Bandas españolas independientes que nos cuentan lo duro que es tener que gestionar todo con sus propios medios. Que realizan tareas de diseño, producción, representación, montaje, actuación, desmontaje, transporte…, y todo ello mientras continúan con sus vidas cotidianas, en sus trabajos con sus familias…agotador…, y no siempre valorado en la medida que tal esfuerzo merecería, pero cuya ausencia sería impensable para seguir con sus vidas.
Yo, que jamás he tenido dones artísticos y he reivindicado siempre la obligación social de
compartirlos por parte de aquellos que han sido tocados con esa suerte, mas que
nunca reivindico la obligación moral, de los que estamos al otro lado, de apoyarlos.
Solo así estos grupos y seres especiales podrán concedernos su creatividad, su talento, y mantenerse en circulación por las
salas de todas las ciudades con la firme intención de hacer lo que más les/nos
gusta, para poder seguir respirando..., a pesar de que en muchos casos deje agujeros en sus arcas.
“Los Zapatos No Vuelan” nos cuenta de un modo ágil,
dinámico, humano, heroico, independiente y muy musical, cómo es el día a día de
estas bandas, qué les emociona, qué les preocupa, qué dificultades se
encuentran, qué les mantiene y qué hace sigan saliendo a la carretera para poder volver de los escenarios con los pulmones repletos de aire.