En las jornadas fotográficas, el hide o escondite es parte del éxito en ocasiones.
En la tarde que fotografiamos al abejaruco mi amigo Toni y yo tuvimos que pasar mucho calor, en ocasiones la espera merece la pena, y cuando no obtienes el resultado esperado siempre queda el momento de montar el escondrijo, la ilusión de la espera y la observación de lo que sucede desde el punto de observación.
FOTOS TONI ZARAGOZI
FOTOS ORNIALCARAZ
Secuencia de un abejaruco tragándose una polilla esfinge
Una fotografía dándole un toque distinto, para que quede algo artística.