La taberna además de tener una decoración preciosa, cuenta con el 95% de la carta apta para celíacos. Para freír los pescados utilizan una harina mezcla de garbanzos y maíz y el pan lo traen de la panadería “La Orquídea”. 
Uno de los cocineros, Francisco Heredia, tiene un hijo de 8 años celíaco, por lo que es muy consciente de este problema y de ahí que haya cuidado especialmente este aspecto de la carta.
La Taberna Cabildo está situada en la plaza del Cabildo esquina con Ramón y Cajal. El teléfono es el 956360319 y abre todos los días en horario de almuerzos y cenas. Si vais por estas tierras, pasaros por la taberna, porque realmente merece la pena.
Es una pollería o sea que no esperéis encontrar grandes cosas en su carta, aquí se viene a comer pollo.
Antes de sentarnos, preguntamos a uno de los responsable del local si había alguna cosa que pudiera comer nuestro hijo celiaco y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que tenían tres freidoras y que una de ellas la dedicaban solamente a hacer comida para celiacos!!!!!!! Con esto nos quedo claro que conocían la contaminación cruzada y nos sentamos tranquilos a decidir que pedir.
Al final nos decantamos por algo realmente sencillo, cinta de lomo y patas, pero creo que hay muchas cosas ricas en su carta que se pueden pedir sin problema.
Íbamos con pensión completa o sea que antes de ir nos pusimos en contacto con ellos y Ana, una persona encantadora, nos puso toda clase de facilidades para que pudieramos olvidarnos de las comidas y así poder disfrutar al máximo de este maravilloso lugar.
No disponen de un menu especifico sin gluten pero Ana se ofreció a mandarnos el menú que el albergue daba ese fin de semana y adaptarlo al mundo "sin". Estuvimos viendo entre las dos cada plato, los ingrediente que llevaba y como podíamos adaptarlo para que nuestro hijo no tuviera ningún problema y pudiera comer lo mismo que sus amigos.
Todo esto gracias a dos personas encantadoras que conocían perfectamente el problema. Meri, una de las responsables del puesto, nos comento que había trabajado durante mucho tiempo como educadora y fue entonces cuando conoció en profundidad el problema. Nos comento lo complicado que es hacer repostería para llevar a las ferias, tienen que ser tartas que no se chafen en el transporte, que se mantengan bien sin refrigeración, que no se resequen al corte….y aun así, allí estaban las tartas, trufas, yemas y mazapanes sin gluten. 
Estuvimos el fin de semana y ya cuando entramos y nos sentaron lo primero que nos preguntaron antes de tomar nota de lo que queríamos, nos preguntaron si íbamos a querer pan sin gluten, les comentamos que sí y al ratito ya teníamos en la mesa un pan sin gluten calentito.
Como siempre, antes de ir llamamos por teléfono para informarnos sobre lo que podía comer nuestro hijo. La verdad es que no conocían mucho la enfermedad ni todo el tema de la contaminación pero para eso estamos nosotros, no?
Estuve hablando bastante rato con la cocinera, sobre todo para que entendiera todo el tema de la contaminación y cerrando un menú para el niño.
Antes de ir me puse en contacto con ellos. Me comentaron que mi hijo podría comer los asados (cordero y/o cochinillo) sin problema ya que solo les ponían sal y aceite de oliva y que además si el niño quería, podían hacerle patatas fritas en aceite limpio. De primero podiamos elegir entre una crema de verduras o un consomé. Me dijeron que ellos no tenían fideos sin gluten, pero que si los llevaba yo me podían hacer con el caldo (carne de ternera y verduras) una sopa para el niño sin problema.
Un sitio maravilloso, si vais a Sigüenza (Guadalajara) no dudéis en ir.
Cuando sales a comer puedes encontrarte con varias situaciones:
Hasta ahora siempre he pensado (supongo que vosotros también) que esta ultima opción era la peor que te podías encontrar, no? Pues no, “alguien vendrá que bueno te hará”.
Este fin de semana fuimos con unos amigos a comer paella a un restaurante, yo muy previsora la tarde anterior llame al restaurante para informarme de si la paella la podía comer mi hijo. Pregunte si llevaba algún tipo de pastilla de caldo, pregunte por el caldo, pregunte por el colorante, si llevaba tomate frito…etc., a todas estas preguntas la persona que me atendió me dijo que no llevaba nada artificial, que todo lo hacían casero y que por supuesto mi hijo podría comer la paella sin ningún problema, incluso me dijeron que ya habían ido otras personas celiacas y no habían tenido ningún problema. Imaginaros mi felicidad, mi hijo iba a poder comer lo mismo que todos.
Una vez en el restaurante ya sentados esperando a que nos trajeran la paella no se porque me dio por ir a preguntar otra vez, cual es mi sorpresa cuando me dicen que no la puede comer, que ellos echan siempre pastillas de caldo a la paella y el colorante que usan no es apto para celiacos. Imaginaros mi indignación, no entendía nada ¿Por qué me habían mentido?
Bueno pues aquí no acaba la cosa. Después pedirles explicaciones les pido que por favor le hagan un arroz blanco y les intento explicar que tengan cuidado con la contaminación y con no echar ningún tipo de caldo ni pastilla. Bueno pues al día siguiente mi hijo se lo paso en el baño con mucho dolor de tripita... :-(
Marisquería lopez ferrero, Alcobendas, Madrid
