Este pasado verano pude ver varios partidos de la sub19. Muchas perlas por pulir, muchos detalles, un futuro asegurado, y un nombre por encima de todos, Isco. La perla salida de la cantera valenciana ha copado muchas portadas de medios deportivos, ya sean escritos o audiovisuales. Isco y Paco Alcácer, la dupla perfecta del Valencia Mestalla, los pilares de un ascenso. Tras las marchas en estos años de Villa, Silva y Mata, este año parecía propicio para su salto al primer equipo. Sin embargo, el Valencia cometió un error con Isco. No puedes dejar una perla como Isco con una clàusula de 6 millones. A punto estuvo el Barcelona de perder a Thiago con una cláusula de 10 millones. En este caso, el Valencia no tuvo la suerte que le sonrió al campeón. El más listo en este asunto fue el Málaga. El proyecto andaluz está cargado de expectativas e Isco no dudó en volver a su tierra natal, para contar con las oportunidades necesarias para saltar definitivamente a la élite.
Francisco Román Alarcón Suárez, (21 de Abril de 1992, Benalmádena, Málaga). Este joven descarado se adentró en el mundo del balón en el quipo de su pueblo, el Club Atlético Benamiel. No tardó en despuntar y sus actuaciones en torneos nacionales fueron suficiente para que muchos clubs se fijaran en él. El conjunto ché fue el más hábil en esta lucha y se hizo con sus servicios en 2006. Con 14 años llegó al cadete valencianista, dónde pocos partidos le bastaron para establecer su liderazgo dentro del campo. En la cantera fue creciendo y aprendiendo, teniendo siempre un gran trato por parte de los técnicos, conscientes de que un jugador así necesita ser mimado y notar la confianza del club. No sólo ha tenido una presencia notable a nivel de club, sino que también nos ha hecho disfrutar de su fútbol en las categorías inferiores del combinado nacional, sobretodo en sub16 y sub19.
Su salto mediático se produjo en un partido de Copa ante el Logroñés, donde contribuyó con goles y juego a la victoria final por 4-1 en Mestalla. Sin embargo, aquellos enfermos futboleros deben conocerle ya por su actuación en la Copa de Campeones juvenil de hace 2 campañas, donde llevó en volandas al Valencia hasta la final, donde no pudieron superar al Real Madrid. Sin embargo, fue el mejor del campeonato, dejando detalles de crack que ya le hacían apuntar alto.
Cuando todo parecía propicio, su rumbo se desvió al sur, al PetroMálaga. En Málaga no ha disputado tantos minutos como desearía, pero sus 21 años son pocos aun para disparar alarmas. Su forma de jugar bien puede ser catalogada de clase alta. Isco es un centrocampista con una tremenda vocación ofensiva, actuando más bien como un mediapunta, sin descartar jugar como segundo delantero, por detrás de un 9. Su bajo centro de gravedad le da explosividad y una facilidad insultante para los cambios de ritmo. Sus piernas y su cabeza funcionan al unísono, creando fantasía en sus movimientos, con una técnica exquisita capaz de ganar un partido en una sola acción aislada. En cada jugada reinventa el concepto del regate, inventando movimientos solo propios de él, amoldándolos a su estilo.
Por sus características podría compararse con Agüero jugando 10 metros atrás, pero Isco no es solo un finalizador. Es un privilegiado. Su visión de juego está a la altura de pocos, siendo el último pase su excelencia. Ese toque decisivo, ese momento oportuno. De eso es de lo que vive Isco, de la elegancia, pues es un jugador que evita el choque, el contacto directo… se basta con su inteligencia y habilidad.
Redactor - Kilian Caballero