Podía soportar que el guion fuese basura, y que le hicieran poner una voz absolutamente estúpida. Que le pintasen la cara como a un fantoche. Que su salario fuera mucho más bajo que el de su compañero, y el horario intempestivo... pero estos roces que notaba últimamente sobre el escenario, ya eran demasiado.
"¡Maldita sea, Jose Luis!" dijo, bajándose de sus rodillas; "¡Haz el favor de usar más lubricante, o te buscas un muñeco de verdad!"