Me dijo que me amaba como
nunca nadie amó en este mundo. Le contesté que no era justo que se apropiase de
tal condición, ya que yo lo amaba mucho más. Aseguró que era imposible, que no
existía fuerza en el mundo que superara su amor; le juré que la mía, que mi
cariño era tan inmenso, tan poderoso que sería capaz que vencer cualquier
fuerza de la naturaleza.
Finalmente cortamos por
lo sano y nos separamos