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viernes, 5 de septiembre de 2014

Entrevista con Martín Malharro: "La novela negra es el género que mejor retrata las inequidades del sistema"





Compartimos un fragmento de la entrevista a Martín Malharro, publicada en el último número de "Sudestada", Nº 132. La nota es de Leandro Albani, frecuente colaborador de la revista. Ya daremos más novedades de Malharro y de su amigo Mariani.
http://revistasudestada.com.ar/article.php3?id_article=1274

jueves, 13 de marzo de 2014

La novela como justicia

Sus escenarios son los barrios del sur porteño. Sus personajes, marginales rastreadores. Con lápiz y papel, sentado en el Bar Británico, Martín Malharro escribe su cuarto policial negro “para impartir un poco de Justicia, desde los márgenes”.

Por Pablo Waisberg

Para acceder a la nota a continuación copiamos el enlace al suplemento "Histórico" del diario Sur Capitalino donde fue publicada (Marzo, 2014). http://www.surcapitalino.com.ar/edimpresa.php

sábado, 30 de noviembre de 2013

Historias de detectives

Por Juan Manuel Bellini

James Bond con la cara de Roger Moore, Sean Connery, Pierce Brosnan, Daniel Craig, mostraba desde la pantalla del cine a un personaje seductor capaz de resolver enigmas saltando de un lugar al otro del planeta y consumando con las mujeres más lindas. A Mariani no le conocemos la cara, pero sí sus historias a través de tres novelas: Calibre.45, Carne seca y la recién reeditada Banco de niebla. Mariani no tiene la suerte de Bond, no conquista mujeres y sus viajes son más modestos. De Buenos Aires a Puerto Madryn, a La Plata, a Salta, a Chos Malal. Pero si el personaje creado por Ian Fleming en 1952 (el mismo año en que nació Malharro) hoy sobrevive en el cine, Mariani vive en la literatura. Tanto el lector erudito como el consecuente o el ocasional suelen devorarse las páginas de sus aventuras. Aventuras de ayer, de hoy y de acá. En Carne seca, el autor supo narrar sucesos de la última dictadura sin empantanarse en el tono políticamente correcto en el que cayeron otros escritores. En la nota sobre las ficciones que se metieron con el genocidio le dimos un lugar merecido. Malharro construye hechos ficcionales con una base real. En Banco de niebla se interna en la Argentina previa al golpe, la época en que la Triple A ya era un grupo de tareas que se perfeccionaría como máquina criminal poco después. También a ese tiempo oscuro llegará la novela. Mariani va a ser torturado, tendrá un tiroteo de película en una ruta de ripio, incurrirá en la burocracia de una oficina pública, en el diálogo engañoso con un portero, recibirá información sobre la Triple A en el CELS, visitará el taller de su ladero Demarchi y siempre tendrá tiempo para concurrir al bar Británico: el aleph de todas las novelas de Malharro. Así como Demarchi no es Watson, Mariani tampoco es Sherlock Holmes. Lejos del preciso detective british o del duro Philip Marlowe, Mariani llega a su casa y una de sus tías le pregunta: “¿Comiste algo, nene?”. Mariani es de acá cerca, de Buenos Aires. Si bien tiene una mirada nostálgica sobre su porteñidad se aleja del folleto turístico. No la siente una ciudad idílica, pero le gusta. El café y el tango siempre lo acompañan. Y lugares tan promocionados como Puerto Madryn o Cafayate sirven a la trama tanto como el recorrido por pueblitos como Chos Malal. 

La cuenta, por favor

La prosa de Malharro es precisa, tiene frases duras como el género policial lo exige y nada es casual ni inocente. Un personaje es Bárbara Drivman, una quebrada casada con un marino que remite a una persona bien real: Anita Dvatman a quien en la ESMA conocían como Barbarella (por la famosa película de los ’60 protagonizada por Jane Fonda), que terminó casándose con el represor Jorge Radice. Este ex teniente de fragata dio en el Juicio a las Juntas de 1985 una de las declaraciones más célebres y terribles: “A mí la superioridad me fijaba un blanco y yo ejecutaba la orden impartida por la superioridad, ése es el procedimiento, soy un militar o fui un militar, me determinaban un blanco y yo accionaba las armas”. En 1998, desde Página/12 Miguel Bonasso escribía que Radice era “un personaje dostoievskiano, de los que integraron esa zona gris de perversa relación entre los verdugos y una reducida minoría de sus víctimas que Alfredo Astiz acaba de reivindicar. A tal punto que se casó con la guerrillera quebrada Anita Dvatman (alias Barbarella), una temible ‘marcadora’ que entregó a varios de sus compañeros”. El matrimonio, en los ’90, esa década donde todo era posible, terminaron haciéndose amigotes de Rodolfo Galimberti. Malharro utiliza el registro de la ficción, mete la historia de Barbarella en su novela y no queda descolgada dentro de la trama. No es la historia principal, se trata de una de las tantas de un libro lleno de peripecias, como apunta Juan Sasturain en el prólogo: “En esta novela se puede fumar. No es frecuente en estos tiempos light encontrar novelas que admitan fumadores. Pero acá Mariani fuma y habilita. En realidad, en Banco de niebla se puede hacer de todo; de todo menos dejarla”. Más que atinada recomendación de Sasturain. 

Noche y niebla 

Hay diversas frases sobre la paranoia. Charly García decía: “Si no sos paranoico, es porque estás desinformado”; el Indio Solari: “Cuando uno está paranoico no quiere decir que no te estén siguiendo”; y Ricardo Piglia: “También los paranoicos tienen enemigos”. Pero, ¿cómo no vivir con paranoia en 1975? Las patotas de la Triple A y las de la última dictadura llenan de miedos a personajes que circulan por el teatro San Martín o por Salta. Mariani, que vivió esos años, dice desconocer qué pasó y a través del consejo del periodista Salinas llega hasta el CELS y se entera. Y sufrirá en carne propia de qué trataba todo eso cuando se encuentre cara a cara con una patota de represores en el presente. Lo seguirán hasta el sur, adonde huye y busca un secreto. Un VW Golf, un Renault 19 y una Ballester Molina alcanzan para una escena que no se olvida fácilmente, donde el lector parece escuchar los estampidos y ver la humareda negra. El Gordo Demarchi aparece en las tres novelas, al igual que las tías Eva y Edy, solteras y dispuestas a malcriar a este sobrino del que ni siquiera saben muy bien a qué se dedica, pero a quien le atienden el teléfono para encontrar a interlocutores enigmáticos y estrafalarios. Un personaje nuevo es Mario Soler, jugador y ex cantante de boleros en los cabarets de Centroamérica. Le da refugio a Mariani y tienen diálogos jugosos. Son precisamente los diálogos otro mérito en la escritura de Banco de niebla. Tomemos un ejemplo: —Veo que conoce bien a la policía, profesor. —Tuve ese placer cuando me detuvieron en el San Martín, después pude profundizar este conocimiento en 1976, cuando estuve preso aquí en La Plata. —¿Lo detuvieron por causas políticas? —En este país la cultura es política, más en aquellos años. —No lo sé. No leo muchos libros, no tengo tiempo para ellos. —Usted parece ignorar muchas cosas, Mariani. Triángulo equilátero Banco de niebla, Calibre.45, Carne seca, tres novelas protagonizadas por Mariani y editadas por Mil Botellas, ¿por cuál empezar? Por cualquiera de las tres; se leen independientemente y son adictivas. El periodista Ricardo Ragendorfer deja en el prólogo de Calibre.45 una frase compartida por lectores de los tres libros: “Lo cierto es que durante horas no pude apartar la mirada de aquellas hojas”. También muchos escritores que se acercan a su lectura coincidirán con ese “acababa de leer una historia que a mí me hubiera gustado escribir”.

Nota publicada en Otros círculos del mes de noviembre de 2013. 

martes, 17 de septiembre de 2013



Anuncio publicado en el diario Hoy el jueves 12 de septiembre de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

Se presentó Banco de niebla de Martín Malharro

El jueves 12 se presentó la novela negra Banco de niebla y finalmente la serie "La Balada del Británico" salió completa por el sello Mil Botellas. El evento se realizó en el Museo Provincial Emilio Pettoruti y contó con la presencia del autor y del periodista Carlos Gabetta. 
Seguido compartimos algunas fotografías tomadas por Noelia Zapico y también, por la cámara milbotelliana.



De izquierda a derecha, el escritor Martín Malharro, el editor Ramón Tarruella y el periodista Carlos Gabetta


El autor, Martín Malharro


Los editores Sofía Silva y Ramón Tarruella junto a Emmanuel Burgueño

Ramón Tarruella, Clara Segura, Cecilia Martínez y Noelia Zapico

La Balada del Británico


El público



Marco y Elena


 Emmanuel Burgueño dando una mano con la venta de libros

Elena Giovannetti que se acaba de sumar a la troupe milbotelliana

viernes, 13 de septiembre de 2013

Presentaron Banco de Niebla, el libro de Martín Malharro


CULTURA / Fue en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettorutti. El periodista y escritor estuvo presente disertando sobre su obra, acompañado por el periodista Carlos Gabetta y el editor Ramón Tarruella. Con el auspicio del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la Editorial Mil Botellas, fue presentado este jueves, Banco de Niebla, la novela de Martín Malharro que cuenta en su contratapa con una reseña de Juan Sasturain y que forma parte de la trilogía que completan las obras Calibre .45 y Carne seca. La presentación estuvo a cargo de Carlos Gabetta, ex Director de El Periodista y de Le Monde Diplomatique.

Nota publicada en el diario Diagonales el viernes 13 de septiembre de 2013.