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05 noviembre 2019

Tesis, antítesis y síntesis en Catalunya


Hoy, después de veinte días de la sentencia del ‘Procés’, seguimos como antaño, sin solución a la vista. Eso sí, con un veredicto injusto y exagerado que ha provocado un estallido social en Cataluña, pacífico en su mayoría pero con conatos violentos de primer nivel.

Y es que parece que todo el mundo –me refiero a los políticos responsables-- habla de Cataluña pero poco se hace por tratar de solucionar un conflicto que se va inquinando y parece no tener un fin razonable.

Recordemos para empezar que los independentistas, según sondeos, han pasado --durante el ‘reinado pepero’ de Rajoy--, en siete años, del 25% a casi el 50%. Lo cual se define por sí solo.

Hoy nos encontramos con políticos en la cárcel de tres a trece años condenados por sedición y desobediencia, lo que ha sido la culminación de una verdadera venganza. Porque si exagerado es el precio que tiene que pagar Oriol Junqueras, que alguien me diga si es justo que dos activistas como los Jordi, sin otro delito que manifestarse y subirse y destrozar un coche de la Guardia Civil, hayan sido castigados con nueve años de prisión.

Una vez que hemos llegado hasta aquí, por errores de unos y otros, lo que hay que buscar es una solución política (nunca debió de salir este conflicto de la política) y encontrar, mediante el diálogo una solución pactada entre los actores. Y dejarnos de más represión, que de nada ha servido y que sigue siendo el caldo de cultivo de Casado –quién mandaría a las fuerzas armadas si fuera preciso--, de Rivera –que se ha abrazado al 155 y pretende hacer de juez y parte, y detener a Torra-- y de Abascal –quién si le dejaran, fusilaría a los independentistas sin el menor reparo--.

Hemos llegado a una situación irreversible, pero de la que hay que salir lo mejor posible. Desde luego, nada favorece la violencia de algunos independentistas, ni la defensa que de ellos hacen algunos políticos como el mismo Torra. Como tampoco sirven las medidas deseadas por los líderes de la derecha española, que sólo piensan en la represión y a los que el diálogo les parece una rendición, algo que no tiene sentido, salvo que pretendan encarcelar a los millones de independentistas que existen.

Hay que sentarse a dialogar, lo antes posible. Dejémonos de tacticismos electorales. El PSOE, si forma gobierno. debe abrir una mesa entre las dos partes. Bien es verdad que la situación hoy no lo hace fácil. En primer lugar, porque el gobierno de España es provisional hasta no sabemos cuándo. Y, desde luego, porque Torra no parece un interlocutor válido cuando es discutido por muchos de su propia gente y no es capaz de pedir que pare la violencia.

Pero no se debe esperar más. Cada parte debe hacer su trabajo. Torra debe pedir el fin de la violencia y Sánchez dejarse de excusas. Se trata de un proceso largo que hay que empezar ya. Y que nadie juegue con este asunto, porque la derecha y también el PSOE, dicen no sentarse porque la petición de los independentistas es la independencia. Craso error. Todos los colectivos enfrentados se sientan a hablar, se empieza con posiciones de máximo para ir cediendo por ambas partes hasta conseguir un acuerdo, donde las dos posiciones de partida han quedado fuera de juego y se ha obtenido una solución intermedia.

Recordemos una de las grandes contribución de Hegel: Tesis, antítesis y síntesis. Se empieza en un afluente distinto para llegar al mismo río. Es difícil, seguro, pero es el único camino. Eso es lo que ha de ocurrir en Cataluña. Y démonos prisa porque este proceso está provocando la inquina y el odio entre catalanes, y también entre ciudadanos españoles, y eso puede ser una bomba de relojería.
Basta ya de tratar de sacar jugos electorales al conflicto y siéntense tirios y troyanos para arreglar la cuestión. No vaya a ser que pronto sea demasiado tarde.

Salud y República

09 noviembre 2017

La jueza Carmen Lamela recibe su tercer premio por su pasión pepera, en un año

Ya lo entendíamos, pero ahora ha quedado totalmente al descubierto. Esta jueza que primero encarceló a los Jordis, y luego a una parte del govern català es una luz que guía los pasos del PP por la Audiencia Nacional. Y es que es muy agradecida, y el PP la premia por su apoyo y afección a Rajoy y los suyos.

El fiscal reprobado Maza, que ha sido el gran impulsor de las peticiones de cárcel para todo lo que no se escudara bajo el nacionalismo español, ha encontrado su aliada en la jueza de la Audiencia Nacional y juntos han llevado a cabo la operación más sucia que se recuerda.

Y a cada cual su premio. El fiscal que debió ser cesado y fue reprobado por el Parlamento Español ha encontrado su mayor aliada anti-independentista en una jueza que ha sido galardonada –las condecoraciones llevan asignadas una prestación económica— en dos ocasiones, en el último año: en octubre de 2016, le otorgaron la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil”, siendo ministro Jorge Fernández Díaz (ministro reprobado), y la medalla al Mérito Policial en septiembre de este año se la otorgó el Ministro del Interior, Juan Igancio Zoido (otro ministro reprobado).

Pero la cosa no se queda ahí, la jueza Lamela que ocupaba el cargo provisionalmente, acaba de ser nombrada, entre varios candidatos, jueza titular con plaza fija en la Audiencia Nacional. Otro premio, y van tres en poco más de un año, que el gobierno pepero concede a su fiel aliada. En esta ocasión, ha sido propuesta por el ministro de Justicia, Rafael Català (curiosamente, otro ministro reprobado)

Los dos, con sus servicios prestados, no desde luego a este país, al que con sus decisiones están obstaculizando la solución con Cataluña, sino al Partido Popular, al que sirven con un vasallaje indigno de un fiscal, aunque sea nombrado por el gobierno y menos de una jueza de la Audiencia Nacional salvo que…


Todo esto no ha hecho sino calentar el ambiente con una decisión injusta, como es la de dictar prisión preventiva a los Jordis y a ocho componentes del gobierno catalán. Todo el mundo, pensaba hasta hace un mes que la prisión preventiva es una medida muy extrema, por lo que significa encarcelar a personas antes de ser condenados en firme. Y así trataron de explicarlo las élites políticas, muchas de las que se llaman constitucionalistas hoy, para defender que, por ejemplo y entre otros, no estuvieran en la cárcel Urdangarín y Rato. Pero claro, ha vuelto a funcionar la ley del embudo.

Ayer huelga. Todos estos días manifestaciones y concentraciones continuas en Cataluña y un puñado más de independentistas que se convierten con fervor al ver lo que hay al otro lado del espejo.

Basta ya de un gobierno que no respeta la separación de poderes, basta ya de un gobierno que se apoya en un partido acusado de corrupción y de ganar dopado las elecciones. Basta ya de utilizar la represión y el miedo. Basta ya de soportar a un partido que trata de solucionar judicialmente los problemas políticos.

Por cierto, no quisiera dejar de señalar la incoherente actitud de un partido que se llama de izquierdas, como el PSOE, y que de la mano de la derecha (el PP) y de la extrema derecha (Ciudadanos) ha ayudado a aplicar el 155 y no es capaz de pedir estas excarcelaciones injustas.

¡¡LIBERTAD PARA LOS JORDIS Y EL GOVERN CATALÀ!!


Salud y República

03 noviembre 2017

Un fiscal reprobado y una jueza condecorada azuzan el fuego contra Cataluña

Tenía intención de escribir algo al margen de Cataluña, pero las decisiones judiciales que tomó ayer la jueza Lamela –me refiero a la prisión provisional del gobierno catalán-- , instigada por el Fiscal General me hacen imprescindible que vuelva al Procès y comente algunas consideraciones que me parecen de primer orden.

Parecía que con la convocatoria de elecciones catalanas, se había calmado un poco la situación hasta que de nuevo, otra decisión errónea –probablemente calculado, no creo que el PP y sus adláteres judiciales sean tan estúpidos— ha hecho saltar la aparente tranquilidad por los aires y ha convulsionado de nuevo a la sociedad catalana.

Hablo naturalmente de la prisión preventiva que la jueza Lamela ha dictado contra ocho de los miembros del último gobierno catalán, ante la acusación de rebelión y sedición –ambas figuras discutidas por miembros importantes de la Judicatura-- y  que ha promulgado el Fiscal General Maza.

El Fiscal General del Estado que fue reprobado por el parlamento y que sigue al servicio de su amo, Mariano Rajoy, ha insistido en su actuación vengativa, impropia y vergonzosa. Y el testigo de su acusación lo ha continuado con placer inusual la jueza Carmen Lamela, curiosamente condecorada por el gobierno Rajoy y que a sus dos galardones –al mérito de la Guardia Civil y al merito Policial--, está claro que quiere unir otra, que bien podría ser al mérito de la “Unidad Nacional” o bien al de “Manolo Escobar” o, por qué no al mérito de “A por ellos”..

El Fiscal General debería haber dimitido hace meses por los affaires que terminaron con su reprobación parlamentaria, pero ahí sigue haciendo de las suyas y siguiendo al capo Rajoy con mandatos políticos de dureza y exterminio contra el enemigo. Y la jueza Lamela, que pudiendo haber dado más tiempo para que se pudieran defender los imputados --sólo les ha dejado horas para leer su acusación, lo que ha provocado su indefensión--, sigue sin duda con deleite el guión pepero del “a-por-ellos” hasta la extenuación.

Error tras error hasta la humillación total. Y todo ello sin darse cuenta de que siguen creando más independentistas con sus actuaciones vengativas. Ahora ponen la excusa de que se ha privado de libertad a los ochos miembros del gobierno porque podrían seguir el ejemplo de Puigdemont e irse fuera de España. Que no nos engañen. ¿Acaso se daba algún motivo para que se condenara a los Jordi a prisión preventiva? ¿Iban a huir cuando tienen a sus familias aquí y son simplemente unas cabezas sustituibles de unas asociaciones civiles? ¿Acaso iban a hacer desaparecer pruebas? Fue simplemente otro afán de venganza y humillación con pretensión de que fuera tomado como una medida ejemplar para otros colectivos.

Yo, que no soy independentista, no puedo estar de acuerdo con que se decida –para más inri, sin ser juzgados, como si fueran peligrosos delincuentes— la encarcelación de un gobierno por haber facilitado votar a los ciudadanos y haber declarado una república que tenía las horas contadas.

La operación obedece a un plan establecido de antemano. Todo está escrito y bien escrito, el triángulo Gobierno Rajoy, Fiscal General y Judicatura actúa siguiendo ese plan. No hay nada más que ver las prisas que se han dado, algo inédito en nuestra lentísima justicia, basta ver otros casos.

Que nadie se llame a engaños si esto termina como el rosario de la aurora. Cuando al fuego se echa, constantemente gasolina, el final es predecible. Hoy que se debería estar pensando en que hay unas elecciones cuyos resultados todo el mundo dice que apenas cambiaran, se tendría que estar pensando en el diálogo de verdad, salvo que queramos que después de todas estas barrabasadas y alguna mas que caiga, el dia 22 de diciembre, empecemos a vivir de nuevo el día de la marmota.

Evocando a Martin Niemöller y dedicado a mis amigos socialistas:

Cuando los peperos vinieron a por los desahuciados:
guardé silencio, porque yo tenía casa
Cuando dejaron de subvencionar a los dependientes:
me callé, porque yo no lo era
Cuando nos robaron el dinero para dárselo a los bancos:
me hice el tonto, porque no tocaron mis cuentas
Cuando quitaron subvenciones a los parados:
no protesté, tenía empleo
Cuando dejaron casi congeladas las pensiones:
no dije ni pío, todavía no me tocaba
Cuando injuriaron e insultaron a los rojos y comunistas:
opté por el silencio, yo era socialista
Cuando atacaron a los independentistas:
no hice ni caso, yo no lo soy
Cuando finalmente vinieron a por mí:
no quedaba nadie que pudiera protestar

Salud y República