Un joven inglés, que resultó ser Newton, se habría encontrado meditando en un anochecer debajo de uno de estos árboles frutales. Así, sumergido en sus cavilaciones, habría estado tratando de comprender y dilucidar ciertas leyes físicas universales, que luego serían nada más y nada menos que parte de una “nueva revolución científica”.
Una manzana que habría caído al suelo, habría sido su luz: gracias a ella, se habría dado cuenta de que existe una fuerza única de la tierra que atrae hacia sí todos los objetos. La manzana habría caído al suelo por esa misma fuerza, precisamente.
Una manzana que habría caído al suelo, habría sido su luz: gracias a ella, se habría dado cuenta de que existe una fuerza única de la tierra que atrae hacia sí todos los objetos. La manzana habría caído al suelo por esa misma fuerza, precisamente.