Hinbestigación del 19 A.

Como todos sabréis ya, las increíbles revelaciones del Gran Pepino están conmocionando la sociedad. Este apóstol de la verdad ha desenmascarado a un expresidente del gobierno que se auto atentó para ganar unas elecciones.

Nos ha demostrado, más allá de toda duda que la verdad no es la que se nos cuenta. La VO con subtítulos que el Gran Pepino nos ha mostrado demuestra lo que ya sabíamos, que Aznar es muy mala persona y sería capaz de cualquier cosa por no admitir un error.

Ataques de amnesia, como los provocados por la negociación con ETA, nos demuestran que el precio que pagó Ánsar por ganar las elecciones fue demasiado alto. Por no olvidar la gestión del Prestige en la que no se le hizo caso a los técnicos que recomendaban llevar el barco a puerto. La identificación de los cadáveres del Yak 42, la Guerra de Irak, las acciones de Telefónica, su sobresueldo mientras estaba en el Consejo de Estado, la medalla del congreso y mil millones de escándalos que han salpicado a nuestro país.

Todo esto nos ha manchado con la deshonra de haber tenido un gobernante inútil que ni siquiera es capaz de reconocer sus errores. Si bien, no debería culpársele demasiado de ello porque sino hubiera estado todo el día disculpándose. Ahora, tenemos la oportunidad impagable de devolverle a ese ser abyecto, todo el daño que le ha ocasionado a este nuestro maravillosos país.
Los primeros frutos de esta presión mediática a la que se le está sometiendo son el sumario abierto por el tema de la medallita. Ya va siendo hora que ese descerebrado pague el precio de su imnominia.