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En las noches del verano,
en las durces noches claras,
cuando tiemblan las estrellas
entre medio d'una luna'zul y branca,
y s'escuchan a lo lejos los cantares
de los grillos y las ranas,
algo asín com'un jilguero
qu'en la joya las Torbiscas canturrara,
algo asín como los trinos d'una mirla
que dijera sus quereles junt'l agua,
se barrunta dende arriba de las sierras,
entre medio de los brezos y las jaras.

**Luis Chamizo, poeta extremeño

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5 de marzo de 2010

Ni rastro

Una docena de años, sí,

pero ni rastro de huevos.

13 de marzo de 2008

No te lo creas: es todo mentira

Esta noche quiero salir a matar verbos,
lo tengo todo planeado:

hablaremos con los ojos
beberemos aproximaciones,
las ataremos,
jugaremos con los dientes
y nos comeremos a besos
...
pero a la mañana
el jodido reloj no va a relojear
y a falta de verbo acabo matando, sí,
pero el tiempo contigo.

A veces, la noche, esconde los sueños,
para mi que los deja junto a mis deseos
¡y yo esta noche quiero salir a matar verbos!

28 de febrero de 2008

arrugas

veintisiete años que vengo muriéndome,
nueve de ellos contigo

nos hacemos viejos
sordera
cegadez
embriaguez de otros besos

envejecemos
vestidos
solos
aparte
tú por encontrarla
yo por encontrarte



**por tangos, Estrella Morente canta a Gardel.

10 de febrero de 2008

Tenemos (retrospectiva de por medio, oiga)

Tenemos
más que palabras que decirnos

y que tenga que ser el tiempo
el que nos coloque
tú aquí,
tú un poquito más allá,
el tiempo que nos convive,
que siempre está ahí,
que a veces se viene y a veces se va,
como vino, metiendo prisa

y que tenga que ser el miedo
el que nos coloque
tú allí,
tú un poquito más acá,
el miedo que nos tiembla y nos plancha,
que siempre está ahí,
que una se lo fuma y se va,
como humo, cuando hablamos

Tenemos
más que palabras que decirnos

23 de enero de 2008

Retrospectiva de Cuestión de

El mundo es tuyo
y de todos los que, como nosotros,
aguardan.

El pasado, tierno aún,
burbujea
ocupa, solo a veces,
el espacio
tiembla.

En un futuro,
cercano
como todos los fieles futuros
acabaremos el puzzle,
es solo cuestión de tiempo.

11 de enero de 2008

Siempre será mejor sentarse

Nada nuevo bajo el sol.

Y en lo alto de la luna
anoche,
fui a colocarme.

Al rato
me dije:
-siempre será mejor sentarse
que quedarse ahí, de pie-

Tomé asiento
pero ya sabes:
la luna es caprichosa
y ya,
enseguida,
amanece.

5 de octubre de 2007

Creo que hay ratos

Creo que hay ratos
y digo ratos - cortos espacios de tiempo real-
en que te manifiestas en mis impulsos
como si formases parte de un siempre.

Por nada cambio yo esos ratillos tuyos conmigo.

14 de septiembre de 2007

De la relatividad de la belleza

De la relatividad de la belleza hablamos otra noche en la que no estabas. Se te distinguía más lejano cuando yo me explicaba imaginándote. Noche aquella de sidra y jaleo. Mezclamos la perfección con el templo de tu cuerpo. Sonaban voces cercanas. Estaban todos menos tú. Tenía más presentes tus besos, todo hay que decirlo. Te quise mucho esa noche. Como se quiere a lo absoluto. Ya asomaba algún que otro arrebato de honestidad. Eran otras noches, otros tiempos, como tu tiempo y el mío que no acaban de entenderse. Aunque esto de que no se entiendan también es relativo, recuerdo una vez que se me paró el reloj perdiendo el tiempo contigo. Pero sí. De la relatividad de la belleza hablamos otra noche. Estaban todos menos tú. Noche aquella de sidra y jaleo. Te quise mucho esa noche.


** (...), en noche de sidra y palomitas en marzo 2007
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Día de un calor abrumador. Además, pongo a Bach en mi electrófono al máximo de su volumen. Pienso a veces que mi cabeza va a estallar de un momento a otro. Tres veces me he arrodillado para agradecer a Dios a tal punto se crece el cuadro de la Asunción. Al atardecer, se levanta por el sur un viento cálido, y las colinas de enfrente son pasto de las llamas. Gala vuelve de pescar langostas y me manda decir por la criada que mire el incendio que tiñe el mar de un color amatista, y más tarde de rojo vivo. Desde la ventana le hago señas de que ya me he dado cuenta. Gala está sentada en la proa de su barca pintada de amarillo de Nápoles. Es el día de mi vida en que la encuentro más hermosa. En la playa, los pescadores contemplan el paisaje que arde. Yo, conmovido, me postro de rodillas una vez más para dar gracias a Dios de que Gala sea un ser tan hermoso como los que adornan los lienzos de Rafael. Esta belleza, lo juro, es imposible captarla, y nadie ha podido captarla con tanta vitalidad como la capto yo gracias a mis éxtasis previos delante los cuernos de rinoceronte

**Salvador Dalí, 6 de julio 1952
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