Esto, que escribí hace años, hoy tengo que volver a ponerlo....
Así nos dejó a todos los que estábamos allí el tipo de la voz de oro.
Empezó hablando sin arrepentimientos, de futuro y, no podía ser mas propio, terminó cerrando bares.
Siempre he agradecido la gran capacidad de emocionarme que tengo y el miércoles pasado lo agradecí doble, es increíble sentir así.
En un recinto con cerca de 17000 personas, que bien podría haber sido el salón de mi casa del silencio tan absoluto que se oía, me cantaba casi al oído, en la distancia, quien tras ofrecer ponerse máscara y examinar cada pulgada de mi, durante unas horas fue definitivamente mi hombre.
Cierto es que eché de menos algo más de entusiasmo de los que le acompañabamos, solo visible y vaya por delante que me encantó, en la pareja que en la fila de atrás, que con cada canción se comía a besos como adolescentes distando muy mucho de serlo. Algo se movió en las gradas, como era de esperar, cuando en los bises tomaba definitivamente la capital germana después de hacerse con Manhattan, pero al público alemán poco dado a mostrar emociones, no podía pedírsele más, así son las cosas... todo el mundo lo sabe.
Fue una experiencia maravillosa, los músicos brillantes, los coros de los que hacen soñar con elfos y ninfas y la puesta en escena sencilla y perfecta.
Esa tendencia al suelo casi como seña de identidad , incluso de rodillas, con el cable en la mano bien cerca del micrófono, junto a la cara, daba más dramatismo al cuerpo perfecto de Suzanne y al silencio de quien encontró la muerte pero no le delató.
La persona que me acompañaba, que temió sentencia a 20 años de aburrimiento cuando comenté que solía durar entre tres y cuatro horas, terminó enjugando lágrimas absolutamente emocionada, no podía ser de otro modo.
Perdono la descortesía de no entrar en mi vida secreta a cambio de la esperanza, no demasiado realista, de volver a bailar un vals con él en un escenario parecido.
Vuelvo a agradecer la gran capacidad de emocionarme, de disfrutar, pero le agradezco aun más a usted, don L.C., la tremenda capacidad que aun tiene de emocionar.
Sincerely N.R
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viernes, 11 de noviembre de 2016
lunes, 22 de julio de 2013
Sin palabras...
Así nos dejó a todos los que estábamos allí el tipo de la voz de oro. Empezó hablando sin arrepentimientos de futuro y, no podía ser mas propio, terminó cerrando bares.
Siempre he agradecido la gran capacidad de emocionarme que tengo y el miércoles pasado lo agradecí doble, es increíble sentir así.
En un recinto con cerca de 17000 personas, que bien podría haber sido el salón de mi casa del silencio tan absoluto que se oía, me cantaba casi al oído en la distancia quien, tras ofrecer ponerse máscara y examinar cada pulgada de mi, durante unas horas fue definitivamente mi hombre.
Cierto es que eché de menos algo más de entusiasmo, solo visible y vaya por delante que me encantó, en la pareja que en la fila de atrás, con cada canción se comía a besos como adolescentes distando muy mucho de serlo. También, como era de esperar, cuando en los bises tomaba definitivamente la capital germana algo se movió en las gradas, pero a la afición alemana poco dada a mostrar emociones, no podía pedírsela más, así son las cosas... todo el mundo lo sabe.
Fue una experiencia maravillosa, los músicos brillantes, los coros de los que hacen soñar con elfos y ninfas y la puesta en escena sencilla y perfecta.
Esa tendencia al suelo casi como seña de identidad , incluso de rodillas, con el cable en la mano bien cerca del micrófono, junto a la cara, daba más dramatismo al cuerpo perfecto de Suzanne y al silencio de quien encontró la muerte pero no le delató.
La persona que me acompañaba, que temió sentencia a 20 años de aburrimiento cuando comenté que solía durar entre tres y cuatro horas, terminó enjugando lágrimas absolutamente emocionada, no podía ser de otro modo.
Perdono la descortesía de no entrar en mi vida secreta a cambio de la esperanza, no demasiado realista, de volver a bailar un vals con él en un escenario parecido.
Vuelvo a agradecer la gran capacidad de emocionarme, de disfrutar, pero le agradezco aun más a usted, don L.C., la tremenda capacidad que aun tiene de emocionar.
Sincerely N.R.
jueves, 20 de junio de 2013
martes, 29 de enero de 2013
28 de Enero
Hay fechas de las que trato de huir, fingiendo que no me afectan, que se manejarlo con madurez. O simplemente evito pensar que es una fecha determinada a la que debo de algún modo dar importancia, lo que no veo no existe. Pero mi técnica favorita es montar mi propia realidad paralela, my secret life como cantaría el señor Cohen. En este caso tengo la técnica más que dominada, es algo que practico desde mi mas tierna infancia y que me hace sentir cómoda en días como hoy. Puede aplicarse al cualquier circunstancia, si bien, el deseo y el amor son las más habituales, en días tristes como hoy, también es efectivo.
No es que esté pirada o tenga episodios de esquizofrenia, es simplemente que me gusta inventar historias, pintar del color que más me guste aquellas vidas que no viviré, quién sabe, quizás algún día las escriba. Del mismo modo, entro por el mero placer de recordar, aquello que me hizo feliz o que no quiero olvidar y me esfuerzo por detenerme en los detalles.
Hoy, por tercera vez no te felicito, y no me sirve la madurez, ni puedo huir de la nostalgia en esta fecha, sin embargo, in my secret life puedo hacerlo, y disfrutar de aquel recuerdo, en el que tanto reías, en el patio, de noche, no podíamos parar, ninguno, y los vecinos empezaron al chistar, dios, eso fue aun peor.
Así vierto estas gotas saladas, acompañando la sonrisa de medio lado que se ha instalado en mi cara, un espacio vacío por dentro y algo más de paz al terminar el día.
Te echo tanto de menos!!!
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