sucios desah[s]ucios
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sábado, 10 de noviembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
besocaballobeso
un caballo sin jinete sigue siendo un caballo. un jinete sin caballo no es más que un hombre [Stanislaw Jerzy Lec]
lunes, 23 de julio de 2012
planeta incendiado
Lluís Serrat. Burros y caballos huyendo despavoridos del fuego. La Jonquera i Llers |
si como decía el poeta vladimir holan, la poesía es lo que queda cuando desaparecen las palabras, el caballo huido es lo que queda cuando desaparecen los árboles. triste planeta incendiado. se están yendo todos los árboles tras todos los caballos, o era al revés?
Un caballo de hielo duerme bajo la niebla
J. E. Cirlot
Todo son escombros, tierra revuelta, árboles desnudos,
niebla, pero florece el almendro.
En la niebla interior: aridez, espinas, abandono...
Y ese caballo de hielo que duerme.
Clara Janés, de Variables ocultas, Vaso Roto, 2010
lunes, 2 de julio de 2012
el fin perverso de todas las cosas
no cesaré hasta que todo no haya exhalado su último aliento (acto I de la ópera el gran macabro, de ligeti)
miro esta foto. es alaska pero bien podría ser valencia hoy. arden sus bosques y con sus bosques venados y con estos, corazones enteros de ciervos, caballos, ardillas, hormigas -todos espejismos trágicos en ese marco ardido- y con ellos casas-nido y latidos. miro esta foto y en mi cabeza siento la equivalencia con aquel cuadro de brueghel el triunfo de la muerte.
miro el cuadro de brueghel y es bello porque no es. es cierto que puede llegar a ser pero no es. en él la muerte está representada por los esqueletos. miro el otro cuadro el equivalente en vida -porque es siniestramente pictórico y es real- y me espeluzna que la muerte se reprensente en dos ciervos sorprendidos en esa hoguera. ese cielo que llueve mercurio y que quema la piel primera de todo ser vivo, ese fin perverso de todas las cosas, frase explícita de kant que explicitaba la atmósfera en la que estamos desembocando. un fin de mundo por capítulos. en ninguna de estas dos escenas nadie puede escapar a
la acción de la muerte, todos son arrastrados. su tratamiento, los colores, los claroscuros de la muerte.
[le grand macabre: nekrotzar] segados seréis por la altísima voluntad del que ya perdió la paciencia. soy ejecutor de quien ya no se ablandará. fui el ángel del bien expulsado del seno de las ciudades y que se marchó a llorar a un sepulcro. después de descansar en secular sueño, desperté como el ángel del mal, mi ropaje de bondad se había transformado en una túnica de odio. ahora, el aliento de los corrompidos subió hasta el cielo y asfixió a dios bajo su baldaquino. y dios, con puño derecho, lanzó una antorcha de venganza. la oigo crepitar. ¡que caiga la noche, la última, la que será la de mi entrada triunfal en la dura ciudad! ¡un caballo, que me den un caballo!
*otro extracto de la ópera le grand macabre (Ligeti)
miro esta foto. es alaska pero bien podría ser valencia hoy. arden sus bosques y con sus bosques venados y con estos, corazones enteros de ciervos, caballos, ardillas, hormigas -todos espejismos trágicos en ese marco ardido- y con ellos casas-nido y latidos. miro esta foto y en mi cabeza siento la equivalencia con aquel cuadro de brueghel el triunfo de la muerte.
El triunfo de la muerte. Peter Brueghel |
[le grand macabre: nekrotzar] segados seréis por la altísima voluntad del que ya perdió la paciencia. soy ejecutor de quien ya no se ablandará. fui el ángel del bien expulsado del seno de las ciudades y que se marchó a llorar a un sepulcro. después de descansar en secular sueño, desperté como el ángel del mal, mi ropaje de bondad se había transformado en una túnica de odio. ahora, el aliento de los corrompidos subió hasta el cielo y asfixió a dios bajo su baldaquino. y dios, con puño derecho, lanzó una antorcha de venganza. la oigo crepitar. ¡que caiga la noche, la última, la que será la de mi entrada triunfal en la dura ciudad! ¡un caballo, que me den un caballo!
*otro extracto de la ópera le grand macabre (Ligeti)
lunes, 16 de abril de 2012
osoniria
hoy he soñado con osos. eran dos osos pardo. yo estaba en un bosque -su terreno-. primero se me acercó un oso enorme, pero ni él huyó de mi nimia presencia ni yo de su enorme presencia. me olió y yo me sentí bien olida, protegida y tan a salvo que allí me quedé, junto a él. nos fuimos conviviendo hasta que en un momento alzó su pesado cuerpo con todo su pelaje a cuestas y se puso a dos patas. recuerdo que su envergadura me dejó muda -por su tamaño, no por raciones de temor... en ningún momento del sueño sentí en sus movimientos el deseo de atacar-.
entonces comenzó a dar saltos como si estuviera buscando algo que no llegaba a ver en altura y dejando que el peso de su cuerpo amortiguara sobre las dos patas terrestres. en cada salto alcanzaba con ojos las copas de los árboles emitiendo un lenguaje propio. yo no sabía qué pretendía hasta que vi a lo lejos el salto de otro oso que respondía al lenguaje emisor. la cabeza parda de este segundo asomaba cuando el salto le daba altura.
me sonreí porque vi que se estaban comunicando. eran bellísimos, una hermosa correspondencia que equilibraba el bosque, un oso a cada extremo de ti intentando hacerse ver.
finalmente, este segundo oso también pardo acabó acercándose a nosotros, y yo me quedé agazapada tras una gran roca y con mi primer oso cubriendo mi desconcierto, finalmente su cercanía me descubrió. se acercó a mi cara y olisqueó su piel, recuerdo mi mano apoyada sobre la piedra, piel que también olisqueó. nos llevábamos muy bien los tres....
pero de repente sentí el ruido de unas máquinas excavadoras, o trilladoras de tierra, eran unos hombres que estaban abriendo en dos la tierra que pisábamos.... haciendo un río estéril que separaba la vida de un lado del bosque del otro. lo siguiente que recuerdo fue un llanto inconsolable por esa herida abierta en la tierra. eso sí, me desperté con una maravillosa sensación de felicidad, protección y bienestar, me sentía feliz al recordar que había soñado con osos pardos y que me aceptaban no como alimento sino como acompañante.... hubiera jurado que eran osas de tan madres que las sentía.
fue todo un trío de sensaciones aquella onírica visita al sotobosque, terreno de los soñados pero también del soñante... yo su tierra, ellas mi bosque.
he leído que el oso, marcado por su tamaño y agresividad, simboliza las pulsiones instintivas e incontroladas de nuestras pasiones pero también aquellos enemigos audaces, poderosos y crueles. este no era el caso. el enemigo en mi sueño era el hombre, nosotros sus contemplativas víctimas.
*esta es una imagen que se acerca mucho al recuerdo de la imagen de mi sueño
entonces comenzó a dar saltos como si estuviera buscando algo que no llegaba a ver en altura y dejando que el peso de su cuerpo amortiguara sobre las dos patas terrestres. en cada salto alcanzaba con ojos las copas de los árboles emitiendo un lenguaje propio. yo no sabía qué pretendía hasta que vi a lo lejos el salto de otro oso que respondía al lenguaje emisor. la cabeza parda de este segundo asomaba cuando el salto le daba altura.
me sonreí porque vi que se estaban comunicando. eran bellísimos, una hermosa correspondencia que equilibraba el bosque, un oso a cada extremo de ti intentando hacerse ver.
finalmente, este segundo oso también pardo acabó acercándose a nosotros, y yo me quedé agazapada tras una gran roca y con mi primer oso cubriendo mi desconcierto, finalmente su cercanía me descubrió. se acercó a mi cara y olisqueó su piel, recuerdo mi mano apoyada sobre la piedra, piel que también olisqueó. nos llevábamos muy bien los tres....
pero de repente sentí el ruido de unas máquinas excavadoras, o trilladoras de tierra, eran unos hombres que estaban abriendo en dos la tierra que pisábamos.... haciendo un río estéril que separaba la vida de un lado del bosque del otro. lo siguiente que recuerdo fue un llanto inconsolable por esa herida abierta en la tierra. eso sí, me desperté con una maravillosa sensación de felicidad, protección y bienestar, me sentía feliz al recordar que había soñado con osos pardos y que me aceptaban no como alimento sino como acompañante.... hubiera jurado que eran osas de tan madres que las sentía.
fue todo un trío de sensaciones aquella onírica visita al sotobosque, terreno de los soñados pero también del soñante... yo su tierra, ellas mi bosque.
he leído que el oso, marcado por su tamaño y agresividad, simboliza las pulsiones instintivas e incontroladas de nuestras pasiones pero también aquellos enemigos audaces, poderosos y crueles. este no era el caso. el enemigo en mi sueño era el hombre, nosotros sus contemplativas víctimas.
*esta es una imagen que se acerca mucho al recuerdo de la imagen de mi sueño
sábado, 24 de marzo de 2012
juego de niños
Foto: Nick Ut |
Foto: María Ángeles Sánchez |
tenían como una lepra la infancia devorándoles el pecho
clarice lispector
niño-roca, busca las siete diferencias. Parece un juego siniestro pero por más que miro, yo no consigo verlas. Son otro paisaje, es cierto: Cali, un pueblo desvencijado en Colombia en una, y Vietnam, detrás de la cortina roja en otra. Pero delante, delante de todos ellos, un paisaje en común. Los niños. Niños que llegan y huyen de la humanidad descalzos y frágiles. Niños con un mismo paisaje detrás. Con alegrías desdentadas en sus adelantados ojos. Feliz(i)edad a flor de piel. Ojos que muelen y demuelen sus manos. Manos que sujetan muñecas invisibles, y de serlo -visibles, quiero decir-, estarían amputadas, como la recortada vida de sus bocas. Bocas con alfabetos a los que les faltan letras, pero a los que ya les han arrancado la palabra “muerte”. Muerte que trae aún más muerte, dando nacimiento a un siniestro bucle.
niño-bucle busca las siete diferencias Yo no consigo verlas con ojos. Sé que no son los pájaros los que abandonan continentes, son sus ojos. Y yo no veo nada con ojos. En una, niños incólumes posiblemente alquilados, vendidos, maltratados junto a sus desaparecidas madres y que conviven resignados con ese bicho asqueroso que es la pena. En la otra, el dramatismo en el movimiento de unos brazos. Solo unas manos sucias de calle que llevarse a la boca. Manos, brazos y ojos que son conscientes del dolor y huyen huyen y huyen. Me pregunto si aquellos que conviven con la pena de la pobreza y el abandono y el maltrato, no huyeron ya hace tiempo topándose con otro juego aún más siniestro, el reflejo de ellos mismos. Niños huérfanos cuyo futuro avanza entre latas y cartón o cadáveres y armas. Probablemente, digo solo probablemente no habrá ni una sola mañana-mamá mañana-mamá será haber sido niño-mercurio.
Ojalá fuéramos solo niños, niños de incólumes almas… niños que preparen el campo para desentrenar a los soldados de sus particulares guerras. Niños que inventen nuevas cornisas para deambular por los abismos pero no morir en ellos. Afuera, el mundo. El otro mundo. A tan solo un paso. niño-mundo.
*la primera fotografía es la famosa La niña de Vietnam (kim Puch) del fotógrafo Nick Ut, y la segunda de abajo, a mis ojos una especie de similitud con el hoy, de la periodista y fotógrafa María Ángeles Sánchez, cuyas fotografías son hoy hermosos testimonios del ayer. toda una trayectoria a tener en cuenta.
dejo un video con un trabajo fotográfico de María Ángeles Sánchez y que tomo prestado de su página. se titula Cali, por la vida....
todas las fotografías son de su propiedad.
sábado, 11 de febrero de 2012
eclipse estelar
Estamos tan heridos
que creemos morir
cuando la calle nos lanza una mala palabra.
La calle no lo sabe,
pero no soporta semejante carga;
no está acostumbrada a soportar un Vesubio de dolores
sobre ella.
Han sido devastados los recuerdos de los tiempos antiguos,
desde entonces la luz es artificial
y los ángeles ya sólo juegan con pájaros y flores
o sonríen en el sueño de un niño.
nelly sachs (berlín 1981)
sábado, 4 de febrero de 2012
cosas que quiero hacer
quiero hacer un zootropo con caballos. un caballo caleidoscópico al que ponerle música y galoparme los días que el viento levante su crin. solo así estaría conmigo siempre en movimiento
eadweard muybridge y su caballo en movimiento...
eadweard muybridge y su caballo en movimiento...
sábado, 28 de enero de 2012
las motocicletas de ulises
qué le pasa esta semana a la vida? qué le pasa a la muerte que se lleva tanta vida? por qué de repente todas las motocicletas del mundo se convierten en la reinas de la noche y toman decisiones unilaterales?
inicio la semana con la triste noticia de la muerte por accidente de tráfico del director de cine griego theo angelopolous, una moto atropelló su cuerpo en atenas mientras buscaba localizaciones para su última e inacabada película, el otro mar -sarcástico nombre, si lo pienso-. su mirada de ulises desvanecida.
continúan pisándose los días unos a otros y me estampo con otro accidente de tráfico donde la mujer protagonista sigue siendo ella, una moto. el joven periodista de la sexta, daniel montesinos, falleció este jueves en barcelona, entre las calles perú y bilbao, en un accidente con su moto... su mirada de ulises desvanecida.
y a punto de morir -de matada ya- esta semana negra y sangre, en el puntal del viernes, me dicen que álvaro tejero, librero, teatrero, poeta, viviente sobre todo, y mucho, mucho más cercano, ha dejado su baldosa en vida. otro accidente de moto volviendo del ensayo de la compañía turlitava teatro que dirigía, sesgó la ilusión de sus últimos proyectos. su mirada de ulises desvanecida.
no hace ni tres días que me comunicaba con álvaro para zanjar -de repente no me gusta este verbo-, para concluir los últimos detalles de la presentación del libro órbita cementerio en la marabunta, actividades las que era parte importante y activista de acción. esta cercanía de sílabas y días, este ver su nombre rezado en una firma, hace justo eso, tres días, hace que se me encoja aún más ese músculo diminuto que ante noticias así se expande buscando huecos hasta salirse del pecho. lo siento en el alma, que es más grande que el mismísimo corazón.
diferentes personas, diferentes ciudades, atenas, madrid y barcelona. hasta perú y bilbao tienen voz en esta historia. y la probabilidad matemática. y tres en cinco. tres accidentes de tráfico en cinco días. sé que habrá habido miles. la muerte que no se espera en un segundo es una pandemia que dura días. se nos están yendo los héroes, los homéricos y los modernos, pues todo hombre es un heroico espécimen.
por ellos. por todos. y por todas las ciudades y rincones del mundo que hoy pesan menos que cuando pisaban esta tierra
por todas las miradas de ulises desvanecidos
inicio la semana con la triste noticia de la muerte por accidente de tráfico del director de cine griego theo angelopolous, una moto atropelló su cuerpo en atenas mientras buscaba localizaciones para su última e inacabada película, el otro mar -sarcástico nombre, si lo pienso-. su mirada de ulises desvanecida.
continúan pisándose los días unos a otros y me estampo con otro accidente de tráfico donde la mujer protagonista sigue siendo ella, una moto. el joven periodista de la sexta, daniel montesinos, falleció este jueves en barcelona, entre las calles perú y bilbao, en un accidente con su moto... su mirada de ulises desvanecida.
y a punto de morir -de matada ya- esta semana negra y sangre, en el puntal del viernes, me dicen que álvaro tejero, librero, teatrero, poeta, viviente sobre todo, y mucho, mucho más cercano, ha dejado su baldosa en vida. otro accidente de moto volviendo del ensayo de la compañía turlitava teatro que dirigía, sesgó la ilusión de sus últimos proyectos. su mirada de ulises desvanecida.
no hace ni tres días que me comunicaba con álvaro para zanjar -de repente no me gusta este verbo-, para concluir los últimos detalles de la presentación del libro órbita cementerio en la marabunta, actividades las que era parte importante y activista de acción. esta cercanía de sílabas y días, este ver su nombre rezado en una firma, hace justo eso, tres días, hace que se me encoja aún más ese músculo diminuto que ante noticias así se expande buscando huecos hasta salirse del pecho. lo siento en el alma, que es más grande que el mismísimo corazón.
diferentes personas, diferentes ciudades, atenas, madrid y barcelona. hasta perú y bilbao tienen voz en esta historia. y la probabilidad matemática. y tres en cinco. tres accidentes de tráfico en cinco días. sé que habrá habido miles. la muerte que no se espera en un segundo es una pandemia que dura días. se nos están yendo los héroes, los homéricos y los modernos, pues todo hombre es un heroico espécimen.
por ellos. por todos. y por todas las ciudades y rincones del mundo que hoy pesan menos que cuando pisaban esta tierra
por todas las miradas de ulises desvanecidos
sábado, 20 de agosto de 2011
mañanas
soy diurna. eminentemente diurna. me gusta la mañana, cuando aún de arcilla no se la puede llamar ni mañana ni eminencia ni arcilla.
hoy quiero subir este morning de peer gynt. para todos aquellos amantes de la mañana y de peer gynt o lo que es lo mismo, de las mañanas de Peer Gynt, o de sus caballos, o de las pájaros que anidan en esa otra garganta-norman o de los bosques repletos de orquídeas, de la música que hay en ellas y en todo, y sobre todo, sobre todo, para todos aquellos que coleccionan cromos como estos.
*adoro ambas mañanas
*adoro ambas mañanas
domingo, 24 de julio de 2011
en el corazón de noruega
Anders Breivik tiene una piedra en el enorme hueco donde debería latir su corazón. Pero una piedra en su hábitat natural tiene más latido que el que le puede dar a su pecho. Solo espero que llegue el día en el que esa piedra se humedezca por la lluvia, que se desgaste erosionada, vuelva a latir a su orilla y ese hueco desnortado en él vaya tomando carnalidad y sangre y vena y color.
adiós a las armas
adiós a los hombres grises
adiós a las armas
adiós a los hombres grises
jueves, 21 de julio de 2011
lo que sé de mí
pequeñas obsesiones, o lo que es lo mismo, lo que sé de mí. escuchar voluntariosa una misma pieza de música 70 veces 7, durante 7 días seguidos y no ser un castigo a mi autismo. no tener voluntad para pasar de la sábana de un libro, y querer dormir allí, acampada. schopenhauer. meter el azucarero en el frigorífico y la mantequilla en el armario. la mirada de cualquier animal. pedir perdón hasta cuando soy yo la pisada. bucearme a mí misma. la lluvia. que me cueste pedir mis propios libros prestados. subrayar los libros y que digan que mis libros están sucios, cuando para mí laten, ya lo creo que laten, será que latir mancha. no terminar nunca nunca nunca el último sorbo del café, para no ser yo quien lo mate. los despistes, que se escapan como arena entre los dedos. los libros de ensayo. el arte de mirar, sobre todo. observar. un verbo precioso. las ballenas. pasarme de parada en el metro como castigo por observar obsesivamente al mundo que me rodea y re-inventar sus vidas. llorar. la belleza. no ser capaz de decir no. las amistades nuevas. la música que hay en ellas. compartirlo todo, hasta estas pequeñas obsesiones, o lo que es lo mismo, lo que sé de mí. las sumas. escribirlo todo. la multiplicidad de las palabras. hacer matemática con ellas. kierkegaard. porque es bello desear la belleza. mirar al cielo. la velocidad de lo lento. la velocidad del agua. el agua. ver películas y olvidarlas completamente. el universo que hay en una cerilla. encender la televisión en cuanto entro en casa y taparle la boca para escuchar la música. la belleza otra vez. tener los pies lo más alejado de la tierra (esto es algo físico) a pesar de ser ella y no otra la que me sostiene la caída. holan. abrir las ventanas para que entre el mundo de afuera aquí dentro. la hierba bajo esos pies alzados. septiembre. las pequeñas cosas. correr. el viento que golpea como un látigo la cara. lo suave también. mi exaltación siempre. las ballenas de antes en alta mar. la belleza que hay en no conocerme más. correr hacia un autobús para no perderlo aunque esté a punto de salir. las vacas que hay a las afueras de cualquier ciudad. hacer de la ciudad una colina. los de mí y los no de mí. aventurarme siempre hacia el sí porque el no ya lo tengo. el eco. la voz de los otros. la belleza, claro. saltar del blanco al negro en vida y dormirme en el gris. despertarme a media noche con un par de palabras que barajar y escribirlas para poder enredarme en ellas -fuente de versos-. leer en alto aquello que me ha atravesado. la belleza, como no... la belleza
Bernarda & Marcos Fink - Canciones Argentinas (Piazzolla, Guastavino & Others)
como un ciego entre espinas voy cruzando tu olvido; tu recuerdo es la ruta donde sangran mis rastros, de todos los dolores del mundo dolorido, como un ciego entre espinas voy cruzando tu olvido. Triste pájaro errante que desertó de su nido y se perdió en la noche tan engañosa de astros, como un ciego entre espinas voy cruzando tu olvido; tu recuerdo es la ruta donde sangran mis rastros. Para mi cualquier camino desemboca en tu recuerdo, empalma con tu destino para mi cualquier camino. Ya que seguirte es mi sino con mi sino estoy de acuerdo, para mi cualquier camino desemboca en tu recuerdo. Lauro Viana
Bernarda & Marcos Fink - Canciones Argentinas (Piazzolla, Guastavino & Others)
como un ciego entre espinas voy cruzando tu olvido; tu recuerdo es la ruta donde sangran mis rastros, de todos los dolores del mundo dolorido, como un ciego entre espinas voy cruzando tu olvido. Triste pájaro errante que desertó de su nido y se perdió en la noche tan engañosa de astros, como un ciego entre espinas voy cruzando tu olvido; tu recuerdo es la ruta donde sangran mis rastros. Para mi cualquier camino desemboca en tu recuerdo, empalma con tu destino para mi cualquier camino. Ya que seguirte es mi sino con mi sino estoy de acuerdo, para mi cualquier camino desemboca en tu recuerdo. Lauro Viana
viernes, 11 de marzo de 2011
la tierra se muere...
la tierra se mueve pero ya no sé si lo lo hace alrededor del sol, porque el sol está muerto. la tierra de estos tiempos tiembla bajo nuestros pies dormidos. agua a la mañana y fuego ahora bajo estos dos hermanos desnudos.
la tierra se mueve. la tierra se muere. la tierra se mueve. la tierra se muere. la tierra se mueve. la tierra se duerme. la tierra se muere.
qué nefastos acabarán pareciéndonos con el tiempo -siempre que éste siga existiendo- fechas señaladas como la de hoy. 11 de marzo.... tokio y madrid se hermanan bajo esta misma tierra.
subo este video, el primero que cojo, no elijo. y me parece toda una paradoja los primeros segundos de publicidad. Tu hogar se merece una semana fantástica en el corte inglés. Me pregunto cómo de sesgados quedarán los hogares esta semana tan nefasta -que no fantástica- en aquella otra tierra. lo primero que suena es la música de ese anuncio, qué música tan poco afortunada. escucho más tarde -ofendida por no conseguir saltar ese anuncio- que el tsunami se produjo justo a las 6.46 de la mañana hora española. a esa hora exacta, este cuerpo mío, hoy ajeno, acababa de llegar a una parada de autobús para ir al trabajo. ensimismada en pensamientos que ahora relativizo, ahora me digo y me repito: qué ciegos estamos que no percibimos ni intuimos cómo tiembla la misma tierra que tenemos bajo nuestros pies tan sólo a 12.600 kilómetros más o a 12.600 kilómetros menos de nuestros pies... la misma tierra. el mismo sol. deberíamos sentirlo. como si fuéramos mellizos que enferman cuando nuestra otra mitad enferma. será que ya no quedan mellizos?
este mundo acabará pareciendo un dibujo. un mero boceto de "comic" que producirá risa en manos de algún niño prodigio. o puede que un museo de piezas imposibles como ese maravilloso pero quieto museo vostell malpartida. qué disparate. quizá por eso nuestros ojos no acaban de creer que el mundo se rompe.
mientras tanto, tenemos la obligación de ser felices y el derecho de contarlo.
*gracias J. por el neologismo telefónico que le das al rascacielos hoy, rasca-tierra
la tierra se mueve. la tierra se muere. la tierra se mueve. la tierra se muere. la tierra se mueve. la tierra se duerme. la tierra se muere.
qué nefastos acabarán pareciéndonos con el tiempo -siempre que éste siga existiendo- fechas señaladas como la de hoy. 11 de marzo.... tokio y madrid se hermanan bajo esta misma tierra.
subo este video, el primero que cojo, no elijo. y me parece toda una paradoja los primeros segundos de publicidad. Tu hogar se merece una semana fantástica en el corte inglés. Me pregunto cómo de sesgados quedarán los hogares esta semana tan nefasta -que no fantástica- en aquella otra tierra. lo primero que suena es la música de ese anuncio, qué música tan poco afortunada. escucho más tarde -ofendida por no conseguir saltar ese anuncio- que el tsunami se produjo justo a las 6.46 de la mañana hora española. a esa hora exacta, este cuerpo mío, hoy ajeno, acababa de llegar a una parada de autobús para ir al trabajo. ensimismada en pensamientos que ahora relativizo, ahora me digo y me repito: qué ciegos estamos que no percibimos ni intuimos cómo tiembla la misma tierra que tenemos bajo nuestros pies tan sólo a 12.600 kilómetros más o a 12.600 kilómetros menos de nuestros pies... la misma tierra. el mismo sol. deberíamos sentirlo. como si fuéramos mellizos que enferman cuando nuestra otra mitad enferma. será que ya no quedan mellizos?
este mundo acabará pareciendo un dibujo. un mero boceto de "comic" que producirá risa en manos de algún niño prodigio. o puede que un museo de piezas imposibles como ese maravilloso pero quieto museo vostell malpartida. qué disparate. quizá por eso nuestros ojos no acaban de creer que el mundo se rompe.
mientras tanto, tenemos la obligación de ser felices y el derecho de contarlo.
*gracias J. por el neologismo telefónico que le das al rascacielos hoy, rasca-tierra
martes, 8 de febrero de 2011
manzanas ex-presidiarias
ayer, de camino al auditorio del reina sofía -íbamos a ver un concierto que incluía el cuarteto 10 de shostakovich- subimos al metro. una vez en ese espacio que a mis ojos siempre será un país inédito, un hombre alto peinado con la propia suciedad de haber pasado noches enteras en la calle o bajo el techo de una celda, alzó la voz para despertar los mundos interiores de cada uno de nosotros-viajeros. nos contaba en alto una intimidad que parecía que caminaba hacia atrás. relataba que acababa de salir de la cárcel y que era su primera noche lanzado al mundo. bajo otro techo. otro cielo. que necesitaba algo de dinero y que le costaba mucho tener que hacer algo así para cubrir su cuerpo bajo un techo más cálido que el cielo estrellado de estos días o el dibujo o grafiti del techo de su celda. en su particular viaje por los asientos de todos nosotros, la chica que teníamos enfrente le dio una bolsa con dos manzanas. ambas tintineaban al rozarse en aquel viaje dador cuando el ex presidiario las cogió con cierta ofensa. a mí ese gesto de la chica me pareció precioso. me ensimismé pensando en el gesto de aquella mujer, que seguro que no había tenido tiempo en su trabajo para mordisquear ese par de manzanas frescas, y que decidió ofrecer a estas dos hermanas al hambre del hombre, antes de dejar que se pudrieran y murieran sin dueño ni dueña en aquel país cálido y sureño de su bolso. s. y yo nos miramos y entendí que también el gesto le emocionó. pero s. tiene una relación con la realidad mucho más "real" que yo. así que cuando salimos del metro dijo en alto: qué pena, seguro que ese hombre tira la fruta que le dio la chica. suelen necesitar dinero para beber y olvidar, para que cualquier droga blanda o dura detenga su vida unos minutos y no pensar en su desgraciada situación.
ya en los pasillos del metro, camino de la salida, s. y yo no teníamos a nadie delante ni a nadie detrás, pero de repente, y tras estas palabras lanzadas al aire, s. escuchó un golpe seco en algún punto no lejano del nuestro pero invisible a nuestros ojos. me miró como afirmando y asentando que su teoría se acababa de cumplir. y con ese gesto de asentimiento que tiene una madre cuando le dice a su hijo algo como ves? te lo dije...., aceleró el paso mientras me miraba y me dejaba detrás. giró hacia el pasillo a la derecha más cercano a nosotras -un poco más adelante del pasillo recto por el que caminábamos-, hundió los ojos en la primera papelera que vio y los alzó más tristes pero nada sorprendidos, cuando la miré sin entender qué buscaba me dijo. ¡qué te dije! ahí tienes la fruta. me decía que el sonido que escuchó fue compacto y seco como si el peso de algo parecido a una manzana hubiera chocado contra un suelo duro. yo buceé con ojos igual de tristes hasta el fondo de aquel mar de desperdicios y allí, emparejadas y solas dormían las dos manzanas ajenas a su futuro incierto. aquellas dos hermanas que iban de la mano, inseparables, de nuevo abandonadas por el padre que recientemente las había adoptado. pensé en el viaje que les esperaba camino del vertedero. pensé que quizá algún otro príncipe o princesa callejera de corta o avanzada edad, podría incluso rescatarlas en ese viaje. pensé en la noche del expresidiario bajo este cielo estrellado. pensé que la realidad a veces aplasta como la mano aplasta un mosquito que le molesta delante de la cara....
nos hundimos en la música de shostakovich. nuestra droga blanda particular para olvidar aquel momento, el abandonado abandonando...
ya en los pasillos del metro, camino de la salida, s. y yo no teníamos a nadie delante ni a nadie detrás, pero de repente, y tras estas palabras lanzadas al aire, s. escuchó un golpe seco en algún punto no lejano del nuestro pero invisible a nuestros ojos. me miró como afirmando y asentando que su teoría se acababa de cumplir. y con ese gesto de asentimiento que tiene una madre cuando le dice a su hijo algo como ves? te lo dije...., aceleró el paso mientras me miraba y me dejaba detrás. giró hacia el pasillo a la derecha más cercano a nosotras -un poco más adelante del pasillo recto por el que caminábamos-, hundió los ojos en la primera papelera que vio y los alzó más tristes pero nada sorprendidos, cuando la miré sin entender qué buscaba me dijo. ¡qué te dije! ahí tienes la fruta. me decía que el sonido que escuchó fue compacto y seco como si el peso de algo parecido a una manzana hubiera chocado contra un suelo duro. yo buceé con ojos igual de tristes hasta el fondo de aquel mar de desperdicios y allí, emparejadas y solas dormían las dos manzanas ajenas a su futuro incierto. aquellas dos hermanas que iban de la mano, inseparables, de nuevo abandonadas por el padre que recientemente las había adoptado. pensé en el viaje que les esperaba camino del vertedero. pensé que quizá algún otro príncipe o princesa callejera de corta o avanzada edad, podría incluso rescatarlas en ese viaje. pensé en la noche del expresidiario bajo este cielo estrellado. pensé que la realidad a veces aplasta como la mano aplasta un mosquito que le molesta delante de la cara....
nos hundimos en la música de shostakovich. nuestra droga blanda particular para olvidar aquel momento, el abandonado abandonando...
lunes, 10 de enero de 2011
calcetines amputada
calcetines se ha quedado huérfana. y s. y yo. y la casa entera. incluso este jardín lleno aún de gatos anónimos a los que no sé si empezaré a poner nombre. hace casi dos años que puck adoptó a calcetines como compañera estática de juegos. hoy se ha quedado sola. menos desvencijada pero con una soledad más maciza en sus aún tintadas patas, antes zalameadas por el lomo de este animalillo. supongo que si una silla pudiera sentir, sentiría en este instante la ausencia del miembro amputado.
puck esta mañana detuvo su pulso por eutanasia después de una semana de aminoración. de deceleración. dichosas leyes físicas. a mayor tiempo mayor deceleración. tras una relación de casi 16 años, hace una semana que amaneció con menos pulso. ayer llegué de viaje y amanecí casi con el pulso detenido en el que se había estancado mi gato. pareciera que hubiera aprovechado mis tres días de viaje para ir muriendo silenciosa y amorosamente en los brazos siempre atentos de s. hoy le decía a s. si no te hubiera conocido a ti, puck habría vivido menos años. le tengo que agradecer aún esos cinco años conviviendo y hablando con él a diario.
mi gato aminoraba su pulso. éramos conscientes de ello. se empequeñecía su pequeño esófago y aunque jamás oí una queja, ayer sentí que su vida estaba vivida. esta mañana s. y yo tomábamos la decisión de llevarlo al veterinario para "empujarle" con todo el amor del mundo hacia otra estancia más pacificadora. desde las 10 de la mañana, hora en la que lo llevamos y nos despedimos de él, muy a pesar nuestro, hemos estado deambulando, probablemente porque ni ella ni yo queríamos entrar aún en casa.
de camino al veterinario y conduciendo s. nos hemos mirado y le he dicho, ¿has visto qué sol hace hoy? ella con los ojos aún enmudecidos ha asentido con la cabeza. estaba perfectamente entendiendo lo que quería decir en esa escueta frase. lo importante que era ver el sol en un día tan difícil. es cierto que luego el día se ha ennegrecido como se ha ennegrecido un poco esta casa, pero sólo quiero acordarme del camino al veterinario con el sol incidiendo en las ventanas del coche y más allá del coche en la mirada casi perdida de puck.
hace casi 16 años lo encontré en alicante tan delgado como estaba estos días, aunque con sólo meses de vida y aún recuerdo aquel lejano día cuando le dije: sube al coche anda, que estás a punto del desmayo... él me miró extrañado, pero al no ver nada más allá de mí, se subió conmigo. cuando conoció a s. años más tarde, este animalillo empezó a hablar. ella le hablaba sin descanso alguno. y estos días le cogía entre sus fuertes brazos en fiel abrazo para ver si a través de esa sinestesia le transmite un poco más de vida. de días.
la muerte en cierto sentido me enfurece. sé que es ley de vida pero todo sería más sencillo si la muerte no dejara tanto rastro inútil tras de sí, no me refiero al rastro de amor que le tienes al que va contigo tan útil siempre, sino a ese otro rastro "físico" que deja: la caja de arena, los comederos, el transporting. la comida restante que extendió s. a todos esos anónimos gatos del jardín, y que no sé si ponerle nombres.... cosas que ahora mismo s. limpia con la mente en blanco mientras yo transcribo este suceso que siempre me será extraño y no quiero escuchar frases como: si sólo es un animal.... no quiero escuchar: no te disgustes ahora que ha desaparecido. hay que disgustarse. llorarle justo hoy, este día tan tan tenaz en el que hemos tenido que tomar la decisión para que dignamente se fuera a otro espacio.
hoy me viene a la cabeza esa frase espetada por djuna barnes que decía que amamos por tamaños. ¿realmente amamos por tamaños como decía djuna barnes? yo hoy sigo pensando que no. puck era un animalillo pequeño aunque mucho más grande que una cagadita de ratón y aún así le hemos querido mucho más que por su tamaño le hubiera correspondido. a veces las dosis no es tan matemática.
mi puck, mi duende (y no de un solo sueño de una noche de verano), mi puck. mi pin más seguro. mi clave de seguridad, la clave que abre el acceso a mi corazón, ha detenido su pulso. hoy le hemos empujado amorosamente hacia otro lugar más tranquilo.
y ahora que lo pienso, la palabras más-cota, menos acota hoy en esta casa.
me alivia saber que la última música que escuchó en casa fue un stabat mater....
*esta foto es de hace relativamente poco tiempo -un año, quizá menos-, pero todo se ha precipitado como se precipitan las lluvias.
puck esta mañana detuvo su pulso por eutanasia después de una semana de aminoración. de deceleración. dichosas leyes físicas. a mayor tiempo mayor deceleración. tras una relación de casi 16 años, hace una semana que amaneció con menos pulso. ayer llegué de viaje y amanecí casi con el pulso detenido en el que se había estancado mi gato. pareciera que hubiera aprovechado mis tres días de viaje para ir muriendo silenciosa y amorosamente en los brazos siempre atentos de s. hoy le decía a s. si no te hubiera conocido a ti, puck habría vivido menos años. le tengo que agradecer aún esos cinco años conviviendo y hablando con él a diario.
mi gato aminoraba su pulso. éramos conscientes de ello. se empequeñecía su pequeño esófago y aunque jamás oí una queja, ayer sentí que su vida estaba vivida. esta mañana s. y yo tomábamos la decisión de llevarlo al veterinario para "empujarle" con todo el amor del mundo hacia otra estancia más pacificadora. desde las 10 de la mañana, hora en la que lo llevamos y nos despedimos de él, muy a pesar nuestro, hemos estado deambulando, probablemente porque ni ella ni yo queríamos entrar aún en casa.
de camino al veterinario y conduciendo s. nos hemos mirado y le he dicho, ¿has visto qué sol hace hoy? ella con los ojos aún enmudecidos ha asentido con la cabeza. estaba perfectamente entendiendo lo que quería decir en esa escueta frase. lo importante que era ver el sol en un día tan difícil. es cierto que luego el día se ha ennegrecido como se ha ennegrecido un poco esta casa, pero sólo quiero acordarme del camino al veterinario con el sol incidiendo en las ventanas del coche y más allá del coche en la mirada casi perdida de puck.
hace casi 16 años lo encontré en alicante tan delgado como estaba estos días, aunque con sólo meses de vida y aún recuerdo aquel lejano día cuando le dije: sube al coche anda, que estás a punto del desmayo... él me miró extrañado, pero al no ver nada más allá de mí, se subió conmigo. cuando conoció a s. años más tarde, este animalillo empezó a hablar. ella le hablaba sin descanso alguno. y estos días le cogía entre sus fuertes brazos en fiel abrazo para ver si a través de esa sinestesia le transmite un poco más de vida. de días.
la muerte en cierto sentido me enfurece. sé que es ley de vida pero todo sería más sencillo si la muerte no dejara tanto rastro inútil tras de sí, no me refiero al rastro de amor que le tienes al que va contigo tan útil siempre, sino a ese otro rastro "físico" que deja: la caja de arena, los comederos, el transporting. la comida restante que extendió s. a todos esos anónimos gatos del jardín, y que no sé si ponerle nombres.... cosas que ahora mismo s. limpia con la mente en blanco mientras yo transcribo este suceso que siempre me será extraño y no quiero escuchar frases como: si sólo es un animal.... no quiero escuchar: no te disgustes ahora que ha desaparecido. hay que disgustarse. llorarle justo hoy, este día tan tan tenaz en el que hemos tenido que tomar la decisión para que dignamente se fuera a otro espacio.
hoy me viene a la cabeza esa frase espetada por djuna barnes que decía que amamos por tamaños. ¿realmente amamos por tamaños como decía djuna barnes? yo hoy sigo pensando que no. puck era un animalillo pequeño aunque mucho más grande que una cagadita de ratón y aún así le hemos querido mucho más que por su tamaño le hubiera correspondido. a veces las dosis no es tan matemática.
mi puck, mi duende (y no de un solo sueño de una noche de verano), mi puck. mi pin más seguro. mi clave de seguridad, la clave que abre el acceso a mi corazón, ha detenido su pulso. hoy le hemos empujado amorosamente hacia otro lugar más tranquilo.
y ahora que lo pienso, la palabras más-cota, menos acota hoy en esta casa.
me alivia saber que la última música que escuchó en casa fue un stabat mater....
*esta foto es de hace relativamente poco tiempo -un año, quizá menos-, pero todo se ha precipitado como se precipitan las lluvias.
sábado, 6 de noviembre de 2010
cartografía de orejas y fetos
dicen que la forma que coge nuestra oreja una vez aderezados como personas es el feto invertido que fuiste. que la disposición de la primera es casi mágicamente idéntica a la posición fetal invertida que tomábamos en el útero, y si lo pienso, es una de las posturas predilectas a la hora de dormir. la memoria es silenciosa. silenciosamente prodigiosa. los lóbulos de unas serían las paredes o los bordes del útero. por tanto, siguiendo dicha ecuación, a lóbulos gruesos le corresponderían paredes gruesas de útero y a lóbulos finos, paredes finas.
órganos y entrañas vinculados a través de vasos comunicantes. como si cada órgano tuviera asociado matemáticamente una entraña. esto me trae a la memoria a los griegos que consideraban el hígado como el órgano del corazón, ya que el término cardíaco hacía referencia al corazón -en griego kardia.
he leído que Aristóteles, por su parte, se dedicaba a observar la regeneración animal en colas de lagartos, serpientes o en los propios ojos de las golondrinas, deduciendo que los órganos humanos más ocultos se regeneraban automáticamente. se curaban por sí solos. Incluso llegó a un argumento bien argumentado. La razón por la que no todos los animales tenían cerebro pero sí corazón, como los invertebrados. Incluso los babilonios, creían que el hígado era el centro del cuerpo, de la vida, por ser una masa enorme, informe e inmóvil pero llena de sangre quieta en animales y hombres.
así que no es metafórico decir que la oreja es nuestra cartografía embrionaria, como si fuera una instantánea del feto que formábamos en nuestros respectivos úteros maternos. nuestro mapa auricular. a mí esto me parece precioso y creo en ello como creo en los posos del café, así que cuando voy en el metro o charlo con amigos o descubro rostros nuevos en amistades recientes que una desea preservar, es inevitable buscar con ojos sus orejas lanzadas al aire a veces, otras enterradas amorosamente bajo una manta de cabello lanzada a ambos lados. una vez descubiertas, elucubro topográficamente -esto es, sin verlas- cómo sería esa persona antes de ser persona, cómo sería el embrión de ese ser que tengo enfrente. su aspecto casi casi antes de nacer. mi cabeza entonces va creando mapas de embriones de todos aquellos con los que me cruzo, y juegan a saber si eran o no hermosos en ese país sombrío y confortable, el útero. y si no, ¿no es exactamente nuestra oreja como el vientre materno conteniendo el feto?
apuesto por ejemplo a que orejas afiladas y enfiladas hacia arriba desencadenan en seres igual de afilados, intelectualmente hablando y hasta traviesos como aquellos antiguos elfos, dioses menores que vivían en los bosques. apuesto igualmente que serían igual de desconfiados que estos seres diminutos. y que aquellas orejas más redondeadas, serían más de seres sociables, más afables, pues lo redondo siempre es afable ya que no tiene vértices ni esquinas ni espinas.
en definitiva, que tenemos la inmensa suerte de disponer de una instantánea gradual y descubierta al mundo -como descubiertos están los genitales de los animales-, de cómo éramos cuando no éramos.
dime qué oreja tienes y te diré qué feto fuiste
órganos y entrañas vinculados a través de vasos comunicantes. como si cada órgano tuviera asociado matemáticamente una entraña. esto me trae a la memoria a los griegos que consideraban el hígado como el órgano del corazón, ya que el término cardíaco hacía referencia al corazón -en griego kardia.
he leído que Aristóteles, por su parte, se dedicaba a observar la regeneración animal en colas de lagartos, serpientes o en los propios ojos de las golondrinas, deduciendo que los órganos humanos más ocultos se regeneraban automáticamente. se curaban por sí solos. Incluso llegó a un argumento bien argumentado. La razón por la que no todos los animales tenían cerebro pero sí corazón, como los invertebrados. Incluso los babilonios, creían que el hígado era el centro del cuerpo, de la vida, por ser una masa enorme, informe e inmóvil pero llena de sangre quieta en animales y hombres.
así que no es metafórico decir que la oreja es nuestra cartografía embrionaria, como si fuera una instantánea del feto que formábamos en nuestros respectivos úteros maternos. nuestro mapa auricular. a mí esto me parece precioso y creo en ello como creo en los posos del café, así que cuando voy en el metro o charlo con amigos o descubro rostros nuevos en amistades recientes que una desea preservar, es inevitable buscar con ojos sus orejas lanzadas al aire a veces, otras enterradas amorosamente bajo una manta de cabello lanzada a ambos lados. una vez descubiertas, elucubro topográficamente -esto es, sin verlas- cómo sería esa persona antes de ser persona, cómo sería el embrión de ese ser que tengo enfrente. su aspecto casi casi antes de nacer. mi cabeza entonces va creando mapas de embriones de todos aquellos con los que me cruzo, y juegan a saber si eran o no hermosos en ese país sombrío y confortable, el útero. y si no, ¿no es exactamente nuestra oreja como el vientre materno conteniendo el feto?
apuesto por ejemplo a que orejas afiladas y enfiladas hacia arriba desencadenan en seres igual de afilados, intelectualmente hablando y hasta traviesos como aquellos antiguos elfos, dioses menores que vivían en los bosques. apuesto igualmente que serían igual de desconfiados que estos seres diminutos. y que aquellas orejas más redondeadas, serían más de seres sociables, más afables, pues lo redondo siempre es afable ya que no tiene vértices ni esquinas ni espinas.
en definitiva, que tenemos la inmensa suerte de disponer de una instantánea gradual y descubierta al mundo -como descubiertos están los genitales de los animales-, de cómo éramos cuando no éramos.
dime qué oreja tienes y te diré qué feto fuiste
sábado, 23 de octubre de 2010
un buitre en libertad
no sé porqué pero el nombre de bárbara butragueño me trae en ese mismo tren, en ese vagón oscuro, la imagen de un buitre negro. me trae a la memoria a una cría de buitre negro. puede que sea la cadencia de su nombre butragueño que casi casi marida con buitre negro o carroñero, y eso es bárbara para mí. un buitre negro que merodea y se revuelve hacia sus adentros. hacia mis adentros. hacia la carroña. dulcemente hacia ese lado. que escribe a esa carne corrompida que rezuma de nuestra piel primera…. a esa carne putrefacta que somos al fin y al cabo los presentes los ausentes. o puede que me recuerde a un buitre sencillamente porque su poderoso y prodigioso pico me rasgó ayer los tendones-
ayer mis oídos, que no me pertenecían, escucharon una tira de poemas que me tiró al suelo. partida y sin fuerza. me dejó indefensa. la voz de bárbara tiró de mí como el carro es tirado por una pareja de bueyes ancianos. tiró de esos tendones con toda la voluntad que ponía en su voz, con su inocente nervio tensando mis músculos.
casta ella pero lince al fin, esdrújulamente ingeniosa, maliciosamente inocua otras, espontáneamente experimentada, infantilmente hábil y por otro lado llena de otredad, eso es bárbara para mí, un buitre negro en libertad que sobrevoló ayer nuestras cabezas en libertad 8.
el antecesor en esa silla eléctrica preparada para una ejecución de poemas fue batania, que canturreó unas palabras que una hubiera querido no terminaran nunca, pero que al llegar a su fin nos permitió subir a esa misma silla a bárbara. y como si fuera realmente una silla eléctrica, bárbara, tintineando y tintineante nos abordó a todos con su poética.
lo que me gustó
-que sus poemas son traidores sin ella saberlo, porque entran en ti como si fuera una granada inocua que sabes que explotará una vez se acomode en tus órganos
-su naturalidad que nos recuerda que la inocencia existe y no siempre se mimetiza en un niño
-la manera en la que hundía los ejes de su mandíbula en un vaso de diámetro enorme a sus manos, con el único fin de enterrarse dentro. de ahogar lo recién dicho. de desdecirse huyendo. como si beber de ese vaso asido por ambas manos le refugiara del mundo como se refugia el feto alimentado en la placenta.
-la concentración y el tiempo que dedicaba a cada despunte de poema. a cada amanecer en su boca.
-conseguir que no aplaudiera tanto como mis palmas hubieran querido, porque el ensimismamiento en el que me encontraba me dejó sin cara ni cuerpo ni manos. siendo sólo oídos.
-la manera de mirar batania a bárbara. azulejo en el que se refleja a él mismo a través de ella. la manera de escucharla y de escrutarla, no sólo en su presentación sino entrados en materia.
-la materia de la que está hecha bárbara, este pequeño buitre, poético cóndor, rapaz con garras que nos secuestra cuando nos enseña sus medidas.
-la medida del aire. el ritual inconsciente de medir con las manos, como si fuera invidente, los márgenes de la página que sujetaba. como si tuviera que tomar constancia y conciencia de aquello a lo que se enfrentaba. de medir mentalmente palabras, versos enteros antes de descargarlo en sonido. como si tras esa medida con el cartabón de sus ojos y sus manos, tuviera una sola oportunidad para coger aire, el aire suficiente para descargar con toda detención el poema que rezaba la página. como si tuviera que medir los límites de la página para que sus ojos no se despeñaran una vez llegado al precipicio del vacío, de la última palabra que tocaba el margen. acotar sus ojos.
bárbara, me confieso fiel lectora. ávida de la carne que tiene la palabra palabra, porque la deshuesas, le arrancas la carne que le rodea dejando el hueso, como el buitre despluma a su presa, yaciendo en el desierto el esqueleto solitario de tu poema. bendita digestión porque aún me duras….
no tengo fotos porque no tuve manos pero os dejo un poema de bárbara bárbaro -el nombre le va como anillo al dedo- quise decir, la anilla a la garra.
con él me quedo
artífice sucia mentirosa la vida
y este miedo al aire como si vivir fuera sobreexponerse
una temeridad un ser el blanco el muerto tieso en la camilla no
la potencia de ser muerto sin serlo ese segundo de casi muerte más doloroso
como si mi cuerpo dátil en la casa útero
mi cuerpo dátil pequeño se arriesgara constantemente a la vida
un salir al aire a la muerte a la orfandad
en este mundo de lobos donde los otros tan otros siempre
*descubro ahora que no hablo de la poética de bárbara. hablo del buitre.
ayer mis oídos, que no me pertenecían, escucharon una tira de poemas que me tiró al suelo. partida y sin fuerza. me dejó indefensa. la voz de bárbara tiró de mí como el carro es tirado por una pareja de bueyes ancianos. tiró de esos tendones con toda la voluntad que ponía en su voz, con su inocente nervio tensando mis músculos.
casta ella pero lince al fin, esdrújulamente ingeniosa, maliciosamente inocua otras, espontáneamente experimentada, infantilmente hábil y por otro lado llena de otredad, eso es bárbara para mí, un buitre negro en libertad que sobrevoló ayer nuestras cabezas en libertad 8.
el antecesor en esa silla eléctrica preparada para una ejecución de poemas fue batania, que canturreó unas palabras que una hubiera querido no terminaran nunca, pero que al llegar a su fin nos permitió subir a esa misma silla a bárbara. y como si fuera realmente una silla eléctrica, bárbara, tintineando y tintineante nos abordó a todos con su poética.
lo que me gustó
-que sus poemas son traidores sin ella saberlo, porque entran en ti como si fuera una granada inocua que sabes que explotará una vez se acomode en tus órganos
-su naturalidad que nos recuerda que la inocencia existe y no siempre se mimetiza en un niño
-la manera en la que hundía los ejes de su mandíbula en un vaso de diámetro enorme a sus manos, con el único fin de enterrarse dentro. de ahogar lo recién dicho. de desdecirse huyendo. como si beber de ese vaso asido por ambas manos le refugiara del mundo como se refugia el feto alimentado en la placenta.
-la concentración y el tiempo que dedicaba a cada despunte de poema. a cada amanecer en su boca.
-conseguir que no aplaudiera tanto como mis palmas hubieran querido, porque el ensimismamiento en el que me encontraba me dejó sin cara ni cuerpo ni manos. siendo sólo oídos.
-la manera de mirar batania a bárbara. azulejo en el que se refleja a él mismo a través de ella. la manera de escucharla y de escrutarla, no sólo en su presentación sino entrados en materia.
-la materia de la que está hecha bárbara, este pequeño buitre, poético cóndor, rapaz con garras que nos secuestra cuando nos enseña sus medidas.
-la medida del aire. el ritual inconsciente de medir con las manos, como si fuera invidente, los márgenes de la página que sujetaba. como si tuviera que tomar constancia y conciencia de aquello a lo que se enfrentaba. de medir mentalmente palabras, versos enteros antes de descargarlo en sonido. como si tras esa medida con el cartabón de sus ojos y sus manos, tuviera una sola oportunidad para coger aire, el aire suficiente para descargar con toda detención el poema que rezaba la página. como si tuviera que medir los límites de la página para que sus ojos no se despeñaran una vez llegado al precipicio del vacío, de la última palabra que tocaba el margen. acotar sus ojos.
bárbara, me confieso fiel lectora. ávida de la carne que tiene la palabra palabra, porque la deshuesas, le arrancas la carne que le rodea dejando el hueso, como el buitre despluma a su presa, yaciendo en el desierto el esqueleto solitario de tu poema. bendita digestión porque aún me duras….
no tengo fotos porque no tuve manos pero os dejo un poema de bárbara bárbaro -el nombre le va como anillo al dedo- quise decir, la anilla a la garra.
con él me quedo
artífice sucia mentirosa la vida
y este miedo al aire como si vivir fuera sobreexponerse
una temeridad un ser el blanco el muerto tieso en la camilla no
la potencia de ser muerto sin serlo ese segundo de casi muerte más doloroso
como si mi cuerpo dátil en la casa útero
mi cuerpo dátil pequeño se arriesgara constantemente a la vida
un salir al aire a la muerte a la orfandad
en este mundo de lobos donde los otros tan otros siempre
*descubro ahora que no hablo de la poética de bárbara. hablo del buitre.
jueves, 14 de octubre de 2010
re-sonancia magnética
escucho la sinfonía 2 resurrección de mahler, magnéticamente. no importa qué número de sinfonía sea, puede ser cualquier otra, o puedo que sí que importe y sea justo ésta la que necesito para silenciarlo todo. en definitiva, que lo que importa es que la escucho a todo volumen con unos cascos que atan mi cabeza y sus ideas, supongo que por miedo a escucharme a mí misma. y sobre todo, sobre todo, por miedo a escuchar lo que los otros quieren decirme. por eso temo bajar el volumen y acabar escuchado en un despiste el eco de todo esto que me digo y me dicen, esa resonancia que tanto me niego a escuchar. qué magnético es el sonido.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Inter View ( Feat. Heartmill )
uf!!!!!!!!! no sé por qué pero me recuerda algún diálogo de alguna ópera de Alban Berg... ¿Lulú? ¿Woyzzeck? esa contemporánea y a veces atonal mezcla de voces entrelazadas y música.... ¿o puede que al Pierrot Lunaire de Schöenberg?
sábado, 4 de septiembre de 2010
this bitter earth
...no me canso de escuchar esta canción.
This bitter earth
Well, what fruit it bears
What good is love
mmmm that no one shares
And if my life is like the dust
oooh that hides the glow of a rose
What good am I
Heaven only knows
Lord, this bitter earth
Yes, can be so cold
Today youre young
Too soon, youre old
But while a voice within me cries
Im sure someone may answer my call
And this bitter earth
Ooooo may not
Oh be so bitter after all
versión sola de Dinah Washington
versión de Dinah Washington y Max Richter
This bitter earth
Well, what fruit it bears
What good is love
mmmm that no one shares
And if my life is like the dust
oooh that hides the glow of a rose
What good am I
Heaven only knows
Lord, this bitter earth
Yes, can be so cold
Today youre young
Too soon, youre old
But while a voice within me cries
Im sure someone may answer my call
And this bitter earth
Ooooo may not
Oh be so bitter after all
versión sola de Dinah Washington
versión de Dinah Washington y Max Richter
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