Salen de noche solos los caballos,
rompen con sus cascos el silencio,
galopan sin destino
para llevar el hambre y la desgracia
donde el luto florece.
Los ve pasar la madrugada insomne.
Los ve pasar el ojo que no duerme.
Y ningún centinela los detiene
mientras fluye la sangre,
lentamente.
De Desconcierto
rompen con sus cascos el silencio,
galopan sin destino
para llevar el hambre y la desgracia
donde el luto florece.
Los ve pasar la madrugada insomne.
Los ve pasar el ojo que no duerme.
Y ningún centinela los detiene
mientras fluye la sangre,
lentamente.
De Desconcierto
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