Por: Luis Bunbury
Exposición
"Luchadores enmascarados, una leyenda".
Festival
"Filmarte 2011".
Luchadores enmascarados, mezcla de leyenda, tira cómica y
deporte, la lucha libre actualmente es una tradición importante de la cultura
popular mexicana. Herederos de los antiguos gladiadores, hoy esos enmascarados
son superhéroes, gracias a la producción de más de 230 filmes, algunos de ellos
ya de culto. Los luchadores resignificaron los orígenes que en rituales
religiosos tuvieron las máscaras, les otorgaron un estilo propio, aunque
conservaron su magia y misterio.
Además, les fuero útiles para disfrazar su condición de
humanos mortales y, así poder acceder a la fantasía de convertirse en héroes
anónimos. En su incursión por el cine, las máscaras fueron símboloes
representativos de la lucha por el bien, su protección contra la maldar y el
medio para mantener en secreto sus debilidades. Fue en 1952, cuando se inició el género de luchadores, con
la cinta "La Bestia Magnífica (Lucha Libre)", dirigida por Chano
Urueta. Ese mismo año, se filmaron otras más: "El luchador fenómeno"
de Fernando Cortés, "Huracán Ramírez" de Joselito Rodríguez y
"Santo, el enmascarado de Plata", ésta última concebida como una
serie de episodios, dirigidos por René Cardona.