Autora: Maria V. Snyder
Editorial: Darkiss
PVP: 15,90€
Páginas: 357
Encuadernación: tapa blanda
Sinopsis
Asesinato, caos y magia...
Envuelta en una oscuridad que me abraza como un sudario, no tengo nada que me distraiga de mis recuerdos del asesinato de Reyad. Él merecía morir, pero según la ley, yo también. Aquí en Ixia, el castigo para el asesinato es la muerte, y ahora estoy esperando al verdugo. Pero la misma ley que me condena me puede salvar. El catador de comida de Ixia, cuya misión era asegurarse de que la comida del Comandante no estaba envenenada, ha muerto. Y según las normas, el siguiente prisionero destinado a ser ejecutado, es decir yo, puede ocupar ese puesto... Es la única oportunidad que tengo para seguir viviendo.
A veces sucede que un libro no logra llamarnos la atención del todo, pero que cuando lo leemos, descubrimos toda una joya. Es lo que me ha pasado con Poison, libro que, de hecho, compré llevada por ese impulso consumista que a veces no logro controlar. Pero he quedado más que encantada con su lectura.
Tras un entrenamiento muy duro y casi letal, ahora Yelena debe probar la comida del Comandante en busca de venenos, a la vez que intenta escapar de las garras del general Brazell, a cuyo hijo asesinó. Pero no son sólo esos los peligros que acechan a la chica. Ni por asomo.
La trama es de lo más novedosa y original. No me ha recordado a nada leído con anterioridad y eso, en un mundo literario saturado de similitudes, se agradece muchísimo. Yelena se verá asediada por peligros que ni ella misma espera, por recuerdos del pasado y por amenazas de muerte que no están siquiera dirigidas a ella. Debe jugarse la vida en cada comida intentando detectar venenos en los alimentos.
Nos encontramos con una protagonista digna de convertirse en heroína. Fuerte, tenaz, luchadora, superviviente, que se adapta a cualquier situación. Con Yelena comprobaremos que el héroe no solo nace, sino que también, se hace.
En la historia conoceremos un montón de personajes. He de decir que estaba preparada para odiar al Comandante, pero ha sido un personaje al que le he acabado cogiendo muchísimo cariño. El punto fuerte, para mí, ha sido el personaje de Valek. Misterioso y atrayente a partes iguales, ha logrado conquistarme y a la vez hacerme dudar porque no sabía nunca por donde iba a salir. Tendremos también a los amigos de Yelena, como Rand, el cocinero, o Janco y Ari.
Un halo de misterio recorre la novela, plagada de secretos, mentiras e intrigas. Todo ello adornado con magia y venenos y una ambientación que recuerda a la época medieval.
Me ha parecido una novela muy buena por un motivo clave: no he podido anticiparme a ella. He sentido cada traición de la misma forma que Yelena, he alucinado con el rumbo que toman las cosas y hasta he sentido escalofríos cuando he conocido el pasado de la chica.
No nos olvidamos del amor. Porque sí, también hay romance. Y no se ve venir. No es algo cantado a los cuatro vientos desde el principio, si no que más bien es algo que se gesta poco a poco y que estalla al final de la novela. Y a mí me ha dejado un sabor particularmente dulce. Aunque espero, eso sí, que en el próximo libro termine de prender la chispa y nos deje con una mejor imagen todavía.
Además de la idea original para la trama, me han gustado especialmente los métodos de Valek para poner a prueba a la catadora de comidas cuando menos se lo espera. Y también el tema de los venenos es algo que me ha llamado la atención y que me ha fascinado totalmente.
La historia da mucho más de sí de lo que pude pensar cuando empecé a leerla. Tiene muchos recovecos que no se saben hasta que uno se adentra en ella. Es gratificante encontrar algo así en un libro, porque además de sorprender, logra enganchar. Hasta el punto que, una vez lo terminé, no tenía ganas de leer nada más salvo su segunda parte.
Puntuación: 10
No puedo hacer nada más que recomendarla, porque esta novela se ha ganado un hueco especial entre mis libros y me ha conquistado de principio a fin.
¡Leedlo, leedlo, leedlo!
Besos,
