Todos tenemos nuestras metas y deseos que esperamos algún día cumplir.
¿Quién no los tiene?
Pero la vida a veces nos pone trabas y esos sueños se complican.
Entonces… ¿Qué tenemos que hacer?, ¿Sentarnos a esperar que nos venga la iluminación divina? ¿Pararnos y no seguir caminando?
Creo que no, que la solución no es esa exactamente.
Pienso que debemos luchar, pelear por aquello que merece la pena, por aquello que deseamos.
Pero no siempre ganamos la batalla, en ocasiones se pierde.
En todo combate hay vencedores y vencidos.
Cuando, después de luchar, “no es y no puede ser”, lo mejor es abandonar con toda la dignidad del mundo, cerrar esa puerta, caminar hacia delante y comenzar a abrir otra puerta.
A lo mejor en ella esté nuestra felicidad.
Sé y reconozco que cuando “no es y no puede ser”, la vida nos cambia, podremos sufrir mucho y en ocasiones nos encontraremos perdidos. Hay que pasar un duelo, pero con el tiempo se acepta y volvemos a vivir, que es de lo que se trata.
Entonces y sólo entonces podremos encontrar el “es y puede ser”