi ejemplo. A mi no me gusta la tortilla de patatas. Me explico. Me gusta desayunarla al día siguiente, pero no comerla recién hecha. Me da ASCO. ¿Qué hago? Lluvia de ketchup. Y claro, dependiendo del nivel de asco que te de la comida, te puedes echar más o menos...
Tortilla con un chorrete de ketchup
Ketchup con un chorrete de tortilla
Sopa