Tomó la absenta y murió.
En su lecho roto quedaron tres rosas negras,
secas de tanta furia liberada.
Ahora,
en la profundidad de la tierra mengua libre,
alimentando al mismo barro que lo vió crecer y caer
pero nunca volver a levantarse.
(Escrito en honor a Begoña: El arpa de Nerón)
Begoñiano, puro, ya lo dijimos y es que esta Begoña bien merecia un homenaje, lo mejor el cariño que todos le pusimos.
ResponderEliminarBesos
Si... Toda la calidez de los lunes por la tarde ;)
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