miércoles, 13 de julio de 2011

Jesusito de mi vida...

Gracias al niño Jesús, mi ordenador vuelve a funcionar a las mil y una noches.


No sé por qué, pero siempre me había imaginado a Jesús con pelo rubio. Media melena, ojos azules, tez sonrosada, sonrisa angelical, piernas cruzadas, brazos abiertos, túnica celeste, medio aro en la cabeza y chiquirritín. Chiquirriquitín. Metidito entre pajas. Ay del chiquirritín, chiquirriquitín, queridín, queridito del alma.

Pues tenía entendido que era así ¡hasta que me lo presentaron! Le había comprado unos patucos a juego con la túnica para que no pasara frío, pero cuál fue mi sorpresa cuando, en lugar del bebé que yo esperaba, apareció un morenazo, guapetón, casi tan listo como yo ¡y de pie...! En fin, que no se parecía en nada a la estampita... Yo creo que ha mejorado con la edad. Se viste mejor, no tiene bucles y el aro lo tiene tan bien disimulado ¡que no se le nota! Me parece que sigue siendo casi nazareno, pero de Madrid... Así que se le entiende perfectamente.

Total que le llevé mi ordenador a Jesús a ver si me hacía un milagrito. Tras un rápido chequeo a ojo, así son los elegidos..., Jesús me dijo que tenía un malware. Que en español significa mal bicho. Y que la única solución era limpiar el ordenador. Yo me quedé media roja y media gualda, porque antes de salir de casa le había dado un repaso con "Don algodón no engaña". Pero se conoce que no fue suficiente ya que, según Jesús, había que hacer una limpieza más profunda. Casi de primavera.

A pesar de haberme vuelto añóstica con los años, confié en Jesús. No hay nada mejor que una buena propaganda para creer en los milagros. Y como tengo entendido que Jesús es líder de ventas en este mundillo, qué menos que creer en él de vez en cuando... Total que lo dejé en sus manos, no sin antes preguntar qué milagroso producto de limpieza iba a usar. No me lo dijo... Yo creo que no me oyó de tan concentrado y en éxtasis que estaba. Pero supongo que ante un mal bicho cualquier insecticida vale...

¡Hay que ver estos seres celestiales lo bien que se portan! Jesús descubrió en un pis pas que mi ordenador tenía el famoso mal bicho del doble acento. Todavía no sé de qué país. O bien si era acento catalán, canario o gallego... Lo cierto es que encima de ser un mal bicho ¡hasta sabe dos idiomas! No lo entiendo. Y tampoco entiendo cómo entró ese mal bicho en el ordenador ¡si tengo todos los agujeros taponados! A lo mejor por una tecla... No sé... Tendré que averiguarlo...

Total, que ya puedo escribir todas las esdrújulas, llanas y agudas. Las críticas, las diacríticas, las diéresis, las sinéresis y las sinopsis también. Y todo gracias a Jesús. Verlo para creerlo... Ya tengo pensado el regalo que le voy a hacer para agradecerle tan valioso milagro. Estas navidades compraré una cuna gigante y le haré un sitio a Jesús en mi portal de Belén. ¡Seguro que le va a encantar...!


Jesús, niño, ¡muchísimas gracias!