No me mueve, mi Dios para quererte,
El cielo que me tienes prometido,
Ni me mueve el infierno tan temido,
Para dejar por eso de ofenderte.
Tu me mueves, Señor, mueveme el verte
Clavado en una cruz y escarnecido,
Mueveme ver tu cuerpo tan herido,
Muevenme tus afrendas y tu muerte.
Muevenme, en fin ,tu amor y en tal manera,
Que aunqque no hubiera cielo, yo te amara,
Y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que de dar porque te quiera,
Pues aunque lo que espero no esperara,
Lo mismo que te quiero te quisiera.
I
Toda la figura de Cristo en cruz respira amor: la cabeza, inclinada para besarte; los brazos, extendidos para abrazarte: las manos, perforadas para enriquecerte; el corazón, abierto para amarte y darte entrada libre en Él.
Un crucifijo es excelente compañero. No hay libro que tanto enseñe, ni amigo que tanto dé.
HUELLAS EN LA ARENA
Una noche soñé que recorría la playa con el SEÑOR.
A través del cielo pasaban las escenas de mi vida.
Para cada escena, noté que se marcaban
Dos pares de huellas en la arena;
Un par me pertenecían a mí, y el otro par pertenecían al SEÑOR.
A través del cielo pasaban las escenas de mi vida.
Para cada escena, noté que se marcaban
Dos pares de huellas en la arena;
Un par me pertenecían a mí, y el otro par pertenecían al SEÑOR.
A medida que las escenas pasadas de mi vida
Desfilaban ante mí,
Volteaba la mirada hacia las huellas en la arena,
Y note que muchas veces,
A lo largo del recorrido por la playa,
En la arena solo veía un par de huellas,
También noté que esto ocurría en los momentos
Más amargos y tristes de mi vida.
Desfilaban ante mí,
Volteaba la mirada hacia las huellas en la arena,
Y note que muchas veces,
A lo largo del recorrido por la playa,
En la arena solo veía un par de huellas,
También noté que esto ocurría en los momentos
Más amargos y tristes de mi vida.
Esto realmente me desconcertó y pregunté al SEÑOR:
“SEÑOR, Tú dijiste una vez, cuando decidí seguirte,
que recorrerías a mi lado el camino de la vida,
Pero he notado que durante las épocas más amargas de mi vida,
Hay solamente un par de huellas.
¡¿No entiendo?! …
¿Por qué cuando más te necesité,… me dejaste solo?
“SEÑOR, Tú dijiste una vez, cuando decidí seguirte,
que recorrerías a mi lado el camino de la vida,
Pero he notado que durante las épocas más amargas de mi vida,
Hay solamente un par de huellas.
¡¿No entiendo?! …
¿Por qué cuando más te necesité,… me dejaste solo?
El SEÑOR contestó…
“hija mía, te amo y nunca te deje sola
Durante las épocas de amargura y sufrimiento que viviste,
Cuando ves solamente un par de huellas,…
No caminabas sola,…
Era yo que te llevaba en mis brazos
“hija mía, te amo y nunca te deje sola
Durante las épocas de amargura y sufrimiento que viviste,
Cuando ves solamente un par de huellas,…
No caminabas sola,…
Era yo que te llevaba en mis brazos