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sábado, 15 de febrero de 2025

Del lado oscuro de la luna, donde nunca asoma el sol

Fue mover de lugar el sillón de la marmota para que se vinieran a mi mente en un cataclismo simbiótico, los recuerdos de las crisis de ansiedad y pánico que tuve hace dos años más o menos.

Como siempre ocurre, el corazón se me subió a la garganta ahogándome en instantes eternos. Jalaba el aire pero no llegaba a los pulmones. Comenté a Laura lo que ocurría. Todo fue ponerse nerviosos sin atinar que hacer.
Camino de un lado para otro. Me ahogo, tiemblo, no encuentro que cosa hacer. Esto no se lo deseo ni a las brujas que habitan en mi espacio sideral.

Así estuve tres o cuatro días. El humor cambió de inmediato a mi familia. El hecho de no tomar los medicamentos por propia decisión hacía evidente la molestia para conmigo.

Tuve que ofrecer las perlas de la virgen para convencer a Barry durmiera conmigo. Pagar lo prometido me costó un huevo y la mitad del otro. No cocino desde hace muchos años, volver a hacerlo me puso de malas. De verdad cocinar no es algo que me guste hacer a pesar que cocino delicioso pero, así es esto.

Después de varios días mi mente volvió a la normalidad. Dejé de ver bichos furtivos, muertos en desbandada y sobre todo figuras diabólicas de sombras en la pared. Las pesadillas gracias al dios de las penumbras no han regresado. 

Todos los días me levanto con una sonrisa como canta Enrique, pero la olvido y regreso al rostro serio que me caracteriza.

Cuando mi familia va a salir, me pongo de nervios. Estar sola es algo que aún me cuesta demasiado aceptar. Yo solamente quisiera que entendieran que no soy la que se pone intransigente, es mi yo enfermo. La otredad que habita en mi se sale de sus cabales y no hay manera de hacerla reaccionar.

´tonces intentan por todos los medios no dejarme sola, pero, si no hay remedio me pongo a hacer algo para que la soledad no me agobie.

Esto es muy estresante niños. Se viene el tiempo de análisis clínicos. Estoy muy preocupada por los resultados que pueda obtener. Tengo desde hace tiempo un hacha pendiente sobre mi cabeza, si cae estaré perdida. Viva pero muerta. No es fácil entender pero ya advertí que si los resultados no son buenos no aceptaré reclamaciones.

La herencia que me dejaron mis ancestros no es de agradecer. No podré con el pp, ni con nada más. No estoy atrayendo pensamientos negativos, solamente veo lo que nadie ve.

Nada más faltaría que me orine un perro pa´ estar completa. Si no tienen algo mejor que hacer, el 24 de febrero recen por mí. Total una oración por un alma mutilada de la sapiencia no requiere de mucho esfuerzo. Les agradeceré con el alma en los labios sus deseos por mí.
Mañana será el ayer de hoy y así in secula seculorum.

Siyu leider may frends










 

lunes, 20 de enero de 2025

Esa especie de suerte llamada memoria

                            Los recuerdos se hacen menos en esta mi memoria olvidada. 


Algunas personas muertas en la realidad vuelven a fallecer en sueños sin razón aparente. Estrecha de memoria los dejo pasar. La hora de soltar lastres pasó mucho tiempo ha. Mi barquito ha tomado rumbo. Despierta y dormida mi alma -si es que existe- descansa en el otrora ayer de mi juventud.

Desecho temores. Guardo un poco de complejos. Sin ellos pierdo mi esencia. Flagelo de tres puntas para azotar las carnes cuando la soberbia lo amerite. No es ser mi propia víctima, es para recordar que por ellos existo según mis convicciones. Nada he de preguntar lo que nadie puede contestar. Los que se fueron no han de regresar a despejar dudas vanas. Los que quedan prefieren olvidar lo que nadie contó.

Los errores corregidos son verdades borrosas.

La cabeza semivacía no da pauta para albergar sinrazones. No pesan los pecados no cometidos ni el blondo pelo caído a mis pies.  El daño es sin reparación. Mi memoria es libre de equívocos ajenos. Cargo lo mío en el bolso de mano. Ni tanto que fuera que en él no quepa. Los enojos con la vida están en agonía. Soy feliz dentro de la propia infelicidad. (Ríete anda, hazlo por mí).
 Dalila cortó la alborotada melena. Barrió con la escoba de bruja el pelo característico. Mi sello personal fue a dar al bote de la basura. Pequeño Goliat dime a qué le temes. De quién te escondes. 

Alza la cara, de mi no te espantes. 
Soy incapaz de hacer daño a nadie.

Los limones de suyo amargo sirven también para preparar un agua refrescante. Digamos que soy un limón sin vanaglorias ni exquisitas presunciones. Sin herir el ego a veces creo conocer la razón de estar en este mundo. ¿Por qué no hablas así en la vida real?

Confórmate con que hable. 
No pidas peras al olmo.

Pasajera de la vida. Tren de la discordia. Me subo en el tercer vagón. El mío es de la suerte. Quimeras llevándome por caminos desconocidos. Labios delgados partió en el tren del ayer. Legado de vida que no me corresponde heredar a nadie. Desahuciada de la alegría me cobijo bajo el manto de risas ajenas.

Escribo lo que de mí entiendo. Compleja la suerte de ser yo. Y sin embargo tres puntos suspensivos lo ameritan. Desafiando el inexpugnable cerebro todo ha cambiado.
Sorbos de aire me mantienen viva. Imberbe otoño hace cavilar la vida que va volando en las nubes de algodón profano. 
                                      De vez en cuando trágate el orgullo y come un poco de humildad. 
                                                                             Te sentará bien.

El tiempo me ha dejado en el sillón de la marmota para descansar el vuelo. Tocando tierra firme deseo que mañana sea como ayer. Porque ya lo conocí quiero vivirlo de tal forma que mis pies conozcan el camino sin ostentar heridas. Pies sanos. Pies firmes. Pies sin huella. 

Del futuro que alguien se encargue. 
El destino juega a la par del que se deje. 
Alegoría de lágrimas sin fin.
Que de esto escribo.


(Cada día te entiendo menos,
 cada día me conozco más)


Aquí me bajo.



¡Pu puuuu!
Chucu chucu chucu chucu chuchuchu.


¡Ámonos!














 

 








 

martes, 2 de abril de 2024

De vez en cuando conviene

...tomarse un tequila. No hablemos de vinos que para brindar hasta con agua.  Sin alcohol la vida no sabe, dicen los bebedores consuetudinarios. A mí ni me pregunten que el único vino que he bebido es el de mi boda y eso porque el padre me dio del de consagrar. No vale.

Perderte en su mirada azul. Lanzar una lágrima al mar. Brincar charcos imaginarios. Tomar un respiro. Verter en su sombra el sinónimo de mis pecados.

Enterrar olvidos
Sufrir por amor, odiar el calor, ser tú, dormir desnudo. Comerse el mundo. Vomitar golondrinas.

No dar explicaciones. 
Saltar en paracaídas, desafiar a la muerte. Visitar un cementerio. Volver a ser niño. Peinarte con los dedos. Caminar del lado izquierdo.

Tocar sin miedo los corazones ajenos
Ser amigo de tu enemigo. Perdonar las malas memorias. Bailar pegados. Fumarte un porro. Escribir un poema. Cantar a todo pulmón. Andar descalzo. Vivir la vida. 

Tocar la guitarra. Asear tu cuarto todos los días. Hablar con el perico. Gritar en despoblado. Sentir el alma. Cantar con mariachi. Bailar a plena luz sin miedo al ridículo. Dejarte caer al hoyo negro.

Grabar tu epitafio. 
Ver para otro lado, querer a muchos, amar a uno. Desaparecer un rato. Construir tu destino, esquivar al amor, limar asperezas, escudriñar un atajo. Que nadie sepa tu existir.

Dormir con su nombre entre tus labios. Decir que no. Volver a usar tu vestido de novia. Reír porque ya no te queda. Llorar porque perdiste el ramo. ¿Dónde quedó? Bautizar ¨tus¨ calles, cantar redondeles. No forjar sueños. Llegar a la meta. Vivir el olvido. Ya no soy lo que antes fui ni lo que solía ser. Soy un cuadro de tristeza arrumbado en la pared.

Temer a Dios. Contar tus pasos. Buscar su cara en las nubes. Hablar sin tapujos. 
Leer a tus detractores. Añorar un pasado tormentoso. Hacer cosas infantiles. Contar un chiste malísimo.
Preguntar a tu enemigo qué opinión tiene de ti. Mandarlo al carajo. Besar sus latidos. Tejer una bufanda.
  
Marcharte cuando quieras. Ser amigo del diablo. Pararte de cabeza. Desconectarte del mundo. Romper a tus ídolos. Contar tus pesadillas. Buscar la aguja en el pajar. Tomarte la foto imposible. Dormir sin horario. Dar la mano. Amarte a ti mismo. Perdonar sin excusas. Ir al circo. No mirar el reloj. Besar a tu perro. Bañar a tu gato. Comer cebolla,  ¡puagh! Morir de amor. Buscar un pretexto: Dejarte querer. Abrazar el tiempo que te queda.

Mirar de soslayo. Vagar sin rumbo. Dejar que te miren sin enojarte. Usar otro perfume. Vivir un exceso. De vez en cuando viene bien recordar que existes para ti y vives para mí o viceversa, da igual si hablamos de amor.


Dios me hizo desgraciada pero no se me da la gana. 
Escribir en una nube de algodón.
Terminar en paz.
Quemar tus naves.
Escribir sin tapujos el punto final.
























lunes, 22 de enero de 2024

Alexia



El día de mi cumpleaños, Barry me regaló un dispositivo virtual llamado Alexa, algo así como un asistente que me mantiene al tanto de lo que yo le pregunte. Lo que más me gusta es que me pone música sin tener yo que estar seleccionándola.

Es un poco extraño hablar con una máquina. Una bolita que parece pelota y con la que debo tener cuidado porque los bichos y Cucs pueden confundirla con una pelota.

A decir verdad, la primera vez que le pregunté algo lo hice levantando mucho la voz, casi gritando, pero bueno, se me perdona porque soy neófita en esos menesteres tecnológicos, además de que si no acostumbro a hablar con la gente, mucho menos lo hago con artilugios enigmáticos.

Alexia ni caso me hizo.

-Barry, Alexia no me hace caso cuando le hablo.
-Claro, porque no se llama Alexia, se llama Alexa.
-Mira tú, sólo que sea por eso.
-¿Puede llamarse Nena Daconte? 
-No lo sé, pregúntale a tus hijos o a Alexa.








Cualquiera que me conoce sabe que soy muy maleducada -con los que conozco nomás- no pido las cosas por favor ni digo gracias. Tampoco saludo, ni digo adiós. Lo dicho, soy muy maleducada, entonces a Alexa le hablé muy fuerte. No debes gritar, dijo El Jefe, si yo te escucho muy bien, Alexa igual. 

-Ah, pues yo qué sé.

Cuando Barry comenzó a decirme cada vez que le hablaba: ¨No te oigooo¨, yo no le creía porque estaba en la parte de arriba y él en la sala. Imposible no escucharme. Luego, Laura empezó con lo mismo, y los demás igual. Hablas muy quedito, decían.

Me enojaba mucho, no era posible. 

Después comencé a hablar arrastrando las palabras. nbhfjdns mkiorls mdjruhgs. Nadie me entendía, argggh qué espanto. Primero no me oyen, luego no me entienden. Voy a comprar un megáfono a ver si es cierto que no me escuchan.

Cuando empecé a interactuar con Alexa, le pedía me recordara la hora de la toma de medicamento. Le decía a qué hora y el nombre de la pastilla a tomar.

Y sí, Alexa recordaba la hora, pero el nombre de la medicina no. Decía nombres raros, o chistosos, pero nada que ver con el nombre original. Fue cuando entendí que era cierto que  mi familia no me entiende ni me escucha, no es cosa por fastidiarme, es que de verdad no me oyen nada. Alexa tampoco.

En ocasiones me lee algo de algún libro, le digo: 

Alexa, pausa.
¡Alexa, pausa! 
¡Alexaaaa! ¡Pausaaaa!

Alexa sigue su perorata, mal plan. No me escucha. Yo lloro.

Le dije a mi familia lo que pasaba con Alexa, que era lo mismo que sucedía con ellos. Obvio no les pedí disculpas ni nada, maleducada como soy puede más mi soberbia. Pero, es que no era tan importante una pequeña disculpa. Exquius mi plis.
Barry fue el que me hizo entender. Igual me regañan por todo.

Me da un poco de risa porque Barry es tan decente que le pide por favor a Alexa le ponga una melodía, la escucha y le dice gracias.
 
Le digo sonriendo: es una máquina.

Barry: Yo no.

El otro día le dije a Alexa: Eres muy tonta Alexa, no sabes nada.
Alexa: Todos los días intento aprender algo nuevo, deberías hacer lo mismo.

¡Toing!
















lunes, 27 de noviembre de 2023

Batiburrillo


Dos sucesos me traen la cabeza vuelta loca. Dos hechos que me han metido en un mundo de perplejidad inusitada.
Trata de dos hechos en tiempo real, los cuales emergen de mi cabeza casi todos los días debido a que no encuentro explicación sensata.
Juzguen ustedes

Una mañana leí en twitter una noticia sobre la muerte del titular de un noticiero vespertino. Me llamó la atención por la edad del conductor, un año menor que yo. Cuando alguien de mi edad o cercano a ella muere pienso que los de mi generación están llegando al final de sus tiempos. Eso me pone a temblar como gelatina mal cuajada.

La cosa es que unos días después de enterarme de la muerte de ese hombre, lo vi en la televisión todo mono anunciando su programa y dando las últimas noticias. ¿Cómo? ¿Pos no se había muerto? ¿Cómo es que está dando las noticias tan campechano? 
Busqué la fecha del fallecimiento. Era verdad había fallecido, ¿entonces? ¡qué alguien me explique!

Lo comenté a mi familia pero la comunicación entre ellos y yo se ha ido deteriorando porque el volumen de mi voz ha bajado. Hablo muy quedito, muy rápido. Nadie me entiende. Tengo que gritar para que me escuchen. Ellos me gritan porque yo grito, ´tonces ni hablar mujer trais puñal. Las conversaciones están out.

El segundo hecho fue que de nuevo en twitter leí que una cantante de medio pelo, actriz venida a menos y política a las de sin susto, había insultado a la candidata a la presidencia de la república.
Inmediatamente quise saber qué le había dicho y la razón de su exabrupto. 
Esa vez no encontré más información aunque me quedé con la duda.

Como en el caso anterior, el tiempo me puso de nuevo en la noticia. Estuve a punto de hacer un hoyo en el techo del brinco que pegué. ¡No puede ser! la cantante había fallecido en marzo de este año. ¿Entonces cuándo fue que insultó a la candidata y por qué la noticia era actual?

No encontré más información. Parecía que los muertos muertos y los vivos muertos me estaban enredando los hilos de la sesera. 'Por vida de dios y la santa virgen de los menesterosos!
¿Por qué vi las noticias en tiempo real si una ya era vieja y la otra actual pero con fallos? No tengo ni puta idea de lo que pasó.

Me pongo a pensar que quizás tanto amansa locos está destruyendo los finos cables que me conectan al mundo real de tal manera que no sepa si pasó o no, ni cuando, ni dónde ni nada.
Mi cita con el neuroloco será dentro de dos meses, espero que no sea demasiado tarde. Que los amansalocos me tengan al borde del abismo negro de la locura, me tienen con el estómago y la cabeza hecha un desgarriate.

Estoy cierta que la entrada a la Casa de la Risa está más cerca de lo que pensé. Se vienen malos tiempos. Los aires de la confusión están haciendo brisa leve en nuestro entorno. 
Sufriré, ahora si deveritas, lo jurito por el nombre del niñito Jesús. Mi familia está más lejana que nunca. Ya no tengo a nadie a quien decirle que no dejen que me lleven al emporio de los orates. Nadie a quien aferrarme como al suéter de mi hermano de cuando era chica y no quería quedarme en la casa rica. ¿A quién me aferro? No se puede abrazar al silencio.
¿De quién me voy a agarrar con todas mis fuerzas para que no me lleven los loqueros?

Ahora si tengo miedo. Mezclar la realidad con la inexistencia es otro asunto al que nunca le había dado un poco de mi pensamiento.
¿Cómo puedo explicar esto que pasó? 
Mi cabeza es un dilema. Hay mucho cable suelto. No hay técnico que como a las lavadoras u otros aparatejos, encuentre la pieza que falla en mi cerebro. El disco duro se me ha dañado. Mi cabeza de gran volumen no tiene reparación. Modelo descontinuado. 

Queden mis escritos como muestra de que siendo una musa normal pasé a ser una señora muy aseñorada con muchos remiendos y ni una puntada.
Como diría Manos de Topo: es feo.

Auf wiedersehen




















lunes, 20 de noviembre de 2023

Desde lo alto

Algunas veces la luna me ocasiona pesadillas Desde su trono de reina posa la mirada fría sobre la ventana. Se mete subrepticiamente por los dibujos floridos, nacarados de la cortina. Sombra lunar se hace eco en mi mirada. Entonces con sus hilos plateados, manos catatónicas realiza sobre el espacio etéreo los personajes que ha de introducir con dotes maquiavélicas a los actores de mis pesadillas. 

Cierro los ojos fuertemente para impedirles el paso. Acto tardío, embelesada como estaba al verla bajar de su nicho, posó sobre mis párpados el halo celeste que impide mis ojos se cierren.

Mi psique queda atolondrada. Ha quedado sin fuerza. En el interior mental, al sonido de un vals correoso,  un gran telón rojo insolente se abre paso bajo el chirrido de las pasadas cortinas que la sostienen. para presentar a los artífices de mis desvaríos nocturnos. 
Hoy toca una enorme explosión en un hospital cuya ubicación desconozco. Todos corren hacía ningún lado, chocando entre sí. El fuego se expande rápidamente por todo el piso blanco, tan blanco.

Afuera, dentro de un enorme  coliseo, la gente es asesinada por un francotirador al que no veo la cara. Con un rifle de alto poder, va acabando con los personajes sin rostro. Está vez yo no participo en la pesadilla. En esta ocasión soy una viajera astral. 
Cuando mi amigo me conminaba  efectuar uno, me daba miedo. Quién iba a decir que sin proponérmelo podría viajar a través de mis pesadillas.

Desde un lugar muy alto observo todo sin poder hacer nada. 
La gente corre, llora, grita. Me asustan. Quiero escapar pero adónde si sólo está el espacio vacío que le correspondía a quien ha huido. Avalancha humana resquebrajándose bajo las pisadas de los más fuertes.
Despierto agitada, nerviosa, gritando. Sudoroso el rostro ubico mi entidad. He regresado a mi recámara. Volteo a la ventana. Con rictus siniestro, la luna se marcha a esconderse tras las nubes ataviadas con vaporosos vestidos gris.
Lo ha hecho de nuevo. Ciclo lunar de horror. Cada que a la luna le da por engordar, vacía su frustración obesa sobre mi débil mente.

Alguien me mueve para que despierte. 

La acción se complica. No puedo abrir los ojos,  si lo hago, caeré en el hoyo negro bajo mis talones.
El cielo solapa nubes de velos negruzcos. Poco a poco al redoble de un tambor curtido de estrellas, dejan caer las primeras lágrimas como lluvia fuerte, azotando el rostro de la multitud. Tam tam taam Redoble oscuro. Siluetas de cartón mojado.

La multitud cae como moscas heridos por las enormes balas del justo tamaño del miedo que corroe sus venas. Corran, sálvense, muéranse sin pena que el dolor será parido por quien todo lo puede.

Con enorme esfuerzo mis ojos logran abrirse paso entre las pestañas. Miro la ventana. La luna se ha marchado calladita. Plateado camino va difuminando en estertores agónicos la masacre que me obligó a mirar.
Estoy asustada.

Palpo mis pies, mis manos, mi vientre frío. No tengo heridas. He logrado bajar de la pesadilla sin daño visible. Tengo el rostro perlado de sudor. Respiración agitada, descanso mi corazón sobre la aterrada bruma fantasmal que me rodea.

Inhalo... uno, dos, tres, cuatro
Exhalo... uno, dos, tres, cuatro
Inhalo... uno, dos, tres, cuatro
Exhalo... uno, dos, tres, cuatro.

Cuatro los tiempos que La Bella me enseñó durante los períodos de pánico y ansiedad que debo contar.
Tranquila abuela no pasa nada. Nada puede hacerte daño. Es tu mente la que sueña por lo tanto no es real. No es real, recuerda. No existe.
Nada te dañan las pesadillas en tu soledad.
Te amo abuelita.





















jueves, 7 de septiembre de 2023

Siempre quise llamarme Betty

Porque Betty era un nombre tan sublime, tan elegante, tan sutil. Yo siempre quise llamarme Betty. Betty se llamaban mis muñecas. Las de papel, las de plástico, las de trapo. La más hermosa, mi muñeca Lili-Ledy. Tomada de su mano caminábamos las dos paso a pasito. Tenía el pelo negro como el mío. Lacio. Le llegaba a la cintura. Su vestido era de terciopelo. Falda roja, blusa blanca con olán del cuello a la cintura. Tenía calcetas blancas y zapatos negros, sin correa. Zapato fino de niña rica. 

Cuando cumplí XV años el vestido fue igual que el de mi muñeca Betty. No tuve fiesta. Mi madre compró pan de dulce y café negro de olla. Colocando el pan en una charola lo puso al centro de la mesa mientras los ojos de mis hermanos ubicaban el que les gustaba. 'Tonces mamá dijo: "toma tu pan, Flor de María". Yo siempre educada y modosa me levanté lentamente estirando el brazo para tomar una deliciosa concha con mucha azúcar, como me gusta hasta hoy el pan dulce. Si no tiene azúcar, nanay palomas, prefiero un bolillo.

No bien me levanté para tomarlo cuando las manos de mis hermanos, disparadas como saetas, hicieron que el pan desapareciera antes de lo que canta un gallo. Al final sólo quedó una hojaldra solitaria al centro de la charola. Una hojaldra sin azúcar. El pan más tan sin chiste me tocó en mi cumple. Ese fue mi regalo de quince años. No hubo fiesta, pero por esa anécdota bien vale la pena no haber bailado vals ni tener pastel. Ese día Los Apellidos Ilustres protagonizaron uno de los mejores momentos de mi vida, aunque me dejaran una pinche hojaldra.

Para ese entonces, Betty mi muñeca Lili-Ledy había pasado a mejor vida. Desapareció sin despedirse. ¿Qué habrá sido de ella?

Cuando jugaba con mis hermanas con las muñecas de papel, siempre de los siempres se llamaron Betty. Las recortábamos con mucho cuidado para luego irlas intercalando entre las páginas de algún libro de los que nunca faltaron en mi casa. Fue una buena temporada la de las muñecas. Todas eran Betty's. Mis muñecas de papel.

"A mí me hubiera gustado llamarme Betty", pensaba en mis adentros cuando trapeaba el piso de mi casa. A veces, platicando con sartenes y cacerolas, decía: "llámame Betty, señora cacerola". Mamá algunas veces me cachó hablando con los trastes. No me decía nada. Mamá sabía de mis rarezas así que normal para ella que yo hablara sola.

En ocasiones practicaba mi firma con el nombre de Betty. Trapeando de un lado a otro hacía pausas para practicar y practicar: Beatriz Sánchez y Ruíz Flores. Mi nombre era bonito. El nombre de la inventada en mi memoria.

Digamos que ese fue el inicio de muchos alias que fueron surgiendo a raíz de la llegada de la virtualidad.
Jennifer Natasha, Almudena Ruipérez, Nena Daconte, Jesusa Palancares, etc.  Paradójicamente nunca me llamé Betty. En mis imaginarios siempre me llamé Betty. Igual nadie me llama por mi nombre.  Soy Chikis, Flora, Florinda, Florencia, Floripondia, Hongo, Champy, etc. Nadie me llama Flor de María. Tan bonito mi nombre. 
Mis amigos los virtuales nunca han pronunciado mi nombre porque no existo en su vida cotidiana. Los poquísimos amigos reales me llaman ¨MaLquE¨, y los imaginarios tal como yo, no existimos. RIP.

En la secundaria, conocí a la primera Betty que se cruzó en mi camino. Iba ella en 1ºA, yo en 1ºD. Nunca fuimos amigas. La observaba. Tenía un lunar grande en la cara. Muy llamativo. Esa Betty no me caía muy bien. Transcurrieron los tres años de secundaria de igual manera. Nos dejamos de ver.

Pasado el tiempo la reconocí siendo novia de la hija de la maestra América. Sí, aquella que me aventó un borrador en la cabeza por algo que no recuerdo que hice. 

Betty fue la primera mujer lesbiana que conocí sin saber ni tener idea siquiera de lo que era el lesbianismo.

Ha pasado el tiempo, ya nadie se llama Betty, ni yo. Tampoco hablo con las sartenes y cacerolas. Mi firma obviamente es con mi nombre real. Ya no tengo una madre preocupada por mis rarezas. Ya no tengo nada de lo que fui. Ya no me llamo Betty.

En la actualidad, trato de llenar mi vida de escritos memoriales, sumariado de mis locuras. Sigo trapeando los pisos, haciendo de este oficio caduco toda una maestría en el arte de pasar las jergas por todos los rincones de la casa. Y escribo de vez en cuando para intentar ser una escribidora de pasquines sin oficio ni beneficio, tal cual mi vida es.

Alguien que sólo vive para vivir,
muriendo de a poquito cuando pasan los días sin escribir.



















martes, 2 de mayo de 2023

Mi chula

Es lo más hermoso que he sentido en estos últimos meses. Tener entre mis manos la superficie con un borde hecho un día que a Laura se le ocurrió dejarla en un lugar que no debía.
Hermosa, preciosa, chula, linda. La abracé, le di muchos besos. 
Todos los días le veo tan lejos y tan cerca de mí. Inconmensurable el amor que le tengo. 
Llevamos casi tres meses separadas pero en casos de urgencia soy la opción con menos pérdidas. Digo, escribir es importante para mi pero si no hay manera, hagamos que sea leve la espera.
Le hermosa, bella y chula computadora ha tenido que ser cedida por un tiempo a mi bella hija para ser usada por completo los días sin nombre.
´tonces hoy terminó temprano de usarla. Y más pronto que inmediato la tomé entre mis manos, la llené de besos y me puse a escribir. Claro que después de permanecer sin usar mi cerebro este se encuentra oxidado. Hay que ponerle aceite a los engranes del recuerdo, cerrar los ojos para atraer más cerca los pensamientos furtivos para escoger lo que sea digno de escribir.

El moho en mis escasas neuronas está muy arraigado, tanto que no pude limpiarlo del todo bien, y pues, no pude recoser los recuerdos con  las fábulas pérdidas, los sentimientos engañosos, las lágrimas de sapa coherente, el ignominioso proceder que me orilló a cometer un hecho bochornoso que si algún día logro quitarle la vergüenza que me da recordarlo, quizás lo escriba en este evento conceptual al que adhiero la conciencia de lo inmediato. Ahora pongan todo eso en una olla de grillos. Aí me dicen lo que resulte.

Ya lo decía el gran señor del conocimiento y la sabiduría, gran andante de los caminos inquietos. Peregrino de la palabra, asesor de mi vida por casi diez años, y después me abandonó pero pus de eso no estaba hablando. Y para colmo olvidé de lo que estaba hablando porque me distraje viendo la maravillosa película -para mí- El Dorado, que Barry y Laura ven para aligerar la noche.

Antes podían pasar muchas cosas a mi alrededor sin inmutarme pero no es lo mismo la MaLquEridA que cien años después. El cerebro no carbura a la primera, agregándole las chorrocientas pastillas ingeridas durante los días demasiado calurosos, y la sabrosísima agua de frutas refrescante que Laura y el Barry me han traído para aminorar el escozor provocado por los miles de piquetes imaginarios del calor hacen que de nuevo las ideas vuelen por todos lados sin que ninguna concuerde.

Lo que es muy cierto es que sentir las teclas en mis dedos bailarines es fabulosa. 

Antes de que desaparezcan los miles de seguidores y de que cante el gallo Claudio tres veces, volveré a escribir aunque eso sí, no prometo congruencia. La otredad ha permanecido dormida durante tres meses, seguramente el silencio le ha gustado más -como a mí- que escribir al ritmo del tum tata tum tata tum tatatum.

Auf wiedersehen freunde








 



domingo, 26 de febrero de 2023

Cinderella Star sin botas ni minifalda

Los bichos corriendo a mi lado no existen, tampoco los fantasmas. Ni los seres habitantes de las nubes. Ni yo. Hablo dormida, despierta soy callada. La gente que sabe de mi y del pp dice que me veo muy bien. Eso me hace sentir un poco mal. Como si hubiese inventado el pp. Mi cuerpo no refleja la enfermedad a menos que el efecto de la medicina pase. Vivo la invención de mi realidad. Me entra la paranoia cuando estoy sola. Me río de la libertad que según yo grito a los cuatro vientos. Si fuese libre sería un angelito del Señor. El mundo que me rodea ve cada vez menos a mis ojos. Los móviles sustituyen emociones. Cuando tomo mi teléfono para perderme en él como mucha gente lo hace no le encuentro ningún sentido. Sin embargo cuando quiero ver algo el aparatejo no funciona. Tengo que hacer gala de serenidad para no estrellarlo contra la pared. De a poco logro que se descomponga. A veces lloro, quisiera hablar con mi familia pero el mundo cambiante los hace más robots. Metidos los ojos en un monitor se olvidan de mirar su entorno. He visto como los renuentes a usar tecnología se vuelven expertos en poco tiempo. Sonríen con algo que ven. Por un tiempo cuando comencé a escribir caí en eso. Pasaba pegada a la computadora la mayor parte del día. Pasada la euforia recobré mi espacio. Ya nada era igual. Si me preguntan de qué color son los ojos de los miembros de mi familia no sabría responder, lo juro. Me he vuelto observadora, los enredijos de letras en mi lengua me hacen inteligible el habla. Sé de Los Tres Huastecos más que de mí misma. Las tres Flor de María del espejo conviven entre sí. La interiorización repercute en mi ánimo. Hoy de nuevo un pajarillo anuncia con sus trinos la proximidad del amanecer. Cannabis oil. Me río de mi "libertad" recién adquirida. Me río de la risa que me da reírme tanto. Se acaba el puente largo otra vez. Me gusta estar de vacaciones, quizás porque lo mío mío es parlotear todo el tiempo. Barry ¿qué haces? Estoy haciéndome pendejo. ¿Te ayudo? Las palabras hacen un rictus de aburrimiento. Nomás es un decir. Vuelve Enrique. Me da gusto pero no me dio tiempo de extrañarlo. En cambio a mi yo del espejo la extraño cabrón. Ni siquiera se ha dado cuenta que recobré los kilos perdidos. ¡Maldición! Conozco a uno que se alegra por él. Regreso a la "normalidad". Barry dice bien, vivo instalada en el miedo. Miedo a salir, a que pase algo. A quedarme sola. A morir en el intento. Mi libertad consiste en reconocer los miedos que mi mente abstracta se crea. Y después cuando Los hijos de Suchi me abrazan. Y el después de ser esposos somos amigos. Hace mucho para vencer el insomnio jugaba al hoyo negro. En este tiempo utilizo la música como herramienta para inducir al descanso. Esta semana dos veces hablé dormida. Abro los ojos buscando a Laura. Intercepto las ideas para no sucumbir a hacer un viaje astral, segura estoy de no querer regresar.  Convertida la vorágine en hecatombe nuclear. Lo logro y no. Escribí un texto muy fuerte sobre el niño suicida. Pasó a la carpeta cada vez más gruesa de textos no publicados. Repasando mi todo, lo que más me asombra es haber sido juguete de compañía de niña rica y amiga del amor de mi vida. Siento que me voy haciendo invisible al paso del tiempo. Conseguí una pequeña secretaria, muy eficiente pero la escuela es más importante que los textos sin mensaje de una viejita malhumorada con una vida barata y vacía. Luego conseguí otra ayudante que al primer día dijo no cuando recibió por tarea responder comentarios del blog. Mi obnubilación permanente no coordina las ideas ni se hace obedecer los dedos, estos bailan dubitativos al son del tum tum tum del corazón. La juvenil y muy hermosa mente de Cinderella Star se está perdiendo  en los aires medicinales nocturnos de un sin fin de pastillas. Costumbre en la sangre de escribir sus memorias se va perdiendo en lo irreal de la abrupta realidad. La Flor de María del espejo debe volver antes que el colibrí traspase el límite del pensamiento cuerdo.
Pongo fin antes de que el fin se agregue lerdo al principio. 

Conseguir una secretaria en estos tiempos es más difícil que llegar a la meta sin haber corrido un solo metro.
Voy a escribir a Enrique si es que logro que mis pestañas se dejen de abrazar o mis dedos dejen de bailar y mi mente se entere antes de que el sol vuelva a brillar.


Adeu











miércoles, 5 de mayo de 2021

Inquietando colibríes online

Desde marzo del año pasado, las clases presenciales dejaron de serlo para convertirse en clases en línea. La casa fue tomada por asalto una mañana por La Bella y su madre trayendo mochilas, cuadernos, uniformes, etcétera.

Adaptamos un espacio para ella en la sala. La casa es un huevo, cuando uno entra, el otro debe salir. Nocierto, exagero. Laura llegó después con computadora, maleta, y su buen humor escondido debajo de los rizos de la melena alborotada. 

¡Jesucristo vencedor, aplaca tu ira y tu rigor!

Laura en casa es otro rollo. Pongámonos de acuerdo de una vez, dijo con tono que no admite réplica. Cuando tenga junta a las 10 de la mañana, a las 11, a las 12 y a las tres de la tarde con los jefes, hagan favor de no moverse, ni hablar, ni gritar. Hagan el favor de ser momias impolutas. 

Entonces, La Bella en clase, Laura en junta, Liz preparando el almuerzo para los que no tienen prisa en esta arrebatada vida de oropel y perlas desafiantes. 

Ladra Cuco, los Tres Huastecos sin Silvio, el camión del gas afuera en la calle grita porque tiene prisa. “¡El gas, el gas, el gas, el gas, el gas!”. Dios, no se le acaba el aire.

“El panadero con el pan, 
el panadero con el pan, 
el panadero con el pan, 
el panadero con el pan.
Tempranito va y lo saca
calientito en su canasta,
pa’ salir con su canasta
por las calles principales…”.

“Llegaron los tamales calientitos, sabrositos, oaxaqueños, verdes y de mole”, grita el tamalero de hoy.

Bendito Dios, qué ruido. Me tapo los oídos en mi recámara esperando que por una mañana el tiempo esté calmo. Suave brisa de cánticos febriles, polluelos chillan en la copa de los árboles pidiendo comida a sus madres, sin dejar el alboroto infantil de pájaros llorones. La lluvia ha dejado olor a tierra húmeda, calor abrazante, 

Un caos inaudito. Me voy a la ducha. 
-¿Quién quiere café? 
-Yo no.
-Yo tampoco. 
-Yo menos. 

El calor no invita nunca cafés, quizás un helado con el heladero de los domingos.

Guantes tiene su autoexilio controlado. La parte de arriba es para ella sola, para nadie más. Claro que conmigo está hasta las once. Hora de receso, de almuerzo familiar, con media hora de tiempo reglamentario.

Es imposible no enterarse de lo que pasa con La Bella y Laura, todos oímos lo que dicen los del otro lado del monitor. Ni modo, es así.

En esta semana, a La Bella le encargaron hacer una biografía de quien quisiera de su familia. 

Quiso hablar de mí. 
-¿Abuela puedo hacerte una biografía?
-Si no hay otro remed... perdón, digo, claro que sí muñeca, soy toda tuya.

Con ese necio complejo de inferioridad intrínseco en mí, digo que no hay nada bueno que contar de la MaLquEridA. La vida es triste como pañuelo de puta de callejas oscuras, oteando el horizonte sin más pedir que irse a su casa a descansar. Las putas tienen el síndrome de la negación fortuita.

Ya ven, soy un fracaso, dicen las chachalacas cuereras, habitantes del submundo cotidiano de la infestación temprana de palabras llenas de maldad, malsanas, sólo porque sí. Zarigüeyas con hálito simplón. Hay muchos lugares donde arrojar veneno. Go home, habitantes del humor tedioso. 
Aquí no se aceptan oscuros perfiles, la melancolía es una forma de existir sin tener que sonreír todos los días en el acomplejado mundo del positivismo.

Enigüey...

Toca escuchar la biografía de La Bella. Miss Laurita pide a la niña que comience a leer.

-Ejem ejem ejem... la vocecilla de niña hermosa comienza, “Biografía de mi abuela Chiky”.

“Dice mi abuela llamarse Flor de María Almaraz Martínez Flores Sánchez y Ruíz. Nació en un pueblito a las afueras de la Ciudad de México en el año en que los patos aprendieron a tirar a las escopetas. ¡Bang!”.

El silencio se hizo emocionante, escondida detrás de la puerta de la cocina, escuchaba emocionada lo que iba leyendo la niña. Liz Cristina observaba a su hija. Ha crecido enormidades, ¿cómo no amarla?

“La abuela escribe en un blog llamado la MaLquEridA desde que el pp la atrapó en sus garras. Escribe cuentos para niños”, dijo.

Entonces se oyó un estruendo de vocecillas chillonas: “Dinos cómo buscamos el blog de tu abuela, Natalia”. 

“Sí, sí, sí, sí, dinos cómo la buscamos”, dijo Miss Laurita.

-¿Podemos conocer a tu abuela, Natalia?
-Sí, Miss, pero le da pena porque se le cayó un diente y le da mucha vergüenza reírse.
-No importa, dile que no pasa nada.

Así las cosas, fui a sentarme frente a la computadora, poniendo mi cara de ”soyunaseñoradeperfilatropellado”, no me miren, plis”.

He de decir que fui la más sorprendida del recibimiento que me dieron los niños y la Miss.  ¡Ouch, qué pena tengo!

La miss dijo palabras muy bonitas, me mandó un abrazo aunque no me gusten. Mefelicitó porque no me dejé amilanar por una enfermedad de pacotilla. 

Los niños querían entrar a la MaLquEridA, pero recordé que escribo cosas no muy aptas para niños, aunque déjenme decirles que como los oigo en clases saben más que lo mucho que me jacto.

Tal como Sócrates dijo allá por los años en que mi nacimiento no estaba en puerta: “Yo sólo sé que no he cenado, digo, que no sé nada”.

Dado que este cuento ya se hizo muy largo, les diré que quedé de enviar tres de los cuentos para que los leyeran y me dijeran si les gustaban. Miren que no hay público más crítico y sin piedad que los niños.

Una parvada de colibríes alborotados queriendo saber. Eso nomás. Saber.

It’s ol, mai friends, ay lov yu veri much, everiting ol of os.


Chaíto













miércoles, 7 de abril de 2021

Tempus fugit

Amigos míos, queridos muchachos de mi corazón, una cosa les vengo a decir. no permitan jamás entrar el desanimo a su vida, ni permitan siquiera eche una ojeadita porque entonces les digo que no habrá poder humano que lo saque de ahí.

Tampoco se permitan arrastrar con ustedes a su familia ni a sus amigos -que los hay y muy buenos. Imaginen si no fuera por ellos el universo mundo habría dejado de existir en mi puto blog. - ni a nadie porque entonces la caída será más fuerte. 
Me encuentro en un dique reconstruyendo lo que queda de mí. Si no fuera por eso...

Hagan lo que quieran sin lastimar a nadie, manténganse fuera del ojo público porque por muy don nadies que seamos, siempre hay alguien a quien le importas digo yo.

Amigos míos hagan lo que quieran, quien soy para decirles nada, nomas no dejen de hacer lo que más les gusta, no pierdan pasión por lo que hacen. Al final estarán construyendo su propia historia.

Y es todo, hoy es miércoles de un día tan normal como cualquiera. 
Hasta la próxima amigos.

No dejes que mi ausencia sea una costumbre en tu vida. Siempre hay algo por qué vivir.


Click










 

martes, 17 de noviembre de 2020

Sea por Dios y su santo nombre






En alguna ocasión cuando andaba de suicida comunicante me pasó por la cabeza aventarme desde lo alto de las escaleras. Me daba un poco de miedo porque Barry ya me había advertido que podía quedar mal de la cabeza o ser un vegetal. Ese sería un verdadero drama.

Nunca intenté suicidarme, además siempre que me pasaba una idea  en la cabezota,  la comunicaba a mi familia para conocer los pros y los contras. Lo que me hizo desechar la idea fue saber que Natalia tendría una abuela suicida. Eso me dio mucha pena, no ser valiente. Seré neurótica, malhumorada, insensible pero cobarde nunca.

Esto de las escaleras me vino a la mente ahora que tuve el accidente en las escaleras. Caí desde lo alto rodando, dando tumbos a casi llegar abajo.
Me llevé entre las patas algunas macetas y cuadros que tenía en la pared. ¿Cómo? No pregunten porque ni sé todavía cómo, sin ningún hueso roto y sin una gota de sangre. Mis caídas no tienen explicación cuerda.
El cuerpo tiene un sinfín de moretones negruzcos adquiriendo el color verdoso del paso del tiempo.
Cuando mi familia vio que rodé cuesta abajo echaron a correr para socorrerme Me sentí como doble de cine, haciendo las escenas fuertes de la película.

Tenía chichones varios en la cabeza, golpes por todo el cuerpo sobre todo del lado izquierdo.
En mi pensamiento golpeado me preguntaba por qué mi familia no llamaba a la ambulancia o a emergencias yo que sé. Laura dijo que no se les ocurrió. Ella fue la que me vio caer entonces estaba muy asustada por ello.

No quise ir al médico a que revisara los golpes, dada mi edad es muy peligroso andar por los suelos. La pandemia me tiene lejos de cualquier lugar que no esté dentro de mi casa. Me curé a puro valor mexicano, con chochitos de árnica, pastillas para el dolor de cabeza y pomada desinflamante para los moretes.
Y aquí estoy, menos adolorida pero viva Yo digo que a mi las estrellas me iluminan al revés. con esa caída mínimo me hubiera abierto la cabeza, pero no, no me paso nada.

Entonces dije estoy frita. Por ahora no está en mí suicidarme. Los ataques de ira que he tenido me asustaron un poco dado que en mis desvaríos alguien me propuso suicidarme con su ayuda. ¨Si quieres te paso el cuchillo¨dijo. 
Óiganme no, eso sí que no, si me voy a entregar a la calaca será sin ayuda de nadie, que para eso sola me doy abasto.

Y ya es todo, me caí de las escaleras pero sigo viva. Flor marchita sin retoño, con el alma en retazos ribeteados de razón.

Sea por Dios y su bendito nombre.





Click




 



viernes, 27 de septiembre de 2019

Silencio en tres tiempos

Hace unos días, en el cumpleaños de La Bella, estuve muy callada a la hora de la comida -y de la cena y de la partida de pastel y de...- la verdad estoy llegando al punto máximo de mi silencio. Prefiero comer que hablar.

Comimos el plato favorito de mi nieta preparado por las manos mágicas de su madre que al igual que Barry hacen magia con el refrigerador vacío.

Comí sin pronunciar palabra. Mentira, dije algo: "¿Me sirves más por favor?". Es que el mole estaba buenísimo.

Hablaron sobre el nacimiento de La Bella, sus gritos.
"No sé nada de mi pasado" dijo ella al escuchar sus peripecias de recién nacida.
La forma de estirarse, su renuencia a quedar abrigada. No le gustan los suéteres ni nada que la sofoque. Cuando se quita algún abrigo que la obligue a ponerse, grita "libertad" arrojando la prenda donde caiga.

"Quiero ser libre, disfrutar la vida, no quiero ir a la escuela", "¡Libertad!" es su grito de guerra.

-Natalia, ¿te peinas o te peina La Emilia? Le pregunto. Le gusta su pelo suelto al que al igual que yo... Lo preferimos suelto.

-Nooo- responde rápidamente. Me peino sola. Y es que a La Emilia le da tentación nuestro despeine y de inmediato pide un cepillo.

La vida transcurre en los eternos silencios.

-¿Estás enojada? Pregunta cotidiana ante el absurdo silencio que guardo para no decir estupideces o meterme en líos con mi vecino el asesino por algo dicho sin pensar.

Cargo mi culpa con el epíteto inconfundible de alguien que obra sin malicia.

"Pendeja". Expuse a Barry y a mí misma por un sinsentido que no termina.

Shhhh no digas nada mejor guarda silencio y ya.

Si no hablo no digo tonteras viviendo feliz en este silencio pertinaz. Alejada de la música, los amigos y la familia encuentro la verdadera razón de la existencia de las piedras.


Hago mutis, hablé mucho ya.


Chaito.




jueves, 25 de octubre de 2018

Oye mi amor (como dice la canción)

Miren ustedes había guardado un trozo pequeño de dignidad por si lo necesitaba. Digamos una emergencia qué sé yo. Tuve que usarla. Costó trabajo encontrarla porque la escondí muy muy detrás del corazón para que nadie lo encontrara. Saqué el trocito, lo limpié muy bien con un trapo de lino blanco y ¡Listo! Mi dignidad o lo que queda de ella fue de nuevo pisoteada. No lloré, no no no, eso lo dejo para las horas muertas cuando ya de plano ni el jazz alegra mi día. Muy valiente erguí el 1.50 de mi cuerpo, llené los pulmones de sabiduría, mantuve la boca cerrada y caminé apoyada del brazo del Barry. Íbamos caminando lalaralará. Yo dirigiendo el camino a seguir. Que mi cuerpo esté en decadencia no quiere decir que mi cerebro también. Intoxico la mente de pensamientos abyectos, de malas palabras. De orígenes sin destino. El robot habitante de mi cuerpo piensa por sí mismo. Tipitipi tom tipi tom. Existo luego pienso. Al revés pa' no ser diferentes en la igualdad humana. Cuando me enojo no hablo, soy una tumba. Voy dejándome arrastrar por el brazo, mi apoyo. ¡Demonios! De haber sabido ni nazco. Hecatombe de emociones. Saltimbanquis trogloditas. Vituperios al dos por uno agolpados en las sienes de la olla express de mi cabeza. El orgullo me tira pero el hambre me levanta. No sabía que fueras talla treintayoso. Pos yo menos. ¡Viva una tienda de ropa para señoras sedentarias! ¡Yupiii! ¡Loada sea la Virgen de las gordas! Una mujer que se ejercitó toda su vida convertida en un honguito gracioso. Y luego me pongo a cortar mi pantalón de las patas porque me quedan grandes de lo largo. Hice lo de costumbre. Me lo pongo, lo mido, pongo alfileres a donde según yo es mi justa medida. Me lo quito, le cortó a una pata, luego a la otra. ¡Lixto calixto! Me lo mido de nuevo. Oh oh una pata me quedó más larga. ¡Chin! Repito el procedimiento. Me lo quito, lo mido, le corto lo que sobra y listo again. ¡Oh oh! Ora la otra pata me quedo corta. ¡Chin otra vez! Siempre hago lo mismo. La mera verdá los pantalones míos no son cortos por modelo, no, son piraste yo los corto y me quedan chuecos. Me importa? No. Así me los pongo lalaralará. Con mis botitas dan un toque de gringa loca y pobre además. De esas gringas que parece que no se bañan pero yo sí me baño. Tengo otros tres pantalones para arreglar pero la Emilia dice que no me ponga digna y se los de para que me los mande a arreglar. Lo pensaré. No quiero acostumbrarme a que me ayude. No señor. Echaría a perder los tres pantalones. ¿A quién le importa? ¿A ustedes?¿A mi? No, 'Tonces que el mundo siga girando. Pero amigos, compañeros, poetas locos, recolectores de historias, cantantes desafinados, vagabundos de sentires, este post no trataría sobre pantalones zancones sino de dignidades pisoteadas pero como ya me tengo que ir a desayunar pos otra vez será. Por cierto al cachito de dignidad que me quedaba le corté otro trocito del tamaño de mi furia -ya no soy la que antes fui- lo guardé en la planta de mi pie izquierdo. El que arrastro aferrado a mi desconcierto. Nadie busca la dignidad en la planta del pie. La dignidad se busca por los cielos. Para no sentirme mal por si la pisotean. Ya no me duele (bueno si pero no le digan a nadie). Digan ¡Click!

domingo, 13 de mayo de 2018

Hoy domingo se casa Benito con un pajarito

Así la vida pues se escribe sin tanto -vestigios del ayer- remordimientos. Dando por sentado nada trastorno sin sentido. ¿Desde cuándo fui excluída del equipo? Lo pensé bien quitando enojos y resquemores obtengo beneficios tal como seguir siendo autosuficiente en cierto grado de inmediatez. Quien se acostumbra a que le hagan todo se vuelve inútil. La vida da lecciones tardías. En lo superfluo soy inútil. En lo necesario no moriré por ello. Cuestión de actitud. Paroxismo ridículo -porque debe ser- en el que me encuentro. Y luego que no maldigas y luego por que estás tan callada. El tiempo no da explicaciones. Con capacidad suficiente para elevarme a tocar el cielo azotándome después en el suelo. Hablo de poesía si se me permite. Cambio tres días de mayo por un masaje en mis piernas. ¡Ay qué dolor, qué dolor, qué pena! Miedo del "algo" recargado en mi espalda. Pies descalzos caminan tras de mi. Siluetas negras danzando en mis noches sin dioses. Eb mi país matan -mueren- más mujeres que ilusiones. Babo Alejandro huyó de la casa otra vez. La Bella y Barry lo encontraron enfrentándose a tres furiosos canes enormes para su tamaño. ¡Pinche perro! Pa'lotra no te busco. Nos mata más -¿se puede morir menos?- imaginar a qué peligros se enfrentaría. El Alter Ego perro está ya muy viejo. Lo consentimos mucho. Es demasiado gruñón. Tiene suerte por partida doble. No le dan antidepresivos ni lo regañas porque no le da la gana comer. Empírico nomás. Quiero ser perro. Rescatemos de lo sosegado del entorno el saber hablar cuando se debe. Lo descubrí mirándome dormir. ¡Hey no me mires dormida! Estado vulnerable. ¿Dormida o despierta? la visita al departamento trajo consigo reencontrarme con dos antiguas vecinas. Las dos me abrazaron. Las dos me estamparon sendos besos en la mejilla. Yo... no supe qué decir. Me da gusto verlas pero termino la charla rápido. El escozor en el brazo -tributo a la felicidad- recordó mi época de bruja materna. Los recuerdos tienen telarañas en la memoria. ¿Que no se había muerto? Tengo miedo de tejer recuerdos con los hoy que me incumben, me gusta saberme viva... ¿ Y mi status dónde quedó? Permuto la capacidad de disentir por la de razonar. Se ajusta más al mundo de los humanos. El abuelo -mi perro viejo- es como yo. Mira la calle en el umbral de la casa sin atreverás a dar un paso fuera. Igualito que yo. Interfaz de lo ignoto. En los intervalos del aburrimiento aprendo a leer poesía y a tratar de entender la guerra en Siria. Un mundo alejado de otro. No hay relación de uno con otro. Nadie ha encontrado poesía en un niño muerto por una bomba. Aquel que lo encuentra será única y nada más un mercenario.

miércoles, 3 de enero de 2018

Aún queda tiempo para darnos besos

El objetivo es claro, mudarme de aquí. Los deseos de independizarme suenan absurdos. En mi situación es imposible si lo vemos desde el punto en que dependo de alguien para subsistir. Quiero irme lejos con mis mascotas. La mera verdá ya no cabemos en ningún sitio. Los chihuahuas están viejos. Son quietos y silenciosos como yo pero nomás llega alguien y se acabó la paz. Ni hablar de Los 3 Huastecos. Son escandalosos como la chingada pero pues ¿Qué se le hace? Hacen mucho ruido. Hay que ser pacientes para aguantar el griterío. Mi gato Calixto es el más tranquilo. Nadie se acuerda de él más que cuando araña la puerta pa' pedir cariñitos. Y yo pos la mera verdá soy una piedra en el zapato. Me enojan situaciones fuera de mi alcance para resolver. Veo lo que pasa y pienso: ¿Por qué chingados no ven lo que yo?

Estas semanas fueron de ocio. Que bonito es no hacer nada y después de no hacer nada descansar. Hice lo que quise. El ocio ordenado es mi mayor fortuna. Con eso no quiere decir que estoy como reina esperando ser atendida. No.

Comencé a preparar mis alimentos sin pedir ayuda. Atiendo a las mascotas. Las limpio, les doy de comer y todo eso. Las trato como quisiera que de vieja fuera tratada.

Fui "contratada" para "trabajar" ordenando documentos. Una especie de archivo. La paga sería simbólica. El objetivo era mantenerme ocupada. Empecé bien. Luego Laura me ayudó. Fue una labor sencilla, eso no quita que haya sido pesada. Al final mi "jefe" -no se admiten comentarios- me dijo que no funcionaria como su asistente. Yo lo mandé a la chingada obviamente. Expuse mis puntos sin ser aceptados. Bah ni me importa. Entregué el trabajo en tiempo y forma. Estaba tan feliz de haber terminado que olvidé cobrar. Hoy lo haré. Ese dinero irá al apartado de medicinas a donde también es depositada la ganancia de los sábados. Ese día ayudo a dos miembros de Los Apellidos Ilustres a vender cosas donadas por otros miembros del mismo clan para recaudar dinero para las medicinas.

No había reparado en lo que sin decir nada he recibido su ayuda. No soy malagradecida, soy un poco cegatona ante lo obvio. Colaborando no me siento parásito nomás estirando la manita.
El carácter huraño no sirve para cuando es menester tratar con gente. Más aún cuando una de Los Apellidos Ilustres puede vender en menos de lo que canta un gallo piedras si es necesario. Todavía más, el cliente se va convencido de haber hecho su mejor compra.

El sábado anterior vendí "mucho" solitita. Para cuando llegó mi hermana llevaba buena venta pa' haber sido yo la vendedora.
El otro fin de semana casi casi nos íbamos en ceros. Después fue llegando la gente. No nos fue mal, pudo haber sido peor.

Ya sin estrés ni agobios estoy tirada aquí escribiendo porque no encontré algo mejor que hacer.  La rutina vuelve a aparecer en mi vida. Voy a darle tres patadas en el trasero antes que la modorra haga de mi un ser inútil.

Mientras pregunto a mis pies si hoy van a obedecer intentaré sacar a Los 3 Huastecos. Al fin ahorita el escándalo que hagan será música para mis oídos.

Entonces muchachos cuídense.
Ai nos vemos luego cuando se me quite lo voluble.
Gracias a todos los que se preocuparon
A los que se quedaron
A los silenciosos
A los que escriben el día que les gusta vivir
A los incomprendidos,
A los solitarios.
A los que les gusta la MaLquEridA.
A los que no pues no.



Chaíto.









domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Qué? ¿Qué de qué o qué?

Nadie dijo que la felicidad fuera eterna ¿O si? Dura lo que tiene que durar y ya está A lo que te truje chencha. Hay que empezar mil veces si es necesario. ¿Dónde me quedé? Ah si. Como les iba diciendo, hoy me tocó preparar mi desayuno. Con la nevera vacía no hay más de donde escoger. Huevos y tortillas. Debo de dar gracias por tener huevos -siempre- y tortillas. Ni hablar mujer trais puñal eso o te quedas escuchando a los grillos. No pos ni modo. Prepárate tus huevos y tu cafecito. Eres todo lo que hay. Pero ¿Huevos? ¿Es neta? Cierto que hay millones sin siquiera tener un huevo pero mejor prefiero que me mienten la madre -nocierto- a desayunar huevo. Luego hay que lavar los platos con cloro para que no dejen ese olor tan particular que hace vomitivos a los huevos. Entonces ya saben. Si un día se les ocurre invitarme a desayunar plicito que no sean huevos. -Limosnera y con garrote- Como de todo -menos bróculi ni verdura hervida- de ai en fuera acepto incluso un pinche bolillo duro pero huevos no por favor. No pregunten qué desayune porque seguramente acertarán. ¡Huevos! ¡No por favor! ¡Quiero un sandwich de aire! Seré inconsciente o no, de todos modos ya estoy muy lejos del bien y el mal. ¡Quiero desayunar! ¡Que nadie se acerque, a menos que quiera perder la cabeza!

jueves, 2 de noviembre de 2017

La muerte está tan segura de alcanzarnos que nos da toda una vida de ventaja

Tanta miedo le tengo a la muerte que me he hecho su amiga. Dos de noviembre, se van los muertos grandes. Como cuenta la tradición hoy tienen permiso dos días para "visitar' a sus familiares o conocidos. Chupándose la esencia de los alimentos puestos en el altar de lo que fue su casa, llegan a recordar la vida. Buena o mala no pueden resarcir errores. Los unos vagan implorando un perdón tardío. Los otros a sus vivos para no morir del todo.las tradiciones, la familia, la alegría de sentirse vivos malviviendo porque nadie enseña a aprovecharla.

De eso se trata, aprender sobre la marcha. Si supiésemos lo que nos espera muchos no tendrían valor para darse una oportunidad. Suicidio sin muerte. Renunciarían del derecho a vivir para no hacer daño. Conocen su instinto. Mejor no nazco, gracias.
Haciendo lo que se puede voy sorbiendo la vida en traguitos. Dividiéndola entre el consciente y el inconsciente predominando este.
Armándome de valor tomé la bolsa de dulces que Barry trajo para repartir a los niños que toquen la puerta. No esperé llegaran a casa. Salí a buscarlos. Halloween adoptado. Tiene razón Barry, nuestra tradición es linda pero lúgubre. Respeto a la muerte. Lo que ayer vi haciendo de lado todo de mi, llené los ojos de alegría. Familias enteras caminando por la calle con sus hijos, nietos, mascotas. Todos juntos disfrazados. Imponentes lucían algunos. Salió el valor del que carezco. Pedí a Bruno me tomara una fotografía con el más feo monstruo que encontramos. Un muchacho con su espantoso disfraz estaba recargado en la pared. "Con ese" le dije a Bruno, "tómame una foto. "¿Te tomas una foto conmigo?" pregunté. Una voz cavernosa dijo que sí. Puso su mano sobre Mis hombros. Brrrrr yo si me la creo. De verdad me asusto. Gracias dije haciéndole cariñitos en su panza. ¿Yo con un desconocido? ¡Si!

Repartí los dulces con mi sonrisa desconocida. Le di incluso a unos niñitos pepenadores sin temor a que tocaran mis manos. Sentados en la carreta se asombraron de mi gesto. Otra niña se espantó cuando me acerqué (y eso que yo iba sin máscara, Awwwwww). La cara de felicidad de los niños no la voy a olvidar. Adolescentes penosos, novias cadavéricas, monjas en minifalda, payasos terroríficos.  Tanta alegoría de sonrisas.

Pedí otra fotografía a un payaso hacha en mano. Se nos acercó con un grito espeluznante haciendo que Cridsty y yo gritáramos asustadas. De verdad nos espantó. Mi mente los vuelve reales. Enfrento miedos de disfraces horrorosos.
Nadie me quita lo vivido, todo era felicidad. Llené los ojos de tanto para los momentos bajos. Para los viernes conmigo. Fui feliz lo admito. Necesité una bolsa de dulces y las manos de Bruno y Barry para ayudarme a caminar. ¿De modo que de esto se trata? Vivir la vida y sin pensar en como serlo. Mucha gente detesta el halloween. Valemadre lo que piensen. Fui feliz egoístamente.

En casa este año no vinieron mis muertos. Barry con su trabajo y yo con mi dependencia no podemos hacer mucho. No importa. Nuestros muertos como Pedirto Infante viven siempre en nuestros corazones.
Quiero si de pedir se trata, morir del todo cuando me vaya al otro mundo, ya no quiero ser inmortal. Quiero fiesta cuando muera. Quiero el olvido en permanencia total a quien en esta vida buscó ser. Nomás así, ser y ya está.

No me esperes hoy toca dormir.



















martes, 24 de octubre de 2017

De blanco vestido

¡Por fin! He leído la noticia anunciando la llegada de la época más bonita del año. Con once grados de temperatura y un grueso abrigo blanco se vistió la mañana. Llega un frío extremoso atacando nuestros huesos, metiéndose por la nariz haciendo que los ojos se cierren al sentir su intensidad. La neblina espesa colorea de rojo manzana nariz, mejillas y manos. Las casitas rústicas casi extintas por el avance de la civilización exhalan humo oloroso a café de olla. Madre asoma por mis recuerdos haciendo tortillas finas de maíz. Exquisita melancolía impregnando mi nariz. ,

Arrejuntaditos dentro las familias calientan historias al compás de la experiencia. Los abuelitos secando sus suspiros cerquita del fogón. Tardará mil años en despertar el sol. Caliente en la cama  despereza los rayos acurrucándose nomás otro ratito. Quizá por aí del mediodía asome los cabellos brillantes sin peinar.  Bebiendo café acompañado con un bolillo.  El sol se ha puesto viejo, las reumas atacan las ganas de levantarse.  Regresa a dormir el día arropado con cobijas antiguas. 
A la distancia la ropa tendida serán cartulinas al viento. Fantasmas de colorida manta. Ellos también estarán congeladas hasta el huesito. 

Hoy por fin ha llegado la primera neblina.  Allá lejos donde el aire huele a cedro, madera enraizada en los recuerdos de niña solitaria.

Me asomo a la ventana aquí en esta casa donde vivo. Aquí no hay sol, no hay neblina. El día con remedo de frío hará que los abrigos estorben a primera hora. Es un mal remedo de conciencia. Al rato el sol saldrá como si nada. La vida de un añorado tiempo existirá sólo en letras. Cuando asome el astro rey, monarca absoluto de los cielos estarán tendidas mis palabras. limpias, relucientes, bien blanquitas que no hagan daño a nadie. 

El lejano lugar donde nací se vistió de blanco anunciando la llegada del frío. La época más bonita del año. Qué sol ni qué ocho cuartos. Qué playa ni que hombros desnudos. Qué cielo de lastimoso azul. El mar en tus ojos. Qué otro año viviendo con sabor a gusto atarantado.

Pingüinos corriendito rumbo a la escuela. Carne de gallina es lo que veo. Narices de rojo infantil. 11 grados de temperatura, bajarán más camino a la nieve del cerro lejano. Delicia pura bebida con sorbitos de tequila calentando el alma. Neblinas infranqueables. 
Hay que manejar con cuidado, la carretera del diablo con sus curvas peligrosas tienden trampas. Extremen precauciones. El terruño de la MaLquEridA tan bello, tan lejos, tan lleno de besos sin dueño ha despertado al invierno disfrazado de otoño y yo aquí sentada en mi sombra arrullando ternuras.







miércoles, 4 de octubre de 2017

Me-moría sin recuerdos

Volví a sentir el terror que me da salir a la calle. Hace unos días lo expuse a mi familia. La vorágine también trajo la desmemoria. Cuando tengo que salir pienso en otra cosa para no dejar que el terror ancle mis pies al pavimento.
Actitud ante todo.
Respiro hondo. Miro a los lados para ver que no haya nadie. Doy los primeros pasos agarrándome de la protección. Todo normal nadie me mira. No pienses Flor, no pienses. El miedo está acechando, no le des cabida. Miro sin ver.
No me veas ¿No ves que no puedo caminar? Fijo los ojos en los pies. Logro sortear las miradas de quienes creo me están viendo cuando en realidad ni se dan cuenta de mí. Este maldito miedo inhibe mis deseos de gozar la libertad de ser quién la mayoría ignora. Una viejita mamona con aires de grandeza y actitud arrogante. ¡Abran paso so palurdos!
Pienso lo bello que se llevó de mi el tiempo. La melena negra con rizos de ilusión. Blah a nadie importa quién demonios fuiste. Tranquilízate. Lo que ven es lo que saben de ti sin contemplaciones. Hace frío ¡Bendito clima de octubre! Las montañas a lo lejos se ven bonitas con sus rebozos de nube. Parece postal de las que venden en el centro.
He llegado a donde voy, empecemos el camino de regreso. Perfecto, nadie me mira. Una ligera llovizna comienza a caer. No la siento ¡Corre por Dios está lloviendo! ¿Qué es correr? La desmemoria se llevo conceptos. Cuento los pasos. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Caben cinco pasos en cada tramo de banqueta. Uno, dos, tres, cuatro, cinc...¡Maldición no me veas! Mi vecino el asesino ha salido y me mira. Uy. Un...o...dossss... Tr... Pinche madre los pies se volvieron de plomo. Me paralizo. Contesto su saludo sonriendo pa' que no se de cuenta. ¿Cómo chingados dijeron que debo hacer para salir del "congelamiento"? Trastabillando sigo el impulso de mi cuerpo, nomás falta caerme pa' redondear el numerito. Logro dar un paso aferrada al bastón. Concéntrate nadie te mira. Viene la parte más difícil. Cruzar la calle. Volteo a ver si no viene coche. Nada. Mis pasos lerdos, lluviosos, dubitativos terminan por agarrar el ritmo. ¡Vientos Flor de María, lo hiciste muy bien! Sin loas corazón te falta el otro tramo de la calle. ¿De dónde salió ese coche? ¿Y esa gente que te mira? Pies.. Pies.. Pies por favorcito no me fallen. Olvido que no sé caminar y sigo con la lluvia tomando por asalto mi cuerpo. Estoy hecha una sopa.
Abro la puerta. Sana y salva me miran los chihuahuas. Respiro profundamente. Logré llegar sin un rasguño. Mañana otra vez y luego otra vez y miles de otras veces tendré que salir para que el terror de caminar sola no se apodere de mi. Actitud chingao. Después, mañana o pasado encontraré ocasión de quejarme que para eso nací. Será el tiempo quizás lo que algún día me permita vivir sin lanzar a los aires un ¡Maldición! Total qué más da si para morir nacimos. Con o sin ayes de impotencia el mundo sigue dando vueltas.


Click.











Musa con cuernos

PARA LA MALQUERIDA

La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Es beso de agua y luz de ciegos en el desierto diario. La leo y me leo. La leo y la siento. La leo y la quiero. Vamos de la mano desconocidos y alejados por los caminos rotos y astillados de la vida cansada y del tiempo huraño. Refunfuñamos por todo y hasta en el infierno tienen miedo de que un día aciago lleguen nuestros pasos. Chocamos con mil horas arañamos las rutinas odiamos la compasión nos dan risa los ángeles y mucha pena los diablos. Nos cansa todo y más que nada el resto de los humanos. A veces herviríamos a los que nos rodean y otras daríamos la vida por hacer reír a un chavo. La Malque es un corazón de sol escondido y mil silencios largos. Toro Salvaje

Porque siempre queda espacio para nuevas libertades.

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Ángeles de la fe

Yo traigo la verdad en mi palabra Vengo a decirte de un niño sin abrigo. Vengo a decir que hay inviernos que nos muerden, de la falta de un amigo. Vengo a contarte que hay luces que nos hieren, que existen noches sin whiskys ni placeres. Vengo a decirte que está cerca tu condena. Hoy una madre murió de pena. Déjame cantar, tengo vergüenza de ser humano como tú, en tu presencia. Descubrirme a mí mismo y en tu figura qué poca cosa somos sin ternura.