Capítulo 10 / El vampiro en mis sueños
Capítulo Diez
MARISSA
Con nuestros labios unidos, mis ojos se abrieron repentinamente. Dominic y yo éramos completamente visibles. Mis mejillas ardían-bueno, mi cuerpo entero también, todo el camino hasta los dedos de mis pies cubiertos por mis zapatillas de lona.
El señor Thornton nos miró fijamente por un momento, luego sus grises mejillas se mancharon de cereza y él carraspeó. “Ahora pueden ver hasta donde la poción de invisibilidad puede ser útil. Sólo que la próxima vez, podrían hacerla un poco más poderosa para hacer que la experiencia dure más.”
Miré a Kate, esperando su desaprobación. Pero en cambio, me sonrió. Entendería ahora? Por una vez en mi vida, le importaba a un chico, y sólo le importaba yo. Me confortó de lado a lado.
“Sí,” ella dijo, “diría que él es un guardián, chica.”
“Eso es lo que pensé.” Le sonreí, totalmente emocionada de que pareciera que a ella también le gustaba, y que quisiera lo mejor para mí.
El señor Thornton explicó los ingredientes que precisaríamos para nuestra próxima poción y cómo combinarlos para producir un perfecto somnífero. Cuando el timbre sonó, era tiempo para historia. Dominic y yo casi nos dormimos a lo largo de la clase mientras la Señorita Winston se pasó hablando sobre los juicios de las brujas de Salem, girando inconscientemente un rulo gris alrededor de su dedo todo el tiempo. Cuando llegó el momento de la última clase del día, gimnasia, Dominic trató de seguir a Kate y a mí, a los vestuarios de las brujas. Señalé a la habitación al otro lado del pasillo. “Vestuario de hechiceros.”
Él frotó su barbilla y consideró la puerta del vestuario de los chicos. “Tú sabes, no soy realmente un deportista o nada de eso.”
Apreté su mano, esperando tranquilizarlo demostrándole que no me importaba. “No lo tienes que ser, pero trata de no hacer nada que no deberías. Después de esto, la escuela habrá terminado.”
“Almuerzo?” Sus oscuras cejas se animaron.
“Sip.” Me alegraba haberle levantado el ánimo.
“Bien, realmente estoy famélico.”
“Qué compraremos?”
Dominic sonrió. “Pensé que cocinarías.”
“Ordenaremos pizza,” Kate dijo, luego me arrastró hasta el vestuario. Dominic lucía tan abandonado, me frustré. “Él vivirá.”
Pero luego vi a Debbie Damint dirigiéndose hacia el vestuario de las chicas, su atención cambió hacia Dominic, sus amias Linnie y Carissa la seguían por detrás-un desastre esperaba por ocurrir.
Debo haber empalidecido porque Kate me miró y luego a las chicas y dijo, “Qué está pasando Marissa?”
“Debbie convirtió a Dominic en un sapo hace un tiempo.”
Las cejas de Kate se levantaron y su boca se cerró súbitamente.
“No puedo hacerlas olvidar que lo han visto anteriormente. Aunque seguro que desearía hacerlo,” Dije, no muy segura de cualquier opción que podía tener, pero comencé a caminar hacia Dominic.
Él tomó vista de las tres brujas quienes estaban ahora desnudándolo con la mirada, su atención tan centrada en ellas, que no se dio cuenta que me acercaba por detrás. Su lápiz labial tan rojo como su pelo, Carissa miró en mi dirección y me dio una mirada del tipo “qué es lo que quieres?”
La ignoré y agarré el brazo de Dominic. Envolviendo el mío a su alrededor, sonreí al ver los ojos de él redondos de la sorpresa. “No te di un beso de despedida.”
Traté de ignorar la audiencia de brujas y concentrarme en el beso. Dominic
Dominic se corrió y me ayudó con un sexy, lento y condenadamente fogoso beso, y para el momento en que nos separamos, estuve segura de que mis mejillas estaban rosadas-rojas. Wow, que besador.
Por un minuto, me sentí como si fuera a desmayarme, y Dominic sostuvo mi brazo para mantenerme derecha, luego presionó sus labios en mi mejilla y susurró, “Es seguro que sabes como mandar a un hombre a la luna, Marissa. Te veo en un momento.”
Dominic le guiñó a Kate, cuyas mejillas se volvieron de un rojo carmesí y su boca quedó ligeramente abierta. Dirigí una mirada a Debbie Damint y a sus amigas. Las rojas cejas de Carissa estaban arqueadas hasta la altura de su flequillo, y sus brazos estaban cruzados sobre su pecho. Linnie puso su oscuro cabello detrás de su oído, pero sus ojos continuaban anchos con la sorpresa. Debbie Damint miró desde mí hasta Dominic, y me pregunté si ella estaba pensando en que había cometido un horrible error en convertir a semejante pedazo en un sapo.
Tan pronto como agarré el brazo de Kate y me apresuré al vestuario de chicas mientras Dominic desaparecía en el de chicos, Debbie me alcanzó. “Hey, qué está pasando con ese chico?”
Traté de lucir como si no supiera sobre lo que estaba hablando y levanté un hombro en respuesta.
Ella miró a sus amigas, pero ambas parecían tener la lengua atada.
“Él no es un hechicero,” Debbie insistió.
“Oh?” Dije, con un alzamiento de cejas definido y de voz.
“Sí, él... yo... lo hubiéramos sabido.”
“Cubriendo,” Mentí, “Él tiene una rara habilidad para cubrir sus dones.” Le dí la mejor sonrisa atractiva, intimando haber capturado la atención de un hechicero tan extraordinario. Lo cual era cierto, allá ellas.
Kate instantáneamente se unió al juego. “Sí,” ella dijo soñadoramente, sus manos presionando su corazón. “Daría lo que fuera por tener a un chico como ese interesado en mí.”
Amé que ella fuera realmente buena en avanzar cuando captaba la esencia de un juego en curso.
Debbie miró a sus amigas.
Linnie se encogió de hombros. “No lo sé. Nunca había oído tal cosa.”
Carissa hizo una mueca. “No me lo creo.”
“Bueno, lo que sea. Él es nuevo en la escuela, y cuando nos conocimos en el Puesto de las Hamburguesas...” Me detuve para darle un efecto, suspiré profundamente y continué, “...simplemente gravitamos el uno hasta el otro. Nuestro destino estaba escrito en las estrellas. Que suerte que no había conocido ninguna bruja antes. Chico, si que tuve suerte.”
“Él ni siquiera trató de detenerte,” Linnie le dijo a Debbie.
“Detener qué?” Kate preguntó, sus ojos ensanchándose, pretendiendo no saber que Debbie y sus amigas le habían hecho algo malo a Dominic.
“Eso es lo que lo convierte en el tipo de chico que es,” dije, entrando a los vestuarios. “Tú sabes, el tipo que aguanta las tonterías de las personas y no las convierte en gusanos por ser tan malvadas.”
“Qué pasó?” Kate preguntó, su voz elevándose por la desesperación, haciendo su papel perfectamente, y por una vez pensé que ella no era tan mala actriz después de todo.
“Nada,” Debbie dijo rápidamente. Su rostro pálido y salió apresuradamente de la habitación.
Linnie me lanzó una mirada, entonces rápidamente cerró el espacio entre ella y Debbie. Carissa simplemente me miró fijamente, como si estuviera tratando de intimidarme en decir la verdad.
“Quieres algo?” Pregunté soberbiamente.
“Él es humano.”
“Enserio? Bueno, me pregunto como entró a nuestra escuela, entonces. Mejor cuídate porque si tratas algo en él, podrías ser tú la que tenga la piel viscosa y con verrugas, en cambio.”
La boca de Carissa se abrió como si estuviera tratando de decir algo, pero luego ella se agitó y se fue.
“De qué trató todo eso?” Kate susurró.
“Otro de los errores de Dominic,” dije, mi voz un susurro. Y me pregunté luego cuántos otros habría hecho donde chicas estuvieran involucradas.
“Bien, así que Debbie lo convirtió en un sapo, por qué?”
“Él la invitó al cine.”
Kate soltó una risita.
“Seguro se mete él mismo en apuros.”
“No creo que lo molesten de nuevo.”
“Oh mi Dios, no. Creí que esas tres iban a morir cuando él te besó por tanto tiempo y tan duro. No tiene un hermano por casualidad?”
Le dí una sonrisa engreída. “No esperaba que él diera tanta muestra de cariño delante de ellas, pero parece haber funcionado.” Luego le fruncí el entrecejo a Kate cuando alcanzamos nuestros casilleros, determinada en averiguar su papel en la situación con Joshua. “Qué en el mundo le dijiste a Joshua para hacer que me prestara atención a mí?”
“Qué? Nada.” Kate sonó sincera pero gruñona por haber pensado semejante cosa.
“No lo sobornaste para que se ofreciera a llevarme al baile?”
Kate sacudió su cabeza, se sacó sus jeans, y se puso su short para gimnasia del ejército. “Pensé que él estaba saliendo con Debbie Damint.”
“Bueno, algo se le metió porque repentinamente se ofreció a llevar mi mochila y a llevarme al baile. Y realmente se perturbó cuando Dominic dijo que era mi novio.”
”Jeez, cómo lo manejó Dominic?”
Tironeé de la camisa gris de gimnasia sobre mi cabeza. “No muy bien. Joshua lo amenazó con tomárselas con él durante la clase de gimnasia.”
Kate frunció el entrecejo. “Espero que Dominic tenga un montón de autocontrol. Quiero decir, cuando él siseó en la clase más temprano, casi tengo un ataque de corazón. Tan pronto como vi sus afilados caninos aparecer y por supuesto cuando él te defendió de esa mujer...” Kate tembló. “Puedo ver que realmente le importas-profundamente, quiero decir. Bien, Dios, la manera en que te besó...” Ella suspiró profundamente. “Caramba, eres afortunada.”
Consideré las palabras de Kate sobre el control de Dominic, luego sacudí mi cabeza. Él no permitiría que Joshua lo provocara. “Sólo seré afortunada si logro destruir a la vampiro.”
Kate asintió y ató su cabello en un tirante moño. “De otro modo, él se convertiría en uno de ellos en verdad, cierto?”
“Peor.” Realmente no quería discutir que pasaría si nosotros no ganábamos el juego, pero no podía esconderle a mi mejor amiga la verdad. Especialmente cuando ella estaba deseosa de arriesgar su propia vida para ayudarnos.
“Qué puede ser peor que eso?” Kate preguntó, sus ojos oscuros por la preocupación.
Até mi cabello y tomé una profunda respiración. “Él es mi alma gemela. Si él se convierte, seguirá viniendo detrás de mí.”
“Oh, genial. Y te cambiará?” Kate mordió su labio inferior.
“Sí.” De ninguna manera le podía decir a ella que él ya había logrado hacerlo en pequeña magnitud. Pero sospeché que una vez que destruyéramos a Lynetta, la maldición desaparecería para Dominic y para mí. Ciertamente, no había ninguna razón para mencionar lo que me había pasado, no a estas alturas.
“Pero Marissa, no crees que deberíamos pedir ayuda a algunos hechiceros y brujas más poderosos y experimentados?”
“Nos creería alguno? Tú lo crees porque ya sospechabas que él era un Príncipe de la Oscuridad. Incluso yo tuve problemas con eso, hasta...” Miré fijamente el suelo, la imagen de los malvados dientes de Lynetta tratando de morder la garganta de Dominic llenaba mi mente.
“Marissa?”
Miré a Kate a través de mis ojos empañados. La vista de los desalmados ojos de la vampiro quemaban en mi memoria. “Cuando Lynetta extendió sus caninos, intentando perforar la garganta de Dominic-”
Kate asintió. “No podrías haber manejado que ella lo lastimara porque tú ya sabías que él era tuyo.”
“Sí. Pero cómo podía saberlo?”
Yo realmente no creía en lo del destino. Incluso ahora, no lo podía ver como una prueba, simplemente que estábamos atraídos, como una chica y un chico deberían estarlo. Él necesitaba mi ayuda y yo estaba deseosa de proporcionársela. Eso era todo.
“Tú lo sentiste en la oscuridad, cuando yo no pude.”
Tragué ruidosamente, recordando cuán extraña me había sentido al saber que él estaba escondido en la oscuridad, mirándonos, y Kate no lo había sentido. “Eso fue lo que él dijo.”
“Entonces, él tiene un hermano?”
No muy segura de si ella estaba bromeando o no, le fruncí el entrecejo. Ella a menudo tenía un sentido del humor medio socarrón, pero realmente no estaba segura esta vez.
Ella sonrió. “Solo bromeaba. Juguemos a la pelota.”
La Sra. Sticklemire se ató su cabello rojo con una cinta, alisando su gris camiseta, poniendo rígida su columna y haciéndonos señas a todas para que nos alineáramos contra las gradas. Lo que quería decir que nos reprendería, nuevamente.
“Ayer, tuvimos un incidente bastante embarazoso cuando uno de los chicos lanzó un hechizo para ganar un juego e accidentalmente le rompió la pierna a otro chico. Las chicas tienen un comportamiento mucho mejor.”
Las chicas sonrieron.
"Pero después del fiasco de ayer, el principal nos dijo que nosotros teníamos que explicar las reglas de nuevo. La educación física es simplemente eso. Ejercitar sus cuerpos y dar un descanso a sus cerebros. Por consiguiente, como lo hacen regularmente los humanos, nuestro programa P. T. es estrictamente para el ejercicio. Se prohíben a todas las brujas y hechiceros lanzar cualquier hechizo durante el P. T.”La Señora Sticklemore echó la pelota de caucho a Debbie Damint. "Empecemos.”
Debbie Damint lanzó la colorida pelota, tratando de darle a otro jugador mientras yo intentaba leer los pensamientos de Dominic. No podía evitar preocuparme por él con Joshua. Podía imaginarme a Joshua provocándolo y los dientes de Dominic extendiéndose.
“Trata una vez más hechicero.” Leí los pensamientos de Dominic y me imaginé que sus sentimientos estarían dirigidos a Joshua.
Antes de poder preocuparme más sobre eso, la pelota me golpeó en el pecho, tirándome al suelo. Solté un estrangulado “oof” por la sorpresa.
“Oh, lo siento, Marissa!” Debbie gritó, su tono totalmente de disculpa.
Suspiré. Hermosa, inteligente, atlética, buena naturalmente, la chica no tenía defectos. Excepto que Dominic había estado atraída por ella y ella lo había convertido en un sapo-que era totalmente inaceptable en el círculo de una bruja/hechicero. Ella realmente era la persona perfecta para odiar.
Kate corrió a ayudarme a levantarme. “Estás bien?”
“Llévame a la estación de curación,” le susurré, sosteniendo mi pecho, pretendiendo estar más herida de lo que estaba, sabiendo que las puntas de mis orejas debían estar de rojo brillante por mentir. Pero estaba segura que con lo fuerte que había sido la caída, la profesora pensaría que quizá estaba herida más seriamente.
“Llévatela,” La Sra. Sticklemire dijo, sus cejas rojas se levantaron, haciéndole señas a Kate para que se apresurara.
Estaba segura de que mi profesora estaba perturbada de que cualquiera se lastimara en su clase después del desastre de los chicos ayer. Pero al menos era porque no estaba prestando atención no porque alguien haya roto las reglas.
Kate me llevó hasta los vestuarios, luego me dirigí al gimnasio de los chicos. “Marissa, qué está pasando?”
“Dominic se está hartando de Joshua!” No podía decirle que me preocupaba de que él amenazara a Joshua con sus colmillos, ya estaba cerca de entrar en pánico.
“Oh, genial!” Kate exclamó, la exasperación era evidente en su voz.
El camino más corto al gimnasio de los chicos era a través de su vestuario. Y ya que ellos debían estar en el gimnasio, corrí a través de ahí, navegando en el laberinto de casilleros de metal rojos y azules con Kate respirando en mi cuello. El olor de calcetines apestosos y zapatos de lona, con el cloro de las duchas de agua, penetraban el aire.
Repentinamente voces masculinas hablaron, algunos riendo, otros en peleas odiosas, dirigiéndose hacia nosotras con sus zapatos de lona.
“Vuelve,” le susurré a Kate. Su rostro se volvió blanca, viró y corrió hasta la entrada.
Deseé poder detener lo que sea que Joshua se proponía con Dominic, y deseé tener una poción de invisibilidad así podría defenderlo con mis poderes de bruja sin que Joshua o Dominic lo supieran. Deseé tan fuerte que mis brazos, piernas y todo mi cuerpo se desvaneció en un flash ante mis sorprendidos ojos. Estaba emocionada y aterrada!
Volverse invisible con solo desearlo era genial, pero si lo deseaba en el momento equivocado? Sin realmente quererlo, pero simplemente pensar que tan bueno estaría un poof, y desaparecer?
Eso podría ser muy malo.
Me sentí tan sólida como antes, justo como cuando usé la poción de invisibilidad, excepto que no tenía el gusto ácido y dulce a la vez acompañando el cambio. Luego otro pensamiento me preocupó. Cuánto duraría?
Todo lo que necesitaba era que alguien me atrapara en el vestuario y me reportara al personal.
Luego Dominic apareció, Joshua siguiéndolo, apiñándolo, violando su espacio. No podía oír sus palabras, pero el rostro de Dominic era oscuro por la rabia.
Luego pareció sentir que estaba cerca. Sacudió su cabeza hacia mí. “Vente Marissa. Manejaré esto a mi manera.”
Sus pensamientos eran duros, y definitivamente no quería que interfiriera. Qué estaba pasando con Joshua?
“Marissa, vete.” Dominic frunció el ceño en mi dirección. “Si ves un chico desnudo, perderás la concentración y te volverás visible. Luego que haremos?”
No lo quería dejar solo. No si lo podía ayudar contra Joshua.
Ignorándome cuando no lo obedecí, Dominic volteó su rostro para enfrentarlo. “Por qué estás interesado en salir con Marissa repentinamente? Por qué esperar diez años antes de tomar cualquier aviso de ella?”
Joshua tironeó fuera su camiseta sudada y abrió su boca para hablar, pero luego un chico entró caminando a la habitación usando solamente una toalla alrededor de su cadera, el resto de él goteando húmedo, e inadvertidamente lacé un grito.
Dominic giró, su rostro duro, sus ojos tan oscuros como una tormenta preparándose.
Corrí hacia la entrada de los vestuarios, mis zapatillas resonando contra el suelo.
Risas llenaron el aire. “Hey, quién es la bruja que espía chicos desnudos? Uno de ellos gritó.
Si no hubiera estado tan asustada de ser atrapada, me hubiera reído.
“Mi muy propia Marissa,” Dominic pensó para él mismo. “He creado una mujer salvaje.”
“En tus sueños, Príncipe de la Oscuridad.”
“Sí, tú estás ahí, Marissa, mi amor. Lo estás.”
Tan pronto como escapé de la habitación, Kate agarró mi brazo. “Dime que no te atraparon.”
“No.” Mi boca era algodón seco, y me dirigí a la fuente de agua.
“Ahora dime la verdad.” Kate se arrastró detrás de mí. “Tu rostro está tan rojo como la guindilla, e imagino que igual de caliente.”
“Lo juro, no me atraparon.” Bebí hasta hartarme de la fuente, pero eso no satisfizo la sequedad de mi garganta.
Kate agarró mi brazo, llevándome hasta el vestuario de las chicas. “Jeez, Marissa, cambiémonos y vayamos a casa por el día. No puedo tener mas emoción que esto.”
“Espera hasta la noche,” Le advertí.
“Sí, lo olvidé.”
Me volteé cuando oí pasos detrás nuestro.
Joshua me lanzó una sonrisa cómplice desde la entrada de los vestuarios de los chicos. Qué es lo que le había picado?
“Teniendo arrepentimientos?” Kate me preguntó, tirándome hasta el vestuario.
Sacudí mi cabeza. “No.” No lo hacía. No todavía.
Después de que nos cambiamos nuevamente a la ropa de calle y dejamos el gimnasio de chicas, Dominic se nos unió.
Él sacudió su cabeza hacia mí, una chispa brillaba en sus oscuros ojos.
“Qué?”
“No necesitas rescatarme.” Él tomó la mochila de Kate y la mía, luego las lanzó sobre sus hombros.
“Tú estabas enfadado con Joshua,” yo me opuse, todavía incapaz de aplastar la preocupación sobre la mala sangre entre ellos. Parecía absolutamente ridículo, también, porque Joshua nunca había mostrado interés por mí antes. Por qué lo hacía ahora?
“Controlé mi temperamento.”
“Bueno, me preocupo por ti.”
Él tomó mi mano y la apretó ligeramente. “Lo sé.” Sus palabras eran cálidas, y aunque parecía perturbado por haberlo querido rescatar, podía decir que mis acciones lo habían tocado.
Pasamos el parque arbolado donde los corredores corrían en el asfalto y los niños demasiado jóvenes para la escuela jugaban en la fortaleza airosa, complementada con toboganes y túneles amarillos brillante, azules y rojos.
Kate miró hacia atrás. “Uhm, mientras ustedes chicos estaban besándose ocupadamente, creo que hemos recogido un par de acechadores.”
Dominic y yo miramos por encima de nuestros hombros. Dos hombres vestidos todos en negro, como una pareja de crecidos Góticos, se nos estaban acercando, aunque todavía tenían todo el tamaño de un campo de fútbol por cruzar.
“Usen sus hechizos protectores.” Dominic nos apresuró.
“Funcionarán contra ellos?” Rápidamente levanté mis dedos para crear el hechizo, mientras Kate imitaba mis acciones.
“Ellos deben ser siervos humanos, o una simple pareja de chicos paseando.” A pesar de que hablaba serenamente, sus palabras tenían un tinte de preocupación.
Miré a Dominic, mis ojos buscando en los de él la verdad. “Qué si ellos son como tú, Dominic? Qué si ellos están parcialmente convertidos y se pueden mover a la luz del día?”
“Usen sus hechizos protectores,” él reiteró. Su anulación de mi pregunta me preocupó.
Conocería él a estos hombres? No podía leer sus pensamientos, como si repentinamente una pared de ladrillos se levantara entre nosotros. No sabiendo lo que él sentía o pensaba, él pánico me llenó.
Él apretó mi mano, luego advirtió, “Corran, señoritas, corran!”
Mi corazón subió hasta mi garganta, pero corrí para mi casa como había ordenado.
Kate corrió a toda velocidad como un ciervo mientras yo intenté alcanzarla, y Dominic nos protegió desde atrás, o eso pensé. Kate repentinamente gritó cuando uno de los hombres apareció frente a ella.
”Vampiros!” Lloré, dándome cuenta de una vez por todas lo que ello realmente eran.
Kate retrocedió, pero para mi sorpresa, el hombre no avanzó.
Me volteé para mirar a Dominic, pero él y el otro hombre se habían evaporado. “Estamos por cuenta propia, Kate,” Susurré.
“Justo como un hombre. Las cosas se ponen duras-”
“Y el tipo duro se larga de aquí para que la mujer se pueda encargar del problema.”
Sin embargo, no podía deducir porque el vampiro no estaba atacando. Quizá por nuestro hechizo de protección? “Trata con lo que-tú-sabes-que-hicimos en la clase de Mrs. Robertson hoy.”
“Ah, el-”
“Sí.”
Ambas intentamos lanzarle el hechizo, tratando de borrar su mente de lo que proponía hacernos. Sacudió su cabeza hacia atrás como si estuviera tratando de combatir nuestros esfuerzos.
Recordé cómo Dominic había ordenado al voluntario con el que había trabajado en la clase a enviar a la sierva de Lynetta a la Ciudad de Nueva York. No tenía ningún dinero para el autobús en este caso. En cambio, le ordené a caminar hasta Disney World y subirse a la montaña del Espacio doscientas veces. No sabía cuánto duraría mi sugerencia, pero el hombre comenzó a caminar en dirección oriental.”
“Vamos!” Agarré el brazo de Kate y corrimos a toda velocidad hasta mi casa.
Luego de destrabar la puerta, nos apresuramos dentro, para luego echarle el cerrojo.
“Dominic.” No podía refrenar el pensamiento aplastante de que él se encontraba en terrible peligro mientras la adrenalina todavía pulsaba a través de mi cuerpo sin parecer descender.
Kate apretó mi mano con certeza. “Él estará bien, Marissa. Simplemente lo sé.”
Pero yo no. No podía sentir nada de él. Ningún sentimiento en absoluto. Él había desaparecido en un espacio vacío y mi corazón pareció haber sido arrancado y succionado al abismo con él.
TRADUCIDO POR MI♥