Mostrando entradas con la etiqueta PAPA FRANCISCO EN IRLANDA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PAPA FRANCISCO EN IRLANDA. Mostrar todas las entradas

lunes, 27 de agosto de 2018

RUEDA DE PRENSA DEL PAPA FRANCISCO EN EL VUELO DE REGRESO DE IRLANDA


Rueda de prensa del Papa Francisco en el vuelo de regreso de Irlanda
Redacción ACI Prensa
 Foto: Hannah Brockhaus (ACI Prensa)





Este domingo el Papa Francisco dio una conferencia de prensa en el avión que lo llevó de regreso a Roma, luego de haber visitado Irlanda para participar en el Encuentro Mundial de las Familias.

A continuación el texto completo:

Greg Burke:

Buenas noches Santo Padre, gracias por este tiempo que nos dedica después de dos jornadas muy intensas. Ciertamente hubo momentos muy difíciles como el caso de los abusos, pero también momentos muy bellos, la Fiesta de las Familias, los testimonios, el encuentro con las parejas de jóvenes, y también la visita a los capuccinos que ayudan a los pobres. Podemos pasar la palabra a los periodistas y comenzar con los irlandeses.

Papa Francisco:

Agradezco porque si yo me he cansado, pienso en ustedes que tienen trabajo, trabajo, trabajo. Agradezco mucho su esfuerzo.

Tony Connely Radio Televisión Irlandesa:

Su Santidad, usted habló el sábado sobre la reunión que tuvo con la ministra para los niños. Usted habló de lo emocionado que estuvo por lo que ella dijo sobre los hogares Madres e Hijos. ¿Qué dijo ella exactamente? ¿Le sorprendió porque era la primera vez que usted oía hablar de estas casas?

Papa Francisco:

La ministra me ha dicho primero una cosa que no era tanto sobre madres e hijos. Me dijo brevemente "Santo Padre, hemos encontrado fosas comunes de niños, niños enterrados. Estamos investigando. La Iglesia tiene algo que ver en esto", pero lo ha dicho con mucha educación y la verdad con mucho respeto. Le agradecí a tal punto que esto me ha tocado el corazón, y por eso quise repetirlo en el discurso...y no era en el aeropuerto, me he equivocado, era del presidente, en el aeropuerto estaba otra señora ministra y me he equivocado ahí. Pero ella me ha dicho "después le enviaré un memo". Me ha enviado el memo. No he podido leerlo. He visto que era un memo. Pero fue muy equilibrada en decirme "hay un problema, todavía no ha terminado la investigación" pero ha hecho sentir que la Iglesia tenía algo que ver. Para mí este fue un ejemplo de colaboración constructiva, también de –no quiero decir la palabra protesta-, sino de lamento. De lamento por aquello que en un tiempo quizás la Iglesia había ayudado. Esa señora era de una dignidad que me ha tocado el corazón. Y ahora tengo el memo ahí y lo estudiaré cuando llegue a casa.

Patrick Agnew, Sunday Independent:

Santo Padre, gracias y buenas noches. Ayer Marie Collins, la víctima Marie Collins que conoce bien, dijo que usted no está a favor de nuevos tribunales de investigación vaticana sobre los problemas de abusos, nuevas investigaciones sobre el problema de los abusos sexuales, y en particular sobre un tribunal para que investigue a los obispos, la responsabilidad del obispo. ¿Por qué considera que esto no sea necesario?

Papa Francisco:

No, no es así, Marie Collins está un poco fijada en la idea de que salió, yo estimo mucho a Marie Collins, de las veces que la llamamos al Vaticano para que dé conferencias. Ella está fijada sobre la idea de aquel escrito (motu proprio Madre amorevole del 2016) “Madre Amorosa”, en el cual se decía que para juzgar a los obispos sería bueno o se haría un tribunal especial. Después se ha visto que esto no era viable y también que no era conveniente por las diversas culturas de los obispos que deben ser juzgados. Se toma la recomendación de “Madre Amorosa” y se forma el jurado para cada obispo, pero no es lo mismo. Este obispo es juzgado y el Papa hace un jurado que sea muy capaz para tomar ese caso. Es una cosa que funciona mejor, y también porque no todos los obispos, un grupo de obispos, dejar la diócesis no es posible. Así los tribunales, los jurados, cambian. Y así habíamos hecho hasta ahora. Fueron juzgados varios obispos.

Lo último fue lo de Guam. El Arzobispo de Guam que ha apelado. He decidido, porque es un caso muy, muy difícil, de usar un privilegio que tengo, de tomar yo la apelación y no mandarlo al consejo de apelaciones que hace el trabajo con todos los sacerdotes. Lo he tomado yo, he creado una comisión de canonistas para que me ayuden y me han dicho que cuando retorne, en un mes máximo estará lista la recomendación para que yo dé el fallo. Es un caso complicado de una parte, pero no difícil, porque las evidencias son clarísimas. Hablando de las evidencias, son claras. Pero no puedo prejuzgar. Espero el informe y luego fallaré. Digo que las evidencias son claras porque son estas evidencias las que han llevado al primer tribunal a dar la condena. Este ha sido el último caso. Ahora hay otro en curso. Veamos cómo terminará. Pero que quede claro, le he dicho a Marie, el espíritu y la recomendación de “Como una madre amorosa” se hace. Un obispo va juzgado por un tribunal, pero no es siempre el mismo tribunal porque no es posible. Ella no ha entendido bien eso, pero cuando la vea porque ella viene a veces al Vaticano, la llamaremos, y le explicaré más claro. Yo la quiero mucho.

Stefania Falasca, Avvenire:

Usted ha dicho también hoy que es siempre un reto acoger al inmigrante y al extranjero. Justo ayer se ha resuelto un caso doloroso, de la nave Diciotti. Está su mano detrás de esta solución, ¿está involucrado?


Papa Francisco:

Aquello de acoger a los inmigrantes es una cosa tan vieja como la Biblia. En el Deuteronomio, en los mandamientos, Dios manda esto de acoger a los inmigrantes, al extranjero. Cosa vieja, que está en el espíritu de la revelación pero también en el espíritu del Cristianismo. Es un principio moral. Luego, sobre esto he hablado, luego he visto que debía explicar un poco más porque no es un acoger a la “bella estrella”, ¡no! Es un acoger razonable. Pero esto va en toda Europa, y ¿cuándo me he dado cuenta de cómo deber ser este comportamiento razonable? Cuando el atentado de Zaventem que los chicos, los guerrilleros que han cometido el atentado de Zaventem eran belgas, hijos de emigrantes, no integrados, ¡sino en guetos!  

Es decir, fueron recibidos por los países y dejados ahí, y han hecho un gueto, no fueron integrados. Por esto he subrayado esto, importante. Luego he recordado cuando fui a Suecia, y la Franca (Giansoldati, Vaticanista de Il Messaggero, nota del editor) en un artículo ha hecho mención de esto, de cómo expliqué este pensamiento, y cuando fui a Suecia, lo sabía, hablé sobre la integración, cómo era, porque lo sabía, porque durante la dictadura en Argentina, de 1976 a 1983, tantos, tantos argentinos y también uruguayos huyeron a Suecia y el gobierno los recibía, les hacía estudiar el idioma, les daba trabajo y los integraba.

Esta es una anécdota interesante, la señora ministra que vino a recibirme al aeropuerto de Lund, era hija de una sueca y de un migrante africano. Pero este migrante africano fue integrado a tal punto que la hija se convirtió en ministra del país. Suecia es un modelo…pero en aquel momento Suecia empezaba a tener dificultades, no porque no tuviese buena voluntad para esto, sino porque no tenía la posibilidad de la integración. Este fue el motivo por el cual Suecia se paró un poco. Después de este paso de integración. Y después he hablado aquí en una conferencia de prensa entre ustedes de la virtud de la prudencia, que es la virtud del gobernante.

Hablé de la prudencia de los pueblos, sobre el número o sobre las posibilidades. Un pueblo que puede recibir pero no tiene la posibilidad de integrar, mejor no recibir. Ahí está el problema de la prudencia. Y creo que esta es la médula del diálogo hoy en la Unión Europea…se debe continuar el diálogo, las soluciones se encontrarán.

¿Qué sucedió con la (nave de inmigrantes) Diciotti? Yo no metí la mano ahí, quien hizo el trabajo con el ministro del Interior fue el P. Aldo (Bonaiuti, nota del editor), el gran P. Aldo que continúa la obra de don Benzi, que los italianos conocen bien, que trabajan en el liberación de las prostitutas, aquellas que son explotadas. También entró la Conferencia Episcopal Italiana. El Cardenal Bassetti que estaba aquí, pero al teléfono, guiaba todo el trámite y uno de sus subsecretarios, P. Maffeis negociaba con el ministro. Y creo que entro Albania, tuvo un número Albania, Irlanda, y Montenegro, creo que no…no estoy seguro. Los demás los ha tomado la Conferencia, pero no sé si bajo el paraguas del Vaticano o no, no sé cómo se negoció, y van a Mondo Migliore a Rocca di Papa, serán acogidos ahí. El número creo que es más de 100 y ahí comenzarán a aprender el idioma y a hacer el trabajo que se hizo con los inmigrantes integrados. Tuve una experiencia para mí muy gratificante cuando fui a (la universidad) Roma Tre, estaban los estudiantes que querían hacerme preguntas, y vi a una estudiante que “esta cara la conozco”, y era una que vino conmigo, entre los 13 que traje de Lesbos. Y aquella muchacha estaba en la universidad, porque san Egidio, al día siguiente, a la escuela, a estudiar. La ha integrado al nivel universitario. Este es el trabajo con los migrantes. Está la apertura del corazón para todos, sufrir, después la integración como condición para acoger y además la prudencia de los gobernantes para hacer esto. Yo he visto en un film clandestino qué sucede a aquellos que son regresados, que son retomados por los traficantes. Doloroso, las cosas que hacen a los hombres, a las mujeres y a los niños. ¡Fuera! ¡Los venden! Pero a los hombres les hacen las torturas más sofisticadas. Hay alguien que fue capaz, un espía, de hacer este film que he enviado a mis subsecretarios de inmigración.

Por esto, para mandarlos de regreso se debe de pensar bien, bien. Luego, una última cosa: hay migrantes que vienen, pero también están los que vienen engañados a Fiumicino. Vienen engañados y terminan siendo esclavizados. Bajo amenaza de los traficantes de mujeres. Esto.

Anna Matranga, CBS:

Buenas tardes Santo Padre. Volveré al argumento de los abusos del que ya ha hablado, Esta mañana salió un documento del Arzobispo Carlo María Viganó, en el que dice que en el 2013 el conversó personalmente con usted en el Vaticano y que en este coloquio hablaron explícitamente del comportamiento y los abusos sexuales del excardenal McCarrick. Quiero preguntar si esto es cierto. Quiero preguntar además otra cosa. El Arzobispo dijo que el Papa Benedicto había sancionado a McCarrick, que le dijo que no podía vivir en un seminario ni celebrar misas en público ni viajar. Estaba sancionado por la Iglesia. ¿Puedo preguntarle si estas dos cosas son verdaderas?

Papa Francisco:

Una cosa, yo preferiría... yo responderé a su pregunta, pero preferiría que primero habláramos sobre el viaje y luego de los otros temas, me he distraído con Estefania, pero ahora respondo.

He leído esta mañana ese comunicado, lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones. Es un acto de confianza.

Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?

Anna Matranga, CBS:

Marie Collins ha dicho después de encontrarse con usted, que habló directamente con usted sobre el excardenal McCarrick, que usted fue muy duro en su condena a McCarrick. ¿Cuándo fue la primera vez que usted escuchó hablar de los abusos cometidos por el excardenal

Papa Francisco:

Esto es parte del comunicado de McCarrick. Estudien y luego diré. Como yo ayer no he leído me he permitido hablar claro con Marie Collins y el grupo. Ha sido realmente una vergüenza, una cosa que he sufrido mucho. Yo creo que se quería hacer esto, la escucha a estas ocho personas.

De esta reunión ha salido la propuesta, que la he hecho yo pero que ellos la han aceptado y me han ayudado a hacerla, de pedir perdón hoy en la Misa pero sobre cosas concretas. Por ejemplo la última de la que yo nunca había escuchado, estas madres… que se les llamaba la lavandería de las mujeres. Cuando una mujer estaba embarazada y no estaba casada e iba al hospital, o al sitio que no sé cómo se llamaba, escuela, las hermanas le decían algo y luego le daban los niños a la gente en adopción. Había dos hijos de ese tiempo que buscaban a las madres, que estaban vivas, les decían que era pecado mortal  esto.

Por ello he terminado hoy diciendo que esto no es pecado mortal, sino el cuarto mandamiento. Y las cosas que hoy he dicho algunas no las sabía. Ha sido para mí doloroso pero también con el consuelo de poder ayudar a clarificar estas cosas. Espero su comentario sobre el documento, me gustaría, gracias.

Cécile Chambraud, Le Monde:

Buenas tardes Santo Padre. Espero que no le moleste si hago mi pregunta en español y le pido responder en italiano. En su discurso a las autoridades de Irlanda se refirió a su reciente carta al pueblo de Dios en la que llama a todos los católicos a tomar parte en la lucha contra los abusos en la Iglesia. ¿Puede detallarnos lo que los católicos pueden hacer en su lugar para luchar contra los abusos? En este tema, en Francia, un sacerdote ha iniciado una petición para que renuncia el Cardenal Barbarin, acusado por víctimas. ¿Le parece adecuada esta iniciativa o no?

Papa Francisco:

Si hay sospechas o pruebas o medias pruebas no veo nada de malo en hacer una investigación, siempre que se haga sobre el principio jurídico fundamental, nemo malus ni si probetur, ninguno es malo si no se prueba. Muchas veces existe la tentación no solo de hacer la investigación, sino de publicar que se ha hecho la indagación y porque es culpable… y así algunos medios, no el suyo, comienzan a crear un ambiente de culpabilidad. Y yo me permito decir una cosa que ha sucedido en estos tiempos que podrá ayudar a esto porque para mí es importante cómo se procede y cómo los medios pueden ayudar.

Hace tres años, más o menos, se comenzó en Granada el problema de los así llamados sacerdotes pedófilos, un grupo de siete, ocho o diez sacerdotes, acusados de abuso de menores y también de hacer fiestas, orgías, estas cosas.

La acusación la he recibido yo directamente. Una carta escrita por un joven de 23 años, según él fue abusado. Daba el nombre y todo. Era un joven que trabajaba en un colegio religioso de Granada de mucho prestigio. La carta era perfecta y me preguntaba qué hacer para denunciar esto. Yo le dije anda donde el arzobispo y él sabe qué cosa debes hacer. El arzobispo ha hecho todo lo que debía hacer y la cosa llegó a los tribunales civiles y se dieron los dos procesos.

Los medios comenzaron a hablar y tres días después escribieron que “en la parroquia hay tres sacerdotes pedófilos” y cosas por el estilo. Así se ha creado la conciencia de que estos sacerdotes eran criminales: siete fueron interrogados y no se les encontró nada. Con tres siguió la investigación y se quedaron en la cárcel dos por cinco días; y uno, el Padre Román, que era el párroco, se quedó siete días.

Durante casi tres años y más, han sufrido el odio, el rechazo de todo el pueblo… les decían criminales y no podía salir fuera, han sufrido humillación. Se hizo la investigación para comprobar las acusaciones del muchacho, que no me atrevo a reportar aquí.

Luego de tres años la justicia declaró inocentes a los sacerdotes, a todos, pero sobre todo a estos tres. Los otros ya estaban fuera de la causa, y se declaró culpable al denunciante, porque habían visto que ese joven era fantasioso, pero era una persona muy inteligente, que trabajaba en un colegio católico, tenía este prestigio, que daba la impresión de decir la verdad. Fue condenado a pagar los costos… y estos sacerdotes inocentes.


Estos hombres fueron condenados por los medios del lugar antes que por la justicia. Por ello vuestro trabajo es muy delicado. Deben acompañar, deben decir las cosas, pero siempre con esto… la presunción legal de inocencia y no la presunción legal de culpabilidad.

Hay diferencia entre el informador que afirma un hecho, pero que no se juega por una condena propia, y el investigador que funge de Sherlock Holmes, que avanza con la presunción de culpabilidad. Todos hemos leído la técnica de Poirot, en la que todos son culpables, pero esto es el oficio del investigador, pero todos pueden investigar. Son dos posturas diversas, las que informan deben partir siempre de la presunción de inocencia, sin hacer la condena.

Este caso sucedido en Granada es un ejemplo que nos hará bien a todos en vuestro oficio.

Pregunta nuevamente por lo que puede hacer el pueblo de Dios

Papa Francisco:

Cuando se ve algo, hablar rápido. Diré una cosa un poco fea. Muchas veces son los padres quienes cubren el abuso de un sacerdote. Muchas veces. Se ve en las condenas, no creen… Ellos se convencen de que no es verdadero y el muchacho o la muchacha se queda así.

Yo tengo por método recibir o busco recibir a uno o dos por semana. He recibido a una persona, una señora que desde hace 40 años sufría esta llaga de silencio porque los padres no le creyeron. Fue abusada a los ocho años. Hablen, esto es importante. Es cierto que para una madre esto es difícil, pero hablen con las personas indicadas y hablen con los que pueden iniciar un juicio, al menos la investigación previa,

Hablar con el juez, hablar con el obispo, y si el párroco es bueno, hablar con el párroco. Esto es lo primero que puede hacer el pueblo de Dios. Esto no debe cubrirse. Me decía un psiquiatra hace un tiempo – pero quisiera que esto no fuera una ofensa a las mujeres - que por el sentido de la maternidad las mujeres son más propensas a cubrir las cosas del hijo y los hombres, pero no sé si es cierto… hablar.

Javier Romero, Rome Reports:

Santidad, quisiera hacer dos preguntas. La primera es que el primer ministro de Irlanda, que fue muy directo en su discurso, estaba orgulloso de un nuevo modelo de familia diferente al que tradicionalmente propone la Iglesia. Me refiero al matrimonio homosexual. Y este es tal vez uno de los modelos que más enfrentamientos y luchas genera. Pensaba en el caso de una familia católica, cuando hay una persona de esta familia que declara ser homosexual. Santidad, ¿qué le diría a un papá con un hijo homosexual que le dice que quiere ir a convivir con su…? La segunda pregunta es sobre el discurso del primer ministro que en su discurso ha hablado sobre el aborto en Irlanda. Hemos visto cómo Irlanda ha cambiado mucho en los últimos años y hemos visto cómo el aborto se ha debatido en muchos países como Argentina, su país. ¿Usted cómo se siente, considerando que usted habla de este tema…?

Papa Francisco:

Le agradezco por las preguntas porque son dos temas ligados a las cuestiones que estamos hablando. Sobre el aborto, ustedes saben qué se piensa. El aborto no es un problema religioso. Nosotros no estamos contra el aborto por la religión, no. Es un problema humano que es estudiado por la antropología.

Estudiar el aborto comenzando por el hecho religioso es pasar por encima del pensamiento. El problema del aborto es estudiado por la antropología. Siempre el problema antropológico sobre la eticidad de sacar un ser viviente para resolver un problema, pero esto va en la discusión.

Pero sobre todo yo quiero resaltar esto: yo no permito nunca que se comience a discutir, donde sea, el problema del aborto, que se comience con el hecho religioso. No. Es un problema antropológico, es un problema humano. Ese es mi pensamiento.

Segundo, siempre ha habido homosexuales y personas con tendencia homosexual, siempre. Los sociólogos dicen, no sé si es verdad, que en los tiempos de cambio de época crecen algunos fenómenos sociales, éticos, uno de esos sería este, pero esa es la opinión de algunos sociólogos.

Tu pregunta es clara, qué cosa le diría yo a un papá que ve que su hijo o su hija tiene esa tendencia. Primero diré rezar, reza. No condenar. Dialogar. Entender, hacer espacio para el hijo y la hija, hacer espacio para que se exprese. Luego, en qué edad se manifiesta esta inquietud del hijo, es importante. Una cosa es cuando se manifiesta de niño porque hay muchas cosas por hacer con la psiquiatría o para ver cómo son las cosas; y otra cosa es cuando se manifiesta después de los 20 años o algo así…

Nunca diré que el silencio sea un remedio. Ignorar al hijo o hija con tendencia homosexual es una falta de paternidad y maternidad. Tú eres mi hijo, tú eres mi hija, como eres, yo soy tu padre, tu madre, hablemos. Si ustedes, padre o madre, no se sienten capaces, pidan ayuda, pero siempre en el diálogo porque ese hijo o esa hija tiene derecho a una familia y la familia… No sacarlo de la familia. Este es un desafío serio a la paternidad y la maternidad, te agradezco por la pregunta. Gracias.

Comentario final del Papa Francisco:

Yo quisiera decir algo para los irlandeses que están aquí. He encontrado mucha fe en Irlanda, mucha fe. Veo que el pueblo irlandés ha sufrido mucho por los escándalos, pero hay fe en Irlanda. Es fuerte. Y también el pueblo irlandés sabe distinguir, y cito lo que escuché hoy a un prelado: “el pueblo irlandés sabe distinguir bien entre las verdades y las medias verdades. Una cosa acá adentro”.

Veo que está en un proceso de elaboración, de curación de este escándalo. Es cierto que se abre a posiciones que parecen alejarse de la fe, algunas, pero el pueblo irlandés tiene una fe enraizada fuerte.

Lo quiero decir porque es lo que he visto, he escuchado y de lo que en estos dos días me he informado. Gracias por el vuestro trabajo, muchas gracias y recen por mí por favor.


______________________


Papa Francisco: “No diré una palabra” sobre carta de ex nuncio Viganó sobre caso McCarrick
Redacción ACI Prensa
 Foto: Hannah Brockhaus / ACI Prensa.



En la rueda de prensa del vuelo de regreso de Irlanda a Roma este 26 de agosto, el Papa Francisco se pronunció sobre la carta de un ex diplomático vaticano que lo acusa de no actuar frente a las acusaciones de abuso contra el Arzobispo Emérito de Washington Theodore McCarrick.

En una carta de 11 páginas difundida el 25 de agosto, Mons. Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en Estados Unidos, aseguró que el Papa sabía de las acusaciones contra McCarrick pero que decidió convertirlo en “su consejero de confianza”.

Mons. Viganò dijo que las informaciones sobre McCarrick fueron transmitidas a la Santa Sede durante los pontificados de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, y acusó a los cardenales Angelo Sodano y Tarcisio Bertone, en su momento secretarios de Estado del Vaticano, de ocultárselas a los Papas.

De acuerdo al ex nuncio, cuando Benedicto XVI tomó conocimiento de las acusaciones contra McCarrick le impuso diversas sanciones, como “dejar el seminario donde estaba viviendo, estaba prohibido de celebrar (Misa) en público, de participar en reuniones públicas, de dar conferencias, de viajar, con la obligación de dedicarse a una vida de oración y penitencia”.


Sin embargo, continuó, el Papa Francisco habría retirado estas sanciones poco después de asumir el pontificado en 2013, y no las habría vuelto a aplicar hasta hace algunas semanas atrás, cuando un informe de la Arquidiócesis de Nueva York encontró “creíble” una acusación contra McCarrick sobre supuesto abuso sexual de un menor.

Ante la consulta de un periodista de CBS en el vuelo papal al finalizar el Encuentro Mundial de las Familias Dublín 2018, el Papa Francisco dijo que “he leído esta mañana ese comunicado. Lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio”.

“Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones”, añadió.

El Papa señaló que se trata de “un acto de confianza. Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?”.

Al concluir su respuesta, el Santo Padre insistió a los periodistas que “espero su comentario sobre el documento, me gustaría, gracias”.

A continuación el texto completo de la pregunta y respuesta del Papa Francisco sobre el caso McCarrick y la carta de Mons. Carlo Maria Viganò:


Pregunta de CBS: Buenas tardes Santo Padre. Volveré al argumento de los abusos del que ya ha hablado. Esta mañana salió un documento del Arzobispo Carlo María Viganó, en el que dice que en el 2013 él conversó personalmente con usted en el Vaticano y que en este coloquio hablaron explícitamente del comportamiento y los abusos sexuales del excardenal McCarrick. Quiero preguntar si esto es cierto. Quiero preguntar además otra cosa. El Arzobispo dijo que el Papa Benedicto había sancionado a McCarrick, que le dijo que no podía vivir en un seminario ni celebrar Misas en público ni viajar. Estaba sancionado por la Iglesia. ¿Puedo preguntarle si estas dos cosas son verdaderas?

Papa Francisco: Una cosa, yo preferiría... yo responderé a su pregunta, pero preferiría que primero habláramos sobre el viaje y luego de los otros temas, me he distraído con Estefanía, pero ahora respondo. He leído esta mañana ese comunicado. Lo he leído y diré sinceramente que debo decirles esto, a usted y a todos los que están interesados: lean ustedes atentamente el comunicado y hagan ustedes su propio juicio. Yo no diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones. Es un acto de confianza. Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré... pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos luego, ¿está bien?

Pregunta: Marie Collins ha dicho después de encontrarse con usted, que habló directamente con usted sobre el excardenal McCarrick, que usted fue muy duro en su condena a McCarrick. ¿Cuándo fue la primera vez que usted escuchó hablar de los abusos cometidos por el excardenal

Papa Francisco: Esto es parte del comunicado de McCarrick. Estudien y luego diré. Como yo ayer no he leído me he permitido hablar claro con Marie Collins y el grupo. Ha sido realmente una vergüenza, una cosa que he sufrido mucho. Yo creo que se quería hacer esto, la escucha a estas ocho personas. De esta reunión ha salido la propuesta, que la he hecho yo pero que ellos la han aceptado y me han ayudado a hacerla, de pedir perdón hoy en la Misa pero sobre cosas concretas. Por ejemplo la última de la que yo nunca había escuchado, estas madres… que se les llamaba la lavandería de las mujeres. Cuando una mujer estaba embarazada y no estaba casada e iba al hospital, o al sitio que no sé cómo se llamaba, escuela, las hermanas le decían algo y luego le daban los niños a la gente en adopción. Había dos hijos de ese tiempo que buscaban a las madres, que estaban vivas, les decían que era pecado mortal esto. Por ello he terminado hoy diciendo que esto no es pecado mortal, sino el cuarto mandamiento. Y las cosas que hoy he dicho algunas no las sabía. Ha sido para mí doloroso pero también con el consuelo de poder ayudar a clarificar estas cosas. Espero su comentario sobre el documento, me gustaría, gracias.

PAPA FRANCISCO SE DESPIDE DE IRLANDA TRAS PARTICIPAR EN ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS


El Papa se despide de Irlanda tras participar en Encuentro Mundial de las Familias
Redacción ACI Prensa




Este domingo 26, aproximadamente a las 6:20 p.m. (hora local), el Papa Francisco se despidió de Irlanda, a donde viajó para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, y abordó el vuelo que lo lleva de regreso a Roma.

Antes de abordar el avión, el Pontífice se despidió en el aeropuerto de Dublín del primer ministro, Leo Varadkar; así como autoridades religiosas, entre ellos el Arzobispo de Dublin, Mons. Diarmuid Martin.

El Pontífice estuvo en Irlanda el 25 y 26 de agosto. Además de los eventos propios del encuentro internacional, el Santo Padre aprovechó para dirigir discursos a las autoridades locales, eclesiales y reunirse con un grupo de víctimas de abusos por parte de miembros del clero.


Así, en su discurso dado el 25 de agosto a las autoridades civiles, el Pontífice reconoció que “el grave escándalo” de abusos sexuales, ocurridos también en Irlanda, es consecuencia además del “fracaso de las autoridades eclesiásticas” al momento de “afrontar adecuadamente estos crímenes”.

El Santo Padre afirmó que comparte los sentimientos de indignación por estos hechos y recordó que su predecesor Benedicto XVI “no escatimó” palabras para reconocer la gravedad “y solicitar que fueran tomadas medidas ‘verdaderamente evangélicas, justas y eficaces’ en respuesta a esta traición de confianza”.

Asimismo, este domingo, en sus palabras previas al rezo del Ángelus, Francisco pidió nuevamente perdón por los abusos cometidos por miembros del clero y señaló que ante la imagen de la Virgen María dentro del Santuario de Knock, encomendó a la Madre de Dios “todas las víctimas de abusos”.

Como parte del Encuentro Mundial de las Familias, el Pontífice presidió ayer sábado la Fiesta de las Familias en el estadio Croke Park, donde llamó a anclar la vida familiar en el amor de Dios y alentó a los padres a bautizar a los niños desde pequeños “para que puedan formar parte de la gran familia de Dios”.

Finalmente, este domingo tuvo la Misa con medio millón de fieles y el encuentro con los obispos, a quienes alentó a perseverar “en vuestro ministerio de heraldos del Evangelio y pastores del rebaño de Cristo”.


“También estoy agradecido por la ayuda que brindáis a vuestros sacerdotes, cuya pena y desánimo causados por los recientes escándalos son a menudo ignorados”, expresó, así como los esfuerzos puestos en marcha para lograr la reconciliación luego de los escándalos, y para evitar que esto se vuelva a repetir.

Durante la Misa que celebró previamente, el Papa recordó a las familia que “son un lugar privilegiado y un importante medio” para difundir el Evangelio, sobre todo para quienes desean llegar a la tierra prometida de la esperanza y la libertad.

Está previsto que el avión que lleva al Papa aterrice en Roma a las 11:00 p.m. aproximadamente.

DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO EN EL ENCUENTRO CON LOS OBISPOS DE IRLANDA


Discurso del Papa en el encuentro con los obispos de Irlanda
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Vatican Media




Luego de presidir la Misa final en el Parque Fénix en Dublín, Irlanda, del Encuentro Mundial de las Familias, el Papa Francisco se dirigió a los obispos del país para recalcar la responsabilidad que tienen como “padres del santo Pueblo fiel de Dios”.

“No os desaniméis cada vez que vosotros y vuestro pueblo os sintáis un pequeño rebaño expuesto a desafíos y dificultades”, les pidió el Santo Padre en un encuentro llevado a cabo el domingo 26 de agosto en el Convento de las Hermanas Dominicas.

A continuación el texto completo.

Queridos hermanos Obispos:


A punto de concluir mi visita a Irlanda, doy gracias por esta oportunidad de compartir unos momentos con vosotros. Agradezco al arzobispo Eamon Martin sus amables palabras de introducción y os saludo a todos con afecto en el Señor.

Nuestro encuentro de esta noche retoma el diálogo fraterno que tuvimos el año pasado en Roma durante vuestra visita ad limina Apostolorum. En estas breves reflexiones, quisiera resumir nuestra conversación anterior, en el espíritu del Encuentro Mundial de las Familias que acabamos de celebrar. Todos nosotros, como obispos, somos conscientes de nuestra responsabilidad como padres del santo Pueblo fiel de Dios. Como buenos padres, tratamos de alentar e inspirar, reconciliar y unir, y sobre todo de preservar todo el bien transmitido de generación en generación en esta gran familia que es la Iglesia en Irlanda.

Por ello, esta noche mi palabra para vosotros es de aliento en vuestros esfuerzos, en estos momentos de desafío, para perseverar en vuestro ministerio de heraldos del Evangelio y pastores del rebaño de Cristo. De manera especial, estoy agradecido por la atención que mostráis hacia los pobres, los excluidos y los necesitados, como recientemente lo ha atestiguado vuestra carta pastoral sobre las personas sin hogar y sobre las dependencias. También estoy agradecido por la ayuda que brindáis a vuestros sacerdotes, cuya pena y desánimo causados por los recientes escándalos son a menudo ignorados.

Un tema recurrente de mi visita ha sido, por supuesto, la necesidad de que la Iglesia reconozca y remedie con honestidad evangélica y valentía los errores del pasado con respecto a la protección de los niños y los adultos vulnerables. En los últimos años, como cuerpo episcopal, habéis procedido resueltamente, no solo a poner en marcha caminos de purificación y reconciliación con las víctimas de abusos, sino también, con la ayuda del National Board para la protección de los niños en la Iglesia en Irlanda, a establecer un conjunto detallado de reglas destinadas a garantizar la seguridad de los jóvenes. En estos años todos hemos tenido que abrir nuestros ojos ante la gravedad y el alcance de los abusos sexuales en diferentes contextos sociales. En Irlanda, como también en otros lugares, la honestidad y la integridad con que la Iglesia decide abordar este capítulo doloroso de su historia puede ofrecer a toda la sociedad un ejemplo y una llamada.

Como mencionamos en nuestra conversación en Roma, la transmisión de la fe en su integridad y belleza representa un desafío significativo en el contexto de la rápida evolución de la sociedad. El Encuentro Mundial de las Familias nos ha dado gran esperanza y nos ha estimulado sobre el hecho de que las familias son cada vez más conscientes de su papel irremplazable en la transmisión de la fe. Al mismo tiempo, las escuelas católicas y los programas de educación religiosa continúan desempeñando una función indispensable en la creación de una cultura de la fe y de un sentido de discipulado misionero. Sé que esto es un motivo de cuidado pastoral para todos vosotros. La genuina formación religiosa requiere maestros fieles y alegres, capaces de formar no solo las mentes sino también los corazones en el amor de Cristo y en la práctica de la oración. La preparación de tales maestros y la difusión de programas para la formación permanente son esenciales para el futuro de la comunidad cristiana, en la que un laicado comprometido está particularmente llamado a llevar la sabiduría y los valores de su fe como parte de su compromiso con los diferentes sectores de la vida social, política y cultural del país.

La conmoción de los últimos años ha puesto a prueba la fe tradicionalmente fuerte de los irlandeses. No obstante, ha constituido también una oportunidad para una renovación interior de la Iglesia en este país y ha indicado modos nuevos de concebir su vida y su misión. «Dios siempre es novedad» y «nos empuja a partir una y otra vez y a desplazarnos para ir más allá de lo conocido» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 135).


Que con humildad y confianza en su gracia, podáis discernir y emprender caminos nuevos para estos tiempos nuevos. Ciertamente, el fuerte sentido misionero arraigado en el alma de vuestro pueblo os inspirará formas creativas para dar testimonio de la verdad del Evangelio y hacer crecer la comunidad de los creyentes en el amor de Cristo y en el celo por el crecimiento de su Reino.

Que en vuestros esfuerzos diarios por ser padres y pastores de la familia de Dios en este país, seáis sostenidos siempre por la esperanza que se fundamenta en la verdad de las palabras de Cristo y en la seguridad de sus promesas. En todo tiempo y lugar, esta verdad nos hace libres (cf. Jn 8,32), posee su propio poder intrínseco para convencer a las mentes y conducir los corazones hacia sí. No os desaniméis cada vez que vosotros y vuestro pueblo os sintáis un pequeño rebaño expuesto a desafíos y dificultades. Como nos enseña san Juan de la Cruz, en la noche oscura es donde la luz de la fe brilla más pura en nuestros corazones. Y esta luz mostrará el camino para la renovación de la vida cristiana en Irlanda en los próximos años.

Por último, en espíritu de comunión eclesial, os pido que continuéis promoviendo la unidad y la fraternidad entre vosotros y, junto con los líderes de otras comunidades cristianas, trabajéis y oréis fervientemente por la reconciliación y la paz entre todos los miembros de la familia irlandesa.

Con estas ideas, queridos hermanos, os aseguro mi oración por vuestras intenciones, y os pido que me recordéis en la vuestra. A todos vosotros y a los fieles confiados a vuestro cuidado pastoral, os imparto la Bendición Apostólica, como prenda de alegría y fortaleza en el Señor Jesucristo.

_______________


El Papa alienta a obispos de Irlanda a perseverar ante “desafío” de los casos de abusos
Redacción ACI Prensa





Luego de presidir la Misa final en Irlanda por el Encuentro Mundial de las Familias, el Papa Francisco se dirigió a los obispos del país para recalcar su responsabilidad como “padres del santo Pueblo fiel de Dios” y el deber de perseverar ante los desafíos, en especial para lograr la reconciliación tras el escándalo por los abusos sexuales.

“Esta noche mi palabra para vosotros es de aliento en vuestros esfuerzos, en estos momentos de desafío, para perseverar en vuestro ministerio de heraldos del Evangelio y pastores del rebaño de Cristo”, dijo el Santo Padre dirigiéndose al clero reunido este 26 de agosto en el Convento de las Hermanas Dominicas en Dublín.

El Papa recalcó que, como obispos, deben ser “siempre conscientes de su responsabilidad” como “padres del santo Pueblo fiel de Dios”, y tratar de “alentar e inspirar, reconciliar y unir, y sobre todo de preservar todo el bien transmitido de generación en generación”.

El Papa también les agradeció por la atención brindada “hacia los pobres, los excluidos y los necesitados”, pero, sobre todo, a los sacerdotes “cuya pena y desánimo causados por los recientes escándalos son a menudo ignorados”.


Ante los casos de abusos sexuales del clero que puso “a prueba la fe tradicionalmente fuerte de los irlandeses”, reconoció que los obispos procedieron “resueltamente”, “no solo a poner en marcha caminos de purificación y reconciliación con las víctimas”, sino también, “con la ayuda del National Board para la protección de los niños en la Iglesia en Irlanda, a establecer un conjunto detallado de reglas destinadas a garantizar la seguridad de los jóvenes”.

“En Irlanda, como también en otros lugares, la honestidad y la integridad con que la Iglesia decide abordar este capítulo doloroso de su historia puede ofrecer a toda la sociedad un ejemplo y una llamada”, agregó.

En ese sentido, el Papa dijo que estos lamentables acontecimientos fueron “una oportunidad para una renovación interior de la Iglesia en este país y han indicado modos nuevos de concebir su vida y su misión”.

Por lo tanto, les pidió que “no se desanimen” cada vez que se sientan como “un pequeño rebaño expuesto a desafíos y dificultades”

“Como nos enseña San Juan de la Cruz, en la noche oscura es donde la luz de la fe brilla más pura en nuestros corazones. Y esta luz mostrará el camino para la renovación de la vida cristiana en Irlanda en los próximos años”, añadió.


Casi al finalizar su mensaje, el Santo Padre pidió a los obispos que disciernan y emprendan nuevos caminos para estos tiempos nuevos, con humildad y confianza en la gracia del Señor.

“Ciertamente, el fuerte sentido misionero arraigado en el alma de vuestro pueblo les inspirará formas creativas para dar testimonio de la verdad del Evangelio y hacer crecer la comunidad de los creyentes en el amor de Cristo y en el celo por el crecimiento de su Reino”, continuó.


Al concluir, el Papa les pidió que continúen “promoviendo la unidad y la fraternidad” entre ellos, y que, junto a los líderes de otras comunidades cristianas, trabajen y oren “fervientemente por la reconciliación y la paz entre todos los miembros de la familia irlandesa”.

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE CLAUSURA DEL ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS


Homilía del Papa Francisco en la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias
Redacción ACI Prensa





El Papa Francisco señaló que es posible que ante las palabras duras de Jesús se encuentren resistencias a aceptar su enseñanza.

“Qué difícil es perdonar siempre a quienes nos hieren. Qué desafiante es acoger siempre al emigrante y al extranjero. Qué doloroso es soportar la desilusión, el rechazo o la traición. Qué incómodo es proteger los derechos de los más frágiles, de los que aún no han nacido o de los más ancianos, que parece que obstaculizan nuestro sentido de libertad”.

Ante esa situación, el Santo Padre propuso repetir las mismas palabras del pueblo de Israel: “También nosotros serviremos al Señor, ¡porque él es nuestro Dios!”.

A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco:

«Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).


En la conclusión de este Encuentro Mundial de las Familias, nos reunimos como familia alrededor de la mesa del Señor. Agradecemos al Señor por tantas bendiciones que ha derramado en nuestras familias.

Queremos comprometernos a vivir plenamente nuestra vocación para ser, según las conmovedoras palabras de santa Teresa del Niño Jesús, «el amor en el corazón de la Iglesia».

En este momento maravilloso de comunión entre nosotros y con el Señor, es bueno que nos detengamos un momento para considerar la fuente de todo lo bueno que hemos recibido. En el Evangelio de hoy, Jesús revela el origen de estas bendiciones cuando habla a sus discípulos. Muchos de ellos estaban desolados, confusos y también enfadados, debatiendo sobre aceptar o no sus “palabras duras”, tan contrarias a la sabiduría de este mundo. Como respuesta, el Señor les dice directamente: «Las palabras que os he dicho son espíritu y vida» (Jn 6,63).

Estas palabras, con su promesa del don del Espíritu Santo, rebosan de vida para nosotros que las acogemos desde la fe. Ellas indican la fuente última de todo el bien que hemos experimentado y celebrado aquí en estos días: el Espíritu de Dios, que sopla constantemente vida nueva en el mundo, en los corazones, en las familias, en los hogares y en las parroquias. Cada nuevo día en la vida de nuestras familias y cada nueva generación trae consigo la promesa de un nuevo Pentecostés, un Pentecostés doméstico, una nueva efusión del Espíritu, el Paráclito, que Jesús nos envía como nuestro Abogado, nuestro Consolador y quien verdaderamente nos da valentía.

Cuánta necesidad tiene el mundo de este aliento que es don y promesa de Dios. Como uno de los frutos de esta celebración de la vida familiar, que podáis regresar a vuestros hogares y convertiros en fuente de ánimo para los demás, para compartir con ellos “las palabras de vida eterna” de Jesús. Vuestras familias son un lugar privilegiado y un importante medio para difundir esas palabras como “buena noticia” para todos, especialmente para aquellos que desean dejar el desierto y la “casa de esclavitud” (cf. Jos 24,17) para ir hacia la tierra prometida de la esperanza y de la libertad.

En la segunda lectura de hoy, san Pablo nos dice que el matrimonio es una participación en el misterio de la fidelidad eterna de Cristo a su esposa, la Iglesia (cf. Ef 5,32). Pero esta enseñanza, aunque magnífica, tal vez pueda parecer a alguno una “palabra dura”. Porque vivir en el amor, como Cristo nos ha amado (cf. Ef 5,2), supone la imitación de su propio sacrificio, implica morir a nosotros mismos para renacer a un amor más grande y duradero. Solo ese amor puede salvar el mundo de la esclavitud del pecado, del egoísmo, de la codicia y de la indiferencia hacia las necesidades de los menos afortunados. Este es el amor que hemos conocido en Jesucristo, que se ha encarnado en nuestro mundo por medio de una familia y que a través del testimonio de las familias cristianas tiene el poder, en cada generación, de derribar las barreras para reconciliar al mundo con Dios y hacer de nosotros lo que desde siempre estamos destinados a ser: una única familia humana que vive junta en la justicia, la santidad y la paz.

La tarea de dar testimonio de esta Buena Noticia no es fácil. Sin embargo, los desafíos que los cristianos de hoy tienen delante no son, a su manera, más difíciles de los que debieron afrontar los primeros misioneros irlandeses. Pienso en san Columbano, que con su pequeño grupo de compañeros llevó la luz del Evangelio a las tierras europeas en una época de oscuridad y decadencia cultural. Su extraordinario éxito misionero no estaba basado en métodos tácticos o planes estratégicos, sino en una humilde y liberadora docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo. Su testimonio cotidiano de fidelidad a Cristo y entre ellos fue lo que conquistó los corazones que deseaban ardientemente una palabra de gracia y lo que contribuyó al nacimiento de la cultura europea. Ese testimonio permanece como una fuente perenne de renovación espiritual y misionera para el pueblo santo y fiel de Dios.

Naturalmente, siempre habrá personas que se opondrán a la Buena Noticia, que “murmurarán” contra sus “palabras duras”. Pero, como san Columbano y sus compañeros, que afrontaron aguas congeladas y mares tempestuosos para seguir a Jesús, no nos dejemos influenciar o desanimar jamás ante la mirada fría de la indiferencia o los vientos borrascosos de la hostilidad.


Incluso, reconozcamos humildemente que, si somos honestos con nosotros mismos, también nosotros podemos encontrar duras las enseñanzas de Jesús. Qué difícil es perdonar siempre a quienes nos hieren. Qué desafiante es acoger siempre al emigrante y al extranjero. Qué doloroso es soportar la desilusión, el rechazo o la traición. Qué incómodo es proteger los derechos de los más frágiles, de los que aún no han nacido o de los más ancianos, que parece que obstaculizan nuestro sentido de libertad.

Sin embargo, es justamente en esas circunstancias en las que el Señor nos pregunta: «¿También vosotros os queréis marchar?» (Jn 6,67). Con la fuerza del Espíritu que nos anima y con el Señor siempre a nuestro lado, podemos responder: «Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios» (v. 69).

Con el pueblo de Israel, podemos repetir: «También nosotros serviremos al Señor, ¡porque él es nuestro Dios!» (Jos 24,18).

Con los sacramentos del bautismo y de la confirmación, cada cristiano es enviado para ser un misionero, un “discípulo misionero” (cf. Evangelii gaudium, 120). Toda la Iglesia en su conjunto está llamada a “salir” para llevar las palabras de vida eterna a las periferias del mundo. Que nuestra celebración de hoy pueda confirmar a cada uno de vosotros, padres y abuelos, niños y jóvenes, hombres y mujeres, religiosos y religiosas, contemplativos y misioneros, diáconos y sacerdotes, para compartir la alegría del Evangelio. Que podáis compartir el Evangelio de la familia como alegría para el mundo.

Mientras nos disponemos a reemprender cada uno su propio camino, renovemos nuestra fidelidad al Señor y a la vocación a la que nos ha llamado. Haciendo nuestra la oración de san Patricio, repitamos con alegría: «Cristo en mí, Cristo detrás de mí, Cristo junto a mí, Cristo debajo de mí, Cristo sobre mí».

Con la alegría y la fuerza conferida por el Espíritu Santo, digámosle con confianza: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).

domingo, 26 de agosto de 2018

PAPA FRANCISCO VISITA SANTUARIO DE KNOCK, LUGAR DE LAS APARICIONES EN IRLANDA


Papa Francisco visita santuario de Knock, lugar de las apariciones en Irlanda
Redacción ACI Prensa
El Papa en el Santuario de Knock. Foto: Vatican Media



El segundo y último día del viaje del Papa Francisco a Irlanda, el santuario de la ciudad de Knock recibió la visita del Pontífice, quien acudió a rezar en él antes de la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias.

A las 7,40 hora local, el Papa se trasladó al aeropuerto de Dublín desde la Nunciatura Apostólica, y llegó a Knock a las 9,20.

Inmediatamente, se trasladó hasta este santuario que acoge cada año a más de un millón y medio de peregrinos.

A su llegada, desde el papamóvil Francisco saludó a los fieles congregados y fue recibido por algunas autoridades eclesiásticas y civiles.

Una vez dentro del santuario, en el Capilla de las Apariciones, en la que se reunieron unos 200 fieles, fue acogido por el Rector del santuario. Después de un tiempo reservado al recogimiento y a la meditación silenciosa ante la imagen de la Virgen, el Papa ofreció un Rosario de oro y se desplazó hasta un pequeño podio en la explanada para recitar el Ángelus.

PAPA FRANCISCO IMPLORA EL PERDÓN DE DIOS EN EL SANTUARIO DE KNOCK POR LOS CASOS DE ABUSOS


El Papa Francisco pide perdón por abusos en la Iglesia desde Irlanda
Redacción ACI Prensa


El Papa Francisco pidió de nuevo, esta vez de forma solemne, perdón por los abusos cometidos por miembros de la Iglesia contra personas inocentes, en especial, los abusos sexuales contra menores.

Al comenzar la Misa de conclusión del Encuentro Mundial de las Familias en el Parque Fénix de Dublín este domingo 26 de agosto, el Santo Padre señaló que “ayer estuve reunido con 8 personas víctimas de abusos de poder, de conciencia y sexuales”.

“Recogiendo lo que ellos me han dicho, quisiera poner delante de la misericordia del Señor estos crímenes, y pedir perdón por ellos. Pedimos perdón por los abusos en Irlanda, abusos de poder y de conciencia, abusos sexuales por parte de miembros cualificados de la Iglesia”.


“De manera especial –continuó– pedimos perdón por todos los abusos cometidos en diversos tipos de instituciones dirigidos por religiosos y religiosas y otros miembros de la Iglesia, y pedimos perdón por los casos de explotación laboral a los que fueron sometidos tantos menores”.

Además, “pedimos perdón por las veces en que, como Iglesia, no hemos brindado ayuda a los sobrevivientes de cualquier tipo de abuso, con compasión, búsqueda de justicia y acciones concretas. Pedimos perdón”.

“Pedimos perdón por algunos miembros de la jerarquía que no se hicieron cargo de estas situaciones dolorosas y guardaron silencio”.

“Pedimos perdón por los chicos que fueron alejados de sus madres, y por todas aquellas veces en las cuales se les decía a muchas madres solteras, que tratar de buscar a sus hijos de los que habían sido alejados, o a los hijos que habían sido alejados de sus madres, decirles que era pecado mortal. ¡Esto no es pecado mortal, es cuarto mandamiento!”.

El Papa concluyó: “El Señor mantenga y acreciente este estado de vergüenza y de compulsión, y nos dé la fuerza para trabajar para que nunca más sucedan y para que se haga justicia. Amén”.




El Papa implora “el perdón de Dios” en el santuario de Knock por los casos de abusos
Redacción ACI Prensa
El Papa durante el rezo del Ángelus en el Santuario de Knock. Foto: Captura Youtube




El Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus desde la explanada adyacente al santuario de Knock, en Irlanda, y una vez más pidió perdón por los abusos sexuales por parte del clero y rezó para que no vuelva a ocurrir.

“Rezando delante de la imagen de la Virgen, le he encomendado de modo particular a todas las víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda”, explicó ante los fieles reunidos.

“Ninguno de nosotros puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que han sufrido abusos, a quienes se les ha robado la inocencia y se les ha dejado una cicatriz de recuerdos dolorosos. Esta herida abierta nos desafía a que estemos firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia”.


“Imploro el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios. Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos los sobrevivientes de abuso de cualquier tipo y que confirme a cada miembro de la familia cristiana con el propósito decidido de no permitir nunca más que estas situaciones vuelvan a repetirse”, añadió.

El Papa agradeció la “oportunidad de visitar –el santuario y explicó que “en la Capilla de la Aparición he encomendado a todas las familias del mundo a la amorosa intercesión de la Virgen y, de modo especial, a vuestras familias, las familias irlandesas. María nuestra Madre conoce las alegrías y las dificultades que se viven en cada hogar. Conservándolas en su inmaculado Corazón, las presenta ante el trono de su Hijo con amor”.

Francisco explicó el gesto que unos minutos antes realizó en la Capilla de las Apariciones del Santuario: “en recuerdo de mi visita, he traído como regalo un rosario de oro. Sé que en este país es importante la tradición del rosario en familia. Cuántos corazones de padres, madres e hijos han obtenido fuerza y consuelo a lo largo de los años meditando sobre la participación de la Virgen en los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de la vida de Cristo”, afirmó.


“Pidamos que las familias encuentren apoyo en sus esfuerzos por difundir el Reino de Cristo y por ocuparse de los últimos de nuestros hermanos y hermanas. Que en medio de los vientos y las tempestades que azotan nuestros tiempos, sean baluartes de fe y de bondad que, según las mejores tradiciones de la nación, resisten a todo lo que pretende disminuir la dignidad del hombre y de la mujer creados a imagen de Dios y llamados al sublime destino de la vida eterna”.

Antes de concluir, el Papa envió un saludo a Irlanda del Norte y aseguró su “afecto y cercanía en la oración”. “Pido a la Virgen que sostenga a todos los miembros de la familia irlandesa para que perseveren, como hermanos y hermanas, en la tarea de la reconciliación”.

“Agradecido por los progresos ecuménicos y por el significativo aumento de la amistad y la colaboración entre las comunidades cristianas, rezo para que todos los discípulos de Cristo lleven adelante con constancia los esfuerzos para avanzar en el proceso de paz y para construir una sociedad armoniosa y justa para sus hijos hoy”, concluyó.




El Papa Francisco se encontró con víctimas de abusos en Irlanda
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
 Foto: Bohumil Petrik / ACI Prensa




El Director de la Sala de Prensa del Vaticano, Greg Burke, informó que el Papa Francisco se encontró esta tarde con un grupo de ocho víctimas de abusos en Irlanda.

En su declaración, Burke señaló que “el Papa Francisco se encontró esta tarde, durante una hora y media, con ocho irlandeses sobrevivientes de abusos de clérigos, religiosos e institucionales”.


Estuvieron presentes en el encuentro con el Santo Padre, Marie Collins, exmiembro de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores, los sacerdotes P. Patrick McCafferty y Joe McDonald; el consejero Damian O’Farrell; Paul Jude Redmond; Clodagh Malone; y Bernadette Fahy.

La declaración de Greg Burke señala finalmente que “uno de los sobrevivientes, una víctima del P. Tony Walsh, prefirió mantenerse anónima”.

El Papa Francisco está en Irlanda con ocasión del Encuentro Mundial de las Familias que concluirá el domingo 26 de agosto con una multitudinaria Misa.

Este sábado el Santo Padre presidirá la Fiesta de las Familias con miles de personas presentes en el estadio Croke Park en Dublín.

PAPA FRANCISCO Y LA FIESTA DE LAS FAMILIAS EN IRLANDA 2018


Discurso del Papa en la Fiesta de las Familias en Irlanda
Redacción ACI Prensa
El Papa Francisco en la Fiesta de las Familias en Dublín, Irlanda. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco dirigió un especial discurso a los miles de asistentes a la Fiesta de las Familias en el Croke Park en Dublín, Irlanda, en el marco del Encuentro Mundial de las Familias que se realiza hasta el domingo 26 de agosto.

A continuación el texto completo de su intervención:

Hermanos y hermanas, ¡buenas noches!

Gracias por vuestra cálida bienvenida. Qué bello es estar aquí. Es hermoso celebrar, porque nos hace más humanos y más cristianos. También nos ayuda a compartir la alegría de saber que Jesús nos ama, nos acompaña en el camino de la vida y nos atrae cada día más a él.

En cualquier celebración familiar se siente la presencia de todos: padres, madres, abuelos, nietos, tíos, tías, primos, de quien no pudo venir, y de quien vive demasiado lejos. Hoy en Dublín nos reunimos para una celebración familiar de acción de gracias a Dios por lo que somos: una sola familia en Cristo, extendida por toda la tierra. La Iglesia es la familia de los hijos de Dios. Una familia en la que nos alegramos con los que están alegres y lloramos con los que sufren o se sienten abatidos por la vida. Una familia en la que cuidamos de cada uno, porque Dios nuestro Padre nos ha hecho a todos hijos suyos en el bautismo. Por eso sigo alentando a los padres a que bauticen a sus hijos lo antes posible, para que puedan formar parte de la gran familia de Dios. Es necesario invitar a todos a la fiesta. También al niño pequeño. Por eso se bautiza rápido. Si el niño es bautizado de niño entra en su corazón el Espíritu Santo. Hagamos una comparación: un niño sin bautismo, los padres dicen no cuando sea grande. Y un niño con el bautismo, con el Espíritu Santo en el corazón

Vosotras, queridas familias, sois la gran mayoría del Pueblo de Dios. ¿Qué aspecto tendría la Iglesia sin vosotras? Una iglesia de estatuas. Escribí la Exhortación Amoris laetitia sobre la alegría del amor para ayudarnos a reconocer la belleza y la importancia de la familia, con sus luces y sus sombras, y he querido que el tema de este Encuentro Mundial de las Familias fuera «El Evangelio de la familia, alegría para el mundo». Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo. ¿Qué significa esto? Significa que una familia sea un faro que irradia la alegría.


Significa que, después de haber encontrado el amor de Dios que salva, intentemos, con palabras o sin ellas, manifestarlo a través de pequeños gestos de bondad en la rutina cotidiana y en los momentos más sencillos del día.

¿Y esto cómo se llama? Esto se llama santidad. Me gusta hablar de los santos «de la puerta de al lado», de todas esas personas comunes que reflejan la presencia de Dios en la vida y en la historia del mundo (cf. Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 6-7). La vocación al amor y a la santidad no es algo reservado a unos pocos privilegiados. No. Incluso ahora, si tenemos ojos para ver, podemos vislumbrarla a nuestro alrededor. Está silenciosamente presente en los corazones de todas aquellas familias que ofrecen amor, perdón y misericordia cuando ven que es necesario, y lo hacen en silencio, sin tocar la trompeta. El Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo, ya que allí, en nuestras familias, Jesús siempre puede ser encontrado; él vive allí, en simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret.

El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios, que nos creó a su imagen, para que podamos darle gloria como iconos de su amor y de su santidad en el mundo. Padres y madres, abuelos y abuelas, hijos y nietos: todos llamados a encontrar la plenitud del amor en la familia. La gracia de Dios nos ayuda todos los días a vivir con un solo corazón y una sola alma. ¡También las suegras y las nueras! Nadie dice que sea fácil. Ustedes lo saben mejor que yo. Es como preparar un té: es fácil hervir el agua, pero una buena taza de té requiere tiempo y paciencia; hay que dejarlo reposar. Así, día tras día, Jesús nos envuelve con su amor, asegurándose de que penetre todo nuestro ser. Del tesoro de su sagrado Corazón, derrama sobre nosotros la gracia que necesitamos para sanar nuestras enfermedades y abrir nuestra mente y corazón para escucharnos, entendernos y perdonarnos mutuamente.

Acabamos de escuchar el testimonio de Felicité, Isaac y Ghislain, que vienen de Burkina Faso. Nos han contado una conmovedora historia de perdón en familia. El poeta decía que «errar es humano, perdonar es divino». Y es verdad: el perdón es un regalo especial de Dios que cura nuestras heridas y nos acerca a los demás y a él. Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día, son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana. Nos obligan a superar el orgullo, el desapego y la vergüenza, y a hacer las paces. Muchas veces nos molestamos y queremos hacer las paces pero no sabemos cómo hacerlo. No es difícil, es fácil, da una caricia y ya está la paz. Es cierto, me gusta decir que en las familias necesitamos aprender tres palabras: “perdón”, “por favor” y “gracias”. ¿Cómo son las tres palabras? Todos digamos las tres palabras. No escucho (las personas repiten “perdón, por favor, gracias”). Muchas gracias. Cuando discutas en casa, asegúrate de pedir disculpas y decir que lo sientes antes de irte a la cama. Antes de que termine el día hagan las paces. ¿Saben por qué se debe hacer las paces antes de terminar el día? Porque si no se hace la paz la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa. Estén atentos a la guerra fría. Incluso si tienes la tentación de irte a dormir a otra habitación, solo y aislado, simplemente llama a la puerta y di: “Por favor, ¿puedo pasar?”. Lo que se necesita es una mirada, un beso, una palabra afectuosa... y todo vuelve a ser como antes. Digo esto porque, cuando las familias lo hacen, sobreviven. No hay familia perfecta. Sin el hábito de perdonar, la familia se enferma y se desmorona gradualmente.

Perdonar significa dar algo de sí mismo. Jesús nos perdona siempre. Con la fuerza de su perdón, también nosotros podemos perdonar a los demás, si realmente lo queremos. ¿No es lo que pedimos cuando rezamos el Padrenuestro? Los niños aprenden a perdonar cuando ven que sus padres se perdonan recíprocamente. Si entendemos esto, podemos apreciar la grandeza de la enseñanza de Jesús sobre la fidelidad en el matrimonio. En lugar de ser una fría obligación legal, es sobre todo una poderosa promesa de la fidelidad de Dios mismo a su palabra y a su gracia sin límites. Cristo murió por nosotros para que nosotros, a su vez, podamos perdonarnos y reconciliarnos unos con otros. De esta manera, como personas y como familias, empezamos a comprender la verdad de las palabras de san Pablo: mientras todo pasa, «el amor no pasa nunca» (1 Co 13,8).

Gracias, Nisha y Ted, por vuestro testimonio de la India, donde estáis enseñando a vuestros hijos a ser una verdadera familia. Nos habéis ayudado también a comprender que las redes sociales no son necesariamente un problema para las familias, sino que pueden ayudar a construir una «red» de amistades, solidaridad y apoyo mutuo. Las familias pueden conectarse a través de Internet y beneficiarse de ello. Las redes sociales pueden ser beneficiosas si se usan con moderación y prudencia. Por ejemplo, vosotros, que participáis en este Encuentro Mundial de las Familias, formáis una “red” espiritual y de amistad, y las redes sociales os pueden ayudar a mantener este vínculo y extenderlo a otras familias en muchas partes del mundo. Es importante, sin embargo, que estos medios no se conviertan en una amenaza para la verdadera red de relaciones de carne y hueso, aprisionándonos en una realidad virtual y aislándonos de las relaciones auténticas que nos estimulan a dar lo mejor de nosotros mismos en comunión con los demás. Quizás la historia de Ted y Nisha puede ayudar a todas las familias a que se pregunten sobre la necesidad de reducir el tiempo que se dedica a estos medios tecnológicos, y de pasar más tiempo de calidad entre ellos y con Dios. Cuando las redes sociales entran en órbita, cuando en la mesa en vez de hablar en familia, cada uno está con el teléfono y se conecta afuera, está en órbita; esto es peligroso, porque te saca de lo concreto de la familia y te lleva a una vida gaseosa, abstracta, sin consistencia. Estén atentos a esto. Recuerden la historia de Ted y Nisha que nos enseñan a usar bien las redes sociales.

Hemos escuchado de Enass y Sarmaad cómo el amor y la fe en la familia pueden ser fuentes de fortaleza y paz incluso en medio de la violencia y la destrucción causada por la guerra y la persecución. Su historia nos lleva a las trágicas situaciones que muchas familias sufren a diario, obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y paz. Pero Enass y Sarmaad también nos han mostrado cómo, a partir de la familia y gracias a la solidaridad manifestada por muchas otras familias, la vida se puede reconstruir y renace la esperanza. Hemos visto este apoyo en el vídeo de Rammy y su hermano Meelad, en el que Rammy ha manifestado profunda gratitud por el ánimo y por la ayuda que su familia ha recibido de muchas otras familias cristianas de todo el mundo, que han hecho posible de regresar a sus pueblos. En toda sociedad, las familias generan paz, porque enseñan el amor, la aceptación y el perdón, que son los mejores antídotos contra el odio, los prejuicios y la venganza que envenenan la vida de las personas y las comunidades.

Como enseñaba un buen sacerdote irlandés, «la familia que reza unida permanece unida» e irradia paz. Una familia así puede ser un apoyo especial para otras familias que no viven en paz. Después de la muerte del padre Ganni, Enass, Sarmaad y sus familias prefirieron el perdón y la reconciliación en lugar del odio y el resentimiento. Vieron, a la luz de la Cruz, que el mal solo se puede vencer con el bien, y que el odio solo puede superarse con el perdón. De manera casi increíble, han podido encontrar la paz en el amor de Cristo, un amor que hace nuevas todas las cosas. Esta noche comparten con nosotros esta paz. Han rezado, la oración. Rezar juntos. Y mientras escuchaba el coro, he visto allí a una madre que enseñaba al niño a hacer la señal de la cruz. Les pregunto. le enseñan a los niños a hacer la señal de la cruz, sí o no’ o enseñan a hacer una cosa así que no se entiende qué es. Es muy importante que los niños desde pequeños aprendan a hacer bien la señal de la cruz. Es el primer credo que aprenden: creo en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esta noche antes de irse a dormir, pregúntense, si le enseñan bien a sus hijos a hacer la señal de la cruz.

El amor de Cristo, que renueva todo, es lo que hace posible el matrimonio y un amor conyugal caracterizado por la fidelidad, la indisolubilidad, la unidad y la apertura a la vida. Esto es lo que quería resaltar en el cuarto capítulo de Amoris laetitia. Hemos visto este amor en Mary y Damián, y en su familia con diez hijos. Les pregunto: ¿les hacen enojar los hijos? La vida es así. Pero es bello tener diez hijos. Gracias. ¡Gracias por vuestras palabras y por vuestro testimonio de amor y fe! Vosotros habéis experimentado la capacidad del amor de Dios que ha transformado completamente vuestra vida y que os bendice con la alegría de una hermosa familia. Nos habéis indicado que la clave de vuestra vida familiar es la sinceridad. Entendemos por vuestro testimonio lo importante que es continuar yendo a esa fuente de la verdad y del amor que puede transformar nuestra vida: Jesús, que inauguró su ministerio público en una fiesta de bodas. Allí, en Caná, cambió el agua en un vino nuevo y exquisito que permitió continuar magníficamente con la alegre celebración. Han pensado ¿qué cosa habría sucedido si Jesús no hacía eso? Han pensado ¿cuán feo es terminar una fiesta de bodas solo con agua? Es malo. La Virgen comprendió esto y le dijo al Hijo: No tienen vino. Y Jesús ha entendido que la fiesta terminaría mal solo con agua.

Lo mismo sucede con el amor conyugal. El vino nuevo comienza a fermentar durante el tiempo del noviazgo, necesario aunque transitorio, y madura a lo largo de la vida matrimonial en una entrega mutua, que hace a los esposos capaces de convertirse, aún siendo dos, en «una sola carne». Y a su vez, de abrir sus corazones al que necesita amor, especialmente al que está solo, abandonado, débil y, en cuanto vulnerable, frecuentemente marginado por la cultura del descarte. Esta cultura que vivimos hoy que descarta todo. Descarta todo lo que no sirve. Descarta a los niños porque molestan, a los viejos porque no sirven. Solo el amor nos salva de esta cultura del descarte.


Las familias están llamadas a continuar creciendo y avanzando en todos los sitios, aun en medio de dificultades y limitaciones, tal como lo han hecho las generaciones pasadas. Todos formamos parte de una gran cadena de familias, que viene desde el inicio de los tiempos. Nuestras familias son tesoros vivos de memoria, con los hijos que a su vez se convierten en padres y luego en abuelos. De ellos recibimos la identidad, los valores y la fe. Lo hemos visto en Aldo y Marisa, casados desde hace más de cincuenta años.

Su matrimonio es un monumento al amor y a la fidelidad. Sus nietos los mantienen jóvenes; su casa está llena de alegría de felicidad y de bailes. Es bello ver a esta abuela enseñar a bailar a sus nietos. Su amor recíproco es un don de Dios, un regalo que están transmitiendo con alegría a sus hijos y nietos.

Una sociedad, escuchen bien esto, una sociedad que no valora a los abuelos es una sociedad sin futuro. Una Iglesia que no se preocupa por la alianza entre generaciones terminará careciendo de lo que realmente importa, el amor. Nuestros abuelos nos enseñan el significado del amor conyugal y parental. Ellos mismos crecieron en una familia y experimentaron el afecto de hijos e hijas, de hermanos y hermanas. Por eso son un tesoro de experiencia y sabiduría para las nuevas generaciones. Es un gran error no preguntarles a los ancianos sobre sus experiencias o pensar que hablar con ellos sea una pérdida de tiempo. En este sentido, quisiera agradecerle a Missy su testimonio. Ella nos ha dicho que la familia ha sido siempre una fuente de fuerza y de solidaridad entre los nómadas. Su testimonio nos recuerda que, en la casa de Dios, hay un lugar para todos. Nadie debe ser excluido; nuestro amor y nuestra atención deben extenderse a todos.

Ya es tarde y estáis cansados. Yo también, pero permitidme que os diga una última cosa. Vosotras, familias, sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, crearon a la humanidad a su imagen para hacerla partícipe de su amor, para que fuera una familia de familias y gozará de esa paz que solo él puede dar. Con vuestro testimonio del Evangelio podéis ayudar a Dios a realizar su sueño, podéis contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia. Por eso, he querido daros a cada uno de vosotros una copia de Amoris laetitia, preparada en los dos sínodos de la familia, que la escribí para que fuera una especie de guía para vivir con alegría el evangelio de la familia. Que nuestra Madre, Reina de la familia y de la paz, os sostenga en el camino de la vida, del amor y de la felicidad.

Y ahora, al final de nuestra reunión, diremos la oración de este Encuentro de las Familias.

Dios, Padre nuestro,
Somos hermanos y hermanas en Jesús, tu Hijo,
Una familia, en el Espíritu de tu amor.
Bendícenos con la alegría del amor.
Haznos pacientes y bondadosos,
Amables y generosos,
Acogedores de aquellos que tienen necesidad.
Ayúdanos a vivir tu perdón y tu paz.
Protege a todas las familias con tu cuidado amoroso,
Especialmente a aquellos por los que ahora te pedimos:
(“Pensemos especialmente en todas las queridas familias”, pidió el Papa)
Incrementa nuestra fe,
Fortalece nuestra esperanza,
Protégenos con tu amor,
Haz que seamos siempre agradecidos por el regalo de la vida que compartimos.
Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor,
Amén.
María, madre y guía, ruega por nosotros.
San José, padre y protector, ruega por nosotros.
San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros.
San Luis y Santa Celia Martin, rueguen por nosotros.

Los bendiga Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Buenas noches, duerman bien y hasta mañana.




Papa Francisco en Irlanda: Las familias son la esperanza de la Iglesia y del mundo
Redacción ACI Prensa
Papa Francisco en la Fiesta de las Familias en Dublín, Irlanda. Foto: Rudolf Gehrig / EWTN Germany.



Al presidir la Fiesta de las Familias en Dublín (Irlanda), el Papa Francisco aseguró que las familias “son la esperanza de la Iglesia y del mundo”.

En el evento, en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, el Santo Padre destacó que “Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, crearon a la humanidad a su imagen para hacerla partícipe de su amor, para que fuera una familia de familias y gozara de esa paz que solo él puede dar”.

Ante más de 70.000 personas reunidas en el estadio Croke Park Stadium, el Papa destacó que “es hermoso celebrar, porque nos hace más humanos y más cristianos. También nos ayuda a compartir la alegría de saber que Jesús nos ama, nos acompaña en el camino de la vida y nos atrae cada día más a él”.

“Hoy en Dublín nos reunimos para una celebración familiar de acción de gracias a Dios por lo que somos: una sola familia en Cristo, extendida por toda la tierra. La Iglesia es la familia de los hijos de Dios”.

“Una familia en la que nos alegramos con los que están alegres y lloramos con los que sufren o se sienten abatidos por la vida”, señaló.

El Papa aseguró que “el Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo”, pues en la familia “siempre se puede encontrar a Jesús. Él vive allí, en simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret”.

El Santo Padre aseguró que escribió la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia “para ayudarnos a reconocer la belleza y la importancia de la familia, con sus luces y sus sombras, y he querido que el tema de este Encuentro Mundial de las Familias fuera ‘El Evangelio de la familia, alegría para el mundo’”.


“Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo”, aseguró.

“¿Qué significa esto? Significa que, después de haber encontrado el amor de Dios que salva, intentemos, con palabras o sin ellas, manifestarlo a través de pequeños gestos de bondad en la rutina cotidiana y en los momentos más sencillos del día”.

“Esto es santidad”, añadió.

El Papa aseguró que “la gracia de Dios nos ayuda todos los días a vivir con un solo corazón y una sola alma. ¡También las suegras y las nueras! Ustedes lo saben mejor que yo. Nadie dice que sea fácil”.

“Es como preparar un té: es fácil hervir el agua, pero una buena taza de té requiere tiempo y paciencia; hay que dejarlo reposar. Así, día tras día, Jesús nos envuelve con su amor, asegurándose de que penetre todo nuestro ser”.

Francisco destacó además que “no hay familia perfecta. Sin el hábito de perdonar, la familia se enferma y se desmorona gradualmente”.

“Perdonar significa dar algo de sí mismo. Jesús nos perdona siempre. Con la fuerza de su perdón, también nosotros podemos perdonar a los demás, si realmente lo queremos”.

Que las redes sociales no amenacen la familia

El Santo Padre destacó que los que participan en el Encuentro Mundial de las Familias “forman una ‘red’ espiritual y de amistad, y las redes sociales les pueden ayudar a mantener este vínculo y extenderlo a otras familias en muchas partes del mundo”.

“Es importante, sin embargo, que estos medios no se conviertan en una amenaza para la verdadera red de relaciones de carne y hueso, aprisionándonos en una realidad virtual y aislándonos de las relaciones auténticas que nos estimulan a dar lo mejor de nosotros mismos en comunión con los demás”, señaló.


Francisco advirtió que “cuando las redes sociales entran en órbita” y “cada uno está con el teléfono y se conecta afuera”, se abre un peligro, pues “te saca de lo concreto de la familia y te lleva a una vida gaseosa, abstracta, sin consistencia. Estén atentos a esto”.

El Papa también expresó que “en toda sociedad, las familias generan paz, porque enseñan el amor, la aceptación y el perdón, que son los mejores antídotos contra el odio, los prejuicios y la venganza que envenenan la vida de las personas y las comunidades”.

“El amor de Cristo, que renueva todo, es lo que hace posible el matrimonio y un amor conyugal caracterizado por la fidelidad, la indisolubilidad, la unidad y la apertura a la vida”, aseguró.

Francisco destacó que “las familias están llamadas a continuar creciendo y avanzando en todos los sitios, aun en medio de dificultades y limitaciones, tal como lo han hecho las generaciones pasadas”.

“Todos formamos parte de una gran cadena de familias, que viene desde el inicio de los tiempos. Nuestras familias son tesoros vivos de memoria, con los hijos que a su vez se convierten en padres y luego en abuelos”.

El Papa advirtió que “una sociedad que no valora a los abuelos es una sociedad sin futuro. Una Iglesia que no se preocupa por la alianza entre generaciones terminará careciendo de lo que realmente importa, el amor”.

Al finalizar su mensaje, Francisco aseguró que las familias, con su testimonio del Evangelio, “pueden ayudar a Dios a realizar su sueño, podéis contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz como una gran familia”.




“Como preparar un té”, la receta del Papa Francisco para las familias
Redacción ACI Prensa
Papa Francisco en Irlanda (2018) / Crédito: Vatican Media




Durante la Fiesta de las Familias en Dublín (Irlanda), el Papa Francisco recordó a los asistentes que todos han sido llamados a encontrar “la plenitud del amor” en la familia y el matrimonio, y comparó ese proceso con la acción de “preparar un té”.

En el evento, en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, el Santo Padre se dirigió a los “padres y madres, abuelos y abuelas, hijos y nietos” para decirles que “la gracia de Dios nos ayuda todos los días a vivir con un solo corazón y una sola alma” y que ese amor de Dios reflejado en la familia es “como preparar un té: es fácil hervir el agua, pero una buena taza de té requiere tiempo y paciencia; hay que dejarlo reposar”.

“Así, día tras día, Jesús nos envuelve con su amor, asegurándose de que penetre todo nuestro ser”, añadió.

En ese contexto, el Papa recordó que el “Evangelio de la familia es verdaderamente alegría para el mundo, ya que allí, en nuestras familias, siempre se puede encontrar a Jesús; él vive allí, en simplicidad y pobreza, como lo hizo en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret”.

“El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios, que nos creó a su imagen, para que podamos darle gloria como iconos de su amor y de su santidad en el mundo”, aseguró el Pontífice.

Finalmente, pidió al Sagrado Corazón de Jesús que derrame sobre las familias “la gracia que necesitamos para sanar nuestras enfermedades y abrir nuestra mente y corazón para escucharnos, entendernos y perdonarnos mutuamente”.




El Papa explica por qué es recomendable bautizar a los niños pronto
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa.



En el marco del Encuentro Mundial de las Familias 2018, el Papa Francisco explicó por qué es recomendable que los niños sean bautizados pronto.

Ante los cerca de 70.000 asistentes a la Fiesta de la Familia en Dublín (Irlanda), el 25 de agosto, el Santo Padre subrayó que en la familia “cuidamos de cada uno, porque Dios nuestro Padre nos ha hecho a todos hijos suyos en el bautismo”.

“Por eso sigo alentando a los padres a que bauticen a sus hijos lo antes posible, para que puedan formar parte de la gran familia de Dios”.

Francisco aseguró que “es necesario invitar a todos a la fiesta. También al niño pequeño. Por eso se bautiza rápido”.

“Si el niño es bautizado de niño entra en su corazón el Espíritu Santo. Hagamos una comparación: un niño sin bautismo, los padres dicen ‘no, cuando sea grande’. Y un niño con el bautismo, con el Espíritu Santo en el corazón”, señaló.




El Papa pide a las familias tener más tiempo de calidad y menos en tecnología
Redacción ACI Prensa
Crédito: Daniel Ibañez - ACI Prensa




Durante la Fiesta de las Familias en Dublín (Irlanda) y tras escuchar el testimonio de una familia proveniente de la India, el Papa Francisco pidió a padres e hijos dedicar más tiempo a estar juntos y menos al uso de la tecnología.

“Quizás la historia de Ted y Nisha puede ayudar a todas las familias a que se pregunten sobre la necesidad de reducir el tiempo que se dedica a estos medios tecnológicos, y de pasar más tiempo de calidad entre ellos y con Dios”, dijo el Papa.

En el evento, realizado en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, la familia de Nisha y Ted, procedente de Mumbai (India), presentó su testimonio para animar a padres e hijos a reflexionar sobre el tiempo que invierten en usar los aparatos tecnológicos, para que no afecten al encuentro y comunicación necesario entre los miembros del hogar.

En su discurso, el Santo Padre advirtió que “cuando las redes sociales entran en órbita, cuando en la mesa en vez de hablar en familia, cada uno está con el teléfono”, la situación se vuelve peligrosa, “porque te saca de lo concreto de la familia y te lleva a una vida gaseosa, abstracta, sin consistencia”.

“Estén atentos a esto. Recuerden la historia de Ted y Nisha que nos enseñan a usar bien las redes sociales”, agregó.

Por otro lado, el Pontífice dijo que esta familia ha ayudado a comprender “que las redes sociales no son necesariamente un problema para las familias, sino que pueden ayudar a construir una ‘red’ de amistades, solidaridad y apoyo mutuo”.

“Las familias pueden conectarse a través de Internet y beneficiarse de ello. Las redes sociales pueden ser beneficiosas si se usan con moderación y prudencia. Por ejemplo, vosotros, que participáis en este Encuentro Mundial de las Familias, formáis una ‘red’ espiritual y de amistad, y las redes sociales os pueden ayudar a mantener este vínculo y extenderlo a otras familias en muchas partes del mundo”, añadió.

El Papa Francisco afirmó que la tecnología es importante, sin embargo, pidió “que estos medios no se conviertan en una amenaza para la verdadera red de relaciones de carne y hueso, aprisionándonos en una realidad virtual y aislándonos de las relaciones auténticas que nos estimulan a dar lo mejor de nosotros mismos en comunión con los demás”.



Esta es la oración por la familia que rezó el Papa Francisco en Irlanda
Redacción ACI Prensa


Este sábado, antes de retirarse de la Procatedral de Santa María en Dublín (Irlanda), el Papa Francisco invitó a los matrimonios y parejas de novios reunidos, rezar juntos la oración oficial del Encuentro Mundial de las Familias, que será clausurado mañana domingo con una multitudinaria Misa.

Francisco inició este sábado su viaje de dos días a Irlanda con motivo del Encuentro Mundial de las Familias. Así, como parte del programa, el Pontífice visitó la Procatedral donde dio un emotivo discurso.


El Santo Padre escuchó el testimonio de un matrimonio anciano que acababa de celebrar sus 50 años de casados y luego dos matrimonios jóvenes le hicieron unas preguntas.

Así, tras recordar que el hogar es la “Iglesia doméstica” donde los hijos crecen en la fe, aprenden la solidaridad y aprenden el lenguaje del amor; invitó a los fieles a rezar juntos la oración del encuentro para la familia. “Después les daré la bendición, y les pido rezar por mí, no lo olviden”, expresó.

La oración que rezó el Papa junto a las familias es el siguiente:

Dios, Padre nuestro,
Somos hermanos y hermanas en Jesús, tu Hijo,
Una familia, en el Espíritu de tu amor.
Bendícenos con la alegría del amor.
Haznos pacientes y bondadosos,
Amables y generosos,
Acogedores de aquellos que tienen necesidad.
Ayúdanos a vivir tu perdón y tu paz.
Protege a todas las familias con tu cuidado amoroso,
Especialmente a aquellos por los que ahora te pedimos:
(“Pensemos especialmente en todas las queridas familias”, pidió el Papa)
Incrementa nuestra fe,
Fortalece nuestra esperanza,
Protégenos con tu amor,
Haz que seamos siempre agradecidos por el regalo de la vida que compartimos.
Te lo pedimos, por Jesucristo nuestro Señor,
Amén.
María, madre y guía, ruega por nosotros.
San José, padre y protector, ruega por nosotros.
San Joaquín y Santa Ana, rueguen por nosotros.
San Luis y Santa Celia Martin, rueguen por nosotros.



Familia de sacerdote asesinado en Irak conmueve al Papa Francisco [VIDEO]
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa


El Papa Francisco escuchó esta tarde en Irlanda el testimonio de una familia que perdió a un pariente sacerdote, asesinado por terroristas musulmanes en Irak.

En el marco de la Fiesta de las Familias en el estadio Croke Park, la familia proveniente de Mosul, formada por Enass y Sarmaad Mekhael; junto a su hijo Azad y su sobrina Lilyan, se presentaron ante el Santo Padre para mostrar cómo una familia es fuente de fortaleza ante la adversidad.

En su caso, se refirieron al asesinato del P. Ragheed Ganni, ocurrido el 3 de junio de 2007 y cuya causa de beatificación se abrió en mayo de este año.


“Esta noche queremos compartir con usted nuestra historia de fortaleza y fe en nuestra familia, cuando nos enfrentamos a la guerra y la persecución. Hoy vivimos en Australia, pero algunos años antes vivíamos en Irak”, dijo la madre Enass ante el Pontífice al iniciar su relato.

“Como mucha gente en el mundo hoy, tuvimos que huir de nuestro hogar con miedo para buscar ayuda en la generosidad de otros, en otras tierras. Mi hermano, el P. Ragheed Ganni, fue martirizado junto a algunos de sus compañeros, luego de celebrar la Misa para su gente en la iglesia del Espíritu Santo en Mosul, Irak”, continuó Enass

Al P. Ganni, dijo también Enass, “lo recuerdan como mártir en el mosaico de la capilla del Colegio Irlandés en Roma, donde se formó para ser sacerdote. Él hablaba con frecuencia de su esperanza de paz para toda la gente del mundo, incluyendo su patria, Irak”.

A continuación, se proyectó un testimonio en video en el que se ve a Rammy, hermano del P. Ganni. “Crecimos en Karemlash. Yo y mi familia somos cristianos. Desde hace años seguimos el desarrollo de la guerra que se da en este lado del mundo. La guerra comenzó el 6 de agosto de 2014, eran las 9:00 p.m. y mi hermano me llamó para decirme que el Estado Islámico (ISIS) había llegado a Karemlash”.

“Durante nuestra salida del pueblo vi a niños que gritaban y mujeres que lloraban. Sabían que el ISIS había llegado y detrás de nosotros escuchábamos el sonido de los disparos. Después regresé a mi casa y la vi completamente quemada. Perdimos todo lo que teníamos. La comunidad de Karemlash sufrió mucho por la muerte de mi hermano, lo consideraban una persona buena y solidaria. He perdido a mi hermano y mi familia”.


Rammy continuó el relato y explicó que “dos cosas nos ayudaron a sobrevivir en este tiempo difícil: el amor de nuestra familia y la esperanza que surge con la fe. Sin esto no habríamos podido sobrevivir. Gracias a la ayuda de los cristianos alrededor del mundo ahora construimos un nuevo futuro de esperanza”.

“Gracias a grupos como Ayuda a la Iglesia Necesitada podemos ahora reconstruir nuestros hogares en el pueblo que tanto amamos. Somos parte de una familia de familias. La ayuda de esa familia también nos da esperanza”, añadió Rammy.


Para concluir, Enass dijo: “Santo Padre, gracias por escuchar esta historia de las familias en Irak, donde la familia de las familias, la Iglesia, ayuda a las familias a volver a sus hogares y afrontar el futuro con esperanza”.



Así fue la Fiesta de las Familias presidida por el Papa en Irlanda
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)



Este sábado el Papa Francisco presidió en el estadio Croke Park de Dublín (Irlanda), la Fiesta de las Familias, donde llamó a anclar la vida familiar en el amor de Dios y alentó a los padres a bautizar a los niños desde pequeños “para que puedan formar parte de la gran familia de Dios”.

El Santo Padre llegó al estadio aproximadamente a las 7:45 p.m. (hora local), para presidir el evento central del Encuentro Mundial de las Familias que culminará mañana con una Misa en el Parque Fénix.

Francisco fue recibido por cerca de 70 mil personas. En las palabras de bienvenida, el Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Cardenal Kevin Farrell, recordó que en el encuentro realizado en Filadelfia (Estados Unidos) en 2015, el Papa dijo que las familias son "el sueño de Dios para la humanidad".

“Cristo está realmente presente en el matrimonio, en la vida cotidiana de las parejas. Las familias aquí, que provienen de más de 114 países diferentes, han venido para compartir esto con el mundo y para dar a conocer que la suya es una vocación poderosa en la Iglesia universal”, expresó.

Durante el evento, el Santo Padre escuchó el testimonio de cinco familias, una de la India, una de Canadá, otra de Irak y dos de Irlanda.

Entre los testimonios, destacó el de la familia iraquí, cuya madre Enass Mekhael compartió ser hermana del P. Ragheed Ganni, fue martirizado junto con algunos de sus compañeros por terroristas musulmanes en 2007 “después de celebrar la Misa por su pueblo en la Iglesia del Espíritu Santo”, en Mosul.

Asimismo, participó una familia numerosa formada por Mary y Damian Richardson. Ambos revelaron que en su juventud cayeron en las drogas y que tener su hogar les ha dado fuerzas para salir adelante. Actualmente tienen nueves hijos biológicos y uno adoptado.

Antes del último testimonio, el Papa y los 70 mil asistentes fueron testigos de la interpretación del Ave María de Franz Schubert por parte de Andrea Bocelli y Celine Byrne. Ambos cantantes volverían a aparecer en el escenario luego del discurso del Papa, esta vez para interpretar Nessun dorma, de Giacomo Puccini.




En su discurso, el Santo Padre recordó que las familias son la esperanza de la Iglesia y del mundo, así como el lugar donde siempre se puede encontrar a Jesús.

Ante los miles de asistentes, el Pontífice también exhortó a los padres a bautizar a sus hijos “lo antes posible, para que puedan formar parte de la gran familia de Dios”.

Además pidió que las nuevas tecnologías, aunque necesarias, no sean un motivo para que en los hogares no se dialogue y compartan experiencias. “El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios”, añadió.

Finalmente, después de rezar juntos la oración oficial del Encuentro Mundial de las Familias, el Pontífice dio la bendición a las miles de personas presentes.