Mi tío abuelo solía salir de copas para hablar de negocios con sus clientes. Como era un buen corredor de seguros, llegaba muy tarde a casa, normalmente bebido, y se echaba sin desvestirse a dormir. No tenía sueños agradables. La agitación del día forcejeaba en palabras que, como exabruptos, resonaban por toda la casa. Entonces mi abuela, su hermana, se levantaba de la cama y le ponía una zapatilla de felpa sobre el pecho. Según el decir popular, con este el remedio la pesadilla se apacigua y se organiza en palabras coherentes; palabras que, a la mañana siguiente, mi abuela repetía a su hermano para incordiarle con la revelación indeseada de un secreto.
Me despierto con cierta sensación de alivio. No tengo resaca. Abrazo la zapatilla que ayer me até al pecho para dormir y miro fijamente a mi mujer. Está sentada en la cama y me observa con inquietud, como si por fin supiera lo que está pasando.
Palabras clave: corredor de seguros, exabruptos, apacigua, incordiar, resaca.
________________________________________
Este micro responde a la propuesta de ODYS, que os invito a seguir:
De construir un laberinto de microrrelatos enlazados. Microrrelatos independientes, sin otra relación entre sí que la palabra o las palabras clave que los vinculan.
Ejemplo: A escribe un microrrelato sobre un señor que encuentra a otro señor en la bañera; B escribe un microrrelato sobre las aventuras de un hipopótamo volador en Vladivostock. La única relación entre los dos microrrelatos es la expresión “zapatillas de felpa” que aparece en ambos y los vincula a través de un enlace que permite navegar de un micro a otro.
DE QUÉ NO SE TRATA: No se trata de que continuéis este relato, ni ningún otro relato, sino, repito, de escribir relatos independientes, contenidos en sí mismos, con pleno significado propio. C puede construir un relato a partir del hipopótamo volador de B, pero ha de ser un relato que se explique a sí mismo.
Bases:
1. Un autor A escribe un microrrelato en su blog y selecciona cinco palabras del mismo. A escribe debajo del micro las cinco palabras o expresiones seleccionadas.
2. Otro autor, B, decide tomar el testigo, y escribe en su blog un micro que contenga:
—Una de las cinco palabras o expresiones seleccionadas por A.
—O un personaje del micro de A.
—O bien una de las cinco palabras y un personaje del micro de A.
3. B pondrá en su relato los enlaces correspondientes. A su vez, A pondrá en el suyo los enlaces al micro de B. Los enlaces han de estar situados dentro de los micros, en las palabras o personajes que actúan de enlace.
Ejemplo: supongamos que la palabra o expresión escogida por B es zapatillas de felpa. B pondrá un enlace en su relato, en la expresión zapatillas de felpa, que lleve al relato de A, y A pondrá un enlace en su relato, en la expresión zapatillas de felpa, que lleve a B.
4. B tiene que escoger cinco palabras de su relato, y escribirlas debajo del mismo, para que un tercer autor, C, pueda tomar el testigo.
5. Asimismo, es conveniente que B publique las bases para la construcción del laberinto en un comentario a su propio relato, para que cualquiera que las lea y quiera animarse a participar pueda hacerlo.
6. Sucesivos autores podrán escribir relatos que incorporen palabras escogidas o personajes de micros anteriores, no necesariamente del micro inmediatamente anterior. Por ejemplo, un autor H podría escribir un micro que contuviera una palabra del micro escrito por G; pero también podría, si así lo desea, escribir un micro que contuviera una palabra de A, una palabra de C y un personaje de E; ponerse en contacto con los autores, crear los correspondientes enlaces, etcétera.
9. Quien ha participado en la construcción del laberinto podría volver a participar posteriormente, si así lo desea, con un nuevo relato con sus correspondientes enlaces.
Y así sucesivamente, podremos construir un laberinto de microrrelatos a recorrer a través de las puertas o ventanas que ejercen de enlaces.