Lo nuestro rompe
con la gramática tradicional, viola las leyes de la sintaxis y supera la
lingüística clásica. La elipsis ya es explícita y el sujeto tácito salta a la
vista. Tus ganas riman con las mías y aunque no seamos unimembres, nada separa
nuestros núcleos que se funden en el contexto narrativo del asunto. A veces
confundo los pronombres, sin saber hasta dónde llego yo, sin ser vos o nosotros
y me brotan los posesivos celosos, dominantes, autoritarios, aplastando con
dureza cualquier sinónimo imprudente, para que seas mío, solamente mío sin
ningún circunstancial de compañía.
( De " Con la Literatura no se juega" Ediciones Macedonia 2013)