Nunca tuvieron juegos
casa, cuna,
tequieros ni cometas.
Tal vez nunca,
canciones infantiles,
el tacto suave
de unas manos tibias,
ni las alas de un beso.
Viven un mundo
de charcos
y pies descalzos en verano,
de zapatillas rotas
y pies mojados en invierno.
Sin baños de burbujas
ni zapatos de marca.
Van a la escuela
sin embargo, felices,
a pie limpito
o flotando en un sueño.
Sin mochila
ni rotuladores fluorescentes.
Sin libros de dibujos fascinantes.
- tienen un solo lápiz
y solo un cuaderno -
Sin embargo felices.
Niños de piel de humo,
pan duro y papa asada,
os veo sonreír
con la mirada limpia.
Una estrella celeste os saluda.