Hola, hola caracola! Bueno primero, queria deciros que voy a empezar a subir reseñas de libros que me he leido. ¿Por qué? Primero porque este blog esta mas solo que la nada, y segundo es que me leo tantos libros ¡que algo tengo que hacer con ello! Bueno aquí os dejo el capitulo 4 sacadito del horno, bueno valee... la historia esta escrita hace cuatro meses pero me hacia ilusion decirlo. Ala a leer, y espero que os guste. Besos:D
Recojo mi
camiseta y mi pantalón, son perfectas para caminar por una selva tropical, unos
pantalones largos y amplios de un color verde militar, que son frescos y una
camiseta de asillas, de hecho esta es la ropa que suelo ponerme para ir a
acampar (como la noche en la que un remolino de agua me trajo a este mundo de
locos). No están del todo secos pero igual me los pongo. Tengo que tener una
chaqueta por allí, ya la lavaré después. Es mi chaqueta favorita y bajo ninguna
circunstancia se va a quedar en este mundo de locos. Me visto a salvo de las
botas porque prefiero sentir la arena en la planta del pie. Antes de ir a dar
de nuevo con Dario recolecto algo de fruta para comer y compruebo que si que
sean piñas, mangos y plátanos normales y no una rara variación de este sitio.
Camino hasta llegar a Dario con cuidado para que no se caiga la montaña de
fruta que llevo.
-Parecen
comestibles. – le digo lavando una en el agua y metiéndomela en la boca
-No están
mal – dice probando un mango
-¿te parece
si pasamos la noche aquí?
-Supongo que
si pronto anochecerá y no es bueno andar por ahí a oscuras
-¿terminaste
tu ropa?
-sí y ¿Dónde
te habías metido tú? – me pregunta esbozando una sonrisita
-Tras las
rocas
-¿por qué?
¿No te fías de mí? Te recuerdo que no tengo móvil con el que sacar fotos
-No es eso
es que… pero bueno que explicaciones tengo que darte yo a ti, tú me dejaste con
curiosidad anoche no tengo que responderte yo ahora no al menos que… - me
interrumpo yo misma, no quiero atacarle con lo de su chica, estaría mal además,
me prometí que no preguntaría por mucha curiosidad que tenga. – Verás – empiezo
a explicarle – me cuesta mucho hablar con la gente, no tengo miedo a hablar
sino a no encontrar las palabras adecuadas, cada vez que se me acerca un chico
salgo corriendo porque no sé cómo hablarles. Me siento incómoda mirándolos
porque siento que soy una cobarde que va por las esquinas y no se enfrenta a los miedos. Por eso me escondo porque tengo
vergüenza de que por ahí empiece un tema y me obliguen a hablar. Es costumbre
no es que no me fíe – termino sonriéndole y dándole un codazo cariñoso, como
hacía mi hermano conmigo a veces.
- lo de la
chica de anoche – empieza a explicarme él
-no hace
falta que me lo cuentes si no quieres – le interrumpo
-tú te has
sincerado conmigo ahora me toca – dice mostrando una triste aunque agradecida
sonrisa – lo de la chica, a ver, no está bien que me guste, porque nunca he
hablado con ella además es menor, soy como dices un cobarde que la mira por las
esquinas y babea cuando ella no se da cuenta no sé si te lo has preguntado pero
¿se supone que el amor es bonito? Porque de momento solo me ha servido para
parecer idiota.
-te entiendo
– digo arrancando unas algas que están en la orilla
-¿estás
enamorada? – pregunta sin más, apartando la vista
-No lo sé,
no creo que llegue a ser amor de verdad o eso pienso.
-ya es un
fastidio, lo sé – dice acostándose sobre la arena, usando como almohada sus dos
brazos cruzados. Me acuesto a su lado sin tocarnos mucho, y observo las
estrellas que empiezan a aparecer en el rosado cielo. He visto un millón de
veces el comienzo de la noche desde el bosque pero nunca me había parecido tan
bonita.
-¿No es
precioso? – le digo mirando a sus ojos azules
-¿el qué?
¿El cielo o tú? – me dice clavando él sus ojos en los míos. Su mirada se hace
cada vez más intensa y yo noto como el color sube hasta mis mejillas. Sé que
debo estar roja como un tomate al sol, pero no me importa, en otras
circunstancias apartaría la vista para que nadie viese mi ridículo tono de piel,
pero estoy tan a gusto mirando sus ojos color mar y el también parece estarlo,
mirando intensamente los míos que me dejo dormir con esa imagen en mente. Una
imagen del chico misterioso que conocí en la biblioteca, de esos ojos que me
miraban cuando no me daba cuenta ¿podría ser yo la chica de la que está
enamorado? Puede. ¿Por qué no? Él decía que la observaba cuando no se daba
cuenta, y eso era posiblemente lo que hacía mientras estudiábamos. No. Es
imposible. Descarto esa idea enseguida.
Antes de
dormirme profundamente me atrevo a decir las palabras que están rondando mi
cabeza y que si estuviese del todo consciente no diría:
-lo más
bello que hay aquí eres tú – y me quedo completamente atrapada en el misterioso
mundo de los sueños o en mi caso el de las pesadillas.
ME ENCANTA! en serio adoro la historia (aunque tenga muchas preguntas sin respuestas) es una historia muy buena e interesante, eres muy buena escribiendo, me encanta el personaje de Alex, estoy segura de que si la conociera me llevaría de maravilla con ella, nos parecemos mucho en algunas cosas ;)
ResponderEliminarya quiero leer el próximo!
Un besote grande, Lucia.
Pues muchas grcias!! Yo tambien soy fan tuya eh..? Q quede claro. No creo q conozcas a Alex, es q ellas es muy reservada jajaja
EliminarUn Besazo
Pero chica!!De donde sacas tu estas hermosidades??!!
ResponderEliminarEnserio me encanta^^,pero te pasa como ami,que no somos muy amigas de las faltas hehe.
Enserio sigue asi,y yo también creo que estos dos acaban juntos si si,te lo digo yo xD.
Besos de miell (:
Vaya muchas gracias! No sabes lo superemocionada q me pongo cuando leo estos comentarios Jaja Gracias d verdad
EliminarEste capitulo me ha encantado <3
ResponderEliminarSobre todo el final :'D
I love it!!(:
ooooooo OMG me encanto
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