Quienes han tenido algún tipo de contacto conmigo habrán apreciado que mi mayor vicio es la palabra escrita, no sería capaz de entender mi vida sin un libro cerca. Pero quienes me conocen mejor saben que peco un poco de intransigencia literaria.
Es cierto, y aunque no me sienta orgullosa de ello, he de reconocer que tengo algunos prejuicios a la hora de acercarme a un libro; o, mejor dicho, a un escritor.
Pero también he de decir que alguna de las veces en que he pasado a través de los prejuicios (ya sea por recomendación expresa de algún amigo cercano, por estar en las listas de Babelia... o simplemente, por demostrarme a mí misma que acertaba en mi rechazo) me he llevado gratas sorpresas. Otras, en cambio, no hice más que reforzar mis fobias, tal y como me ocurrió con Ken Follet y su espantoso "los pilares de la tierra"
Hace un par de fines de semana, un desconsiderado virus gástrico, no me dejó estudiar todo lo que debía; así que me senté en el sofá, cogí el mando y me lancé a la aventura digital. Allí me esperaba "Orgullo y Prejuicio" que no habría visto de no ser por ella, Keira Knightley. Supongo que al final la fiebre, la tristeza, la nostalgia y la mirada de Keira se unieron para hacer que me gustara la historia... que viviera como los prejuicios en cualquiera de los campos de la vida nos pueden llevar por caminos erróneos, que nos pueden hacer tener ideas equivocadas y, aún peor, perdernos grandes cosas que nos tiene preparadas... al fin y al cabo, lo único malo que puede pasar es que constates que estés en lo cierto en tus apreciaciones o sentiemientos; e, incluso es bueno, pues saber es la única manera de seguir avanzando.
Esta reflexión sobre el orgullo y los prejuicios hacia lo desconocido, me hizo pensar que quizá estaba equivocada en mis opiniones sobre la obra de la autora.
Así que decidí seguir indagando... sin libros en casa, con fiebre y sin una buena biblioteca y/o librería cerca, opté por descargarlos de internet (aviso: los derechos de autor ya caducaron con lo que la obra de Jane Austen puede ser disfrutada gratuitamente sin incurrir en delito o contravención alguna... pero, de todas formas, no probéis a llevaros un ejemplar de las librerias!!), aunque en la segunda página de "Mansfield Park" desistí: no tengo eBook y leer en la pantalla era demasiado para mi cabecita fiebrosa.
¿Siguiente opción? Las películas... En dos días vi: "Mansfield Park", "La Abadía", "Enma" y dos versiones completamente distintas de "Persuasión"... aparte de la sobredósis de altanería que tienen las mujeres de Jane Austen, aprendí (si es que no lo había hecho ya) lo fácil que sería todo si siempre fuésemos sinceros en nuestros sentimientos, miedos y deseos... en vez de intentar taparlos, disimularlos o ahogarlos por el temor al qué pensarán.
Para concluir mi investigación cinematográfica de la obra de Jane Austen, descubrí por la red, la película que da nombre a esta entrada; aunque nada tenga que ver la traducción con el título original. Esta película, ambientada en nuestra era, vuelve a poner de manifiesto lo complicadas que somos las mujeres en las relaciones... Sin embargo, lo que me despertó más curiosidad de esta película, fueron las conversaciones y debates sobre los libros de Austen y las adaptaciones cinematográficas...
Tantas discrepancias me han despertado una gran curiosidad por saber qué dicen y cómo lo dicen sus libros... ahora sí, incluidos en mi lista de libros a leer en el próximo año.
