Mostrando entradas con la etiqueta parlamento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta parlamento. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de julio de 2015

El Parlamento Europeo abre las puertas al Tratado de las élites económicas

La votación había sido suspendida el mes pasado por el temor de que la resolución parlamentaria chocara con los intereses de la Comisión Europea

El Parlamento Europeo abre las puertas al Tratado de las élites económicas
La gran coalición formada por los partidos popular y socialista europeo, desoye las voces de la ciudadanía y da luz verde a las negociaciones del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión entre Estado Unidos y la Unión Europea (TTIP), y la inclusión del controvertido mecanismo de resolución de diferencias entre inversores y estados, el ISDS.

Tanto el informe como las enmiendas mayoritariamente votadas  son una muestra de la retórica de las instituciones europeas, y del parlamento. La introducción de algunas líneas rojas relativas a los derechos de las y los trabajadores, las normativas medioambientales y la protección a las y los consumidores no es más que una declaración sin efectos prácticos en las negociaciones. Estas consideraciones se quedan en la autojustificación y el discurso de cara a la opinión pública, ya que no se establecen mecanismos garantistas para el control de estas limitaciones y además, las decisiones del Parlamento no tienen un papel vinculante en la negociación.

Pero además, y lo más grave, es que hoy el parlamento, a través de una “enmienda de compromiso” presentada por el grupo social demócrata europeo (S&D), da luz verde también a la incorporación del más controvertido aún mecanismo de resolución de controversias entre inversor y Estado (ISDS) en el Tratado. La enmienda sólo maquilla aspectos formales del ISDS, pero da un espaldarazo a la existencia de tribunales supranacionales que confieren privilegios a los inversionistas y grandes transnacionales extranjeras frente a las políticas y medidas de protección ambiental y de defensa de los derechos económicos, sociales, culturales de la ciudadanía, que los gobiernos de los países, desde decisiones soberanas y democráticas quieran poner en práctica.

El ISDS ha sido el elemento más discutido sobre su introducción en las negociaciones del TTIP, pero al que finalmente el grupo socialdemócrata europeo, contradiciendo sus posturas iniciales y no sin divisiones internas, se pliega con un poco de retórica, acatando la disciplina de los lobbys.

De esta manera se desoye en el Parlamento Europeo la voz de otros grupos políticos, y especialmente de la ciudadanía. Más de 470 organizaciones de toda Europa (280 del Estado español) solicitaron el voto negativo al Informe y las enmiendas que incluían el ISDS, y se recogieron más de 2,3 millones de firmas en todo el continente por la paralización de las negociaciones del TTIP. La Campaña #No al TTIP en el Estado español también en esta semana llevó a cabo acciones específicas en redes sociales y el envío de una carta a las y los eurodiputados socialistas españoles solicitando que reconsideraran su voto y rechazaran de manera explícita cualquier forma de ISDS.

jueves, 4 de junio de 2015

Los socialistas ceden a la presión social y ahora rechazan el blindaje a las multinacionales

El eurodiputado socialista, Sergio Gutiérrez.
Aunque la semana pasada votaron junto a la derecha europea a favor de un informe parlamentario que no rechazaba la fórmula del arbitraje privado, han presentado tres enmiendas para rectificar su posición y rechazar el ISDS de plano.

Fuente: Público

BRUSELAS.- Ante la presión social desatada esta semana en torno al TTIP, los socialistas europeos han decidido rectificar la posición de no rechazar el blindaje a las multinacionales manifestada el pasado jueves en la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo.

viernes, 2 de enero de 2015

"Catalunya NO al TTIP" lleva el debate al Parlament

La Comisión de Acción Exterior, Unión Europea y Cooperación del Parlament de Catalunya se reunió el pasado 22 de diciembre para realizar un debate sobre el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), que sirvió para marcar la posición de los diferentes partidos respecto al tratado de libre comercio. 

En ella participaron el director de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona, Ferran Tarradellas; Ricard Bellera, Secretario de Internacional, Migración y Cooperación de CCOO; una representación de PIMEC; Joan Tugores, profesor de economía de la UB; y Àlex Guillamón y Carlos Seijo, miembros de la Campaña Cataluña No al TTIP. Posteriormente a las intervenciones de las personas invitadas se produjo un turno en el que los representantes de cada partido político plantearon preguntas y mostraron sus posturas.

Mientras el debate monográfico avanzaba dentro del Parlamento de Cataluña, miembros de la Campaña se concentraron ante el hemiciclo para recoger firmas en contra. Tras el éxito del acto las entidades y miembros que forman la campaña han visto como positiva la sesión informativa. A pesar de ello la campaña seguirá trabajando: "no nos quedaremos esperando de brazos cruzados. Seguiremos nuestro propio proceso de debate, información y movilización ciudadana”.

Puedes consultar la intervención de la Campaña en la sesión, imágenes, videos y noticias aquí:

1) Texto de la intervenció de la Campanya Catalunya No al TTIP en el Parlament  

2) La noticia en TV3

miércoles, 16 de julio de 2014

Contestación del Gobierno a la diputada Rosana Pérez Fernández (Grupo Mixto) sobre la negociación del Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos y la Unión Europea

A la Mesa del Congreso de los Diputados

Doña Rosana Pérez Fernández, Diputada del Grupo Parlamentario Mixto (BNG), al amparo de lo dispuesto en el artículo 185 del Reglamento de la Cámara, presenta la siguiente pregunta para la que solicita respuesta por escrito relativa a la negociación del Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y la UE.


La negociación del Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y la UE está generando una gran preocupación desde un punto de vista económico, laboral, social y político por las temibles repercusiones de un Acuerdo que sólo persigue la desregulación total de las normas.

martes, 18 de marzo de 2014

Proposición no de Ley de rechazo al acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos llamado Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión

La Mesa de la Cámara, en su reunión del día de hoy, ha adoptado el acuerdo que se indica respecto del asunto de referencia.

(162) Proposición no de Ley ante el Pleno.

Autor: Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural. 

Proposición no de Ley de rechazo al acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos llamado Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión.

Acuerdo: Considerando que solicita el debate de la iniciativa ante el Pleno, admitirla a trámite como Proposición no de Ley conforme al artículo 194 del Reglamento, entendiendo que la celebración de un Pleno monográfico a la que se alude en su punto 3 se acordaría, en su caso, por el cauce reglamentario pertinente, disponer su conocimiento por el Pleno de la Cámara, dando traslado aI Gobierno y publicarla en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, comunicando este acuerdo al Grupo Parlamentario autor de la iniciativa. En ejecución de dicho acuerdo se ordena la publicación de conformidad con el artículo 97 del Reglamento de la Cámara.
Palacio del Congreso de los Diputados, 18 de marzo de 2014.—P.D. El Secretario General del Congreso de los Diputados, Carlos Gutiérrez Vicén.

A la Mesa del Congreso de los Diputados
Al amparo de lo establecido en el Reglamento de la Cámara, el Grupo Parlamentario IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural presenta la siguiente Proposición no de Ley de rechazo al acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos llamado Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, para su debate en el Pleno.

El pasado 25 de febrero durante su intervención en el debate sobre el estado de la nación celebrado, el presidente Mariano Rajoy afirmó: «España seguirá apoyando la consecución del acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos, la llamada Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión que, de llegar a buen término, constituirá un impulso muy notable para la economía europea que vería incrementadas sus exportaciones a los Estados Unidos por encima del 25 por ciento.»

El acuerdo comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos al que hacía referencia Mariano Rajoy, el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) va mucho más allá del comercio. Haciendo una lectura al borrador tal como está redactado ahora, el acuerdo tendrá un impacto amplio e irreversible en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Especialmente en la salud, la alimentación, el trabajo, la seguridad de los productos, el medio ambiente, los derechos laborales y las políticas de privacidad. Incluso podría cambiar profundamente la manera en que usamos las instituciones democráticas para establecer regulaciones en todos estos campos, asaltando, por tanto, derechos de la ciudadanía.
A pesar de la importancia de la cuestión, los negociadores de la Comisión Europea mantienen el obscurantismo sobre la dimensión de las negociaciones y sobre el impacto real que supondrían los acuerdos. El pasado 18 de febrero se cerró la primera fase de negociación con una reunión en Washington entre el comisario De Gucht y el representante de comercio estadounidense Michael Froman. Durante el mes de marzo de 2014 se inicia la fase negociadora. Si el calendario continúa según lo previsto actualmente, las negociaciones deben durar hasta mediados de 2016.

Los acuerdos de «libre comercio» suelen ser defendidos por una teoría según la cual al reducir los aranceles, se amplía el comercio, permitiendo el acceso a importaciones más baratas, con grandes beneficios para la economía que superan las desventajas. Pero los aranceles entre los EE.UU. y la UE ya son muy bajos —un 3 % de promedio—. Por lo tanto, los promotores del TTIP están centrando sus predicciones económicas positivas en la «eliminación, reducción o prevención de las innecesarias políticas post-fronteras». Es así como denominan a las barreras comerciales no arancelarias. Los estudios más optimistas han asumido que el TTIP podría suponer un aumento de 0,5 a 1 por ciento del producto interno bruto (PIB). Estas estimaciones carecen de base técnica o económica y se olvidan de mencionar que la gama completa de beneficios sólo se proyecta para ser alcanzados en 2027. Los promotores del tratado hablan de un supuesto beneficio de 500 euros por familia. Pero según un análisis realizado por el Observatorio de Comercio Global de la entidad Public Citizen (un grupo defensor de los consumidores norteamericanos), los beneficios del TTIP ascenderían a menos de 40 euros por familia al año. Y eso sin tener en cuenta los costes adicionales por la debilitación de las garantías en materia de salud, financiera, ambiental y otras regulaciones de interés público. No está claro de dónde salen esos puestos de empleo ni como los países de la UE se beneficiarían.

La falta de transparencia que están caracterizado las negociaciones del TTIP es una vulneración en el derecho de todo ciudadano a saber lo que se está negociando en su nombre. El mandato de negociación que el Consejo de la UE dio a la Comisión todavía está clasificado como un documento secreto. Incluso a los miembros del Parlamento Europeo que desempeña un papel importante en las relaciones comerciales de Europa, ya que puede vetar los acuerdos comerciales (corno hizo con el Acuerdo Comercial Antifalsificación, ACTA), sólo se les permite el acceso limitado a los textos de negociación.

Pero la falta de transparencia en las negociaciones no es el único menosprecio a las instituciones democráticas que supone el TTIP. Uno de los puntos más preocupantes es la inclusión del mecanismo de solución de controversias inversionista-estado (ISDS por sus siglas en). El ISDS permite a los inversores extranjeros eludir a los tribunales nacionales y presentar sus quejas directamente a los tribunales internacionales de arbitraje, a menudo compuestos por abogados de las mismas empresas. Se trata de un privilegio para las empresas más poderosas inconcebible e injustificable entre dos sujetos políticos con tribunales de justicia desarrollados y plenamente operativos. Así, si un tribunal de arbitraje concluye que las políticas decididas democráticamente podrían reducir las ganancias proyectadas de un inversor, éste ISDS podría obligar a un gobierno a pagar miles de millones en daños y perjuicios. 

Esto limitaría la libertad democrática para legislar sobre asuntos ambientales, de salud y financieros, entre otros. Este tipo de mecanismos ya existen en otros acuerdos comerciales y los resultados han sido desastrosos: sanciones millonarias a Australia por su legislación antitabaco, sanciones a Argentina por impuestos sobre la Energía, a Canadá por una moratoria al fracking, a Alemania por su política energética, a Eslovaquia por paralizar privatizaciones de hospitales. Ejemplos que demuestran que es un pseudo tribunal formado por defensores de los intereses de las empresas que las antepone a las leyes y a la propia democracia.

El debilitamiento del poder legislativo democrático para regular una amplia variedad de sectores, se vería aún más afectado por una de las ideas favoritas sobre el TTIP del Comisario de Comercio de la UE De Gucht: el establecimiento de un Consejo de Cooperación Regulatoria (CCR) entre los EE.UU. y la UE. El concepto básico es simple: antes de elaborar la nueva legislación (en alguna de las materias afectadas por el TTIP, como la materia ambiental o de consumo, derechos laborales o preocupaciones agrícolas, etc) un organismo bilateral de los gobiernos de los EE.UU. y la UE y de representantes de ernpresas, tienen la oportunidad de «analizar» previamente posibles impactos de dicha legislación en los intereses de sus negocios. Los lobbies empresariales, por lo tanto, podrán coordinar estrategias para bloquear los esfuerzos legislativos, incluso antes de que se pongan en marcha.

Varios grupos empresariales han manifestado explícitamente su intención de utilizar el TTIP para atacar el principio de precaución que guía la legislación medioambiental europea. Casi cada lobby industrial tiene sus propias solicitudes preferidas para negociar nuevas normas transatlánticas más convenientes para sus negocios. Las empresas químicas quieren debilitar REACH, la legislación europea revolucionaria en la evaluación y la restricción de productos químicos. Algunos grupos de presión quieren que el TTIP evite las leyes sobre pesticidas y regulaciones regionales sobre fracking. Los EE.UU. no tienen ratificadas seis de las ocho normas fundamentales del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), incluida la Convención sobre la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva. La agenda de negociación del TTIP muestra que no hay ninguna ambición de avanzar en mayor protección de los derechos laborales.

La Comisión Europea ha prometido una y otra vez que no va a negociar una reducción de las normas de la UE. Pero la aplicación de conceptos como el «reconocimiento mutuo» de los estándares y otras estrategias, pueden tener indirectamente el mismo efecto, aunque sin cambiar formalmente ningún reglamento de la UE. Sobre la base del «reconocimiento mutuo», las empresas transnacionales podrían utilizar sus empresas subsidiarias en el otro continente para aprovechar las ventajas de las diferencias en la regulación. A la práctica, se anularía de manera efectiva el derecho de regular y se fomentaría un dumping desregulador sin precedentes.

Uno de los efectos del TTIP sería el debilitamiento de las normas europeas establecidas para los servicios de interés público. Por ejemplo, facilitaría la privatización de los servicios de agua, o limitaría fuertemente las opciones para la adjudicación de las licitaciones públicas en función de criterios ecológicos o sociales. También pone en riesgo el desarrollo de políticas favorables a las PYME a ambos lados del Atlántico. Creemos que es un ataque inaceptable a las cláusulas sociales y ambientales en la contratación pública, la protección de determinados sectores económicos son esenciales y la defensa de bienes públicos.

La protección de la excepción cultural ha hecho que la industria audiovisual sea un pilar de la identidad europea. Sin embargo, el hecho de que no se incluya la excepción cultural en los borradores, a pesar de que Francia se ha posicionado a favor, podría perjudicar a la industria del cine. Por ejemplo, en Corea del Sur a raíz de su tratado comercial con EE.UU. se ha reducido notablemente la diversidad y la producción en la industria del cine, ya que su mercado se ha abierto completamente a los inversores de Hollywood.

Con las negociaciones comerciales recién concluidas del Tratado de Libre Comercio Canadá-UE (CETA), el TTIP promovería la carrera mundial de acuerdos comerciales bilaterales de profundo alcance, de los que la UE ha sido una fuerza impulsora desde el año 2005, socavando el multilateralismo comercial. Del mismo modo, EE.UU. evita el multilateralismo allá donde haya sido desafiado y ahora quiere formar un club exclusivo con la UE. En el medio plazo, esto podría incluso debilitar la posición de la UE en el mundo. Podría suponer la formación de bloques económicos rivales, sometiendo a los países más débiles y más pobres a normas en las que no han tenido ninguna manera de influir, amenazando a la cooperación mundial y debilitando las iniciativas de reforma del sistema de comercio global para enfrentar mejor los desafíos globales comunes, especialmente el cambio climático y la protección del medio ambiente.

Por todo ello, se presenta la siguiente Proposición no de Ley 

«El Congreso de los Diputados:

1. Insta al Gobierno a mostrar formalmente ante la Comisión Europea y el Consejo su rechazo del actual texto de propuesta de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión entre la Unión Europea y Estados Unidos.

2. Insta al Gobierno a enviar a los grupos parlamentarios la información completa correspondiente a cada ronda de negociación.

3. Acuerda celebrar un pleno monográfico sobre el contenido de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión y el estado de las negociaciones.»

Palacio del Congreso de los Diputados, 10 de marzo de 2014.—Joan Josep Nuet Pujals y Laia Ortíz Castellví, Diputados.—Chesús Yuste Cabello, Joan Coscubiela Conesa y José Luis Centella Gómez, Portavoces del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural.

Fuente: BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
Serie D Núm. 425 21 de marzo de 2014 Pág. 4

domingo, 16 de marzo de 2014

Izquierda Plural presenta en el Congreso una iniciativa contra el acuerdo comercial entre EEUU y UE

La diputada de ICV en el Congreso de los Diputados, Laia Ortiz, ha registrado una proposición no de ley de rechazo al acuerdo comercial entre la UE y EEUU al considerar que puede afectar a derechos fundamentales y a garantías sociales.