La fotografía es capaz de hablar del tiempo y condicionar los recuerdos de la memoria. La imagen fotográfica nos es necesaria para preservar ese tiempo, los hechos y las cosas —y es así desde los comienzos del medio.
Me han fascinado siempre los lugares, los espacios o las cosas que, habiendo sido muy importantes y esplendorosos, acaban cayendo en la decadencia, el olvido y el abandono. Seguro que siempre hay un porqué —o más de uno—, pero entiendo que son más interesantes las preguntas que las respuestas. ¿Por qué se construyó así? ¿Quién lo encargó y por qué? ¿Quién ha pasado por aquí? ¿Por qué se ha dejado?