Tu juego no funciona porque es repetitivo. Porque siempre hay una (obvia)
mejor decisión en cada turno. Tu juego no funciona porque tiene demasiado
análisis-parálisis. Tu juego no funciona porque dura demasiado. Tu juego no
funciona porque tiene demasiado azar. Tu juego no funciona porque la gestión de
componentes es farragosa. Tu juego no funciona porque la distribución del mazo
no está bien equilibrada. Tu juego no funciona porque tiene
"kingmaking". Tu juego no funciona porque el que empieza tiene ventaja.
Tu juego no funciona porque el final es anticlimático. Tu juego no funciona porque
no se siente el tema. Tu juego no funciona a dos jugadores. Tu juego funciona a
dos jugadores pero no a tres. Tu juego no funciona a cuatro jugadores. Tu juego tiene demasiados componentes como para
ser publicado. Tu juego no funciona porque es demasiado difícil ganar. Tu juego
no funciona porque siempre ganas. Tu juego está roto ( y por tanto no funciona
) porque tiene una estrategia ganadora. Tu juego no funciona porque sobra
dinero. Tu juego no funciona porque el tema es poco atractivo. Tu juego no
funciona porque es demasiado abstracto. Tu juego no funciona porque se parece
demasiado a otro que sí que funciona. Tu juego no funciona porque se baraja
demasiado. Tu juego no funciona porque te pasas la partida moviendo cubos. Tu
juego no funciona porque hay que escribir y eso no se lleva. Tu juego no
funciona porque las reglas no se entienden. Tu juego no funciona porque algunas
acciones son inútiles y no se utilizan. Tu juego no funciona porque faltan
recursos a media partida. Tu juego no funciona porque el que va ganando es
machacado por los demás y no puede ganar. Tu juego no funciona porque utiliza
componentes muy extraños, o caros. Tu juego no funciona porque hay que leer
demasiado texto. Tu juego no funciona por falta de playtesting. Tu juego no
funciona y la papelera se llena de cartulinas rotas y bolas de papel y tu disco
duro se llena de archivos versión uno, dos, tres y veinte. Tu juego no funciona
pero en tu mente está la solución para que funcione: fabricas, recortas, pegas,
escribes, tachas, imprimes...y días después vuelves a comprobar que, de nuevo,
tu juego no funciona porque el límite de cartas en mano es insuficiente, o tu
juego no funciona porque la economía del juego se desequilibra o tu juego no
funciona porque las subastas alargan demasiado el final de cada turno o tu
juego no funciona porque los puntos de victoria deben permanecer ocultos o tu
juego no funciona porque a mitad de partida faltan losetas o tu juego no
funciona porque cada jugador necesita demasiado espacio en mesa para
desarrollar su juego o tu juego no funciona porque necesitas más o menos
casillas en el tablero de recorrido o tu juego no funciona porque los jugadores
necesitan una tarjeta-resumen con las acciones o tu juego no funciona porque se
producen demasiados empates o tu juego no funciona porque hay condiciones de
victoria más fáciles de alcanzar que otras o tu juego no funciona porque es más
facil ganar siendo traidor que honrado o tu juego no funciona porque...
[...]Mundos de cartón es uno de esos billetes que arrastra el viento y que de alguna manera ha ido a parar a tus manos. No tiene fecha de caducidad ni estación de destino impresa; tan sólo te permite subir al tren y acompañarme en un viaje donde recorreremos tierras diferentes; paisajes de la mente humana, y territorios lúdicos. Bienvenido a bordo.
martes, 17 de septiembre de 2013
martes, 10 de septiembre de 2013
El telegrama Zimmermann y un Premio sorprendente
Hoy he comprendido, gracias a El Telegrama Zimmermann, lo acostumbrados que estamos a creer que nos sorprendemos de lo previsible. Me refiero al hecho de leer una y otra vez noticias lúdicas donde se nos ofrecen productos y promociones a cual más original (creemos) y que simplemente consisten, una vez resuelta la ecuación, en un descuento, un regalo, o la promesa de que podrás poseer el mejor juego del mundo, si compras lo que te publicitan.
Y así vamos fagocitando todos los días las novedades de las editoriales, que nos aseguran que la segunda edición siempre es mejor que la primera, y las de las tiendas y blogs donde nos regalan un ejemplar de algún juego de moda, algún cupón de descuento, etc...
Cada día se convocan más premios y concursos a nivel amateur, con el objetivo de hacernos visitar un blog o fidelizarnos como compradores de un comercio en concreto. Y la zanahoria suele ser algún incentivo material o económico.
Por ello, cuando, abierta mi mente a las aburridas sorpresas cotidianas (ese más de lo mismo de regalos y promociones) me dirijo con poca curiosidad a las bases y premio del concurso que Lev Mishkin ha organizado en El Telegrama Zimmermann a raíz de la próxima publicación de Senderos de Gloria por Devir, me llevo una sorpresa mayúscula al leer que el premio consiste en... que Lev te enseñe a jugar, vía Vassal, al propio juego, en un "cursillo" de dos horas, a impartir a la hora que el agraciado desee.
Y desde que he leído el premio, que Lev califica de "humilde", no me lo he podido quitar de la cabeza en toda la mañana este sorprendente detalle. Este regalazo (con mayúsculas) que ofrece por participar. Y aquí estoy, desempolvando este blog donde cada vez que escribo espanto polillas, para dar mi opinión acerca de ello.
Me he sorprendido, mucho. Y he comprendido que las verdaderas sorpresas son así, como un estornudo en la cara o una garrapata aferrada al cerebro, que te obliga a pensar, a reflexionar...
Lev regala conocimientos en una sociedad donde todo el mundo regala dinero o productos materiales. Regala una clase a un juego que él domina, basado en una temática que conoce a la perfección. Regala dos horas de su tiempo para hacer que alguien aprenda a jugar y si hace falta, también le explica la herramienta digital que va a utilizar para llevar a cabo la formación, ese Vassal que a los profanos se nos antoja tan abrupto.
¿Cuánto vale el conocimiento, me pregunto? Si hiciéramos un ranking de premios, promociones y regalos, ¿a qué nivel ponemos este obsequio? ¿Vale por un juego, por un 5% de descuento en un pedido? ¿Tiene precio, esta promoción?
Yo particularmente opino que el regalo que ofrece Lev es el mejor regalo, el más útil que podía ofrecer a todos aquellos que, interesados por Path of Glory, se acerquen al concurso. Mejor que un ejemplar del juego, mejor que una carta promocional o una firma del autor.
Esta mañana, una corriente de aire fresco ha aireado Internet y el mundo de las promociones, premios y regalos. Por eso, os invito a participar en su concurso y sobre todo, a valorar en su justa medida el premio ofrecido. Os dejo el enlace al concurso...
Enlace al concurso
Suscribirse a:
Entradas (Atom)