- Vivo en un castillo de naipes, justo al lado del molino de la suerte, disfrutando las vistas desde lo más alto de la montaña rusa.(Finalista)
- El microrrelato se indignó contra la novela, igual que Plutón contra la Tierra, nunca conseguirá ser planeta. (Finalista)
- El esclavo picaba piedras por cada latido de su corazón, no quería que el negrero se diera cuenta de que estaba vivo.
- Frenazo en la carretera; coche en la cuneta; zapato en el arcén; tus bragas en mi mano.
- Castigada se asoma a la ventana y mira a los niños jugar; espera su príncipe azul; frota su tripa y pide un deseo: que sea niña, como ella.
- ELHOMBREQUENOSONRIE y LAMUJERCONELCORAZONROTO se vieron en la barra del bar; tras unas copas fueron a presentarse, pero ya no tenían nombre.
- Quería tanto a su vida que la metió en una caja de madera. Cuando la necesitó, sólo encontró gusanos.
- Todo ese espacio libre me estaba asfixiando, tuve que convertirme en pez para acabar ahogándome en el agua.
- Cansada Eva de comer manzana, pidió al padre algodón dulce.
- Encontré el fino hilo que me unía a ti. Fui tirando de el muy despacio, tenía miedo que se rompiera o que no estuvieses al final de él.
- Cuando se vieron ante ese mundo tan blanco y luminoso, el padre dijo: -Hijo, ¿trajiste las acuarelas? Tenemos un mundo entero que colorear.
- Fue divertido decir que tenía el síndrome de tourette al ir a que me firmara el libro aquel que decía ser escritor.
- Tras romper los cristales encontré detrás de ellos tres tristes figuras. Traían tarros de barro con restos de mis retoños interfectos.
- Vi a un niño coger estrellas en la noche y comerlas como uvas. Después partió una rodaja de la luna y escupió una lluvia de estrellas.
- Saqué las manos del estanque de caracteres. Quedaron en ellas 140. Los metí en un bote, y, con las líneas de un pentagrama, pinté un lienzo.
- -Hace dos semanas os mordieron hormigas; esta venís con picadas de avispas. ¿Qué tocará la siguiente?
–Escorpiones, madre... escorpiones.
- Cuando consiguieron terraformar Marte, mortificaron la Tierra.
- Caía por un pozo sin fondo; al final había un pozo sin fondo.
- Cuando llegué al final de la escalera había un peldaño más.
- Ante el frenético ritmo del concurso, la redacción del concurso consideró bajarlo a 110.
- El asesino del microrrelato dejaba uno en cada víctima. Luego ponía pistas en “cuenta 140”. Montero lo descubrió y se hicieron amigos.
- Me tiré a una piscina sin agua desde un trampolín sin aire. Mi sombra me dejó abandonado.
- Fui elegido míster tristeza. Cuando me coronaban no pude evitar esbozar una tristeza.
- Con la misma navaja que abría tus cartas de amor, abro ahora mis venas en tu ausencia.
- Empecé a borrar compulsivamente; borré mis cosas, mi casa, el universo, el tiempo... Al final quedó, por olvido: la nada y mis pensamientos.
- Fui a una tarotista a saber de mi futuro. No me auguró nada bueno, pues salió el ahorcado. Fui a casa, cogí una soga, y ahorque a mi mujer.
- Estuve cavando mi propia tumba hasta que encontré lo que buscaba.
- Este libro ecológico de terror; hecho de madera reciclada de chabolas; tinta color rojo de inquietante procedencia; tiene más de un alma.
- -Mi amigo habla lenguas -dijo señalando al aire.
-Calla hijo –dijo la madre mientras se ruborizaba pensando en sus fantasías nocturnas.
- Dejé de escribir relatos porque se cumplía todo lo que decía. Hoy hago una excepción, quiero ganar. ¿No se suicidará nadie por esto, verdad?
- Por más que intento acercarme a él para decirle todo lo que siento… más banderillas me pone.
- Afilé el cuchillo tanto que conseguí que el filo desapareciera. Ahora ya puedo subirlo al avión para degollar a los pasajeros.
- Dicen que todos los microrrelatos ya están escritos, menos este… que no lo he escrito yo.
- Estuve comiendo sopa de letras hasta que en una cucharada pude leer: “esta semana gran oferta en tu supermercado en sopas de números”.
- E_ terrori_ta arma_o c_n u_ fusi_ fu_ mata_do cad_ un_ d_ l_s palab_as d_ es_e microrrel_to, n_ pudien_o tumba_ l_ palabr_ paz.
- Vivimos en un tiempo que incluso para morirse hace falta buen currículum y alguna que otra carta de recomendación.
- Hace ya algún tiempo encontré el olvido; ahora el olvido me ha encontrado a mí.
- Tardé dos años en registrarme a todas las redes sociales, ahora intento acceder a la red de la vida, pero me dice usuario desconocido.
- Desperté desorientado después del mareo. Me extrañó notar que tenía puesto traje y corbata… cosa que yo no haría ni muerto.
- El precio que tuve que pagar por encontrar un diamante de sangre fue: cuatro dedos de un pié, un brazo y un hijo.
- Cuando mi nieto me preguntó sobre mis vivencias en la guerra civil, no le pude responder, pues no conseguí nacer.
- Mi psicoanalista me dijo que cuando llegase a los 140 microrrelatos, parase. Me llevó 140 euros por la sesión.
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