Una niña inocente con sueños de color rosa. Sus creencias eran las de las princesas y ella creía de verdad en la existencia de los príncipes.
No cambió mucho más adelante: seguía en la busca y captura de algún apuesto caballero que la rescatase. El problema era que no encontró a ninguno, aunque ella creía que sí.
Oía sin escuchar y de esa manera, entregaba su corazón al primero que le juraba amor. Sin embargo, la promesa quedaba rota cuando ella entregaba su cuerpo. Nuevamente, con el alma hecha pedazos salía a la búsqueda de un príncipe, y, nuevamente, no prestaba atención a lo que sucedía su alrededor y por ello siempre pasaba por alto a honrados plebeyos, en busca de mentiroso reyes.
Y justamente por esa razón, continua perdida en la selva que es la vida, entrgándose a depredadores y olvidándose de su supervivencia; entrándoselo todo a los que no se merecían nada.
Ahora es una niña inocente que ha crecido, pero que sigue creyendo en cuentos de hadas.
Lo que pasa, es que se ha olvidado de un detalle: en todo cuento, hay villanos.
Dato gracioso: este relato lo escribí en clase, viendo un video sobre la sexualidad.
Jajajajaja, de ahi lo de entregar el cuerpo?
ResponderEliminarMuy bueno el relato, yo creo que esta mal que desde pequeñas por medio de las princesas Disney nos metan la idea de un principe azul, que solo llegaremos a ser totalmente felices cuando lo encontremos. Sabes lo que quiero decir?
Besos Artista, Andrea
Me gusto el relato, xd mori con eso del vídeo y por que el relato se trato....te quedo muy bueno :)
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